Pero lo que es ahora, nada de nada. La demanda fue notificada a las partes el 11 de septiembre (un dato que a muchos nos ha pasado desapercibido, pero que sin embargo resulta hondamente significativo, y casi una semana después seguimos sin saber qué piensan, si es que piensan algo, los Amorós, Cardeñosa y compañía. Bueno, seguimos sin saberlo "oficialmente"; extraoficialmente sí que tenemos algún indicio, pero no es cosa de contarlo aquí antes de tiempo, y menos conociendo la desmedida afición que alguno de ellos muestra a mover la lengua o aporrear el teclado a la más mínima oportunidad.
Así que dejaremos para otro día las reacciones, y vamos con otros temas. Porque sí, como decíamos ayer, la cosa da para varios comentarios, y algunos de ellos realmente divertidos.
De hecho, ayer decíamos más cosas, y entre ellas comentábamos a propósito del testimonio de mi tocayo Fernando ** que a la hora de aportar las pruebas
Amorós se dedicó a tirarse piedras contra su propio tejado hasta hundirlo.
¿Que no me creen? Vamos a dar un repasito a este auténtico "suicidio judicial".
Comentábamos en su día, por ejemplo, cómo la documentación que acompañaba a la demanda demostraba ya que la "SEIP" en realidad no existía como tal. Se llama "AEIP" y desde luego carece de "Autorización Gubernamental Internacional" o, ya puestos, Bula Papal con Bendición Apostólica. El famoso numerito, siempre de acuerdo con la documentación aportada con la demanda, resultaba ser el de inscripción en el Registro de Asociaciones, sólo que ni siquiera fueron capaces de escribirlo correctamente a la hora de dibujar sus impresionantes logotipos. La puntilla, la prueba definitiva de la inexistencia de la SEIP, la aportó el Letrado de Cavanilles, con la certificación del Registro de Asociaciones que cita la sentencia según la cual la asociación denominada SEIP fue inscrita en marzo de 2006. Pero... ¿quién solicitó está inscripción? ¿Quién cometió la torpeza monumental de proceder a inscribir una nueva asociación con ese nombre en un momento en el que la cuestión de la existencia previa de la SEIP estaba sobre la mesa de una Juez? Pues sí, Pedro Amorós.
Comentábamos también en otra ocasión que las contradicciones y las evidentes falsedades en cuanto al prestigio y a la larga carrera de investigación de la SEIP y de su presidente se deducían, sin ir más lejos, de los documentos que el propio Amorós aportó con su demanda. Lo que no sabíamos entonces era que estas contradicciones y falsedades iban a verse reforzadas por la documentación que el mismo demandante aportaría más tarde. Para que se hagan una idea, con esta batería de documentos Amorós intenta demostrar entre otras cosas el carácter científico de sus investigaciones en Bélmez, de modo que aporta un tocho titulado "El método paracientífico SEIP". Tocho que en resumidas cuentas viene a explicarnos que en lugar el método científico, los miembros de la SEIP utilizan su propio "método paracientífico", que consiste en un compendio de disparates como el que reproduzco literalmente a continuación:
Y de igual manera probaremos la falsabilidad. Si los resultados obtenidos en los experimentos dan resultados distintos a los obtenidos o los predichos, esto negaría la hipótesis puesta a prueba, aunque dada la naturaleza de los fenómenos con los que trabajamos, sólo debemos indicar que los resultados han sido distintos a los predichos, sin necesidad de negar la hipótesis de trabajo planteada.
Dicho de otra manera: si la realidad te estropea una buena hipótesis, niega la realidad.
Mencionábamos también en su día cómo el cabreo de Amorós hacia Cavanilles provenía del hecho de que, según la demanda, lo que Cavanilles había escrito en sus artículos
genera al lector la creencia de que Don Pedro Amorós Sogorb engaña para obtener contrapartidas económicas
Y es que Cavanilles decía cosas como que Amorós no es ingeniero informático, no es ni ha sido nunca miembro del "SETI Institute de la NASA", jamás ha asesorado a la serie "Expediente X"... pero dice todas esas cosas para darse bombo y, de paso, generar una serie de ingresos que se supone recibe la SEIP, en forma de cuotas de nuevos socios o por la venta de sus cursos de pacotilla, pero que en realidad van a parar directamente al propio Pedro Amorós.
Y hete aquí que van los demandantes y aportan puntualmente documentos que demuestran que Amorós no es ingeniero informático (sí, apareció el famoso título, pero resulta ser... de Formación Profesional rama Administrativa). Que la única relación de Amorós con el Instituto SETI consiste en haber sido suscriptor de su boletín. Que su asesoramiento a "Expediente X" es, por decirlo muy suavemente, más falso que una moneda de tres euros.
Y en cuanto al destino de los dineros que recauda la SEIP, no se le ocurre otra cosa que aportar un documento en el que consta que el domicilio al que hay que enviarlos es... la casa de Pedro Amorós.
Podríamos seguir, por supuesto. Podríamos recordar cómo los famosos informes periciales que acompañaron a la demanda resultaron ser tan poco informativos y tan nada periciales, que ni siquiera se pidió su ratificación en el juicio. Cómo el también famoso análisis de los "laboratorios Jhonson (sic)", que tanto ha mencionado Amorós y que según decía la demanda al parecer se iba a aportar al juicio, sigue tan desaparecido como las actas de las Asambleas Anuales de la SEIP (¿de verdad ninguno de los que aún permanecen como socios de la SEIP ha tenido nunca la más mínima curiosidad por comprobar si su asociación del alma cumple alguna de sus obligaciones legales, aunque sólo sea una?), y en su lugar lo que se aportó al juicio fueron cosas como el análisis de J. J. Alonso que concluía que "el pelao" es una huella de zapato. Cómo, para demostrar que las "Caras" de la nueva casa no pueden ser un fraude, aportan un análisis de la Universidad de Jaén acompañado de una entrevista a su autor en el que éste dice tajantemente que esas cosas no se pueden averiguar con un análisis. Cómo se pretendió desmentir a Paco Máñez aportando un correo electrónico del investigador Joaquín Abenza en el que éste no sólo confirma lo que contó Máñez, sino que además reitera su propia, cito textualmente, "posición crítica en torno a la gestión de la investigación por parte de la S.E.I.P." En fin, podríamos seguir contando las mil y una pruebas con las que Amorós se las arregló para convencer a la Juez de que debía desestimar su demanda, ya de por sí bastante precaria.
Pero lo dejaremos. Simplemente contaremos lo que quizá fue la guinda del pastel.
Como todo el mundo sabe, a lo largo de todo este procedimiento ha habido una serie de bitácoras y páginas web que se han caracterizado por intentar aportar información crítica en torno a todo este asunto. Información que confirmaba lo que en su día publicó Cavanilles, y que por consiguiente desmentía a Amorós y echaba por tierra sus pretensiones. Entre estas páginas se encuentran esta misma, la página de Paco Máñez, o los blogs de Mauricio-José Schwarz y Lola Cárdenas.
Vamos, que ningún defensor de la postura de Pedro Amorós, en su sano juicio, recomendaría leer esas páginas, ¿verdad? Y muchísimo menos, pedirle a la Juez que las mire.
Pues, ¿adivinan qué páginas web impresas aportó el demandante al juicio? ¿Adivinan qué prueba de reconocimiento judicial, consistente en que la Juez leyera unas páginas de Internet, pidió el demandante?
Con decirles que durante mucho tiempo estuvimos tentados de ponernos un cartelito tal que así...
Pero nos pareció un poco fuerte. No como a otros, que por lo visto les parece hasta flojito. Aunque eso es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión.
Pues Brunete ya está largando de lo lindo :D
ResponderEliminar"Manuel
No me he equivocado en el pronóstico. Para nada. El recurso ya está, pero lo grave o lo divertido, según se vea es que la jueza dice que tú, yo y los que nos dedicamos a estos temas estamos fuera del derecho reconocido constitucionalmente al honor porque se trata de temas polémico y entonces es lícito insultarnos. Es decir, se reconoce judicialmente por primera vez que hay personas que no tienen derechos constitucionales, y una de esas personas eres tú, otra yo, y en este caso concreto Amorós. Lógicamente, las instancias superiores no pueden admitir esa sentencia con lo cual y con la más absoluta seguridad la echarán atrás.
Saludos"
http://es.groups.yahoo.com/group/mundo-misterioso/message/24533
¿Ein? ¿Pero este hombre ha entendido algo de todo este asunto?
ResponderEliminarNada, nada, no he dicho nada, no contestéis. Que va a ser que no.
¡Y esto?, genial:
ResponderEliminar"De todas formas, entiendo que en personas con pocos principios
democráticos y escasa formación en ese sentido, no os parezca
asombrosa una sentencia así. Afortunadamente, el Tribunal Supremo no
se dejará intimidar."
¿El Supremo? ¿No iba a ser el Constitucional?
ResponderEliminar(porque el de La Haya ya no creo, aunque tratándose de la pareja Armoñosa...)
-- Pedro Gimeno
Dice la sentencia en su cuarto antecedente de hecho:
ResponderEliminar"...tras la proposición y admisión de prueba en los términos que consta en la videograbación..."
Demonios, una copia de ese vídeo sería un número uno de descargas mulera.
¿Hay acceso a ese vídeo?
Tomando todo esto como precedente, ya me imagino cómo será la apelación.
ResponderEliminarPedro presentará un video de sí mismo pintando las caras y dirá: "¿Ve, Su Señoría? El señor Cavanilles no tenía esta evidencia cuando me acusó de fraude, de modo que mintió."
¡¡Claro que apelarán al Tribunal de La Haya!! Seguro que tienen contactos allí de cuando la "Universidad Internacional de Cambridge" les iba a expedir diplomas con apostilla de La Haya.
ResponderEliminarBuena definición del "proceso":
"Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza."
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.
Y esta cita tiene ya más de 200 años... ¿casualidad? No, serendipia ;-)
Al Tribunal de la Haiga. Recurrirán al Tribunal de la Haiga. Y al Alto Consejo Jedi. Y a la Federación de Planetas Unidos.
ResponderEliminarQué risa. Lo del indocumentado y mentoroso Amorós y sus acólitos es un auténtico despiporre. Un serial hunorístico de lo mejorcito. Y esa SEIP...por favor, si tenían que estar todos en el Circo Price.
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