Seguro que se han dado cuenta ustedes que cada dos o tres horas, más o menos, algún medio nos obsequia con la noticia de que Cristo se ha aparecido en una tortilla, un sandwich que se quedó olvidado en el fondo de la nevera o un manchurrón en la pared. En algunos casos se trata de retoques infográficos, por supuesto, pero en muchos otros se trata de apariciones genuinas. Es decir, que se aparece una mancha genuina o una forma puramente fortuita, y la combinación de la imaginación con una buena dosis de credulidad y/o cara dura hacen el resto.
Todos podemos encontrar alguna que otra mancha en nuestra casa, pero salvo que tengamos en el piso de arriba un vecino propenso a dejarse abierto en el grifo de la bañera, lo normal es que no sean muchas. Y aunque nuestra mente nos eche una mano a la hora de buscar en ellas caras o cualquier otro patrón reconocible, que demos precisamente con una cara de Cristo es mucha casualidad. En mi caso, por ejemplo, lo más parecido que encontré nunca es este rostro que apareció en un pilar del jardín antes de que lo pintáramos, pero convendrán conmigo en que de cristiano tiene más bien poco:
Y más en estos días, que la visita papal a España nos ha proporcionado la rara ocasión de contar con un producto de este tipo especialmente propenso a la santidad y los milagros:
Así que ya saben: a buscar su propio milagro en casa.
P.S.: Dice @Zasentoalaboca que su milagro favorito es este. Que sí, está muy bien. Pero si tenemos éxito y acabamos con peregrinaciones masivas en casa a ver quién convence al animalito para que se esté quieto mientras lo miran, admiran y adoran...
y un tema que resucita.
ResponderEliminarhttp://www.diarioinformacion.com/sociedad/2011/08/19/caras-belmez/1159804.html
el titular dice ¿mas caras de Bélmez?
si nos atenemos al ultimo párrafo de la noticia, si, parece que son mas caras...