12 de diciembre de 2011

Otro medio que pica con la morfopsicología

Hasta ahora solo he conseguido tomar el pelo a mi hija con una broma en una ocasión: conseguí que creyera que yo era capaz de ver a través de las cosas opacas. La niña se quedaba muy impresionada cuando me preguntaba qué tenía dentro el gato y yo le contestaba que "huesos, músculos, dos pulmones..." O cuando me preguntaba qué había detrás de la pared del fondo y yo me concentraba y decía "el cuarto de baño".

Luego cayó en la cuenta de que, en realidad, yo ya sabía con anterioridad qué había dentro del gato o detrás de aquella pared.

Mi hija tenía cuatro años. Marta Catalá, la periodista que firma este reportaje del diario ADN, probablemente tenga algunos más, así que no sé cual será su excusa. Pero picar ha picado hasta el fondo, desde luego.



En realidad el reportaje es un calco de los que suele ofrecer la prensa de vez en cuando: un "morfopsicólogo" asegura solemnemente que su disciplina, en realidad una actualización de la vieja frenología, es una disciplina la mar de válida, y para deslumbrar al periodista de turno y, se supone, a los lectores, lanza unos cuantos ejemplos. ¡Y qué ejemplos! Lean, lean:


¿Y qué ven sus ojos cuando miran la foto de Josef Fritzl, el austríaco que encerró y violó a su hija durante más de 20 años y con la cual engendró siete hijos?Gabarre mira la foto de Fritzl y no duda: "Mente cruel y pervertida". Según dice, porque su rostro desprende unos ojos muy pequeños,  muy tónicos y muy asimétricos con unas cejas también asimétricas.
Muestra una zona emocional más pequeña que la cerebral y la instintiva denota "una fuerte retracción latero-nasal, lo que se traduce en  una alexitimia y psicopatía grave".
(...)
Y, ¿qué ven los ojos de Gabarre en el rostro de Behring Breivik, autor confeso de la muerte de 77 personas en Noruega? Un rostro tónico, con una frente grande y ojos pequeños que  "informan de un pensamiento en el que habitan fantasmas ya que no se actualiza y no evoluciona, lo que le da una percepción de sí mismo a un ser superior excesivo a la mayoría de los mortales".Igual que Fritzl, Breivik posee una zona emocional (pómulos) más estrechos que la zona de mandíbulas "lo que nos vuelve a informar de un ser autosuficiente, asocial y frío,  con un super yo desmedido".
Orificios nasales redondos
Charles Manson, uno de los asesinos más conocidos en el mundo, también ha sido objeto de estudio. Manson fue condenado en 1971 en EE UU a cadena perpetua por la muerte de siete personas, entre ellas la actriz Sharon Tate, esposa de Roman Polanski y embarazada de ocho meses. Que posea unos orificios nasales redondos denota que en sus relaciones y en sus pensamientos puede perder el control y "cometer barbaridades", dice Gabarre. En su mirada hay "locura, criminalidad", concluye.

Para la periodista, por lo visto, es una hazaña asombrosa. Pero para cualquiera con un mínimo de sentido crítico lo que sería asombroso es que el "morfopsicólogo" hubiera sido incapaz de decir todas esas obviedades de personajes tan conocidos como esos. Y sin necesidad de mirar una foto (salvo para ver lo de los orificios nasales redondos, que como ven es peligrosísimo).

En fin; mi hija, cuando se dio cuenta de lo que pasaba, se enfadó muchísimo conmigo. No sé cuál será la reacción de Marta Catalá o de los responsables de ADN si recapacitan un poco (algo así como medio segundo) y se dan cuenta de cómo se la han metido doblada. Pero (y aquí tampoco necesito mirar ninguna foto para hacer predicciones) sí que tengo clara cuál va a ser la reacción de la prensa en general: dentro de algunas semanas otro periódico picará exactamente con la misma historia.

Morfopsicólogo que es uno.

2 comentarios:

  1. Esta mañana ha estado uno (igual el mismo?) con la misma chorrada en A3 al respecto de otro suceso de una mujer desaparecida. Da la impresión de que han contratado a un excelente publicista.

    ResponderEliminar
  2. El problema radica en que la gente no aprende. Basta con que cualquier charlatán adorne un poco su discurso con cuatro palabras "científicas" y lo sepa vender, para que todo el mundo pique. Como bien saben los astrólogos, la credulidad de los seres humanos es como nuestra estupidez: infinita.

    ResponderEliminar