Es una decisión que, la verdad, uno no sabe si calificar como ejemplar o simplemente de Perogrullo: lo mínimo que cabe esperar de un producto vendido en farmacias es que cuente con una autorización administrativa, que acredite no ya su eficacia terapéutica (puesto que, como hemos comentado ya varias veces, a muchos productos homeopáticos no se les exige que demuestren que sirvan para nada a la hora de autorizar su venta como "medicamentos"), sino algo tan simple y elemental como es su seguridad.
Pero, ejemplar o de Perogrullo, de lo que no cabe ninguna duda es que la decisión es insólita, a la vista de cómo está el mercado. De hecho, tengo la sospecha de que si las autoridades españolas se decidieran también a cumplir la Ley las farmacias se quedarían medio vacías.
¿Qué? ¿Que soy un exagerado? Vamos a verlo.
Por supuesto, no voy a ponerme a comprobar todos y cada uno de los productos homeopáticos o fitoterapéuticos que se venden en farmacias. Entre otras cosas porque, según una fuente que supongo estará bien informada en este tema, y cito textualmente, "actualmente hay disponibles más de ocho millones de medicamentos homeopáticos". Y no sé cuántos "naturales" habrá por ahí, pero me imagino que también bastantes.
Así que voy a ocurrir a algo tan simple como un muestreo. Por ejemplo, en la página de la campaña Homeopatía Sí, que continúa su esforzada recogida de firmas para intentar impedir que los productos homeopáticos tengan que cumplir la legislación vigente, nos encontramos con que en un lado se muestran los logotipos de doce empresas que la apoyan.
De modo que me voy a limitar a escoger alguno de los productos que comercialicen para ver si están autorizados o no (y, ya puestos, si son o no autorizables, que esa es otra).
Empezaremos por Weleda, que no tiene nada que ver con las famosas pizarras blancas, sino con una línea de productos cosméticos y otra de nada menos que medicina antroposófica. Que, para quien no lo sepa, viene a ser como la medicina homeopática, pero echándole aún mas rollo místico.
Pues bien; si echamos mano a su catálogo en pdf veremos que incluye una larga serie de lo que denomina sin ningún rubor "medicamentos". Cojamos uno al azar:
Complejo 362
Como ven, la cosa se compone de Argentum metallicum y Carbo betulae, que podríamos traducir como plata y carbón vegetal, respectivamente, si no fuera porque como ambos están diluidos a 30D la traducción más correcta sería nada y nada. De hecho, el catálogo comenta en su página 113 que
establecer la equivalencia entre CH10 y D20 es ya un error fundamental. Para las diluciones altas, las equivalencias deben hacerse en función del número de las dinamizaciones efectuadas:
CH9-12 -- D12
CH15 -- D15
CH30 -- D30
También indica en su página 112 que
La dinamización en medio líquido se realiza de forma manual. Además, en el caso de los metales, para su dinamización se tiene en cuenta un calendario astronómico.
Lo cual para los creyentes en la antroposofía supongo que será una garantía de calidad, aunque confieso que a mí, al leerlo, lo único que me ha garantizado es una carcajada.
En fin, a lo que íbamos: ¿está autorizado o no este producto? Pues buena pregunta, porque en la base de datos Vademecum no aparece ni por "argentum", ni por complejo 362". De hecho, ya puestos, ni siquiera aparece "Weleda" como titular de algún medicamento allí registrado.
Con lo que me ahorro tener que buscar otros productos de este fabricante, claro.
Ahora bien; si estos productos no están autorizados, ¿son al menos autorizables?
Volvamos al Complejo 362 este. Si seguimos mirando la "ficha" que proporciona la propia empresa, nos encontraremos con esto:
Forma farmacéutica.- Ampollas inyectables 1ml, vía subcutánea, caja de 12 unidades.
Excipiente.- Solución salina 9/1000
Posología y modo de administración.- Adultos: Inyectar 1 ampolla por vía subcutánea lo más cerca posible de la zona afectada en días alternos e ir espaciando en la medida que ceden los síntomas, hasta 2 inyecciones semanales. En niños utilizar media ampolla.
Contraindicaciones.- En la actualidad no existen datos disponibles que permitan establecer contraindicaciones.
Advertencias y precauciones de uso.- En la actualidad no existen datos disponibles que permitan establecer advertencias y precauciones de uso
Con lo cual tenemos que:
- No sería posible legalizar esto como medicamento homeopático sin indicación terapéutica aprobada, entre otras cosas porque este régimen simplificado se aplica solo a productos cuya forma de administración sea oral o externa.
- Y no sería posible legalizarlo como medicamento homeopático con indicación terapéutica porque, por lo que dice el propio fabricante, no dispone de datos imprescindibles como las contraindicaciones, reacciones adversas o precauciones de uso.
A lo largo del catálogo surgen otros obstáculos para la legalización de estos productos. Por ejemplo, el Complejo 312 consta de apis mellifica (o sea, abejitas de miel), belladonna y eucalyptus globulus a 2D, es decir, una concentración cien veces mayor de lo autorizado para los productos sin indicación terapéutica específica (y, si no estoy equivocado, al menos diez veces mayor que la máxima concentración autorizada para los remedios homeopáticos, con o sin indicación terapéutica). En otros casos el grado de dilución llega a ser de un decimal o incluso se mezclan diluciones homeopáticas con extractos de plantas, lo que de nuevo impediría la autorización del producto por otro cauce que no fuera el de un medicamento de los de verdad.
Así que, de momento, los productos de Weleda se quedarían fuera de los estantes de las farmacias.
Pasemos a otro fabricante. DHU ibérica se dedica también a esto de la homeopatía, pero un pequeño muestreo de su web también nos pone en un compromiso. La composición de Passiflora Pentarkan 66, por ejemplo, nos muestra que contiene una mezcla de extractos de plantas y una dilución homeopática de zinc a 6D. Vamos, que de eso de "medicamento homeopático" que dice en su etiqueta, nada de nada.
En cuanto al Vademecum, también en este caso guarda un respetuoso silencio.
Como también lo hace con Munostrim, un producto que por lo visto aumenta las defensas inmunitarias (de nuevo, eso dicen) y en el que de nuevo nos encontramos con una mezcla de principios activos y diluciones, con la salvedad de que en este caso sus potencias son tan solo D1, D2 y D3, lo cual por sí solo ya le impediría ostentar esa advertencia de "medicamento homeopático" que también tiene en su etiquetado.
Así que DHU también se nos queda fuera de juego.
¿Y qué hay de Dr. Reckeweg? A ver si lo adivinan. Sí, lo adivinaron: exactamente lo mismo: inyectables, diluciones inferiores a lo permitido, ausencia del Vademecum...
Bueno, vamos a probar con Heel... Aquí tenemos más suerte: Traumeel sí que aparece en Vademecum.es. No los otros tres productos que anuncia en su web (Lymphomyosot, Nux vomica-Homaccord y Berberis-Homaccord), pero teniendo en cuenta que están indicados como tratamiento detoxificador, no creo que tenga demasiada importancia: si el problema es imaginario, ¿qué más da que los remedios tampoco tengan demasiada consistencia real?
Sea como sea, el Traumeel, como decíamos, sí que aparece, y la eficacia de Vademecum.es nos permite incluso acceder a los datos de la autorización de comercialización... que en este caso son como un jarro de agua fría (aunque dinamizada, obviamente). Según la base de datos
Este medicamento se comercializa de acuerdo a lo establecido en la Disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007.
Disposición que muy resumidamente nos dice que los productos homeopáticos que ya intentaron colarse al amparo de la Disposición Transitoria Sgunda del Real Decreto 2208/1994 deberán adecuarse a este nuevo Decreto. O dicho de otro modo: que los productos que ya estaban en el mercado antes de 1994 y que intentaron conseguir la autorización de venta en aquella época, ahora deben intentarlo otra vez.
¿Por qué? Pues porque aún no la tienen.
Comentario este que, por cierto, nos permite despachar de un plumazo a otro de los fabricantes de la lista, nada menos que Boiron. Recordarán que, a raíz de elegir al Oscillococcinum como uno de mis "remedios homeopáticos de la semana", descubrí con sorpresa (bueno, en realidad no tanto) que no contaba con la correspondiente licencia de comercialización. Bueno, pues por lo que dice la propia Boiron, eso mismito sucede con todos y cada uno de sus productos. Reproduzco:
Los medicamentos homeopáticos que comercializamos actualmente se presentaron a registro en 1995 como contemplaba el RD 2208/1994. Al día de hoy todos ellos están pendientes de la evaluación por parte de la Agencia Española del Medicamento, y por tanto sin registro definitivo.
Y, también por tanto, sin licencia de momento.
En la mismita situación se encuentran los productos que vende Homeolab, que por lo menos ha tenido la delicadeza de actualizar un poco su información legal:
Medicamentos acogidos al R.D.2208/1994 de 16 de noviembre. Posteriormente acogidos a la disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007.
Y si quieren seguimos. La web de Heliosar Spagyrica, por ejemplo, es la mar de maja, y no deja de tener su gracia que se autoproclamen continuadores de la labor de Paracelso, pero sus productos también resultan unos completos desconocidos para Vademecum.es. Como pasa con los de Ibérica de Homeopatía, SL, Laboratorios Praxis, Laboratorios Lehning o Phyto-ESP, en los cuales, por cierto, también aparecen diluciones inferiores (o, si lo prefieren, concentraciones superiores) a lo permitido para los productos homeopáticos sin indicación terapéutica.
En fin, que si no he echado mal las cuentas, el único que me queda es Soria Natural, que es el único laboratorio que, siempre según Vademecum.es, cuenta con productos autorizados. Concretamente con seis, aunque ninguno de ellos pertenezca a su línea de productos homeopáticos.
De modo que ese es el panorama que he encontrado, simplemente con esas pocas empresas y sin entrar en el aún más ancho y proceloso mundo de los tratamientos "naturales": a la espera de comprobarlo (y, por supuesto, voy a intentar comprobarlo) ni uno solo de sus productos homeopáticos parecen contar con autorización administrativa para su venta.
En algunos casos la culpa, o buena parte de la culpa, es de las autoridades sanitarias, que desde 1994 no se han dignado a conceder las oportunas autorizaciones. Aunque, a la vista de que muchos de los productos que he ido comprobando resultan de difícil o imposible legalización, ni con aquel Decreto ni con el actualmente vigente, mi impresión es más bien que no se atrevieron a denegarlas.
En otros, la verdad, no tengo ni idea: repito que por lo que he podido ver muchos, muchísimos productos no son legalizables, ni siquiera con las generosas condiciones que la legislación establece para los remedios homeopáticos, pero tampoco sé si eso (y la evidente dejadez de la Administración) han llevado a que alguno de los laboratorios ni siquiera se haya molestado en rellenar la solicitud de registro. Ya veremos qué voy averiguando.
Pero, en cualquier caso, vuelvo al principio. ¿Se imaginan la que se armaría si una empresa farmacéutica intentase comercializar un medicamento de los de verdad sin haber obtenido antes la autorización? Supongo que se le echaría todo el mundo encima, y con toda la razón.
Y sin embargo, con los productos homeopáticos y fitoterapéuticos parece que no hay problema. La etiqueta de "naturales" les da una especie de patente de corso que aparentemente tiene su justificación, ya que, al fin y al cabo, muchos de ellos no producen ningún efecto real, ni positivo ni negativo. Pero solo aparentemente: como hemos visto, en otros muchos casos se venden como homeopáticos productos que sí contienen extractos de plantas, o principios activos y hasta metales tóxicos tan poco diluidos que sí que pueden resultar perjudiciales para la salud.
Y aunque en la mayoría de estos "remedios" las fantasías homeopáticas sobre la potenciación se encargan de que los ingredientes activos hayan desaparecido sin dejar el menor rastro, sigue estando presente el problema del control de su correcta elaboración. Con lo cual no quiero decir que tengamos que sospechar nada sobre ninguna de esas empresas, claro, pero es que los controles que la legislación establece para la elaboración de fármacos no se basan en la sospecha de que Pfizer o Bayer nos la vayan a meter doblada, sino en la precaución necesaria para evitar en Pfizer o Bayer (o Boiron, vaya) cometan un error en la fabricación de un lote, se les cuele una partida de agua contaminada, o tengan cualquier incidencia que luego repercuta en la salud de los consumidores de sus productos. Incidencia entre las cuales también está, claro, la eventualidad de que nos la metan doblada.
De hecho, recordemos que hace algún tiempo comentábamos que la Agencia Española del Medicamento retiró en su día del mercado tres productos homeopáticos de los Laboratorios Biótica debido a una alerta acerca de posibles reacciones adversas. Y, ya que estamos, recordemos también que para dicha retirada la Agencia se limitó a acordar la denegación de la autorización que los laboratorios habían solicitado en 1995. Como esto ocurrió en 2008, una simple operación aritmética nos dice que los productos estuvieron en el mercado nada menos que trece años sin contar con autorización administrativa.
En fin, que como ven una medida como la de la Asociación Nacional de Autoridades Regulatorias de Farmacia de Canadá no solo es legalmente impecable, sino absolutamente necesaria, especialmente para proteger a los consumidores de este tipo de productos.
Pero, como ven también, tenía yo razón en mi apreciación: si se aplicase aquí las farmacias se quedarían medio vacías. ¿O no?
En fin, que como ven una medida como la de la Asociación Nacional de Autoridades Regulatorias de Farmacia de Canadá no solo es legalmente impecable, sino absolutamente necesaria, especialmente para proteger a los consumidores de este tipo de productos.
Pero, como ven también, tenía yo razón en mi apreciación: si se aplicase aquí las farmacias se quedarían medio vacías. ¿O no?
Actualización a 15 de febrero de 2010: Tras una laboriosa búsqueda en la base de datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, tengo que hacer una rectificación a lo anterior: en realidad son siete y no seis los productos de Soria Natural que aparecen como autorizados. Por lo demás los datos son los mismos.
Por caridad, ¿alguien sabe de algún "medicamento homeopático" que tenga autorización para venderse como tal?
¿Y desde cuándo en España se aplican según qué leyes?
ResponderEliminarMagnífico trabajo. Estaré al pendiente de lo que sigas publicando al respecto. No conocía la versión antroposófica del disparate este. Gracias y ¡saludos desde México!
ResponderEliminarLa de disparates que llegan a soltar los homeópatas no se soluciona por muchas sucusiones a que nos sometan...
ResponderEliminarPor otro lado, me preocupa que uno de los productos (me niego a llamarlos medicamentos) lleve extracto de Belladona y a 2D. La atropina sí es un principio activo, se recoge en diversos medicamentos que sí cuentan con autorización y tiene actividad sobre todo sobre los músculos respiratorios y creo que también sobre el cardíaco (aparte del uso cosmético que de ella se hacía en la roma antigua...). Gente delicada con problemas respiratorios se podría llevar un buen susto tomando ese producto. Sería deseable que la agencia del medicamento o estancias similares se sentara y examinara estos mejunjes con detenimiento.
Solo comentar un par de cosas, que aunque habría alguna más, no quiero hacerme repetitivo.
ResponderEliminarLa primera nos viene a demostrar, una vez más, que desconoces la homeopatía cuando en tu frase:
“con la salvedad de que en este caso sus potencias son tan solo D1, D2 y D3, lo cual por sí solo ya le impediría ostentar esa advertencia de "medicamento homeopático" que también tiene en su etiquetado.”
das a entender que las diluciones D1, D2…no són homeopáticas. Se considera remedio homeopático todo aquel que se fabrica acorde con la farmacopea de productos homeopáticos, es decir, resumiendo, con productos que se diluyen y dinamizan. Por tanto, una D2 acorde con esto, es tan homeopática como una 30 CH.
La segunda no es fruto solo de tu escepticismo exacerbado, sino que demuestra tu total desconozimiento sobre el funcionamiento del cuerpo humano (y desde el punto de vista más físico, que no místico):
“pero teniendo en cuenta que están indicados como tratamiento detoxificador, no creo que tenga demasiada importancia: si el problema es imaginario, ¿qué más da que los remedios tampoco tengan demasiada consistencia real?”
Ahora va a resultar que nuestros emuntorios son imaginarios, que las toxinas generadas por el propio metabolismo, las guardamos en unas bolsas a modo de aspiradora, porque según tú, el proceso detoxificador no existe.
Voy a hacerte solo un pequeño resumen de uno de los multiples procesos de detoxificación que se dan las 24 horas del dia: al higado le llegan metabolitos intermedios , productos tóxicos del medio ambiente, toxicos alimentarios….A través del conjunto de enzimas Citocromo P450, los transforma activandolos para que sean susceptibles de pasar por la fase II de desintoxicación hepática que los conjugará con otros productos haciendolos eliminables por la bilis o por los riñones. Por tanto, cualquier producto que incremente la actividad de los emuntorios, es un detoxificador, y en eso se basa el detoxificador de Heel, entre otros.
Ya si también vas a negar estos procesos, apaga y vamonos…
Un saludo
Pues ya que comentas un par de cosas, Xalarcon...
ResponderEliminarRespecto a la primera, corrígeme si me equivoco, pero tengo entendido que la farmacopea homeopática europea admite como grado mínimo de dilución 3D, y grados superiores en determinadas sustancias peligrosas.
En cuanto a la segunda, Heel no habla de los procesos ordinarios del metabolismo, sino de cosas como el drenaje linfático o la "detoxificación, ideas ampliamente acreditadas como pseudocientíficas. De todos modos, si no lo crees así y puedes aportar alguna información rigurosa y contrastada sobre el tema ya sabes que eres bienvenido.
Y respecto a la tercera... bueno, que me llama la atención que no haya tercera. Como habrás leído en esta entrada, mi conclusión es que la mayor parte de los remedios homeopáticos comercializados en España, si no todos, carecen de autorización sanitaria para su venta. ¿No tienes nada que decir al respecto?
Si, las diluciones permitidas dependen de la “toxicidad” del producto diluido. Así hay productos que pueden ya usarse a la D1 y otros que no se permite por debajo de una 4CH. Pero eso no tiene que ver con el hecho de que una D2, siga siendo tan homeopática como una 30 CH, contrariamente a lo que tu dabas a entender.
ResponderEliminarPara mi “detoxificación” y “desintoxicación”, són la misma cosa, y són procesos que se dan de forma biológica en el cuerpo humano. De hecho, el sistema linfatico tiene como misión captar los desechos que las células hechan al liquido extracelular, y llevarlo al sistema venoso para que puedan ser metabolizados por el hígado. Por lo tanto, no sé de donde sacas que sean ideas “pseudocientíficas”, son procesos biologicos que se dan continuamente. Una prueba de ello la tienes en los edemas que se dan en las mujeres a las que se les extirpa un pecho y el tejido linfático que hay a su alrededor. O los graves problemas de toxicidad que se sufren por insuficiencia renal o hepática.
Heel si habla de los procesos ordinarios, así como de tóxicos externos, y alude a que su producto estimula el drenaje linfático. Que tu no creas que ese producto pueda estimular el drenaje línfatico, es otro asunto, pero no me digas que la “detoxificación” és una invención, porque no es cierto.
En cuanto a la ausencia de autorización sanitaria: ¿exime esta ausencia de la actividad, o no, del producto? Es un trámite burocrático del qual el único responsable es el estado. Evidentemente, deberían tenerlo para dar garantias de calidad, aunque estas garantias no las da el hecho de pagar unos impuestos.
¿ Recuerdas el famoso Bio-bac? Se retiró aludiendo falta de efectividad y a que no tenia la pertinente autorización. Finalmente, tras batallas legales, intereses económicos de farmacéuticas y distintos intentos de desprestigiar a la empresa fabricante (sabes bien que las campañas de desprestigio sin fundamento por motivos económicos existen a todos los niveles), se le dio autorización como producto dietético. Es decir, estamos como al principio, sigue haciendo el mismo efecto (aunque tu dirás que nulo) pero, con la correspondiente autorización. ¿Ahora tiene efecto por tener “los papeles”?. ¿Es fabricado con más seguridad por tener autorización? A ningún fabricante que se tercie le interesa tener problemas con sus productos puesto que seria el fin de su empresa.
Con todo esto quiero decir, que no por carecer de autorización va a tener más o memos acción un producto.
Xalarcon, como puedes ver la entrada está dedicada exclusivamente a comprobar la situación legal de esos productos. Así, por ejemplo, la legislación española y europea solo reconocen como medicamentos homeopáticos los productos elaborados conforme a alguna farmacopea homeopática aprobada en Europa, y si no estoy mal informado (aquí solo tengo referencias indirectas), las farmacopeas europeas solo recogen productos sometidos a grados de diluciones iguales o superiores a 3D. Por supuesto, desde la doctrina homeopática una dilución 1D será tan homeopática como una a 200K, pero desde el punto de vista legal (insisto, si no estoy mal informado) no.
ResponderEliminarSobre el comentario sobre el tratamiento de "detoxificación" de Heel, creo que basta con leer sus afirmaciones para comprobar que se trata de pura cháchara pseudocientífica, pero podemos concederle el beneficio de la duda: ¿hay alguna investigación científica que lo avale? Lo pregunto, más que nada, porque yo no la encuentro.
Y en cuanto a la ausencia de autorización sanitaria, volvemos a lo mismo: estoy planteando solo la situación desde el punto de vista legal, y mis únicas conclusiones en esa entrada son que no he encontrado aún ni un solo producto homeopático autorizado. ¿Que el problema es de la Administración? Estoy de acuerdo, aunque solo en parte, porque al fin y al cabo, como habrás visto, muchos de ellos tampoco pueden obtener esa autorización sencillamente porque ni siquiera cumplen los criterios, bastante benévolos, que la legislación establece para los productos homeopáticos. ¿Que el hecho de que estén o no autorizados no tiene que ver con su efectividad (o ausencia de efectividad)? Pues también es cierto, sobre todo teniendo en cuenta que para autorizar un producto homeopático sin indicación terapéutica no hace falta acreditar su efectividad. Pero eso no quiere decir que la falta de licencia carezca de importancia o sea una mera cuestión de pagar o no las tasas. No estamos hablando de pañuelos de papel, sino de productos que se venden con la etiqueta de "medicamentos", que se consumen para (supuestamente) tratar afecciones de salud y que en muchos casos no consisten solo en lactosa o agua, sino que contienen sustancias activas. El hecho de que los fabricantes los vendan sin licencia y que la Administración, los farmacéuticos o quienes los prescriben hagan la vista gorda ante esto es, lo miremos como lo miremos, un escándalo.
Es curioso lo de DHU. Cuando me "suicidé" con el Tussikind me dí cuenta que las dosis que le meten de "principio activo" son relativamente "altas" para lo que se entiende en homeopatía. Todo eran D4, D3, etc... Poco potentes según los homeópatas, vamos mucho "principio activo". La verdad es que calculé 0'4 miligramos de "principio activo" en todo el bote que me tomé y eso me obligó a leer un poco sobre lo que llevaba por si acaso. En general un "remedio" homeopático con diluciones de D15 y cosas similares te lo puedes tomar como agua sin problemas, pero las D4 y D3 me lo tuve que pensar y leer bien, al fin y al cabo unos micrográmos de LSD te colocan. Pero vamos, esto era todo bastante inocuo, lógico siendo para críos y no llevando ninguna recomendación.
ResponderEliminarEn fin, yo la batalla de momento la doy por perdida, la memez humana no tiene límites.
http://tejedor1967.blogspot.com/2010/02/me-suicide-con-tussikind.html
Hay eventos que no tienen explicación científica y son reales,se constatan sistematicamente en el consultorio,por ejemplo Freud,partió la psicologia en dos con su descubrimiento del inconciente lo hizo agrupando su experiencia.Los cientificos tienen un problema con la homeopatía, que si actúa es que fue sugestión y si no es que es un fracaso.obvio que a veces no falla la homeopatía si no el homeopata.la homeopatía bien llevada por un médico presto es espectacular y vamos traumell si que muestra su efecto.
ResponderEliminarpues si quieres hacer una critica a la homeopatia, o lo que quieras, me parece correcto, pero no lo compares con medicamentos que "si" han probado sus efectos terapeuticos....te sorprenderias de la cantidad de ellos que se venden en el mercado, supuestamente con esos estudiados efectos, que si lees algunos de los procedimientos hay muchos medicos que precisamente en petit comite, se rien abiertamente de sus "propiedades" (hay veces que en estudio doble ciego les ganan las capsulas con el placebo) si no directamente les tiemplan las piernas, vease el caso del medicamento para la menopausia que ha truncado las vidas de centenares de mujeres en nuestro pais recientemente y que la ministra de sanidad se ha lavado las manos, como la calcitonina, etc...solo tienes que buscar un poco en la web...pues eso amigos, informaros bien, por que hoy en dia como no te informes y te dejes llevar por medicos mal formados os pueden hacer un ocho....no conozco a nadie que le haya dado una iatrogenia na causa de la homeopatia.
ResponderEliminarCon todo respeto bien dicen la ignorancia nunca es mas atrevida que cuando critica, tal vez el error es seguir dando un tinte esoterico a lo que cientificamente ya esta demostrado hace rato en las revistas de inmunologia , la activacion de los linfocitos th3 en el mecanismo llamado induccion de tolerancia inmunologica explica la unica manera de accion demostrada por remedios de este tipo y de otros que pronto seran comercializados a precios altos y no son mas que homeopaticos, ya veran.. en el futuro. Las escuelas de Medicina ortodoxas las que respeto mucho por que nos permite iniciar nuestros conocimientos en el metodo cientifico inductivo (llamado modernamente Medicina basada en evidencia), y degraciadamente no aplica el metodo deductivo donde se explica las fallas mas amplias de la medicina ortodoxa si tu lees Harrison y das un examen ortodoxo cuando te pregunten causas de enfermedades contesta idiopatico y veras que haces un buen examen entonces como pueden asegurar que las toxinas por ejemplo no son la causa cuando en los libros de medicina interna describan una causa a las enfermedades podran asegurar y criticar lo demas entre tanto la medicina seguira en las mismas con causas idiopaticas y produciendo efectos secundarios en remedios simplemente sintomaticos
ResponderEliminarUn gusto saludarles
tanto hablar os va a matar¡ recordar de dónde viene todo lo que consumís ahora, de donde viene el vademecum, y de dónde sale los medicamentos que tomáis hoy en día, si, ..será por acentos¡
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