Bueno, no fue una piedra, sino unas cuantas.
Y no estaban en el camino, sino en mi vesícula.
Y no me enseñaron que mi destino era rodar y rodar, sino que me dejaron unos días en la cuneta (¡y sin EstelCon, ay!).
Pero ya estoy aquí de nuevo.
Personalmente, yo estaría a favor de acusar de crímenes de lesa humanidad a esos políticos que tratan de exportar sus campañas antialimentos modificados genéticamente a África y a otros lugares. Si tienen éxito, serán responsables de más muertes que los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. (Richard J. Roberts)
En eso estamos, gracias.
ResponderEliminarÁnimo Yam, que eso está ya superado.
ResponderEliminarBienhallado de nuevo.