20 de diciembre de 2012

Diez cosas que NO hacer ante el fin del mundo



Ya comentamos la semana pasada que lo del fin del mundo del día 21 parece poco probable, a pesar de que haya agoreros que sigan asegurándolo. O incluso que tengamos a la vista algún signo apocalíptico, como es el hecho de que el día 21 haya Consejo de Ministros. Pero, por si las moscas (bueno, y con bastante coña, todo hay que decirlo) estos días están proliferando toda clase de listas de cosas que hay que preparar, hacer o llevar consigo para la eventualidad de que los mayas, esos que no fueron capaces de prever ni siquiera el final de su propia civilización, tuvieran razón y nuestro mundo se acabe el próximo viernes. Aquí no vamos a ser menos y prepararemos también una lista, pero vamos a intentar que sea un poco original: se trata de diez cosas que no hay que hacer ante la llegada del fin del mundo. Vamos con ello.

17 de diciembre de 2012

Dos buenas noticias

Como La lista de la vergüenza (que, por cierto, estrena página en Facebook) se dedica a contar los casos en que Universidades, Colegios Oficiales y organismos públicos apoyan o dan pábulo a las pseudociencias, lo habitual es que esté llena de malas noticias (salvo las ocasionales cancelaciones, claro). Pero también hay que dar las buenas, y en este caso las merecen.

La primera nos llega del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia. Como decía esta mañana su twitter, a partir de 2013 los docentes que propongan algún curso de formación tendrán que aportar evidencias científicas que lo sustenten:


Teniendo en cuenta que muchos Colegios Profesionales, si no todos, parecen estar empeñados en una competición para ver quién ofrece a sus Colegiados el curso más majadero, merece la pena destacar la noticia y felicitar al COFIGA y a todos los fisioterapeutas gallegos. Ojalá cunda el ejemplo.

Pero más importante aún es la noticia que llegaba esta mañana desde la Asamblea Federal de Izquierda Unida: la aprobación de una moción de rechazo a la homeopatía y demás terapias pseudocientíficas. La moción, formulada y defendida por Eparquio Delgado y que contaba con un importante respaldo desde el mundo científico, dice así:


RESOLUCIÓN DE RECHAZO A LA HOMEOPATÍA Y LAS TERAPIAS PSEUDOCIENTÍFICAS 

El actual crecimiento de las llamadas “terapias alternativas” en nuestra sociedad pone en peligro la salud de las personas y acapara fondos que deberían ser destinados a garantizar el derecho a la salud de todos y todas.  
Un ejemplo es el número creciente de médicos y farmacias que distribuyen homeopatía. Aunque esta terapia se basa en principios no científicos y su eficacia no ha sido demostrada, la industria de la homeopatía va ganando terreno en la sociedad y en las universidades, y comienza a exigir que sus supuestos tratamientos sean financiados por la sanidad pública.  
Hace un año el Ministerio de Sanidad publicó el primer documento de análisis de situación de las terapias naturales. Analizaba 139 terapias como homeopatía, naturopatía, medicina tradicional china, acupuntura, ayurveda, osteopatía, quiropraxia, quiromasaje, drenaje linfático, reflexología, shiatsu, aromaterapia… Su conclusión era que no hay evidencia científica de su eficacia y que “si bien en la mayoría de los casos estas terapias son inocuas, no están completamente exentas de riesgos”.  
Izquierda Unida debe defender exclusivamente aquellas prácticas sanitarias basadas en el conocimiento empírico, demostrado y demostrable. Una sanidad de calidad se fundamenta en el método científico y en la evidencia. Son la ciencia y el conocimiento a través del método científico los que han conseguido que la esperanza de vida haya pasado de los 35 a los 80 años en tan sólo un siglo, erradicando enfermedades que han provocado millones de muertos a lo largo de la historia. 
Izquierda Unida es una organización de progreso. Apoyamos la inversión en investigación científica y los procedimientos dirigidos a promover y proteger la salud basados en el conocimiento y la evidencia, y rechazamos aquellos fundamentados en principios esotéricos o mágicos como la homeopatía, la acupuntura, las Flores de Bach o el Reiki, entre otros.
Por todas estas consideraciones, y atendiendo a la especial relevancia de unas políticas efectivas para proteger y promover la salud de las personas, la X Asamblea Federal de Izquierda Unida propone que se apruebe la siguiente

RESOLUCIÓN 
1. Izquierda Unida apuesta por la defensa de la salud a partir de tratamientos basados en la evidencia y la promoción del bienestar físico, mental y social de las personas.
2. Izquierda Unida rechaza aquellas propuestas terapéuticas que no han demostrado ser eficaces para las diferentes enfermedades o trastornos hasta que existan pruebas sólidas que demuestren esta eficacia, como ocurre hasta este momento con la homeopatía, la acupuntura y otras terapias pseudocientíficas. 
3. Izquierda Unida propone que los poderes públicos promuevan la educación y formación de los consumidores en materia de salud, y regulen de manera efectiva la publicidad engañosa de cualquier procedimiento supuestamente terapéutico que no cuente con evidencias suficientes sobre su eficacia. 
4. Izquierda Unida rechaza que se incluya en el sistema sanitario público ninguna práctica médica o medicamento que no haya demostrado su eficacia según criterios exclusivamente científicos. Igualmente, rechaza que se financie con dinero público a instituciones que promueven la difusión y divulgación de procedimientos terapéuticos pseudocientíficos que confunden a la ciudadanía y ponen en peligro su salud.

Nos lo explica muy bien el propio Eparquio Delgado:





Que una formación política (que además es la tercera más votada en España) apruebe oficialmente una resolución así es, desde luego, motivo para felicitar a sus delegados y militantes y para felicitarnos a todos. Por supuesto, aún queda mucho camino por recorrer, tanto para que la resolución pase de ser una declaración de principios a traducirse en políticas concretas como para terminar de limpiar a Izquierda Unida de veleidades pseudocientíficas (de hecho, la Asamblea también ha aprobado hoy una resolución acientífica contra las antenas de telefonía móvil). Pero es un paso valiente que ojalá imitasen otros partidos.

Así que también hay que felicitar, de todo corazón, a Eparquio Delgado y a Izquierda Unida.

Y a todos nosotros.

14 de diciembre de 2012

Los verdaderos paisajes de "El Hobbit"

Ahora que tenemos encima el estreno de “El Hobbit: un viaje inesperado”, muchos medios están obsequiándonos con galerías en las que podemos contemplar “los paisajes de El Hobbit”. Que son muy bonitos, sí, pero son los de la película. De los que suelen olvidarse es de los verdaderos paisajes de El Hobbit, los que inspiraron a J.R.R. Tolkien, que no van a salir en el cine, pero que a cambio tenemos mucho más cerca para poder disfrutarlos en directo. Vamos a ver algunos de ellos.
- Hobbiton: el molino de Sarehole. Tras regresar a Inglaterra, la madre de Tolkien (su padre, que se había quedado en Sudáfrica, falleció poco después de la partida de su familia) vivió con sus hijos en una pequeña casita en Sarehole, cerca de Birmingham. Y uno de los lugares favoritos del pequeño J.R.R. era el molino que se alza justo al otro lado de la carretera, con su estanque lleno de cisnes y el gran sauce al que le encantaba subirse hasta que alguien lo taló. Muchos años después Tolkien seguía recordándolo con cariño y aseguraba que podría dibujar un mapa de “cada pulgada” del molino y sus alrededores.
Molino de Sarehole (Fotografía © Copyright Chris Hoare, autorizada para su uso mediante licencia Creative Commons)
Y claro, cuando Tolkien quiso retratar la idílica Hobbiton, puso en su centro, como no podía ser menos, aquel viejo molino de su infancia.

Hoy en día el molino está abierto al público y alberga una doble exposición: una dedicada a los usos de los molinos y otra a aquel niño al que perseguía el molinero de barba negra, J.R.R. Tolkien.
- Bolsón Cerrado: Bag End. Y si el molino de Sarehole marcó Hobbiton, en Bolsón Cerrado hay probablemente mucho de... bueno, de Bolsón Cerrado, la granja llamada Bag End que cultivó durante los años veinte su tía Jane Neave.
 La auténtica Bag End en la actualidad (fuente)
La tía Jane, además de ser prácticamente la única persona de su familia que no volvió la espalda a Tolkien, su hermano y su madre cuando se convirtieron al catolicismo, fue un personaje muy importante en la vida de J.R.R., y su influencia en “El Hobbit” no termina aquí, como veremos.
- La Comarca: Warwickshire. En una de sus cartas, Tolkien decía que La Comarca 

es más o menos una aldea de Warwickshire, aproximadamente del período del Diamond Jubilee.

Para Tolkien, como para sus hobbits, no había “paraje mejor que un campo bien aprovechado y bien ordenado”, y ese era también el paisaje que presentaba Warwickshire en su niñez.
Paisaje de Warwickshire (Fotografía © Copyright Robin Stott, autorizada para su uso mediante licencia Creative Commons)
- Las Montañas Nubladas: los Alpes suizos. Para sus montañas, en cambio, Tolkien tuvo que viajar bastante lejos: a Suiza. En 1911 la tía Jane se llevó a sus dos sobrinos, J.R.R. y el pequeño Hilary, a un viaje por las montañas suizas junto con la familia Brookes-Smith (con la que Jane Neave mantenía una doble relación de amistad y de negocios) y otros amigos. Como recordaba muchos años después en una de sus cartas,
El viaje del hobbit (de Bilbo) desde Rivendel hasta el otro lado de las Montañas Nubladas, con inclusión del deslizamiento por las piedras resbaladizas hasta el bosque de pinos, se basa en mis aventuras de 1911...
En otra ocasión escribió que
Yo figuraba en el grupo (junto con un conjunto de gente variada del tamaño poco más o menos del de El Hobbit) que viajó a pie con una pesada mochila por gran parte de Suiza y a través de muchos altos pasos de montaña. Fue cuando nos acercábamos al Aletsch que fuimos casi destruidos por las piedras que se desprendieron al sol y se precipitaron por una cuesta nevada. De hecho, una roca enorme pasó entre la persona que iba por delante y yo. Eso y la “batalla de los truenos” -una mala noche en que nos perdimos y dormimos en un cobertizo destinado al ganado- aparecen en El Hobbit. Hace tanto tiempo de eso ahora...

El macizo de la Jungfrau, en Suiza. Tolkien contempló en 1911 estas mismas montañas.

El glaciar Aletsch visto desde lo alto de la Jungfrau.
- Rivendel: Lauterbrunnen. Para imaginar sus Montañas Nubladas Tolkien reunió recuerdos y anécdotas ocurridas a lo largo de todo el viaje, y probablemente no las identificara con ningún lugar concreto. En cambio, sí que sabemos con seguridad dónde obtuvo Tolkien su inspiración para el valle de Rivendel: en la pequeña localidad suiza de Lauterbrunnen. El parecido entre el dibujo que Tolkien hizo de Rivendel


Y el paisaje que rodea a Lauterbrunnen no es, desde luego, casual.
En este caso, además, contamos con una curiosa pista dejada por el propio Tolkien: la traducción deLauterbrunnen vendría a ser algo así como “aguas ruidosas”... que es a su vez la traducción de Bruinen, el nombre élfico del río que discurría por el valle de Rivendel.
- El Bosque Negro: Moseley Bog. Si para ir al molino de Sarehole Tolkien no tenía más que cruzar la calle frente a su casa, para ir a otro de sus lugares favoritos, Moseley Bog, lo tenía más complicado: aunque no tenía que cruzar ninguna calle (el bosque comienza justo tras la casa), sí que debía eludir la prohibición de su madre, a quien no le hacía ninguna gracia que sus niños se internaran en aquel lugar. Moseley Bog es el nombre que recibía un pequeño estanque que servía como reserva de agua para el molino, aunque en la actualidad se denomina así a toda la zona boscosa que le rodea, una pequeña reserva natural de vegetación frondosa y muy frecuentada sobre todo por los amantes de los pájaros. Y no, ni es tan oscuro como el Bosque Negro ni está poblado de arañas, pero a los ojos de un niño aventurero probablemente sea igual de emocionante.

El estanque de Moseley Bog (fuente)
- Esgaroth sobre el Lago Largo: ¿en Suiza o en Gales? Y para ir finalizando nos adentraremos un poco en el terreno de la especulación con dos lugares emblemáticos de “El Hobbit”. El primero es Esgaroth sobre el Largo Largo, la ciudad que... bueno, si han leído el libro ya lo saben, y si aún no lo conocen ya se enterarán. Tolkien describe Esgaroth como una ciudad asentada sobre palafitos en un lago largo y estrecho alimentado por un río. La descripción se corresponde muy bien con un lago suizo y con alguno de los asentamientos prehistóricos sobre palafitos que empezaban a descubrirse en la época en que Tolkien visitó Suiza, pero cabe otra posibilidad: como buen conocedor de las tradiciones artúricas, Tolkien sin duda sabía que las leyendas señalan a menudo al pequeño lago de Dozmary Pool como el lugar donde mora la Dama del Lago, custodia de Excalibur, la espada del rey Arturo. Y en Dozmary Pool también hay restos de asentamientos erigidos sobre palafitos. Quizá Tolkien se basase en uno de esos escenarios, quizá en ambos o quizá en ninguno.

El Lago de Ginebra (Lago Léman)


- Erebor, la Montaña Solitaria: ¿el Cervino? Tampoco sabemos si Tolkien basó su Montaña Solitaria, Erebor, en una montaña real, pero no deja de ser sugerente su parecido con el pico Cervin, Cervino o Matterhorn, en la frontera entre Suiza e Italia. Lo que sí sabemos es que la visión del Cervino, alzándose majestuoso sobre las montañas que lo rodean hasta el punto de parecer una auténtica “montaña solitaria”, impresionó mucho a Tolkien, que varias décadas después seguía conservando en su memoria aquella imagen y los recuerdos de su recorrido por ella.
El Cervino desde Zermatt

Así que ya ven: sin duda merece mucho la pena hacer un viaje a Nueva Zelanda. Pero para conocer los paisajes reales de “El Hobbit” (incluso los de “El Señor de los Anillos”, aunque esa es ya otra historia) no hace falta que salgamos de nuestra vieja Europa...