31 de octubre de 2011

La vergüenza y el miedo de XLSemanal: un apéndice


Supongo que ya habrán leído la entrada que publica Irreductible en Amazings a propósito de la última (por ahora) patochada de XL-Semanal acerca de la histeria electromagnética. Si no es así vayan a leerla, porque esto es tan solo un apéndice. Venga, les espero.


¿Ya? Bueno, habrán visto que el publirreportaje (porque no merece otro nombre) se divide en una página dedicada a meter miedo al lector y otra informando de toda una serie de cachivaches "antiondas", ¿verdad?

No vamos a entrar a analizar cada uno de esos trastos; en unos casos porque ya lo han hecho, y muy bien (como en el del colgante mágico) y en otros porque la cosa es tan rematadamente obvia que cuesta creer que haya quien pique en el timo: si el dispositivo para el móvil bloqueara realmente la radiación electromagnética su efecto sería, evidentemente, impedir que el móvil funcionase.

En lugar de eso voy a mostrarles un detallito que quizá pase desapercibido para quienes no hayan leído el reportaje. Resulta que uno de los "expertos" consultados por el autor del bodrio es un tal Ramón Villaamil, quien dice que

A través de la piel entran en el cuerpo nutrientes, como el aire, y tóxicos, como la electropolución. El cuerpo tiene una capacidad limitada de eliminar tóxicos. Pasado ese límite, dañan el organismo. No se sabe con certeza cuál es ese límite, pero sabiendo que lo hay, ¿no deberíamos evitar los tóxicos?

Y ahora, después de leer la bobada, se preguntarán ustedes en qué es experto el señor Villaamil, ¿verdad? Pues muy fácil: en vender toooodos esos cachivaches inútiles:



¿Ven cómo no exageraba yo cuando decía que eso era un publirreportaje?

29 de octubre de 2011

Méritos homeopáticos

Tradicionalmente se procuraba que el nombramiento de Juez de Paz de un pueblo recayera en lo que en la tierra de mis padres llaman aún un "hombre bueno": una persona con capacidad de mediación, sentido de la justicia y honradez. Hoy en día la cosa ya no está tan clara, en parte por el papel casi residual que las leyes le otorgan, y en parte por el sistema de nombramiento: nuestra legislación se limita a exigir que sean españoles, mayores de edad y no incursos en ninguna causa de incapacidad o incompatibilidad, y a encomendar su elección a la mayoría del pleno del Ayuntamiento. Lo cual no impide que a veces la elección se convierta en una especie de concurso de méritos, más que nada para que cada facción municipal justifique por qué prefieren a su candidato y no al que proponen los de enfrente.

Esto último es lo que ocurrió no hace mucho en un Ayuntamiento canario. El nombre del pueblo no importa, y tampoco el de los candidatos, aunque si tienen curiosidad el vídeo es suficiente para identificar a unos y a otros. De hecho, ni siquiera importa el nombre del concejal que toma la palabra, aun en el muy remoto caso de que alguna vez lea esto y se entere de cómo se la han dado con queso...

Porque sí, se la han dado con queso. Vean y escuchen:



25 de octubre de 2011

La otra prueba de Hércules



Por supuesto, la vida de Steve Jobs no puede considerarse más valiosa que la del pequeño Luca Monsellato, por citar solo dos de los ejemplos más recientes de víctimas de las pseudomedicinas, pero su caso probablemente llegue más lejos en la opinión pública; al fin y al cabo, Jobs era un personaje famoso en el mundo entero y Luca era tan solo un niño de tres años que tuvo la desdicha de tener un padre idiota (y otro día veremos cómo de idiota).

Así que es lógico que, de entre las muchas víctimas de accidentes vasculares provocados por la manipulación quiropráctica (el llamado "chiropractic stroke"), el único caso que tenga todas las papeletas para aparecer en los grandes medios sea el de Hércules. O, bueno, el de quien durante muchos años interpretó el papel de Hércules, el actor Kevin Sorbo.

Como cuenta el propio Sorbo, en 1997 comenzó a experimentar unos extraños síntomas en su brazo izquierdo: entumecimiento, dolor, hormigueo... Y aunque al principio no le dio demasiada importancia, un mal día empezó a notar un fuerte dolor poco más abajo del hombro.

Así que acudió a su quiropráctico habitual.

Sorbo cuenta que

After an examination, he told me I had a lot of tightness in my neck and shoulder. Then he cracked my neck, which he had never done before, saying he felt the manipulation would help alleviate some of the tension.
Tras examinarme me dijo que tenía mucha rigidez en el cuello y el hombro. Entonces me hizo crujir el cuello, cosa que nunca había hecho, diciendo que creía que la manipulación ayudaría a aliviar parte de la tensión. 

17 de octubre de 2011

La excusa del paleto


Hace algunos días varios medios se hicieron eco de la aparición de un nuevo libro sobre el montaje de las apariciones de El Escorial, firmado por el periodista José María Zavala. Por las críticas (por llamarlas de alguna manera) que he leído por ahí, desde luego no hay que esperar una obra definitiva sobre el tema; el libro tiene toda la pinta de ser una hagiografía de la autoproclamada vidente y una justificación del tinglado económico que se ha montado en torno a su grupo. Y, desde luego, tiene poco de investigación a fondo: en el programa de promoción que le dedicó la cadena Intereconomía, justo después de que el presentador asegurase que se iban a dirigir sobre todo a

quienes han tenido una información deformada de lo que aquí sucede

José María Zavala empieza su intervención contando que

El 14 de junio de 1981 Luz Amparo Cuevas, una mujer humilde, de aquí de El Escorial...

La verdad, llama la atención que el autor de una investigación supuestamente exhaustiva y rigurosa empiece por no conocer el lugar de nacimiento de la persona investigada, un dato que en cualquier otro caso podría ser trivial, pero que en este es tan significativo que hasta podríamos caer en la tentación de pensar que el error no es del todo involuntario.

Pero resistamos esa tentación, porque no es de eso de lo que vamos a hablar hoy, sino de lo que José María Zavala dijo a continuación. Y es que, tras dejar caer que la vidente de los estigmas de quita y pon es de El Escorial, el investigador añade que es

...casi analfabeta...

Como todos los géneros literarios, el de las historietas de lo paranormal también tiene sus convenciones, sus lugares comunes y sus tópicos. Y uno de los más queridos es el de los analfabetos. Analfabeta (o casi) es, para Zavala y para muchos otros hagiógrafos, la vidente de El Escorial, como también era analfabeta la protagonista del timo de las "caras de Bélmez", o el señor al que se le apareció un ovni en Los Villares (Jaén), o tantos y tantos otros. La idea, por lo visto, es que si quien dice haber sido testigo de un fenómeno paranormal es analfabeto debe presumirse que dice la verdad.

El diccionario de la Real Academia (cuya definición copio aquí sin el más mínimo remordimiento, que por algo es una institución que, nos guste o no, pagamos todos) dice que un analfabeto es


Salvo error u omisión por mi parte (o por la RAE, que tampoco sería la primera vez), lo que define a una persona analfabeta es que no sepa leer y escribir o sea ignorante en determinada disciplina. Pero ahí no dice nada de que eso la convierta en alguien incapaz de imaginarse cosas, tener alucinaciones o incluso mentir con más desparpajo que un político en campaña electoral. Y aunque el analfabetismo pueda ser un impedimiento a la hora de montar un negocio con el supuesto fenómeno extraño, hay que tener en cuenta que el diccionario tampoco dice que "analfabeto" sea sinónimo de "anacoreta"; los videntes (sean de vírgenes admonitorias, de caras de cemento armado o de ovnis que tiran piedras) no tienen por qué vivir solos, y aunque ellos no sean capaces puede que quienes les rodean sean capaces de montar un modesto negociete familiar, lograr que las instituciones públicas locales, provinciales y hasta europeas les financien un lujoso chiringuito, o crear un entramado financiero de agárrate y no te menees. Y si en el caso de Los Villares no ha habido tanto negocio ha sido porque lo del anillo de JJ Benítez no había por dónde cogerlo y, en cambio, las supuestas secuelas físicas sufridas por el testigo sí que había por dónde cogerlas y constatarlas mediante un simple examen táctil que ni Benítez ni el otro intrépido "imbestigador" del caso, Iker Jiménez, fueron capaces de realizar.

Pero claro, ¿cómo iban a dudar Benítez y Jiménez del labrador de Los Villares, si resulta que (como María Gómez Cámara o Luz Amparo Cuevas) era un pobre analfabeto? ¿Acaso algún analfabeto ha engañado alguna vez a alguien?

¿Eh? ¿Eh?



Pues eso.

6 de octubre de 2011

Cara y cruz de la homeopatía en la Universidad

A estas alturas aún me asombro de que la homeopatía tenga tanta capacidad para colarse en las Universidades. Al fin y al cabo, lo lógico sería esperar que médicos, biólogos, químicos o farmacólogos tuviesen el mínimo de formación necesario para darse cuenta de la magnitud de esta bobada. Claro que, a la inversa, también podemos preguntarnos qué clase de formación estarán impartiendo si se tragan las tonterías de Hahnemann. En fin...

Sea como sea, en estos días he tenido noticia de dos formas bien distintas de tratar a la homeopatía en la Universidad. En el primero de ellos la protagonista es la Universidad de Sevilla, que por lo visto no se contenta con ser una de las instituciones docentes más citadas en La lista de la vergüenza, sino que quiere ir hasta el infinito y más allá, promoviendo la pseudociencia incluso de las formas más insospechadas. Vean, si no, este vídeo:



Sí, han leído bien. La agenda dice

La homeopatía es menos agresiva con la salud y el medioambiente.

Pero como también dice

Infórmate.

 Pues aprovecharemos el consejo para ofrecer una fuente de información, que es la segunda noticia de las que hablábamos. Resulta que el 6 de octubre a las 18 horas tendrá lugar en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de Albacete una charla-coloquio sobre la homeopatía, acompañada de un "suicidio" homeopático, es decir, la ingestión de una sobredosis de pastillas homeopáticas que sin lugar a dudas provocará en quienes la lleven a cabo el mismo sabor empalagoso y la misma completa ausencia de otros síntomas que muchos ya hemos experimentado.

Solo que en este caso la organizadora del acto no es la Universidad de Castilla-La Mancha, sino la Asociación de Estudiantes de Medicina de la Universidad.


Lo cual supone la mayor diferencia entre ambas noticias. No se trata solo de que en la Universidad de Sevilla se siga promoviendo la homeopatía hasta en las agendas mientras que en la de Castilla-La Mancha no se duda en ponerla en evidencia, no; es que en el primer caso la inciativa ha partido -o al menos ha contado con la complicidad- de quien haya tenido la ocurrencia de encargar y aprobar las dichosas agendas, mientras que en la de Castilla-La Mancha la lección la dan sus estudiantes.

Con lo que volvemos a lo que decíamos al principio: lamentablemente, hay muchos docentes dispuestos a enseñar superstición en carreras que se suponen científicas. Pero, como demuestran los estudiantes de medicina de Castilla-La Mancha, cada vez hay más alumnos que no les hacen caso.