7 de noviembre de 2012

Lugares comunes en la homeopatía

Me había prometido a mí mismo dejar de lado a la homeopatía en el blog durante una temporada, para descansar y, sobre todo, para que ustedes descansen. Pero esta noche me he topado en twitter con una serie de mensajes que creo que merecen una respuesta detallada, más que nada porque resumen todo el "conocimiento" de panfleto de multinacional homeopática que tiene bastante gente. Como lo importante es el pecado y no el pecador, la identidad de la tuitera en cuestión la dejaremos de lado.

La serie de tuits es esta:


Para ponerles en antecedentes: Eparquio Delgado anunció en su día su intención de presentar una moción de rechazo a la homeopatía y las pseudociencias en la próxima asamblea federal de Izquierda Unida, para lo cual está recabando los apoyos necesarios. Y es ahí donde entra en escena nuestra anónima tuitera:


A primera vista podría parecer chocante que nada menos que una farmacéutica, a la que por su formación se le supone que debería saber que no hay por dónde coger a la homeopatía. El problema es que su formación, como iremos viendo, no es un ejemplo de solidez y rigor en este tema en concreto. Por ejemplo, cuando dice que "la homeopatía es reconocida en muchos países europeos" olvida que ese reconocimiento se da precisamente en los países que cuentan con una potente industria homeopática, y que aun así está en retroceso: en esta época de restricciones de gastos los sistemas públicos de salud se están replanteando sus coberturas, a veces con recortes indiscriminados, pero en otras ocasiones simplemente primando la eficacia sobre los caprichos de una parte de la población. El resultado es que Gran Bretaña va cerrando sus hospitales homeopáticos, Alemania debate suprimir o restringir la financiación pública de la homeopatía, Suiza (a pesar de las patochadas que se pueden leer por ahí) mantiene la homeopatía fuera de la financiación pública tras una revisión de su eficacia, etc., etc. Lo cierto es que, a pesar del fingido entusiasmo de sus publicistas (sobre todo de los laboratorios homeopáticos) la homeopatía va poco a poco cediendo terreno en Europa.

Sigue diciendo la farmacéutica que

Y sigue fallando estrepitosamente. Para empezar, la normativa española no es ni de las más ni de las menos estrictas en Europa: como todas las de la Unión Europea, es una trasposición de la Directiva 2001/83/CE. Directiva que, por cierto, tampoco es nada estricta: como hemos comentado aquí muchas, demasiadas veces, la Directiva (y las normas de los distintos Estados miembros, como la Ley y el Reglamento españoles) se caracterizan más bien por todo lo contrario: exigen que todos los fabricantes de medicamentos acrediten la eficacia de sus productos antes de ponerlos en el mercado con la única excepción de los homeopáticos, que cumpliendo determinadas condiciones pueden ser autorizados como medicamentos sin tener que demostrar que sirvan para nada.

Más aún: si por algo se caracteriza la actitud española frente a los productos homeopáticos no es por su rigor, sino todo lo contrario. Siendo farmacéutica, sin duda nuestra anónima tuitera sabrá que todos los medicamentos deben contar con la correspondiente autorización previa a su comercialización, y su Código Nacional debe figurar obligatoriamente en su etiquetado. Y, siendo farmacéutica, seguro que podrá buscar en sus estantes cuántos de los productos homeopáticos que hay en el mercado cuentan con esa autorización y exhiben ese Código: un total de ninguno. En la actualidad solo una docena de productos cuentan con autorización, y según el Centro de Información online de la Agencia de Medicamentos, ninguno está a la venta.

(click para ampliar)
Los demás, todos esos que pueblan los estantes de la farmacéutica tuitera y tantos de sus colegas, o bien se encuentran en un limbo de legalidad más que dudosa o bien simplemente han sido puestos en el mercado sin molestarse en esos fastidiosos detallitos legales, simplemente contando con que la Administración hace la vista gorda cuando ve una etiqueta que pone "medicamento homeopático", y con que un buen número de farmacias tampoco se van a preocupar de si lo que venden es o no legal, con tal de venderlo.

O bien simplemente no saben de qué va la cosa. Porque nuestra farmacéutica seguía diciendo que


Lo cual indica que sin duda ha leído algún folleto de Boiron, DHL y demás laboratorios, pero idea, lo que se dice idea de lo que es la homeopatía, no tiene mucha. Para empezar, no consiste en "usar dosis diluidas", sino, en la mayoría de los casos, inexistentes: unas cuantas cuentas, combinadas con algunos de los conocimientos de química que la farmacéutica debió haber escuchado en algún momento durante su carrera (o incluso en el bachillerato) muestran que en una dilución a 24DH o 12CH ya no queda nada de la sustancia original. Y no me refiero a que quede una cantidad insignificante, una minucia irrisoria, un puñadito de moléculas que se sienten solas... simplemente no queda nada en absoluto. Y, si de nuevo echa un vistazo a sus estantes, comprobará que algunos de los productos que vende se producen con grados de dilución mucho mayores. 

La sustancia diluida hasta su completa desaparición, por otro lado, no es la que "provoca el efecto nocivo". El principio básico de la homeopatía no es "lo igual cura lo igual", sino "lo similar cura lo similar"; lo que se busca no es la causa de la enfermedad (entre otras cosas porque la homeopatía no cree en virus y bacterias, desórdenes genéticos, sustancias tóxicas ni todas esas ideas propias de la malvada "alopatía", sino que postula que la causa única de las enfermedades es el "desequilibrio de la fuerza vital"), sino algo que cause síntomas parecidos. Un parecido que puede ser superficial, alegórico o incluso fruto de la imaginación más desmadrada:



Así pues, a no ser que la farmacéutica en cuestión crea de verdad que la cebolla es la causa del resfriado, que la gripe se deba a la infección por una bacteria inexistente, y que si tenemos ganas de comer chocolate es siempre a causa de haber ingerido excrementos de perro, lo de la causa de las enfermedades no cuela.

Como no cuela eso de que la homeopatía cree "defensas propias del organismo", concepto que en la filosofía vitalista de la homeopatía carece por completo de sentido, sino simplemente de reequilibrar esa imaginaria "fuerza vital". ¿O de verdad piensa que tomando una dilución de polvillo del Muro de Berlín nuestro organismo crea defensas contra la sensación de opresión?

Así que, visto lo visto, solo me queda desear que se aplique el cuento del último tuit de la serie


Y que procure informarse con un poco más de rigor. Porque para "no formar ideas incorrectas a la gente" el primer paso es procurar que las propias tampoco lo sean...

2 comentarios:

  1. Me atrevo a opinar que Llamazares es un personaje vendido a lo alternativo, desde la homeopatía (como puede verse en los tuits) hasta la batalla contra la vacunación (por su supuesta pero nunca probada toxicidad), como relataba Mauricio en su blog.

    Creo que hay muchas personas equivocadas que han puesto sus esperanzas en una persona, y que esta ha aceptado sus esperanzas equivocadamente: Llamazares.

    ¿Es posible que la verdad sobre estos asuntos salga a la luz? Hará falta una lucha importante.

    Tenéis mi apoyo. Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Bueno, Arquer, no creo que sea la ocasión más adecuada para atacar o defender a Llamazares, que en esta entrada es casi un convidado de piedra, pero en cuanto a la homeopatía el otro día dejó bastante clara su postura.

    ResponderEliminar