12 de junio de 2009

El hundimiento (de la quiropráctica británica)

Aunque no hayan visto ustedes El hundimiento", seguro que una de sus escenas les resultará familiar: el fenomenal monólogo en el que Hitler, interpretado por Bruno Ganz, desahoga su frustración ante la imposibilidad de evitar la derrota de su "Reich de los mil años". La interpretación es magistral y el guión consigue, sin expresarlo con palabras, que el espectador se dé cuenta de que lo que verdaderamente ocurre es que Hitler ya no puede seguir ocultándose a sí mismo algo que sabía desde hacía mucho tiempo. Y, encima, la escena es tan buena que con unos simples cambios en el texto sirve para cualquier cosa, desde reírse de Lopera a criticar el entusiasmo ante una industria aún tan incipiente como es la de los automóviles eléctricos.

Lo único que faltaba es que alguien la aprovechase para contar lo que pasa con la quiropráctica en Gran Bretaña, y por fin la tenemos aquí. Y no ha sido cosa de los escépticos, no: de momento, las parodias del bando racionalista se quedan en los Monty Python.

Los que han decidido parodiar la película, por lo visto, son los propios quiroprácticos.

El otro día, cuando hablábamos del nuevo e inesperado aliado de Simon Singh en su enfrentamiento judicial con la British Chiropractic Association, recordábamos que la extraordinaria puntería con la que la McTimoney (que sí, que el nombre es de verdad) Chiropractic Association se había disparado en su propio pie no tenía por qué afectar necesariamente al desarrollo del caso en los tribunales. Al fin y al cabo, la MCA es solo una parte de la profesión, no toda ella, y desde luego es una asociación distinta de la BCA.

Y evidentemente, la BCA no va a ser tan estúpida como para hacer lo mismo, ¿verdad?

Bueno, pues parece que sí lo es.

Resulta que otra asociación, la United Chiropractic Association, ha remitido también a sus miembros un mensaje con recomendaciones de seguridad ante la que les está cayendo.

Y bien, dirán ustedes, la UCA tampoco es la BCA, ¿verdad?

No, no lo es. Pero es que, en su mensaje, la UCA se limita a decir que se adhieren a un comunicado de la BCA, que reproducen íntegramente. Lo cuenta en su bitácora Richard Lanningan, el mismo quiropráctico disidente (no, no estoy recurriendo yo también a los Monty Phyton) que sacó a la luz el mensaje confidencial de la MCA, y lo reproduce en la suya Martin Robbins. Y yo, como me estoy riendo tanto con todo esto, se lo traduzco a continuación.

Dice, insisto, la BCA:

La BCA recuerda a sus miembros sus obligaciones derivadas de la Advertising Standards Authority (ASA) section 50 (relativa a los productos y terapias de salud y belleza, véase)

Requerimos a nuestros miembros para que revisen su actual material promocional (impreso o colocado en internet) para asegurarse de que cumple con los requisitos establecidos tanto por la ASA como por el GCC [Consejo General de Quiropráctica]. Tengan en cuenta que la jurisdicción de la ASA no se extiende a los materiales editoriales colocados en las páginas web de nuestros miembros.

Al revisar el material es convieniente que tengan en cuenta lo siguiente:

1. ¿Hay alguna afirmación que no pueda justificarse mediante referencias a evidencias? Recuerden que el GCC exige que la actividad de los quiroprácticos se base en evidencias, definiéndola como "práctica clínica que incorpora la mejor evidencia disponible derivada de la investigación, las preferencias del paciente y la experiencia de quienes la practican (incluyendo al propio quiropráctico)".

2. Procure no hacer promesas que no esté seguro de poder cumplir.

3. Evite hablar de enfermedades controvertidas o que no estén contempladas por la quiropráctica ortodoxa, como dislexia/dispraxia, a no ser que disponga de investigaciones que le respalden. Si ha hecho usted alguna referencia a llanto prolongado, problemas de sueño y alimentación, dificultades respiratorias e infecciones frecuentes, dado que se trata de síntomas y no de enfermedades concretas le sugerimos que las retire.

4. No se presente a sí mismo como especialista en ninguna variedad determinada de quiropráctica.

5. No utilice palabras extrañas para referirse a enfermedades comunes.

6. No critique injustificadamente a otros profesionales sanitarios.

7. Si habla de subluxaciones, incluya información explicando lo que son.

8. Tenga cuidado con el uso del título de Doctor. Asegúrese de que no pueda haber ninguna duda de que usted es un quiropráctico y no un médico. No emplee el título de doctor en ningún impreso sin aclarar expresamente que usted es un quiropráctico.


Hasta aquí las recomendaciones de la BCA, que con un lenguaje más moderado vienen a ser la misma llamada a ocultar las pruebas que hacía la MCA. Vale, por tanto, lo que ya comentábamos sobre aquello.

Salvo por un detalle. Vamos a ir para atrás una vez más y recordemos que todo empezó con aquel famoso artículo de Simon Singh en el que decía que la BCA promocionaba alegremente tratamientos falsos, ¿se acuerdan? La crítica de Singh podría haberse extendido tranquilamente a prácticamente todos los tratamientos quiroprácticos, y de hecho en Trick or Treatment Singh y Ernst solo encuentran evidencias de que la quiropráctica pueda tener alguna efectividad para tratar dolores de espalda (y aun así, al mismo nivel que los tratamientos convencionales).

Pero no fue así. Singh citaba solo unas pocas enfermedades infantiles, las que la BCA contemplaba en su folleto Happy Families (y perdonen que les ponga un enlace a la caché de Google, pero el folleto original ha desaparecido "misteriosamente" de la web). Es decir: cólicos, problemas de alimentación y sueño, infecciones de oído frecuentes, asma y llanto prolongado. Que son las mismas que la BCA recomienda ahora retirar. Las únicas excepciones son los cólicos y el asma, quizá porque la BCA considere que sí que tiene evidencias suficientes para respaldar la eficacia de la quiropráctica frente a ellas, aunque la defensa de Simon Singh muestre que esas evidencias son, como mínimo, discutibles.

Y vale, la excusa que utilizan es que no se trata de enfermedades reales, sino de síntomas. Pero... ¿no les parece que se trata simplemente de eso, de una excusa? Al fin y al cabo, en su momento no fueron tan exquisitamente puntillosos a la hora de mencionarlas en su folleto.

En fin, no sé cómo lo verán ustedes, pero a mí me parece que, como les decía, la quiropráctica británica (y con ella la BCA) está, en efecto, escenificando su propia parodia de "El hundimiento". Aunque no de la escena de Hitler cabreado, sino de otra más hacia el final de la película.

La del suicidio.


P.S.: De verdad, les juro que estaba decidido a cambiar de tema y dejar por un tiempo la quiropráctica en particular y de las pseudomedicinas en general. Pero qué le voy a hacer, la actualidad manda. Y además, ¡qué narices!, reconozco que este espectáculo es la mar de divertido...

8 comentarios:

  1. Anónimo19:45

    Pero divertido de narices. En el supermercado que hay debajo de mi casa ya no quedan palomitas.

    Gracias por estos artículos, Fernando. Nos están sirviendo a muchos para mantenernos al día de todo lo ocurrido (y a mí me vinieron de perlas dos anteriores que utilicé para escribir el mío propio sobre el asunto).

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  2. De nada, Rinzewind. A quien hay que agradecer todo es a las asociaciones británicas de quiroprácticos y a su afición por el harakiri colectivo. Si como dice Bob Park en su boletín de hoy, "dañar la reputación de un quiropráctico debería ser un deber cívico", a la BCA y demás fauna tendrían darles la gran cruz del mérito civil ;-)

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  3. Con lo que se denostó al juez de marras, al final va a resultar que su sentencia fue un regalo, pero envenenado.
    ¿Para cuando algo parecido en España? A mi me da mucha pena pasar por delante de clínicas de fisioterapeutas, titulados en la Universidad, que anuncian, además de lo esperado, osteopatía, quiropraxis (¿o es quiropŕatica?) y similares. ¿Cuando el Colegio correspondiente va a poner orden?

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  4. Yamato, ¿has visto este artículo que The New Scientist le ha publicado al vicepresidente de la BCA, donde tratando de "defenderse" literalmente admite que no tienen evidencia de sus tratamientos? Me da la impresión de que los tipos están empeñados en torpedear su propio barco.

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  5. Es pasmoso, Andrés. Habría que nombrarles "escépticos del año" o algo así.

    Por cierto, ¿para cuándo una pulga snob sobre esto? ;-)

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  6. En España la cosa está bastante más complicada, Mujer Quijote. A ver si puedo ordenar ideas y escribo algo sobre eso.

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  7. Haría una pulga al respecto, pero los propios interesados están acaparando todos los chistes.

    En fin, a ver si se me ocurre algo.

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  8. Me recuerdan a esos ratoncillos, los Lemmings, corriendo todos en manada hacia el suicidio colectivo en las aguas del Atlantico Norte pensando que es un lago que podran cruzar.

    Palomitas por favor :P

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