14 de octubre de 2010

Y entonces, ¿quién enterró a los mineros?

Si han seguido ustedes, como casi todo el mundo, el rescate de los treinta y tres mineros chilenos, se habrán dado cuenta de que una de las palabras más utilizadas ha sido la de "milagro". De "milagro" se calificó en su día que los mineros siguieran vivos tras el derrumbe que los sepultó, y "milagro" se ha denominado también al rescate, junto con expresiones como que "Dios es el principal rescatista" y otras muchas por el estilo. Vamos, que uno casi podría imaginarse que lo que izaba y hacía descender la cápsula de rescate no era un torno, sino nada menos que la mano de Dios.


Lo curioso es que casi nadie se plantease si no hubiera sido más fácil que Dios evitase el derrumbe. Como milagro tampoco hubiese estado nada mal, con la ventaja de que hubiese evitado a los mineros y sus familias dos meses largos de angustia.

Se trata de lo que se suele denominar "problema del mal" o "paradoja de Epicuro", porque parece ser que fue precisamente Epicuro quien primero la sistematizó diciendo algo así como que


O Dios quiere eliminar el mal y no puede,
o puede y no quiere,
o ni quiere ni puede,
o quiere y puede.

O, como decía Hume,

¿Es que Dios quiere prevenir la maldad, pero no es capaz? Entonces sería impotente. ¿Es capaz, pero no desea hacerlo? Entonces sería malévolo. ¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De donde surge entonces la maldad? ¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? ¿Entonces por qué llamarlo Dios?

En realidad este es uno de los mayores retos que los creyentes se han tenido que plantear desde que la Humanidad se preguntó si allá arriba habría un señor con barba disponiéndolo todo y eligió la respuesta equivocada. Generalmente la postura más empleada para enfrentarse a la paradoja es la que hemos visto, por ejemplo, en el caso de los mineros chilenos: olvidarse completamente del asunto y, como mucho, silbar un poquito. Pero muchos grandes pensadores cristianos han empleado toda su astucia para elaborar complejas filigranas dialécticas que en realidad no dicen nada, pero que impresionan mucho a sus feligreses.

Uno de los intentos de explicación más populares es el de Tomás de Aquino, para quien el mal en realidad es la ausencia del bien y, por tanto, no sería una acción de Dios. Lo cual en realidad no soluciona nada: si Dios ha dejado esos "huecos" sin bien es porque o no quiere o no puede llenarlos con el bien, y por tanto la paradoja de Epicuro sigue en pie.

También se hizo famosa la explicación de Lactancio, quien tras darle muchas vueltas concluyó que el mal es necesario para que los seres humanos conozcan el bien, lo cual si lo pensamos bien es una bobada del quince. Hombre, si veo morir a mi vecino en un terremoto a lo mejor eso me lleva a una reflexión sobre la futilidad de la vida terrenal y, de ahí, a entrar en el paraíso por la puerta grande. Pero resulta que a quien han jorobado de verdad es a mi vecino, que lo mismo ha muerto en pecado, el pobre, y va de cabeza a las calderas de Pedro Botero solo para ver si lo que le ha pasado me sirve de ejemplo. No parece muy coherente, ¿verdad?

También son bastante populares las explicaciones que intentan situar el mal como resultado de la acción humana. Como decía el otro día un teólogo durante un debate radiofónico, un terremoto en Japón no causa ningún muerto, mientras que otro de magnitud similar, pero en Haití, provoca más de cien mil víctimas mortales. La diferencia estaría, según este individuo, en la diferente calidad de las construcciones en Japón y Haití, pero dado que la responsabilidad de que las casas haitianas no resistan un terremoto está en quienes, en uso de su libre albedrío, las construyeron o toleraron su construcción, la culpa de todas esas muertes (el "mal") sería exclusivamente humana y no divina.

Sí, lo dijo.

Lo cual, además de una canallada (¿por qué entonces no fulminó Dios a los constructores en lugar de permitir que muriera la gente corriente que habitaba las casas, que no tenían la culpa de nada?) es también una completa estupidez. Aun admitiendo que el argumento tuviese alguna validez, ¿cómo se aplicaría, por ejemplo, a las epidemias de Peste Negra de la Edad Media? ¿O a la caída de un gran meteorito sobre una ciudad? Se trata de catástrofes en las que no hay responsabilidad humana que valga, porque ni en la Edad Media se conocía el origen o la forma de transmisión de la enfermedad, ni disponemos hoy día de la tecnología necesaria para evitar el impacto de un asteroide. ¿A quién le echamos la culpa en estos casos?

Cuando otro de los contertulios del programa (sí, vale, fui yo) les planteó este problema, los teólogos salieron por peteneras, naturalmente. Pero uno de ellos hizo una aportación interesante: entre algunos filósofos, que supongo que estarán ya absolutamente desesperados, está surgiendo la idea de que Dios es infinitamente omnipotente y benévolo y todo eso, sí, pero que al crear el Universo se autoimpuso una limitación que le impide actuar en él forzando las leyes naturales que creó.

Una explicación que, la verdad, parece bastante forzada y pensada un poco a la desesperada. Pero que, además, pone en entredicho uno de los aspectos cruciales de las creencias cristianas: los milagros. De los gordos, como los protagonizados por su personaje central, Jesús de Nazaret (empezando por su condición divina, siguiendo por su concepción inmaculada, continuando por sus habilidades como sumiller milagroso, las comilonas a base de unos pocos panes y peces, las curaciones o la resurrección de Lázaro, y terminando por su muerte y resurrección propia, la transubstanciación en pan y vino y su ascensión al cielo; actos todos ellos contrarios a las leyes naturales y, por tanto, a esa supuesta "autolimitación") o de los, ejem, menos gordos que no obstante permiten, a veces en un tiempo récord, elevar a los altares a quien haga falta.

O elevar a la superficie a los mineros enterrados, con lo que volvemos al principio: si Dios no tuvo nada que ver con el enterramiento porque se ha convertido voluntariamente en una especie de autista celestial, ¿cómo puede nadie decir que ahora está dirigiendo las tareas de rescate? ¿Es Dios como esos políticos que solo aparecen cuando hay que inaugurar un parque o el alumbrado de la calle, cuando el trabajo lo han hecho realmente los jardineros y técnicos municipales?

Porque, se pongan como se pongan, el trabajo de rescate en Chile lo han hecho técnicos, científicos y trabajadores, todos ellos la mar de humanos. Algunos incluso tan humanos como para creer sinceramente que les está guiando un ser benévolo que, por la misma regla de tres, sería también el responsable de casi enterrar vivos a treinta y tres trabajadores.

Pero humanos, en todo caso.


O eso o, como dice José A. Pérez,

¡Dios mete y saca mineros cuando y donde le sale de sus divinos cojones!, ¿vale?

Amén.

10 de octubre de 2010

¿Y por qué hay tanto?



En estos tiempos en los que la idea de un Dios Creador va perdiendo terreno ante el avance del conocimiento científico, el argumento definitivo para defender su existencia parece ser la pregunta de "¿por qué existe el Universo en vez de no haber nada?" Se trata en realidad de una variante (un tanto desesperada) del clásico argumento cosmológico, al que se le suele añadir algo del principio antrópico, y quizá unas gotitas del argumento teleológico.

Como suele ocurrir con este tipo de argumentaciones, en realidad no llevan a ninguna parte. Conforme al argumento cosmológico, todo tiene una causa, incluyendo al Universo, y esta causa solo puede ser un Creador. Pero claro, eso nos lleva a una pregunta: ¿quién o qué creó al Creador? La típica respuesta es que este Creador es la "causa incausada", es decir, no fue creado por nadie, pero entonces estamos invalidando la premisa original: no todo tiene causa. Y si no todo tiene una causa, la verdad, es más "económico" pensar que lo "incausado" es el Universo y no tener que inventarnos un ser sobrenatural para complicar la cosa.

El principio antrópico es bastante más escurridizo. Básicamente viene a decir que las características del Universo están perfectamente ajustadas para permitir nuestra existencia tal y como somos, lo cual de algún modo no demasiado claro parece implicar que alguien o algo las ha creado así. El fallo fundamental, evidentemente, es que la cosa funciona justo al revés: existimos y somos como somos porque el Universo tiene esas características y no otras. No es que el carbono haya sido diseñado con unas propiedades que le permitan formar cadenas complejas, sino que estamos hechos de cadenas de carbono porque ese elemento tiene esas propiedades. El principio, por lo tanto, no es evidencia de nada.

Y en cuanto al argumento teleológico... bueno, es un arma de doble filo. Consiste básicamente en sostener que el Universo es demasiado complejo como para haber surgido de forma natural, por lo que necesita de un Creador. Lo malo es que conforme avanza nuestro conocimiento de la Naturaleza queda cada vez menos espacio para ese creador. Hasta que, como ha dicho recientemente Stephen Hawkin, termine por desaparecer del todo. Y ni siquiera hará un "¡pop!" cuando se esfume.

En fin, que por separado los tres argumentos no valen gran cosa, y desde luego no merecen los ríos de tinta que desde hace siglos han hecho correr (y, sin duda, seguirán haciendo correr, dada la afición humana a este tipo de elucubraciones inútiles). Pero juntos, como decía, parecen dar un nuevo respiro a los defensores de la Creación. Porque, después de todo, ¿por qué hay algo en vez de no haber nada?

Confieso que no conozco la respuesta, y que sospecho que ni siquiera la hay. Pero, ya puestos, vamos a plantearlo de otra manera: ¿y por qué hay tanto en vez de lo estrictamente necesario?

Vamos de nuevo con el Universo. Según las estimaciones más recientes, la edad del Universo es de 13.700 millones de años (hay quien la rebaja a 6.014 años, pero también creen que la mujer proviene de una costillita del hombre, que los seres humanos convivieron con los dinosaurios y que todos los males del mundo provienen de algo tan inocente como comerse una manzana, así que vamos a dejarlos). Por otra parte, las estimaciones más generosas suponen que la vida surgió en la Tierra hace menos de 4.000 millones de años. Y, aun empleando un concepto muy flexible de "ser humano", nosotros estamos aquí desde hace menos de dos millones de años.

Quizá en otros mundos la vida haya surgido antes. ¡Vaya!, vamos a ser generosos y supongamos que en algún lugar aparecieron seres vivos tan solo 5.000 millones de años tras el "Big Bang". Y, ya puestos, vamos a suponer también que esos seres vivos dieron lugar a la aparición de alguna especie inteligente, pongamos (empleando como ejemplo lo ocurrido en nuestro planeta y, de nuevo, "partiendo la diferencia") tras solo 2.000 millones de años más.

Aun así, el Universo habría estado absolutamente vacío de vida inteligente durante más de la mitad de su existencia.

¿Cuadra semejante desperdicio con la idea de un ser que creó el Universo para que vivieran en él sus criaturas?

Pues demos un paso más. En el Universo hay quizá unos cien mil millones de galaxias. Cada una de ellas cuenta, como media, con cien mil millones de estrellas. Es posible que muchas de ellas cuenten con planetas, que algunos de estos planetas sean "habitables" y, ya puestos, que en algunos de ellos haya surgido la vida. Incluso que haya aparecido vida inteligente, aunque contrariamente a la creencia popular no hay ningún motivo para pensar que la inteligencia sea un resultado natural y necesario de la evolución, ni mucho menos. Aun así, la práctica totalidad del Universo es inhabitable y, desde el punto de vista del argumento, absolutamente innecesaria. Quizá pueda creerse que Albireo haya sido creada para goce estético de quienes la contemplen (porque bonita sí que es), pero para nosotros la existencia de un asteroide rocoso de quince metros de diámetro en el cinturón de Kuiper de Albireo es totalmente indiferente, y si el Universo ha sido creado para dar lugar a nuestra existencia, completamente inútil. ¿Qué sentido tendría haber creado una preciosa cascada de metano en un mundo de la Galaxia NGC 4603 que desapareció hace ocho mil millones de años? ¿Por qué puñetas hay un planeta con anillos en el corazón de una nebulosa de la Galaxia del Sombrero, si nadie lo sabrá jamás?

O el argumento de "por qué existe el Universo" es una completa estupidez, o todo lo que nos rodea es, como mucho, un simple decorado (y, bueno, hay gente que cree algo por el estilo). Y, ya puestos a descender al nivel de quienes lo emplean, además es un pecado de soberbia como la copa de un pino. Sí, de ese pino que nadie oyó caer en medio del bosque pero que sin duda fue creado para...

Bueno, ya me entienden.

9 de octubre de 2010

CMG y los buitres


Esta famosísima foto de Kevin Carter (que, contrariamente a la leyenda popular, no le llevó al suicidio) muestra una realidad ante la que muchas veces preferimos cerrar los ojos: el hambre y la miseria que asolan muchas regiones de África. C.M.G. es uno de los pocos afortunados que consiguió salir de su país y llegar hasta Europa, concretamente a España, donde toda clase de empleos precarios, muchas veces sin contrato, le permiten al menos escapar del hambre.

Pero no de los buitres.

Y es que entre esas formas de ganarse la vida como puede, C.M.G. recurre a veces a la venta ambulante de CD y DVD, el famoso "top manta". Lo hace cuando no hay trabajo en las labores agrícolas ni puede echar una mano en alguna obra. Y sabe que no está permitido, por supuesto, pero su estómago no sabe de leyes y, en cualquier caso, tampoco le parece que sea una ofensa tan grave, ¿verdad?

Pero lo es:


El propio atestado de la Guardia Civil nos informa de la extrema gravedad del delito que motivó su detención. Lean, lean:


El siguiente trámite... bueno, el siguiente trámite fue poner al detenido a disposición de la Juez de Guardia, que como es natural dictó inmediatamente su puesta en libertad. Pero, tal y como establece la Ley, también se avisó a los "perjudicados" para que indicaran si reclamaban alguna indemnización.

Sí, lo adivinaron: por supuesto que la reclaman, ¡faltaría más!.

Los más madrugadores fueron los de la Asociación de Distribuidores e Importadores Videográficos de Ámbito Nacional (ADIVAN).


Seguidos por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA).


Y, como no, la inevitable Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), y perdonen que no les ponga ningún enlace, pero en este caso no es solo porque no me dé la gana.


Por otra parte, el Juzgado de Instrucción también encargó su propia valoración pericial, cuyos resultados son los siguientes:


Supongo que a estas alturas, si han intentado hacer las cuentas, se habrán perdido por completo. Yo también. Pero, por suerte, el Ministerio Fiscal sí las ha hecho, de modo que en su escrito de acusación pide que


Es decir, un total de 2091,06 euros. Una miseria, vaya. ¡Ah, se me olvidaba! También pide que


Para quienes no estén familiarizados con estas cosas, la multa asciende a 14 meses por 30 días por ocho euros, es decir, 3360 euros a añadir a la cifra anterior. En total más de cinco mil euros (por no hablar de los nueve meses de prisión) a pagar por una persona que tiene que recurrir al "top manta" para sobrevivir.

Y todo ello, recordemos, sin que C.M.G. llegase a vender ni uno solo de los discos. De hecho, nuestro Código Penal deja la valoración de los "daños" en estos casos a lo dispuesto en la Ley de Propiedad Intelectual, que en su artículo 140 dice que


1. La indemnización por daños y perjuicios debida al titular del derecho infringido comprenderá no sólo el valor de la pérdida que haya sufrido, sino también el de la ganancia que haya dejado de obtener a causa de la violación de su derecho. La cuantía indemnizatoria podrá incluir, en su caso, los gastos de investigación en los que se haya incurrido para obtener pruebas razonables de la comisión de la infracción objeto del procedimiento judicial.

2. La indemnización por daños y perjuicios se fijará, a elección del perjudicado, conforme a alguno de los criterios siguientes:

a) Las consecuencias económicas negativas, entre ellas la pérdida de beneficios que haya sufrido la parte perjudicada y los beneficios que el infractor haya obtenido por la utilización ilícita.

En el caso de daño moral procederá su indemnización, aun no probada la existencia de perjuicio económico. Para su valoración se atenderá a las circunstancias de la infracción, gravedad de la lesión y grado de difusión ilícita de la obra.

b) La cantidad que como remuneración hubiera percibido el perjudicado, si el infractor hubiera pedido autorización para utilizar el derecho de propiedad intelectual en cuestión.

3. La acción para reclamar los daños y perjuicios a que se refiere este artículo prescribirá a los cinco años desde que el legitimado pudo ejercitarla.

Vamos, que en estos casos a las entidades de gestión se les paga no solo por el perjuicio que hayan sufrido, sino también por lo que hayan dejado de ganar. Un chollo.

Y un chollo ficticio, por supuesto, porque se basa en la idea de que quien adquiere una de estas copias (que el propio informe pericial no califica como "cutres" porque prefiere emplear un lenguaje más fino, pero poco le falta) deja de comprar un original, lo cual no deja de ser una presunción, y seguramente sin mucho fundamento. Hombre, es cierto que un DVD pirata no nos dará el coñazo al empezar, con esas terribles advertencias sobre la piratería que hacen los DVD comerciales (¿por qué? ¡si lo hemos comprado!), pero también es de peor calidad. Y, por otra parte, es muy posible que a muchos compradores del "top manta" jamás se les pase por la cabeza pagar el precio abusivo que nos cobran por un CD original, de modo que sus adquisiciones difícilmente va a "robarle" ventas al autor de turno ni ingresos a sus representantes.

Representantes que, además, también son ficticios. Porque resulta que en toda la instrucción del procedimiento no aparece ni un solo listado de títulos y autores, de modo que no hay forma humana de saber si los representan estas entidades de gestión, otras o ninguna en absoluto. Nada.

Y si añadimos que en este caso al pobre C.M.G. lo detuvieron en el coche, sin que llegase siquiera a ofrecer a la venta los discos, pues para qué les cuento.

Pero claro, ahí tenemos todo un procedimiento judicial, con intervención de la Guardia Civil, numerosos funcionarios judiciales (de cuatro juzgados distintos, porque a las entidades de gestión se les ha citado ante los juzgados de sus respectivos domicilios sociales), un servicio de peritación y, en fin, un abogado y un procurador de oficio, y generando más de cien folios de "sumario", para...

...para nada, porque hay argumentos más que de sobra para que C.M.G. resulte absuelto y las entidades de gestión se vuelvan a casa con los bolsillos vacíos. Lo veremos después del juicio.

Juicio que, por cierto, será grabado en el disco duro del ordenador y copiado en las correspondientes memorias USB y CD, por los que por supuesto hemos tenido que pagar (todos, incluyendo a la Administración de Justicia) el correspondiente canon. Ya saben, por si los usamos para grabar contenidos protegidos.

¡País!


P.S.: Y, por cierto, si alguien tiene dudas acerca del comportamiento de estas aves, que eche un vistazo a noticias como esta.

O como esta otra.

7 de octubre de 2010

Actualización para incrédulos

¿Cómo? ¿Que no se lo creen?


¿Y ahora, lo creen o no lo creen? ;-)

Libra: te surgirá una nueva oportunidad laboral...

En estos tiempos de inseguridad económica no es mala idea echar de cuando en cuando un vistazo a las ofertas de trabajo, por lo que pueda pasar. No hay muchas (por desgracia), así que se pueden consultar en un ratito, y siempre cabe la posibilidad de encontrar en ellas un trabajo mejor que el que ya se tiene. O el que no se tiene, claro.

Como podría ser, por ejemplo, este:



Se lo transcribo para que no tengan que dejarse los ojos. Buscan a un astrólogo, a tiempo parcial y salario a negociar, con contrato indefinido y con el único requisito de ser licenciado. Y con los siguientes detalles:



Revista busca incoporar un Astrólogo para la seccion de horóscopos. Es necesario aportar experiencia en puestos similares. Puntualmente se incluirán en la revista articulos sobre distintos temas astrológicos.

Mínimo: Aportar experiencia realizando articulos astrológicos. Estar dipuesto a trabajar en jornada intensiva de noche.

Deseado: Se valorará tener conocimiento de idiomas.

Es una oferta a tiempo parcial, pero como el horario es nocturno podría compatibilizarla con mi trabajo habitual, de modo que tras considerarlo cuidadosamente he decidido enviar una solicitud para el puesto. A ver qué les parece:


Estimados señores:

Les escribo en relación con su oferta de trabajo para un astrólogo. 

Aunque reconozco que no he desempeñado nunca esa tarea, soy astrónomo aficionado, y teniendo en cuenta que cada dos por tres algún medio de comunicación confunde astronomía y astrología supongo que podemos considerarlas "similares". 

Puedo presumir, sin embargo, de tener una preparación más que suficiente para la tarea. En primer lugar debo indicarles que tengo no uno, sino tres signos astrológicos: según los horóscopos soy Libra, según el aspecto real del cielo soy Virgo, y por vocación me considero un Ofiuco, más que nada por solidaridad con los nativos de este signo habitualmente menospreciado por los astrólogos. El resultado es que me llevo estupendamente con todo el mundo, puesto que si soy incompatible con algún signo por mi lado Libra, seguramente mi lado Virgo no lo es, y en el improbable caso de que hubiera incompatibilidad con los dos puedo echar mano de mi vertiente Ofiuco, que por lo visto no es incompatible con ninguno.

Por otra parte leí una vez que el redactor del horóscopo de un importante periódico norteamericano lo hacía escribiendo una serie de predicciones en fichas de cartón, barajándolas y metiéndolas en una caja de zapatos. Cada día sacaba doce fichas, las copiaba para su columna y las guardaba en el fondo de la caja. El método le había funcionado estupendamente durante varias décadas, sin recibir nunca ninguna queja.

El caso es que yo tengo una caja de zapatos vacía, y aunque mi letra es tan pésima que a veces ni yo mismo entiendo lo que he escrito, en el fondo esto puede ser también una ventaja, porque puede aportar un toque de oscuridad, misterio y esoterismo a las predicciones astrológicas. 

Como les decía, carezco realmente de experiencia en este campo, pero creo que este dato no tiene importancia. Desde que a alguien se le ocurrió que fingir leer el destino en las estrellas era una manera estupenda de ganarse la vida sin dar un palo al agua, un factor clave en el éxito de la astrología es la constatación de que los seres humanos tendemos a recordar los aciertos pero olvidamos fácilmente los fallos. Si yo predigo que los Tauro deben abrigarse al salir a la calle porque pueden resfriarse, la mayoría de los nativos de ese signo, cuando vuelvan a su casa sin haber soltado ni un estornudo, habrán olvidado totalmente que dije semejante tontería (y si no lo olvidaron también recordarán que yo dije que podrían resfriarse, no que les fuera a pasar con toda seguridad). Pero los que lleguen derechos a atizarse un lingotazo de frenadol (o, mejor aún, los que corran a buscar el tubito de Oscillococcinum, que evidentemente serán más crédulos) seguro que recuerdan que yo se lo advertí.

Cuento, por otra parte, con la ventaja de que yo conozco el efecto Forer y lo he visto en acción, pero la inmensa mayoría de los creyentes en la astrología no lo conocen, aunque sin duda también lo han experimentado. Y como presumo que ustedes, si buscan un astrólogo pero no son unos completos sinvergüenzas, tampoco saben de qué va la cosa, me limitaré a decirles que consultadas las estrellas oportunas y teniendo en cuenta que Saturno se encuentra en la Cuarta Casa y el Sol en la Décima, según se mira a la derecha, me he tomado la libertad de remitirles una carta astral personalizada para cada uno de ustedes. Se la adjunto en hoja aparte con el ruego de que hagan fotocopias y se las repartan, que ya saben cómo están de caros el papel y el toner.

Según la oferta, el trabajo consistiría en redactar artículos astrológicos, para lo cual sin duda estoy sobradamente capacitado. Además de que los Libra, Virgo y Ofiuco somos idóneos para la tarea, como sin duda saben (y si no yo se lo explico, no se preocupen) se da la circunstancia de que estoy suficientemente familiarizado con el lenguaje empleado por los astrólogos como para escribir las mismas cosas pomposas y vacías de contenido que perpetra cualquiera de ellos. Tan bien o incluso mejor que ellos, puesto que también puedo añadir términos que parecen estar basados en materias tan poco comprensibles para el común de los mortales como la física cuántica o la teoría de cuerdas. Naturalmente también puedo abusar tan bien como cualquier otro astrólogo de palabras como "energía" o "vibración", y manejo con soltura términos como "ascendiente" o "descendiente", con la ventaja de que encima me sé otros como "ecuante", "epiciclo", "excéntrico" o "deferente" que pueden aportar un toque de modernidad a la disciplina, ya que provienen de hace menos de dos milenios.

Reconozco que algunas de mis circunstancias podrían ser consideradas como inconvenientes. Por ejemplo, como les decía soy astrónomo aficionado, lo cual implica que me costaría trabajo adaptarme a una creencia basada en el geocentrismo, las esferas celestes y la bóveda sólida de las estrellas fijas, tan imprescindibles para la astrología. Pero si las condiciones del puesto lo merecen estoy dispuesto a olvidar mis prejuicios, basados en algo tan poco importante como la realidad, e incluso a colocar mi telescopio como adorno en el despacho con el compromiso firme de no volver a usarlo jamás. Al fin y al cabo, ¿qué sabrán los astrónomos de cómo es realmente el cielo? ¿Verdad?

Por otra parte, si bien soy Licenciado reconozco que obtuve mi licenciatura en una disciplina distintas de la astrología. Sin embargo, por si les sirve como referencia tengo tres títulos en homeopatía, y me acabo de sacar ahora mismito uno en quiropráctica (este no lo conocíais, ¿eh?).


En cuanto al título de astrología, mi intención es matricularme a la mayor brevedad posible en la Universidad de Lleida, pero para el probable caso de que no me admitieran (o para el improbable caso de que los responsables de la Universidad recapaciten y no vuelvan a meter la pata de esa manera) ya he contactado con un amiguete que domina el photoshop y me va a proporcionar unos cuantos diplomas con la misma validez que los expedidos por cualquier Universidad que se precie.

En definitiva, considero que soy la persona idónea para representar un puesto de tan gran responsabilidad, teniendo en cuenta además que mi horóscopo de esta mañana me decía que hoy se me presentaría una oportunidad laboral que cambiaría mi vida o que me haría reír muchísimo, una de las dos cosas. Y estoy seguro de que no querrán que nadie se ría de ustedes.

En espera de sus noticias se despide atentamente...


Veremos si hay suerte. Les mantendré informados.


Nota bene: Si todo esto les suena... sí, reconozco que la idea me vino de esto. No siempre se puede ser del todo original ;-)


Actualización: No se rían, que la cosa va en serio. Mi futuro puede estar en juego X-DDD