11 de febrero de 2010

La vidente de El Escorial y la Sexta

Bueno, dicen que un clavo sale con otro clavo. Y también tenemos a los del "similia similibur curantur", claro. Pero no tengo yo muy claro si lo mejor para desenmascarar a un vendedor de misterios es, ejem, recurrir a otro vendedor de misterios.

Les cuento. Tras la noticia del reconocimiento (más o menos) eclesiástico de las apariciones de El Escorial, las noticias de La Sexta han dedicado un pequeño reportaje a "los trucos de Prado Nuevo". Pueden verlo pinchando aquí.



Con ese título y con esa presentación, la cosa pintaba muy bien, ¿verdad? Hasta que descubrimos que La Sexta había echado mano para asesorarse de este experto:



Reconozco que no he seguido mucho a Josep Guijarro (se lo dejo a otros que tienen más gracia). De hecho, lo que más recuerdo de él es su aparición en un programa de televisión hablando de un círculo aparecido en un campo de cultivo de un pueblo de Cataluña. Sin despeinarse (porque él, como yo, tampoco está para eso), Guijarro comentó algo así como que "no se han detectado pesticidas en el interior del círculo, lo que demuestra que no está hecho por la mano del hombre". La carcajada con la que los asistentes (incluyendo algún otro ufólogo) recibimos ese nonsequitur solo fue superada por la que soltamos cuando, justo a continuación, el programa emitió una entrevista grabada al alcalde del pueblo en la que aseguraba que "eso lo habrán hecho el Guijarro y todos esos que han venido por aquí".

Pero dejémonos de batallitas y sigamos con el asunto. Decíamos que La Sexta ha tenido a bien documentarse sobre una vendedora de fenómenos sobrenaturales preguntando a un vendedor de fenómenos sobrenaturales, lo cual en principio resulta un poco chocante. Y después del principio, francamente estridente.

El reportaje habla de los tres "signos milagrosos" de la aparición, es decir, la "danza del Sol", los estigmas de la vidente, y los mensajes marianos. De modo que el "experto en apariciones marianas" comienza su declaración diciendo

que nos da la sensación, si cerramos nuestros ojos, que(sic) la imagen que ha impregnado nuestra retina está definitivamente moviéndose; en realidad quien se mueve es nuestra cabeza, nuestros ojos, porque esa imagen ha quedado retenida en nuestro interior.


Una explicación la mar de clara, ¿verdad? ¿Cómo? ¿Que no? ¿Pero es que van a dudar ustedes de lo que dice un experto?

¡Ah, que no lo entienden! Bueno, reconozco que yo tampoco lo entiendo demasiado. Da la impresión de que intenta decir que se trata simplemente de una ilusión óptica provocada por una post-imagen retiniana, de modo que los pardillos asistentes seguirían "viendo" el Sol tras cerrar los ojos. Lo cual está muy bien, es un fenómeno real y bien conocido, y de hecho hasta algunos charlatanes lo aprovechan para desplumar incautos. Pero que cuadra muy poco con lo que describen los testigos, que aseguran haber visto bailar el Sol con los ojos abiertos.



Para lo cual, por supuesto, hay explicaciones más sencillas. Una de ellas, simplemente, que el ojo (que a veces es más listo que su dueño, especialmente en estos casos) realice movimientos inconscientes para evitar lo que no deja de ser una barbaridad bastante peligrosa. El lagrimeo inducido por la contemplación fija del Sol, el parpadeo inconsciente o incluso los primeros síntomas de lesión en la retina pueden contribuir también a este efecto. Sin olvidar, por supuesto, el hecho de que todos y cada uno de los que aseguran haber visto el Sol, en El Escorial o en donde ustedes prefieran, habían ido allí a contemplar ese fenómeno con una fe y devoción que por sí solas explicarían el milagro como, sencillamente, un autoengaño.

En cuanto a los estigmas... bueno, de nuevo el "experto" nos ofrece sus perlas de sabiduría: puede tratarse, dice, de hematohidrosis.

En un estado de gran excitación mística podrían sudar sangre, podrían romper sus vasos sanguíneos y dar la apariencia de exudar(sic) sangre por sus poros.


Dejando de lado la evidente descortesía de comparar a una persona, por muy vidente que sea, con un botijo, la explicación también hace aguas por los cuatro costados. Vale, sí, la hematohidrosis es un fenómeno real, aunque extremadamente raro, pero lo que lo caracteriza es la sudoración de sangre. Difícilmente podría explicar "estigmas" como los de la foto que apareció en el reportaje...



...que es una de las que aparecen en "Estigmas, levitaciones y éxtasis", el libro de Francisco Alonso-Fernández que comentábamos en la entrada anterior.



De hecho, es exactamente la misma foto que mereció a Alonso-Fernández aquel comentario sobre los estigmas:

Éxtasis de L.A. afecta de áreas rojas frontales y dos manchas del mismo color alargadas a modo de lágrimas, pero con la irregularidad de comenzar en el párpado superior, excluyendo su procedencia lagrimal.


Claro, hablar de la hematohidrosis queda mucho más culto y más chulo que hablar de un simple y descarado fraude, por más que luego el reportaje nos hable de algunos trucos para hacer llorar sangre (o lo que sea) a imágenes y estatuas. Pero si tenemos en cuenta que, como dice también en su libro Alonso-Fernández, los estigmas solo han aparecido en presencia de los acólitos más fieles de la vidente, que dejaban de aparecer en cuanto algún científico o médico (u obispo) anunciaba que iba a ir a verlos, y que en las fotos resultan más bien cutrecillos, la conclusión más simple parece ser la de que se trata de la simple aplicación de un poco de líquido rojo en los lugares adecuados.

¿Y qué nos queda? Pues los mensajes marianos. Para eso, seguramente por falta de tiempo, la Sexta no contó ni siquiera con su "experto", limitándose a reproducir uno de ellos.



Lo cual es una pena, porque como ya vimos en su día, algunos de esos mensajes y, en general, toda la historia de la aparición de El Escorial resultan inquietantemente parecidos a lo que se cuenta de la aparición mariana de Cortes, en Peñascosa (Albacete). Sí, el mismo pueblo al que pertenece la pedanía en la que nació la vidente de El Escorial.

Claro que el hecho de que los mensajes marianos y las circunstancias de la aparición sean idénticas puede parecer razonable; al fin y al cabo, quien se aparece es el mismo personaje y puede que esté apegado a sus costumbres.

Pero me da la impresión de que, en este caso, también hay una explicación más sencilla...

3 comentarios:

  1. Anónimo23:10

    ¡YA ESTÁ BIEN DE CALUMNIAR EN CONTRA DE DIOS Y SU SANTÍSIMA MADRE!, QUE NO SÓLO SE APARECE CIERTAMENTE EN PRADO NUEVO DE EL ESCORIAL SINO POR TODO EL MUNDO, PARA ADVERTIRNOS DEL CAMINO QUE LLEVA LA SOCIEDAD POR QUERER PRESCINDIR DE DIOS Y DE SU EVANGELIO.

    ResponderEliminar
  2. Ja ja ja ja. Lo único que demuestran las apariciones, es que hay muchas personas que sufren pareidolia crónica, sobre todo cuando sus bolsillos están vacíos. Vaya memo con el cuento de la sociedad descarriada, mientras los curas y timadores hacen su agosto con los crédulos de pacotilla.

    ResponderEliminar
  3. Porqué le habéis dedicado tiempo a defender un prejucio?.
    Yo no tenía prejuicios y ahora tengo juicio favorable. Yo he visto allí cosas asombrosas en el sol. Durante varios minutos. Son señales para ayudarnos. A ti también. Ten Fe. Dios te quiere.

    ResponderEliminar