4 de octubre de 2010

La dilución de la homeopatía en la Universidad de Sevilla.

La presencia de la homeopatía en la Universidad de Sevilla le ha supuesto aparecer por tercera vez en La lista de la vergüenza, lo cual es una pena, desde luego. Pero, por increíble que parezca, si volvemos la mirada hacia atrás nos encontraremos con que la cosa ha mejorado. Sí, es cierto que el agua mágica de Hahnemann aparece en la asignatura de libre configuración de la que hablábamos en La lista, y también entre las pseudoterapias manuales o la, ejem, metedura de pata de su programa de podología.

Sin embargo, hace tan solo un año hubiéramos tenido que añadir el Máster Universitario en Homeopatía


Que se vino impartiendo al menos desde el año 2006, y que en su programa (descargable en pdf aquí) incluía materias tan decididamente fuera de lugar como "Saber Científico" (que es el que nos dice que la homeopatía no tiene base científica alguna) o "Deontología Médica" (que es la que debería advertir a los alumnos que su práctica no parece compatible con lo que dispone el Código Deontológico de la Organización Médica Colegial).


Sea como sea, el Máster, como decíamos en La lista, no se imparte este año.

Como tampoco se imparte el auténtico esperpento que albergó también en su día la Universidad: nada menos que esto:


El curso, que proporcionaba el título de Experto Universitario


También fue impartido al menos en 2006, y los objetivos de su programa (descargable en pdf aquí) eran nada menos que estos:



- Cooperar con los países del Tercer Mundo.
- Favorecer la asistencia sanitaria con Homeopatía a los sectores más desfavorecidos de la población y en los diferentes dispensarios del Tercer Mundo en colaboración con las organizaciones misioneras.
- Facilitar el conocimiento de la Homeopatía a los profesionales de la Salud.
- Estimular el estudio de la Homeopatía y extender el pensamiento del Dr. Samuel Hahnemann, en pro de la Investigación Científica en el área de la Salud.
- Contribuir a la formación continuada del médico homeópata y a su capacitación clínica.

Lo cual es como para echarse a temblar. Favorecer la asistencia sanitaria con Homeopatía a los sectores más desfavorecidos de la población y en los diferentes dispensarios del Tercer Mundo es hacerles un flaco favor, y de hecho hace poco más de un año la Organización Mundial de la Salud, alertada por la organización científica británica Voice of Young Science, tuvo que advertir expresamente contra el uso de la homeopatía para "tratar" enfermedades como la malaria o el sida. Mucho mejor sería, evidentemente, proporcionar a esos sectores un tratamiento médico real, en lugar de tratarlos con lactosa o, peor aún, utilizarlos como conejillos de indias, práctica que por mucho que cuente con el apoyo de la comunidad homeopática haría que sus responsables, si se atreviesen a hacer lo mismo en Europa, tuviesen que comparecer no ya ante un comité de ética, sino ante un Juzgado de lo Penal.

Y cuando hablo de Europa me refiero, naturalmente, a la Europa civilizada, de la que todavía nos alejan bastantes cosas. Fíjense si no en el dato que nos proporciona este currículo: La Catedrática de Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Sevilla fue


Vamos, que no solo toda una Catedrática en Tecnología Farmacéutica dirigió un par de cursos sobre homeopatía, sino que además ¡la Junta de Andalucía los declaró "de Interés Científico-Sanitario"!

Que, vale, fue hace quince años. Pero esto otro ocurrió hace apenas un año, y mucho me temo que no será la última vez que leamos cosas parecidas.

En fin, como ven la homeopatía, por suerte para todos, ha ido poco a poco diluyéndose (que no es lo mismo que "potenciándose") en la Universidad de Sevilla. Pero aún quedan restos. No estaría de más que ayudásemos a quienes intentan barrerlos.

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