25 de mayo de 2009

El hombre que susurraba a los...


Y ya que hablábamos de necedades lunares, a ver qué les parece esto.

Les pongo en antecedentes. De vez en cuando, en Círculo Escéptico recibimos algún que otro "cariñoso" mensaje de los seguidores de Iker Jiménez. En la mayoría de los casos, la verdad, no merece la pena ni responderlos (¿para qué vamos a intentar aclarar que la profesión de nuestras respectivas madres no es esa que nuestros comunicantes suponen?).

Pero a veces nos encontramos con mensajes como este, de un tal Joaquín. Lo reproduzco íntegra y textualmente, pero antes permítanme advertirle: LO QUE VAN A LEER A CONTINUACIÓN PUEDE HERIR LA SENSIBILIDAD DE CUALQUIER PERSONA CON UN MÍNIMO DE RESPETO POR LA ORTOGRAFÍA.

Vamos allá:

e leido vuestra"defensa" que se hase del preograma de iker creo que a dia de hoy vuestro enemigo numero uno ,jajajajaja, si solo hay que ver los seguidores de iker y los vuestros,por cierto el reportage que haceis de la llegada del hombre a la luna os habeis lucido pero un motor a reccion por poca potencia que tenga deveria haber hecho un crater en una atmosfera sin resistencia del aire como la luna como un copon de grande y que a pasado con las estrellas? una de las mejores camaras del mundo todavia hoy a la venta y no coge ni el mas leve reflejo del firmamento que ya tendria que ser una vista de cojones y resulta que no hay ninguna foto? ajajajajja y ya que teneis solucion para todo por que no explicais esas luces que se llevan viendo en la luna desde el siglo XVIII y que los propias astronautas de la mision apolo documentaron,donde estan las cintas de sus conversaciones,las miles de fotografias desaparecidas,si no tienen nada que ocultar por que todo el material de la nasa es secreto y lo desclasificado esta filtrado....sabeis que la nasa se a gastado 750.000 dolares en un manual para los maestros de univercidades para cuando la gente le pregunta por estas cosas puedan responder algo que parezca creible y por que el presidente bush a dicho que en 15 o 20 años volveria a la luna acaso la tecnologia no esta disponible desde hase 40 años?jjajaja, los raros no son la gente que cree en las conspiraciones sois vosotros que os tragais lo que os dice el sistema,por fortuna cada vez sois menos


¿Qué se puede hacer con esta cosa?

Y por favor, no se rían, que lo pregunto en serio. Yo también he pensado en que el autor de... bueno, de eso ha perdido un montón de oportunidades laborales desde que los arados son remolcados por tractores, y no ya por lo que dice (bueno, lo que intenta decir) o cómo lo dice, sino porque al darle al botoncido de "enviar mensaje" comete la imprudencia de dejar constancia de todo ello. Uno debería ser consciente de sus limitaciones, y más cuando esas limitaciones tienen proporciones astronómicas, como es el caso.

Pero, como digo, prefiero no tomármelo a risa. A fin y al cabo uno tiene su corazoncito (al menos, estoy seguro de que lo tengo; debe estar por algún cajón) y su vocación pedagógica, así que habrá que intentar contestar.

Y ese es el motivo de la entrada. Porque, vamos a ver, ¿cómo contesto? Tengo una niña de tres años con una desmedida afición a emplear la expresión "¿por qué?", y evidentemente eso implica que por fuerza tengo que ingeniármelas para explicar las cosas en los términos más sencillos posibles. Pero esto me supera, y aunque parezca que lo diga para presumir de mi niña (bueno, es que hay como para presumir ¿O no?) lo cierto es que no me he visto en una situación así desde que Alicia tenía unos dos meses de edad e intenté explicarle que no estaba bien eso de hacer pipí mientras le cambiaba el pañal, y menos apuntándome.

Además, qué narices: ella se documenta sola.



Pero, en fin, en el caso de Joaquín habrá que hacer un esfuerzo. Así que vamos por partes.

Decía (con perdón) el tal Joaquín que...

e leido vuestra"defensa" que se hase del preograma de iker creo que a dia de hoy vuestro enemigo numero uno ,jajajajaja, si solo hay que ver los seguidores de iker y los vuestros


Bueno, esta es fácil, porque va en la línea de otros muchos comentarios de esa gente que abre la mente y desecha unas cuantas neuronas para hacer sitio a sus raciones semanales de "milenios". Básicamente lo que hay que hacer es intentar explicarle que "popularidad" no es un sinónimo de "validez" (en este caso posiblemente haya que acudir a aquello tan socorrido y tan gráfico de la dieta de las moscas) y, quizá, aclararle que no sentimos envidia alguna hacia Iker Jiménez. Sí vergüenza ajena, vale, pero nada personal.

Cuando la cosa se pone realmente peliaguda es cuando Joaquín entra en materia y se pone a comentarnos algunas de las majaderías típicas de los creyentes en el "fraude lunar". Por ejemplo dice que

por cierto el reportage que haceis de la llegada del hombre a la luna os habeis lucido pero un motor a reccion por poca potencia que tenga deveria haber hecho un crater en una atmosfera sin resistencia del aire como la luna como un copon de grande


Una afirmación (o algo que se le parece, vaya) bastante extraña, porque si de verdad hubiera leído el fabuloso comentario de Alberto Matallanos que forma parte de nuestro dossier habría podido conocer la respuesta a su duda. Como dice Alberto, en la fase final del aterrizaje (vale, "alunizaje") del módulo lunar sus motores estaban funcionando a un cuarto de su potencia aproximadamente, contrarrestando un peso (teniendo en cuenta la gravedad lunar) de tan sólo 1200 Kg.

Como sabe cualquier escolar medianamente aplicado (y en este punto, evidentemente, hay que disculpar a nuestro interlocutor Joaquín), un motor a reacción funciona mediante el principio, ejem, de acción y reacción: la acción de expulsar gas a alta velocidad genera una reacción en sentido contrario que impulsa a la nave. No se trata, como parece creer Joaquín, de que la nave cree una especie de columna de gas sobre la que se apoya mientras desciende, sino que le basta con expulsar a gran velocidad ese gas por la tobera para sostenerse; el gas expulsado simplemente se dispersa, y en el vacío lunar lo hace mucho más rápidamente que en un ambiente con atmósfera (donde, evidentemente, los gases de escape tienen que "luchar" contra el gas atmosférico para dispersarse). Por lo tanto no se produce una gran columna de gases (y polvo procedente del suelo) al estilo de los lanzamientos de cohetes desde la Tierra.

Añadamos, como decíamos, que el motor del módulo lunar generaba una potencia realmente modesta durante el descenso y, ya puestos, un detalle más: la eyección de gases se producía a través de una tobera de 137 cm de diámetro, de modo que su área (si la calculadora no me falla) era de 14741,14 cm2. Dividiendo los 1200 Kg de empuje por esa cifra tenemos una presión de unos ochenta y un gramos por centímetro cuadrado, demasiado modestita como para crear un enorme cráter, aunque suficiente para dar lugar a los restos que se aprecian en las fotos enlazadas por Alberto.

Por otra parte, la ausencia de atmósfera en la Luna también impidió que el motor de descenso proyectara una gran cantidad de polvo. En la Tierra, el chorro de gases eyectado por el motor generaría turbulencias en los gases de la atmósfera, las cuales a su vez arrastrarían más polvo y partículas del suelo, pero en la Luna no hay gases atmosféricos que colaboren en la creación del cráter. Y, como dice Alberto, las partículas arrancadas por el (como hemos visto, bastante débil) chorro de gases del motor tampoco fueron muy lejos: sin aire que las sustente simplemente describieron una trayectoria parabólica y volvieron a caer sin dar lugar a una huella, un "cráter" suficientemente apreciable.

Vale, pero ¿cómo se lo explico yo a Joaquín? Es como eso que dice de que

y que a pasado con las estrellas? una de las mejores camaras del mundo todavia hoy a la venta y no coge ni el mas leve reflejo del firmamento que ya tendria que ser una vista de cojones y resulta que no hay ninguna foto?


Alberto Matallanos no explica este punto, por lo que quizá haya que disculpar un poco a Joaquín. Sólo un poco, porque como hemos visto o no ha leído el dossier de Alberto o no se ha enterado de nada. Pero investigando un poco quizá podría haber dado con el estupendo trabajo que Jesús Cancillo publica en la web de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Como explica Jesús, el problema es que las estrellas son enormemente débiles, tanto que para fotografiarlas hacen falta altísimas sensibilidades y largas exposiciones. Y, vale, en la Luna no hay atmósfera que atenúe el brillo de las estrellas, pero recordemos que las fotografías tomadas por los astronautas fueron hechas de día, es decir, bajo una intensa luz solar (tampoco atenuada por ninguna atmósfera, claro) que obligaba a emplear bajas sensibilidades. Los astronautas podrían haber tomado fotos en las que se vieran las estrellas, claro, pero a costa de que el resto de la toma (los propios astronautas, el módulo lunar, los instrumentos, incluso el suelo de la Luna) hubiese quedado totalmente sobreexpuesta.

Joaquín sigue diciendo que

ajajajajja


Lo cual supongo que será una carcajada y no una onomatopeya (y me abstengo de volver a pensar en la labranza de la tierra antes de la llegada de la mecanización al campo), y que

y ya que teneis solucion para todo por que no explicais esas luces que se llevan viendo en la luna desde el siglo XVIII y que los propias astronautas de la mision apolo documentaron,donde estan las cintas de sus conversaciones,


¿Se referirá a algo tan impresionante -y con una explicación tan sencilla- como esto?

y escribe (con perdón) también sobre

las miles de fotografias desaparecidas,si no tienen nada que ocultar por que todo el material de la nasa es secreto y lo desclasificado esta filtrado....


Algo bastante tonto si tenemos en cuenta la impresionante cantidad de información públicamente disponible o incluso el hecho (sacúdete un poco la cabezota, Joaquín) de que la noticia del extravío de las grabaciones originales del Apolo XI ha sido publicada por un buen número de medios. ¡Vaya manera de mantener un secreto, caramba!

Y eso que

sabeis que la nasa se a gastado 750.000 dolares en un manual para los maestros de univercidades para cuando la gente le pregunta por estas cosas puedan responder algo que parezca creible


Lo cual es un verdadero despilfarro, ¿no les parece? Vamos, dar una explicación racional acerca de todas esas tonterías sobre el fraude lunar se puede hacer gratis et amore sin necesidad de manuales ni de historias, como pueden ver. Aunque, bueno, ya que estamos, no sé si ofrecer a la NASA la confección de otro manual por un precio más módico. Y no es que vaya a servir para nada con Joaquín, pero ya sabemos que los conspiranóicos suelen ser absolutamente impermeables a cualquier hecho real que contradiga la novela de espías en la que han elegido vivir, ¿verdad?

Termina su sesuda exposición Joaquín diciendo que

y por que el presidente bush a dicho que en 15 o 20 años volveria a la luna acaso la tecnologia no esta disponible desde hase 40 años?


Lo cual no está mal, la verdad. Vamos, a primera vista incluso puede parecer un argumento ingenioso. De hecho, no creo que resultase tan difícil reconstruir un Saturno V completo con su módulo de mando y su módulo lunar... suponiendo que alguien quisiese montarse en un cohete construido conforme a la tecnología de hace cuarenta años, y por supuesto para cumplir los mismos limitados objetivos que hace cuarenta años. De hecho, ya puestos, la NASA podría también renunciar al costosísimo proyecto Ares y recuperar la tecnología que permitió enviar al espacio a Joseph Kittinger, mucho más barata y ya disponible desde hace algún tiempo. A lo mejor Joaquín se presentaba voluntario y todo...

Pero, como decíamos al principio de esta (larguísima, sí) entrada, ¿cómo explicarle todo esto a un señor que finaliza su mensaje diciendo cosas como estas?:

jjajaja, los raros no son la gente que cree en las conspiraciones sois vosotros que os tragais lo que os dice el sistema,por fortuna cada vez sois menos


¿Alguien me da alguna idea? Yo creo que me rindo.


P.S. por si las dudas: sí, en la foto Alicia está viendo un documental sobre astronomía. Y le encantó. Para que luego se pregunte alguien por qué se me cae la baba...

Las ruinas lunares (e informativas) de la SER

Si usted es, como yo, lector habitual de Magonia (y si no lo es, debería serlo), se habrá topado hoy, como yo, con la noticia de que La Cadena SER vende como noticia la historia de las ruinas extraterrestres de la Luna. Como noticia y además, como recuerda Luis Alfonso, nada menos que en la sección de Cultura.



Como suele ocurrir en estos casos, la sección de comentarios de Magonia se ha visto invadida por los defensores a ultranza de Iker Jiménez y, por extensión, de la emisora que le paga por contarnos cuentos como el de las ruinas lunares. Y claro, como en este caso -y en los demás en los que está implicado el personaje, vaya- resulta difícil encontrar algún argumento medianamente sostenible para salvar la cara a la SER, no han tenido otra ocurrencia que asegurar que Luis Alfonso miente en su entrada.

El razonamiento (y que el diccionario me perdone por emplear ese término en este contexto) es más o menos este: en realidad lo que la SER está ofreciendo como noticia no es la existencia de ruinas en la Luna, sino que el programa "Milenio 3 indaga en los misterios que rodean a la llegada del hombre a la Luna hace casi 40 años". Y Luis Alfonso, con su titular y su comentario, tergiversa por completo el verdadero contenido de la noticia, que no es más que una información acerca de las majaderías que dijo en su día un tal Alan Davis, autoproclamado ingeniero jefe de la NASA entre 1959 y 1973, acerca de la existencia de esas ruinas lunares.

¿Me siguen? O, mejor dicho, ¿siguen a los ikeristas?

Pues yo no. Vamos por partes.

Empecemos por un simple ejercicio. Yo les propongo dos premisas y ustedes completan la conclusión, ¿de acuerdo?

Premisa 1: el programa "Milenio 3" vende como noticia la historia de las ruinas extraterrestres de la Luna.

Premisa 2: el programa "Milenio 3" es emitido por la Cadena SER dentro de su programación habitual.

Luego...


¿Entendido? Bueno, por si algún creyente en lo de las ruinas lunares está leyendo esto, intentaré ponerme a la altura intelectual que demuestran tragándose semejantes cuentos y lo dejaré aún más clarito.

La Cadena SER, mediante su programa "Milenio 3", vende como noticia la historia de las ruinas extraterrestres de la Luna.

Pero sigamos, sigamos. Yo no soy periodista, pero leo los periódicos más o menos como cualquier hijo de vecino. Incluso más que la media: al fin y al cabo hasta leo El Jaque Mate...

(Bueno, no, realmente no he podido leérmelo entero todavía, pero es que no logro contener los ataques de risa; ya les informaré si lo consigo).

Decía que yo leo también los periódicos, y a veces hasta me topo con alguna noticia en la que se comenta el contenido de tal o cual programa de televisión. Lo que ocurre es que generalmente se limitan a decirnos que el programa tal va a hablar de... no sé, de nuestro éxito en el último Festival de Eurovisión. Y se apostilla que Fulanito va a decir que la actuación y el resultado está a la altura de lo que podría esperarse de nuestra televisión pública, y Mengano asegurará que las privadas y autonómicas no serían capaces de hacerlo mejor. Que en ambos casos son obviedades como la copa de un pino, pero ¿qué sería de las tertulias de radio y televisión si nadie dijera obviedades?

Sea como sea, lo que no hacen nunca esas reseñas es reproducir el contenido del programa, o de la noticia que va a darse en el programa, sin hacer la menor apostilla o comentario. Vamos, que lo que no hacen es lo que hace la SER en el artículo de marras, que, en efecto, nos cuenta el contenido de la bobada talmente como lo haría el mismo Iker Jiménez, sin siquiera molestarse en poner una mínima distancia que desvincule a la emisora de la "noticia" de las ruinas lunares. La hacen suya totalmente.

O esa es mi opinión, claro. Pero, ¿saben lo que les digo?

Que todo esto es lo de menos. No tiene ninguna importancia.

La verdadera importancia de todo esto, lo que de verdad asquea, es que la SER coloque semejante cosa en su web (y para más recochineo en su sección de Cultura).

Me explico. En primer lugar, doy por descontado que la SER, como cualquier otra empresa privada de telecomunicación, tiene todo el derecho del mundo a incluir en su parrilla programas como "Milenio 3". Me parece lamentable que haga negocio explotando la credulidad de los oyentes, creo que empaña la credibilidad de las restantes emisiones de la cadena y, por supuesto, lo veo como una sonora pedorreta al principio de "servicio público" que se supone debe inspirar las emisiones de radio y televisión. Pero, insisto, tienen derecho a hacerlo.

Por otra parte doy por supuesto (o al menos quiero creer) que la gran mayoría de los profesionales de la SER son conscientes de que toda esta historia de las ruinas lunares es una tontería. De hecho, la historia es tan ridícula que sospecho que ni siquiera se la cree el propio Iker Jiménez. Y aunque, teniendo en cuenta su currículum, probablemente no sea el caso de Iker Jiménez, seguro que cualquier otro periodista de la SER hubiese sido capaz de darse cuenta de que todo esto era una patraña con una mínima investigación y hubiese enviado la "noticia" a la papelera.

Pero no ha sido así, sino todo lo contrario: a pesar de ser una historia palmariamente falsa, no sólo no la han desechado sino que la han incluido en el apartado de Noticias de la web de la emisora, y en su sección de Cultura, yendo mucho más allá de la ética profesional del periodismo. Lisa y llanamente, están pasándose por la entrepierna todo lo que significa el concepto de "información", sustituyéndola por la promoción de su propia radiobasura.

Y eso, y no otra cosa, es lo realmente grave.

21 de mayo de 2009

Algunas actualizaciones

- Acerca del llamado "movimiento antivacunación", Luis Alfonso Gámez nos habla de un personaje particularmente siniestro: la ex conejita Playboy (lo de "actriz" permítanme ponerlo en cuarentena) Jenny McCarthy, que puede presumir de que su campaña contra las vacunas ha causado ya el contagio de 19.000 personas, 163 de las cuales han muerto. Gracias, en buena parte, a la colaboración de su compañero Jim Carrey y, sobre todo, la archifamosa presentadora de la televisión norteamericana Oprah Winfrey. Personajes todos ellos, por cierto, que cuentan con sus respectivas páginas web, pero me permitirán ustedes que me abstenga de ponerles su correspondiente enlace. En su lugar, creo que basta con este.



- Mauricio-José Schwarz, por su parte, nos cuenta lo último en relación con el caso de Daniel Houser, el niño a quien un linfoma de Hodgkin va a llevar a la muerte dado que se niega a someterse a tratamiento alegando que la quimioterapia viola sus creencias religiosas. Ah, y ya que se pasan por ahí, no olviden echarle un vistazo a sus revelaciones sobre cierto "medicamento" homeopático.



- Prosigue, por otra parte, el juicio sobre la muerte de Gloria Thomas, la bebé de nueve meses que murió a consecuencia de una grave infección. Durante el juicio los médicos han insistido en el estado general de abandono de la niña, en que se hubiera podido salvar si sus padres hubieran acudido al hospital diez días antes y, sobre todo, en que la niña se hubiese curado con toda probabilidad si su padre no se hubiese empeñado en tratarla con homeopatía hasta que ya fue demasiado tarde. En este sentido, resulta curioso que Judith Cresswell, quien como directora del Colegio de Medicina Homeopática de Sidney contrató a Thomas Sam como profesor en 1998, haya asegurado solemnemente que el "Doctor Sam", como lo llama, inculcaba a los estudiantes el principio de que en caso de enfermedad grave o si un paciente empeoraba a pesar del tratamiento, debían remitirlo a un médico "convencional". Bueno, pues sí, eso es lo que hizo Thomas Sam con su hija. Solo que demasiado tarde. ¿Y si la hubiese llevado a un médico de verdad desde el principio?



- Por último, en cuanto al caso de Simon Singh y la BCA, el pasado lunes se celebró un concurrido acto de apoyo a Singh en Londres.



Según las crónicas (y según el vídeo, realizado por TheJujuStatue), Simon Singh aún está estudiando sus opciones, pero se inclina claramente por apelar la decisión preliminar del juez básicamente por tres razones:

1.- Porque puede perder, pero también puede ganar;

2.- Porque desea tener la oportunidad de aclarar ante el juzgado lo que realmente quiso decir con su artículo (y no lo que el Juez Eady ha interpretado); y

3.- Porque considera que este caso no trata solamente acerca de la validez o no de la quiropráctica. Sobre todo, dice, el caso versa sobre la necesidad de que todo el mundo pueda escribir justa y razonablemente sobre cualquier cuestión sin arriesgarse a ser intimidado por ello.

En todo caso pretende anunciar su decisión definitiva hacia el 28 de mayo. La contaremos.

17 de mayo de 2009

Una obra maestra del humorismo

Jo, es que realmente no se me ocurre qué se puede añadir a esto.

A Nathan Poe le encantaría...

16 de mayo de 2009

Un negocio redondo (y de altos vuelos)

Quizá uno de los elementos más básicos de la economía es el juego de la oferta y la demanda, que se complementan de tal manera que la existencia de demanda de un bien o servicio provoca la aparición de la oferta que la cubra, y recíprocamente una oferta no tendrá ninguna posibilidad de éxito si no existe la correspondiente demanda.

Salvo que la creemos, claro.

Todo esto ocurre también, por supuesto, en el mundillo de lo paranormal. La demanda de "misterios" por parte de mentes curiosas (y dejémoslo ahí; los matices quedarán para otro día) supone la aparición de una amplia oferta con la que abastecer ese mercado, aunque para ello algunas veces los vendedores de misterios tengan que recurrir incluso a inventárselos. Y el negocio funciona, aunque en estos tiempos tan descreídos a veces tengan que echar mano de misterios de verdad. Pero, eso sí, tratándolos a su manera.

Pero siempre se puede dar un paso más, y así no falta quien ha recurrido a una manera aún más inteligente de hacer negocio a costa de la credulidad del prójimo: como decimos, para que una oferta tenga éxito debe existir una demanda. Pero si no existe siempre se puede intentar crearla.

Este tipo de negocios es habitual en muchos casos de estafas... o, mejor dicho, no estafas paranormales: brujos, chamanes y demás se las arreglan para hacer creer a sus víctimas que sufren una maldición, y a continuación les venden el remedio. O, en su variedad curanderil, el sanador de turno convence a algún cliente de que padece una enfermedad que sólo él puede detectar y que, naturalmente, sólo él puede curar. Previo pago, claro.

Bueno, pues eso mismito, pero más sofisticado, es lo que podemos encontrar aquí.

Como pueden ver, el sistema es muy sencillo: se expone el terrible peligro de los "chemtrail", que no son más que cirros o estelas de condensación pero a las que la paranoia y un toque de conspiracionismo consiguen aparecer como un arma terrible empleada por los gobiernos del mundo para dispersar agentes químicos sobre la población y así conseguir... Bueno, esto es lo que no tengo muy claro. Según las versiones, se trata de propagar enfermedades, o dominar nuestras mentes, o esterilizar a todo el mundo, o volvernos tontos... Sea lo que sea, el caso es que el método no parece ser muy efectivo si tenemos en cuenta que se viene hablando de este tema desde hace cerca de veinte años sin que hasta la fecha se puedan apreciar sus efectos. Excepto si la idea es volvernos tontos, en cuyo caso casi podríamos decir que el hecho de el mito de los "chemtrail" siga rondando por ahí podría considerarse una evidencia de que, en efecto, es real. Porque si no...

Lo que dice la paginita esta es que los "chemtrail" se emplean para pulverizar en el aire (traduzco literalmente) "aluminio, bario, calcio, magnesio, calcio y titanio". Sí, el calcio está dos veces, seguramente para dar más miedo. La finalidad de esto no está muy clara, pero el párrafo y el enlace al que apunta parecen decantarse por la idea de que se trata de matar a toda la población mundial.

A mí, como soy un tanto escéptico, se me antoja un plan bastante idiota. Vamos, pretender dominar a la humanidad entera matándola no parece lo más racional del mundo. Y encima, si tenemos en cuenta que, según los creyentes en estas tonterías, los "chemtrail" son empleados por quienes ya dominan el mundo, la cosa ya ronda el esperpento. Pero bueno, puede que yo no sea capaz de captar toda la sutileza e inteligencia del plan.

Sea como sea, a los dueños de la web seguro que no se les ha escapado, y se han asegurado de que los malvados conspiradores no puedan alcanzar sus objetivos. Por un módico precio (bueno, varios módicos precios) ponen a disposición del mundo mundial sus maravillosos productos homeopáticos desintoxicadores, que realmente hacen maravillas. Como dice la propaganda de uno de ellos, el "Barium Homeopathic Detox", si uno se toma diez gotitas del potingue dos veces al día, un análisis de cabello revelará que no ha acumulado bario, con lo cual podrá dar enormes saltos por la alegría de librarse de los perversos efectos de los "chemtrails", saltos que serán aún más altos gracias al alivio de peso que experimentará en su cartera tras gastarse los veinte dólares que cuesta el frasquito.

No me negarán que es un negocio redondo, ¿verdad?

De hecho, hasta podríamos decir que en cierto modo es honrado. Vamos, yo también estoy seguro de que después de tomar el potingue mis niveles de bario en el cabello (sí, por lo menos un cabello me queda aún, creo) seguirán siendo los mismos, por muchos "chemtrail" que haya tenido sobre mi cabeza.

De hecho, lo único que no comprendo de esta página es... bueno, ya, que los terribles detentadores del poder mundial que pretenden dominar el mundo no la hayan cerrado ya para evitar que siga frustrando sus propósitos. Pero no me refería a eso. Iba a decir que no comprendo cómo no se le ha ocurrido a esta gente presentarse al Desafío Randi. En primer lugar porque, como digo, estoy convencido de que es verdad eso de que tras tomar el producto no se acumulan en tu organismo ni el bario, ni el aluminio, ni el calcio, ni tan siquiera el otro calcio procedente de los "chemtrail". Que ya es algo. Pero, sobre todo, porque me da la impresión de que con este potingue han conseguido demostrar uno de los supuestos principios de funcionamiento de la homeopatía.

Vale, es cierto que los escépticos nos hemos cachondeado a placer de cosas como lo de la memoria del agua, pero aquí tendremos que ponernos serios porque estamos nada menos que ante una evidencia incontestable de la efectividad del principio homeopático de los similares. Ya saben: similia similibus curentur, los similares curan a los similares.

Y es que aquí tenemos una enfermedad (la intoxicación a causa de los "chemtrail", o sea, nada), curada por eso mismo (es decir, por nada).

En fin, que no sé a qué esperan estos tipos para ir a reclamarle a Randi el millón de dólares. Si otra cosa no, seguro que con ese dineral pueden financiarse la investigación de algún remedio homeopático contra las mordeduras de los unicornios rosa...

15 de mayo de 2009

La BCA contra Simon Singh (II)

Hablábamos el otro día de las últimas y malas noticias respecto a la demanda que la British Chiropractic Association ha interpuesto contra Simon Singh, y más concretamente de la situación en la que ahora se encuentra Singh y las alternativas entre las que tiene que optar. La situación, en fin, parece a primera vista óptima para la BCA, que de momento tiene bien encarrilado el procedimiento judicial gracias a la insólita decisión del Juez Eady. Pero... ¿de verdad le van tan bien las cosas?

Yo diría que no. Para empezar, por el conocido y esperable Efecto Streisand: Al buscar "British Chiropractic Association" en Google, de los veinte primeros resultados que yo obtengo dos pertenecen a la propia BCA, otros dos a simples directorios, dos a medios de comunicación, uno a la Wikipedia... y los trece restantes a blogs y foros en los que se manifiesta un claro apoyo a Singh. Hasta donde yo he tenido la paciencia de ver, en los siguientes resultados la proporción más o menos se mantiene, con una rotunda mayoría de referencias partidarias de Singh y críticas con la BCA.

De hecho, no me cabe duda de que el artículo original de Simon Singh tuvo bastante difusión, pero tampoco me cabe ninguna duda de que esta difusión se ha multiplicado gracias a la demanda de la BCA, y no me extrañaría que si no fuera por este procedimiento judicial mucha gente jamás hubiera ni oído hablar de la BCA ni leído las críticas de Singh hacia la quiropráctica.

Fue también lo que ocurrió aquí con la demanda formulada por JJ Benítez contra Luis Alfonso Gámez: aunque el magufo hispano por excelencia ganó el pleito, a efectos prácticos lo único que consiguió fue que los artículos que consideraba dañinos para su honorabilidad tuvieran una difusión mucho mayor. En el caso de Singh, además, la demanda ha tenido el efecto adicional de que las críticas científicas hacia la quiropráctica se hayan multiplicado, aunque en ocasiones se hayan añadido "disclaimers" más o menos irónicos en previsión de nuevos pleitos. Lo cual, de nuevo, recuerda lo que ocurrió con la sentencia del procedimiento de JJ Benítez contra Luis Alfonso Gámez, que generó ríos de tinta en torno a la cuestión de por qué, tras demostrar que Benítez no decía la verdad, que lo hacía conscientemente y que hasta encargó la creación de "evidencias" falsas para hacerlo, resulta que decirle mentiroso es atentar contra su honor.

Por otra parte, recordemos que el meollo de todo este asunto, la frase que ha puesto de uñas a los responsables de la BCA, era aquella en la que Singh explicaba que la asociación se dedica felizmente a promover tratamientos falsos. Ante ello, la BCA podría haber optado por publicar una andanada de datos científicos que avalasen la efectividad de esos tratamientos que promueve y luego, si aún siguen enfadados, demandar a Singh, pero en lugar de mostrar sus evidencias han decidido mostrar su musculatura legal. En cierto modo, la actitud de la BCA hace que "se le vea el plumero", y probablemente haya quien se dé cuenta de que lo que ocurre es que esas evidencias científicas sencillamente no existen, que en efecto la BCA está promoviendo tratamientos falsos, y que además su reacción confirma que lo hace a sabiendas. Una sospecha que puede incluso acrecentarse a la vista del fallo del Juez Eady: bien mirado, al centrar el juicio en si la BCA está o no promoviendo tratamientos falsos de forma deliberada podría parecer que el Juez también da por sentado que los tratamientos quiroprácticos son falsos, y por eso la única cuestión a considerar es si la BCA lo sabe y a pesar de eso los promueve. No es el caso, pero pudiera parecerlo.

Pero hay más: el caso está generando un cierto efecto que podríamos llamar "de David contra Goliath". A los partidarios de las pseudomedicinas se les suele llenar la boca hablando del poder de las grandes industrias farmacéuticas, pero olvidan -o no quieren ver- que el negocio de las "terapias alternativas" también mueve ingentes cantidades de dinero, y que en él existen grandes empresas y potentes grupos asociativos. De modo que la demanda de la BCA contra Singh no se percibe como un caso de intento de censura ante una opinión crítica, sino también como la embestida de una poderosa -y rica- asociación frente a un divulgador científico prestigioso, pero económicamente mucho más débil. No es de extrañar que las simpatías estén sobre todo del lado de Singh, incluyendo las de grupos defensores de la libertad de expresión, que ya llevan bastantes años con la mosca detrás de la oreja a cuenta de la legislación británica sobre el libelo.

Y, ya puestos, hasta de los grupos defensores del uso riguroso del lenguaje. A pesar de la peculiar interpretación del Juez Eady, el significado del término "bogus" no parece tener necesariamente connotaciones de fraude o engaño deliberado. Claro que esta cuestión seguramente carecerá de importancia para un señor con un historial que le ha llevado a convertirse en uno de los ejes sobre los que gira el llamado "turismo del libelo.

En fin, si recapitulamos, al demandar a Singh la BCA ha conseguido generar un montón de publicidad (y no sólo en internet, y ni siquiera sólo entre los medios de comunicación), pero no precisamente muy favorable. Más bien todo lo contrario: la difusión de todo esto está consiguiendo poner de manifiesto la inconsistencia de la quiropráctica y que su única respuesta a una crítica científica es echar mano de sus abogados, ya que no puede recurrir a ninguna evidencia seria.

Lo cual no tiene por qué ser bueno para Singh, ni mucho menos. Tal y como están las cosas, quizá lo más inteligente que pudiera hacer la BCA sería intentar también por su parte llegar a un acuerdo y echar tierra cuanto antes sobre todo este asunto. Pero, si no es así, no le quedará más remedio que intentar ganar el juicio y confiar en que una sentencia favorable pueda ayudarle a tapar esos pies de barro que ella misma se ha encargado de enseñar. Ya veremos.


PS: A todo esto, el próximo lunes está previsto un interesante encuentro escéptico en Londres que contará con la presencia de Simon Singh. Por ahora, sus respuestas a algunos medios parecen dar a entender que se inclina por apelar la decisión del Juez Eady y, por tanto, seguir luchando, pero quizá el lunes salgamos de dudas.

14 de mayo de 2009

...y ahora, algo que hay que celebrar.

Me entero gracias a Magonia (y a través de la Red de Enlaces Críticos, que siempre nos tiene al día pero de la que nunca nos acordamos de hablar) que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha decidido suspender el estrafalario Curso de Astrología que había programado para este verano, irónicamente con el pretexto excusa (aquí habría que decir más bien "coartada") de la celebración del Año Internacional de la Astronomía.

Sin duda habrá quien lo presente como un acto de censura, aunque evidentemente nadie censura nada: los charlatanes de turno son libres de celebrar el curso en cualquier otra parte. Pero no en la Universidad, por evidentes razones higiénicas, aunque a tenor de lo que dice el director de la UIMP en Galicia creo que la astrología no es lo único que sobra en la Menéndez Pelayo hoy por hoy.

En cualquier caso, es una gran noticia para cualquier persona medianamente sensata, y en especial para quienes no estamos de acuerdo con que la pseudociencia y la superchería invadan las Universidades. Así que, aunque aún queda un largo camino por recorrer, vamos a felicitarnos, y en especial a Javier Armentia, que tiene tanto mérito en esta sensata rectificación de la UIMP que hasta estoy dispuesto a decir que las gafas le sientan bien.

Aunque, bueno, no lo diría en una Universidad. Creo que allí no deberían entrar ni siquiera las mentiras piadosas... ;-)


Actualización. Pues sí, visto el currículum de su director en Galicia, definitivamente sobra algo más que la astrología en la UIMP.

Respetar las creencias...

Una de las actitudes más comunes ante las creencias irracionales es la del "respeto". Desde que alguien acuñó esa tontería de que "todas las opiniones son respetables" (¿respetaría el inventor de la frase las opiniones de Hitler sobre los judíos, por ejemplo?), es habitual que se nos pida a los escépticos una mayor tolerancia hacia las creencias de los demás, por tontas que sean.

Y esto ocurre especialmente en el campo de las pseudomedicinas. ¿Qué más nos da que alguien quiera creer en la homeopatía, la acupuntura, la Quiropráctica o lo que le venga en gana? Al fin y al cabo, son creencias inofensivas y no hacen daño a nadie, ¿verdad?

Pues no.

Dana McCaffery tenía sólo cuatro semanas cuando se convirtió en la primera persona que moría en Australia a causa de la tosferina desde 2004. Se trata de una enfermedad que puede prevenirse mediante la vacunación, y de hecho en la mayoría de los países está prácticamente erradicada... o lo estaba. Como cuenta el padre de Dana, la tasa de vacunación ha ido descendiendo en los últimos años, en buena parte debido a la irresponsabilidad de muchos padres que deciden no vacunar a sus hijos por todo tipo de motivos irracionales: desde la creencia -infundada- de que ciertas vacunas infantiles pueden ser la causa del autismo, hasta las típicas majaderías pseudonaturistas que consideran las vacunas no solo innecesarias, sino una especie de atentado contra nuestra integración holística con Gaia y todo eso. Dana no tenía aún la edad suficiente para recibir su vacuna, pero si el nivel de vacunación entre la población australiana no hubiese ido descendiendo en los últimos años es muy probable que nadie le hubiera contagiado la enfermedad, y hoy sus padres no estarían llorando la horrible muerte de un bebé.

Quienes no sé muy bien si la están llorando o no son los de Gloria Thomas, otra bebé australiana. En febrero de 2002, mientras estaba con sus padres en la India, la niña desarrolló un eccema, pero el padre, Thomas Sam, decidió no hacer caso de los tratamientos médicos y aplicarle "remedios homeopáticos". Como era de esperar, la niña empeoró, hasta el punto de que tras su regreso a Australia tuvo que ser hospitalizada. Los médicos volvieron a prescribirle diversos medicamentos, pero según parece los padres siguieron administrándole productos homeopáticos hasta que, finalmente, la pobre cría murió en mayo del mismo año, con tan solo nueve meses de edad. En el escalofriante caso, que actualmente está siendo juzgado, se ha puesto de manifiesto la absoluta irresponsabilidad de los padres, hasta el punto de que retrasaron la hospitalización de urgencia de la niña hasta el día siguiente porque los pobrecillos estaban muy cansados tras asistir a un acto en su parroquia. Pero dentro de esa irresponsabilidad criminal ocupa un lugar muy destacado la decisión, reiterada una y otra vez, de confiar en tratamientos pseudocientíficos hasta el punto de rechazar los medicamentos científicamente desarrollados.

Que es lo que le va a pasar a Daniel Houser, un chaval de trece años enfermo de linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer linfático maligno, pero con altas posibilidades de curación si recibe el tratamiento adecuado. Que es lo que no recibirá Daniel: se niega a recibir quimioterapia alegando que violan sus creencias religiosas. En su lugar, y de acuerdo con los preceptos de la secta Nemenhah, el chico está siendo "tratado" por sus padres mediante agua ionizada, vitaminas, hierbas medicinales y "ayuda espiritual". Y, si el Juez encargado del asunto no hace caso de la petición de los servicios locales, así seguirá hasta que muera, quizá dentro de unos pocos meses.

Estas son simplemente unas pocas noticias de las últimas semanas. Añadanles ustedes las víctimas que no salen en la prensa, o todas aquellas personas que mueren diariamente en conflictos religiosos o étnicos y que no son noticia sencillamente porque, por lo visto, nos parece lo más normal del mundo (y supongo que hasta lo más respetable del mundo) que la gente se mate en nombre de unas "razones" imaginarias que, encima, ni siquiera han imaginado ellos.

Y sí, es cierto que entre comentar en una reunión de amigos lo buenos que son los consejos de salud de Txumari Alfaro y desplazarse a Tanzania para convencer a los enfermos de SIDA de que abandonen sus tratamientos médicos (si tienen la suerte de acceder a ellos) y se sometan a una "cura" a base de homeopatía hay una gran diferencia. Pero es solo de grado: las majaderías paranormales son siempre majaderías paranormales, y el hecho de que algunas sean más peligrosas o irresponsables que otras, como mucho, justifica que nuestras críticas sean más o menos intensas o más o menos urgentes.

Pero no que tengamos que respetar ninguna de ellas.

13 de mayo de 2009

La BCA contra Simon Singh (I)


Para quien no lo conozca, Simon Singh es, entre otras cosas, coautor junto con Edzar Ernst de Trick or Treatment? Alternative Medicine on Trial, un libro imprescindible para quien quiera conocer realmente cuál es la evidencia científica acerca de la efectividad de las llamadas "medicinas alternativas".

O sea, más bien poca: los "hechos innegables acerca de la medicina alternativa" (que viene a ser la traducción del título de la edición norteamericana) son, sencillamente, que la inmensa mayoría de estas pseudoterapias son una pura filfa, y los autores sólo fueron capaces de encontrar alguna débil evidencia a favor de la acupuntura, la quiropráctica y los remedios herbales.

Estos últimos por razones obvias: contienen principios activos cuyo efecto puede ser beneficioso, aunque en otras ocasiones no tanto, por lo que su dispensación debería confiarse más a los profesionales de la salud y menos a los charlatanes alternativos que tanto abundan. La acupuntura, por su parte, también parece tener ciertos efectos, aunque realmente no tienen nada que ver con majaderías místicas sobre flujos vitales y demás tonterías, sino simplemente con los pinchazos, hasta el punto de que da exactamente igual que las agujitas se coloquen en los supuestos "meridianos" o al buen tuntún.

Y en cuanto a la quiropráctica... bueno, habría mucho que hablar sobre ella, y no demasiado bueno. De hecho, el propio Singh lo explicaba muy bien en un artículo publicado en "The Guardian" y que voy a reproducir íntegramente y en inglés, para no correr el riesgo de que una traducción lo desvirtúe. Ahí va:

Beware the Spinal Trap

This is Chiropractic Awareness Week. So let’s be aware. How about some awareness that may prevent harm and help you make truly informed choices? First, you might be surprised to know that the founder of chiropractic therapy, Daniel David Palmer, wrote that, “99% of all diseases are caused by displaced vertebrae”. In the 1860s, Palmer began to develop his theory that the spine was involved in almost every illness because the spinal cord connects the brain to the rest of the body. Therefore any misalignment could cause a problem in distant parts of the body.

In fact, Palmer’s first chiropractic intervention supposedly cured a man who had been profoundly deaf for 17 years. His second treatment was equally strange, because he claimed that he treated a patient with heart trouble by correcting a displaced vertebra.

You might think that modern chiropractors restrict themselves to treating back problems, but in fact they still possess some quite wacky ideas. The fundamentalists argue that they can cure anything. And even the more moderate chiropractors have ideas above their station. The British Chiropractic Association claims that their members can help treat children with colic, sleeping and feeding problems, frequent ear infections, asthma and prolonged crying, even though there is not a jot of evidence. This organisation is the respectable face of the chiropractic profession and yet it happily promotes bogus treatments.

I can confidently label these treatments as bogus because I have co-authored a book about alternative medicine with the world’s first professor of complementary medicine, Edzard Ernst. He learned chiropractic techniques himself and used them as a doctor. This is when he began to see the need for some critical evaluation. Among other projects, he examined the evidence from 70 trials exploring the benefits of chiropractic therapy in conditions unrelated to the back. He found no evidence to suggest that chiropractors could treat any such conditions.

But what about chiropractic in the context of treating back problems? Manipulating the spine can cure some problems, but results are mixed. To be fair, conventional approaches, such as physiotherapy, also struggle to treat back problems with any consistency. Nevertheless, conventional therapy is still preferable because of the serious dangers associated with chiropractic.

In 2001, a systematic review of five studies revealed that roughly half of all chiropractic patients experience temporary adverse effects, such as pain, numbness, stiffness, dizziness and headaches. These are relatively minor effects, but the frequency is very high, and this has to be weighed against the limited benefit offered by chiropractors.

More worryingly, the hallmark technique of the chiropractor, known as high-velocity, low-amplitude thrust, carries much more significant risks. This involves pushing joints beyond their natural range of motion by applying a short, sharp force. Although this is a safe procedure for most patients, others can suffer dislocations and fractures.

Worse still, manipulation of the neck can damage the vertebral arteries, which supply blood to the brain. So-called vertebral dissection can ultimately cut off the blood supply, which in turn can lead to a stroke and even death. Because there is usually a delay between the vertebral dissection and the blockage of blood to the brain, the link between chiropractic and strokes went unnoticed for many years. Recently, however, it has been possible to identify cases where spinal manipulation has certainly been the cause of vertebral dissection.

Laurie Mathiason was a 20-year-old Canadian waitress who visited a chiropractor 21 times between 1997 and 1998 to relieve her low-back pain. On her penultimate visit she complained of stiffness in her neck. That evening she began dropping plates at the restaurant, so she returned to the chiropractor. As the chiropractor manipulated her neck, Mathiason began to cry, her eyes started to roll, she foamed at the mouth and her body began to convulse. She was rushed to hospital, slipped into a coma and died three days later. At the inquest, the coroner declared: “Laurie died of a ruptured vertebral artery, which occurred in association with a chiropractic manipulation of the neck.

This case is not unique. In Canada alone there have been several other women who have died after receiving chiropractic therapy, and Professor Ernst has identified about 700 cases of serious complications among the medical literature. This should be a major concern for health officials, particularly as under-reporting will mean that the actual number of cases is much higher.

Bearing all of this in mind, I will leave you with one message for Chiropractic Awareness Week – if spinal manipulation were a drug with such serious adverse effects and so little demonstrable benefit, then it would almost certainly have been taken off the market.


Aquí tienen también reproducido el artículo, con la ventaja añadida de que se incluyen referencias para todas y cada una de las afirmaciones de Singh. Lo que no puedo es facilitarles un enlace a la publicación original en "The Guardian" sencillamente porque ha sido eliminada por el periódico. Y es que lo que pasó...

Bueno, lo que pasó lo contaba muy bien Esther Samper (Shora) en Soitu.es (y, con su autorización, también en nuestra Circular Escéptica): Singh fue demandado por la Asociación Británica de Quiropráctica (BCA), especialmente por su afirmación de que "esta organización es la cara respetable de la profesión quiropráctica, y aun así promueve felizmente tratamientos falsos".

Como sigue contando Esther Samper, la defensa de Singh diseñó una estrategia inusual: en lugar de limitarse a negar que la expresión utilizada ("bogus") tuviese ningún contenido difamatorio, su contestación a la demanda incluía además una extensa justificación de sus afirmaciones. Recordemos que el artículo de Singh decía que

La Asociación Británica de Quiropráctica afirma que sus miembros pueden ayudar a tratar a niños con cólicos o problemas de sueño o alimentación, infecciones frecuentes de oído, asma y llanto prolongado, aunque no haya el más mínimo rastro de evidencia sobre ello.

De modo que la defensa de Singh exponía larga y claramente que, en efecto, la evidencia no existe (en los casos de los problemas de sueño y alimentación, las infecciones de oído o el llanto prolongado, sobre los que no parece haber ningún estudio), es contraria a la quiropráctica (con cuatro estudios que no descubrieron ningún efecto de la quiropráctica en el tratamiento del asma). Sólo en el caso del asma podríamos decir, siendo enormemente bondadosos, que la evidencia es "dudosa": la BCA cita un estudio de 1999 según el cual la quiropráctica sí produce efectos favorables en el tratamiento de los cólicos infantiles. Sin embargo, Singh detalla los errores metodológicos del estudio y, de propina, recuerda que en otros cuatro el tratamiento quiropráctico no demostró ninguna efectividad.

Así las cosas, el planteamiento de los abogados de Singh parecía muy interesante, ya que colocaría a la BCA ante la necesidad de demostrar que realmente existe alguna evidencia que respalde sus afirmaciones. Siempre y cuando, claro está, así lo aceptase el juez.

Y ahí es donde ha fallado la cosa.

En el sistema judicial británico el primer paso en este tipo de procedimientos es una vista preliminar para fijar el objeto de debate. Ocurre también en España, aunque con menos trascendencia: en Gran Bretaña el juez determina qué se va a juzgar y en qué términos, de manera que en muchas ocasiones el resultado de esa vista es suficiente para que las partes se hagan una idea sobre si les merece o no proseguir con el juicio.

En el caso de la BCA contra Simon Singh la vista preliminar se celebró la semana pasada, y el resultado, la verdad, difícilmente podría ser más adverso para Singh. En primer lugar, el Juez Eady (que es este tipo de la peluca) decidió que la expresión del artículo que la BCA consideraba difamatoria (eso de que "happily promotes bogus treatments") no era una opinión, sino la afirmación de un hecho. La diferencia es muy importante: conforme a la legislación británica, en este tipo de procesos quien afirma un hecho debe probarlo, de modo que la obligación de demotrar que, en efecto, la BCA "happily promotes bogus treatments" recaerá sobre Singh.

Esto no supondría de por sí un gran problema: como hemos visto, la defensa de Singh ya se había anticipado y su informe sobre los estudios clínicos relativos a la quiropráctica serían una buena base para poder ganar el caso... si el Juez se hubiera parado ahí. Pero hubo más: acto seguido, Eady decidió que a los efectos de este juicio el significado de "bogus" implica una conducta deliberadamente fraudulenta, de modo que lo que Singh se verá obligado a demostrar no es ya que la quiropráctica no tiene ninguna utilidad terapéutica, sino que la BCA lo sabe y a pesar de ello promueve estos pseudotratamientos.

¿Cómo se demuestra eso? Pues buena pregunta. Tengamos en cuenta que una cosa es suponerlo y otra muy distinta demostrarlo. Evidentemente, cabe suponer que los responsables de la BCA, o al menos quienes elaboraron el folleto en el que afirmaban la eficacia terapéutica de la quiropráctica para todas esas enfermedades saben que o bien no hay estudios clínicos que lo demuestren, o bien los que hay lo desmienten. Al fin y al cabo, en su propaganda incluían la mención al único estudio aparentemente favorable y diversas citas bien escogidas que dan la impresión de que realmente se ha acreditado de alguna manera esa eficacia. De modo que es razonable pensar que también conocen la abrumadora evidencia en contra y han optado por callarla.

Pero claro, eso es solo una suposición, insuficiente para llevar a buen término un procedimiento judicial. Parece que por esta vía Singh tiene todas las posibilidades de resultar finalmente condenado.

Otra posibilidad es apelar la decisión del Juez Eady, pero es algo más fácil de decir que de hacer. Para empezar, es preciso que se admita la apelación (cosa que no siempre ocurre en Gran Bretaña, donde el sistema de apelaciones no es tan automático como el nuestro y requiere que el propio Juez apelado decida sobre su admisión o no). Por otra parte, lo cierto es que la Corte de Apelación suele confirmar las decisiones de los Jueces de primera instancia, aunque en este caso quizá no ocurra así. Al fin y al cabo una lectura atenta del artículo, y sobre todo del párrafo siguiente a la frasecita de marras, parece indicar que al emplear el término "bogus" Singh no estaba haciendo ningún juicio acerca de si la propaganda de la BCA es o no deliberadamente fraudulenta, sino que se refería estrictamente a la falta real de eficacia de los tratamientos. Así al menos lo interpreto yo, junto a la gran mayoría de quienes han ido comentando el caso en los foros y blogs escépticos; pero claro, nuestra simpatía está con Singh. Además, todos damos por sobreentendido que en el fabuloso mundo del circo paranormal muchísimos de estos charlatanes no actúan realmente de mala fe, sino que están convencidos, pero equivocados; pero quizá esto no esté tan claro para alguien ajeno al mundillo (pongamos por caso, los Jueces de la Corte de Apelación), y en su caso sí que interpreten automáticamente, como Eady, que cuando Singh decía que la BCA promueve tratamientos falsos les estaba acusando de engañar al público y mentir deliberadamente. En definitiva: aunque a muchos de nosotros lo que nos pediría el cuerpo es acudir a la Corte de Apelación (y, si se tercia, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos) quizá nos estemos dejando llevar por la errónea creencia de que cualquier persona razonable compartirá nuestras apreciaciones sobre el caso, sin darnos cuenta de que no todo el mundo conoce bien cómo funcionan las cosas en Paranormalandia y entre los observadores racionales de lo paranormal. O, ya puestos, por la esperanza, quizá también errónea, de que los Jueces de la Corte de Apelación sean personas razonables.

Y todo ello sin olvidar un factor adicional: el coste. Un procedimiento de este tipo y con esta cuantía supone una sangría económica considerable, hasta el punto de que el resultado de la audiencia preliminar supone para Singh una condena al pago de 23.000 libras en concepto de costas. Añádanle las que pueden suponer la apelación (o las apelaciones) y el pleito principal (que encima tendrá que resolver el mismo Juez Eady), y comprenderán que por mucho que Singh cuente con la solidaridad, incluso económica, de buena parte de las comunidades escéptica y científica anglosajonas, la cosa es como para pensárselo, ¿verdad?

Y queda, por último, una tercera posibilidad: la de llegar a un acuerdo con la BCA, de modo que Singh se retracte públicamente, con o sin una indemnización de por medio. Una posibilidad nada deseable pero, desde luego, quizá bastante racional.

Hasta aquí el caso y sus posibles salidas. Otro día (porque esto ya está saliendo de la raya) hablaremos de otro tema, quizá más curioso. Porque hasta ahora hemos hablado de las repercusiones que todo esto está teniendo o puede llegar a tener para Simon Singh, pero, ¿qué hay de la BCA?

Pues eso, como decía, para otra ocasión.


P.S.: Si están ustedes interesados en seguir este caso y, por qué no, opinar sobre la decisión que Singh debe ahora tomar, las mejores fuentes de información son sin duda el blog de Jack of Kent y el el grupo de Facebook de apoyo a Simon Singh. Espero verles por allí, porque no es solo Singh quien se está jugando mucho en este asunto...