11 de febrero de 2010
Simon Singh, la BCA y la Ley inglesa sobre el libelo.
No, no hablo francés (bueno, muy poquito), pero me han traducido. El artículo ha aparecido en el número de invierno de Le Québec Sceptique, una estupenda revista que publican los Escépticos de Quebec.
La revista es, de verdad, muy interesante, pero mi artículo ya era conocido. apareció en el número cinco de la Circular Escéptica (que, por cierto, está a punto de lanzar su número 9, así que aprovechen para suscribirse), y trata sobre el caso de la British Chiropractic Association contra Simon Singh, del que ya hemos hablado (y seguiremos hablando) por aquí.
Lo cual, por cierto, me viene estupendamente para recordarles la campaña para la reforma de la Ley inglesa sobre el libelo, apoyada por importantes personas y entidades de todo el mundo (y sí, esa del centro es Círculo Escéptico). Como les contaba, el objetivo de la campaña es obtener cien mil firmas para solicitar su reforma en el Parlamento. Y como la Ley, en realidad, no afecta solo a los ingleses, sino a todo el mundo, la recogida de firmas está abierta a todo el mundo.
Este es un asunto serio, de verdad. Con la Ley actual no es solo que Simon Singh haya sido demandado por la BCA (entre otros muchos casos); es que, dando la vuelta a la tortilla, nadie puede criticar a una gran industria farmacéutica, una empresa altamente contaminante o una institución que abuse de su poder sin arriesgarse a que le intenten callar la boca no con argumentos, sino con el simple peso económico de una demanda por libelo. Y ni siquiera importa que la empresa esté en China y usted en Finlandia: basta con una relación, por mínima que sea, con Inglaterra (por ejemplo, un acceso a un blog desde un servidor inglés) para que el Juez Eady se considere competente para juzgar el caso.
De modo que, sean escépticos o creyentes, hay que firmar. Esto nos afecta a todos.
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