13 de diciembre de 2006

En estas navidades...

Las comillas son mías, pero la frase no. La frase la he escuchado dos veces en otros tantos informativos de Radio Nacional, entre la una y las dos de esta tarde. Dice así:

Las familias españolas gastaremos casi seis mil millones de euros de media estas fiestas.


Seis mil millones de euros es un pastón. Pero seis mil millones de euros por familia es una barbaridad. O eso me pareció a mí; evidentemente a quien redactó la noticia y a quien la leyó no les pareció tan disparatado.

En fin, que no sé ustedes, pero yo, a pesar de las fuertes inversiones en pañales, juguetes (¿para qué puñetas habrá que comprarle un regalo de Papá Noel o de Reyes a una cría que aún no tiene edad ni siquiera para creer en ellos?), potitos y demás, creo que no llego.

12 de diciembre de 2006

Adiós, Pinochet. Hasta nunca.

Siendo optimista, reconozco que me gustaría mucho que cuando mi hija vaya al colegio, haga sus deberes de historia, y me pregunte qué es una dictadura, yo le tenga que responder el pasado. Que eso, Alicia, era una cosa que había antes, pero que ya no hay. Me gustaría que sólo pensase en Pinochet como algo de un pasado cada vez más remoto, más superado y más imposible de resurgir.

Pero no me lo creo.

Siendo realista, esperaré a ver si en el funeral de Fidel Castro se sigue hablando de "lider de la Revolución" o "el Comandante", evitando cuidadosamente palabras como "tirano" o "dictador". Siendo realista, empezaré a creerlo cuando ningún tiranuelo del mundo árabe sea alabado u odiado según sea amigo o no de Occidente.

¿Llegará el día en que no tengamos que tolerar la dictadura de un fantoche como Kim Sun-Il sólo porque tenga armas nucleares? ¿Se fijarán alguna vez los políticos en el historial delictivo de Teodoro Obiang, en vez de deslumbrarse por sus bolsillos repletos de petrodólares? ¿Reconoceremos alguna vez como un caudillo vociferante incluso a los caudillos que vociferan contra quienes nos caen mal?

Soy pesimista. Llevamos demasiado tiempo dividiendo a los "hijos de puta" en "nuestros" o no como para que los regímenes dictatoriales pasen definitivamente al desván en el que la Historia guarda sus pesadillas. Mientras se estén comiendo a los caníbales, no nos importará que lo que coman sea carne humana.

Hasañas Bélicas

Es muy posible que los escépticos nos equivoquemos al pensar que el fabuloso mundo del circo paranormal carece de sentido del humor. Es un error comprensible: por mucho que hablen de "mente abierta" y esas cosas, la realidad es que para muchos magufos sus creencias son eso, creencias, es decir, dogmas de fe. Y claro, cuando los malvados escépticos ponemos en evidencia lo ridículo de esos dogmas, reaccionan con la misma ecuanimidad, el mismo "buen rollo" y la misma actitud de respeto hacia las visiones alternativas del Universo que el ayatollah Jamenei ante aquellas famosas caricaturas de Mahoma. Vamos, que agarran un cabreo de tres pares de narices y llaman a la Guerra Santa contra el infiel.

Pero eso no quiere decir, insisto, que carezcan del todo de sentido del humor. Ni mucho menos. Incluso en esas llamadas a la Santa Cruzada contra el Escéptico podemos encontrar rasgos del humorismo más refinado.

Un ejemplo lo tenemos aquí, en esta misma bitácora. En esta entrada, un comentarista se despacha contra otro diciendo que

Y qué raro, un lameculos que se mete en guerras que no son la suya e intenta ir de guay


Ahí es nada: si habla de que otros se meten en guerras que no son la suya... ¡es que el tipo está en guerra!

Parece una declaración terrible, ¿verdad? Pero sólo lo parece si la leemos dentro de los estrechos márgenes de nuestras cuadriculadas mentes escépticas. Un análisis más abierto a nuevos paradigmas nos muestra que es otra cosa. Repasemos: este tipo dice que está en guerra, sí. Pero no dice ni por qué, ni cómo, ni para qué, ni contra quién. Ni siquiera dice quién es él, en qué lugar se enamoró de quién, de dónde es o a qué dedica el tiempo libre. Nada. En fin, no sé qué les parecerá a ustedes, pero a mí esta "declaración de guerra" me resulta tan surrealista que no puedo evitar imaginarme al tipo con un casco en la cabeza y un teléfono en la mano diciendo aquello de

- ¿Está el enemigo? ¡Que se ponga!

Y reconozco que imaginándome esto me quedo más tranquilo. Así la frase no sería una bobada, como aparenta, sino un chiste. Y lo de firmar como anónimo no se debería a que su autor no se atreva a poner su nombre o a que le dé vergüenza hacerlo, no. El autor sería, evidentemente, el fanstasma de Gila. Y claro, firma como anónimo porque como sabe que aquí, con permiso de Manolo-elmas, estamos convencidos de que los fantasmas no existen...

No sabemos si también tiene intención humorística la amenaza que nuestro entrañable Bruno Cardeñosa lanza contra Magonia, y que publica en su blog Lois López. Y no me refiero a eso de amenazar con lanzar al ataque a sus abogados, que parece que es la última moda en el mundillo de lo paranormal (es que no escarmientan...). Hablo más bien del "fondo" del chiste: como Cardeñosa está exigiendo a Luis Alfonso Gámez que rectifique algo que Luis Alfonso no ha escrito, Bruno parece pretender que nos riamos haciéndonos creer que no es capaz siquiera de entender correctamente lo que lee. Pero ha utilizado el chiste ya tantas veces que a estas alturas da más pena que gracia.

Debería aprender de un recién llegado. No en el mundillo de lo paranormal, en el que ha protagonizado hazañas tan sorprendentes como entrar en contacto telepático con una langosta. Quiero decir recién llegado al humorismo paranormal. Aunque bueno, leyendo otra vez lo de la langosta, creo que habrá que considerarlo también como un veterano en esto.

En fin, me refiero como es obvio a Marcelo Gabriel Silva, conocido vendedor de camas piramidales y ahora también coorganizador de los viajes esotéricos de Manuel José Delgado. Gabriel Silva ha irrumpido con fuerza en el escenario de "El paraclub de la comedia" con un monólogo, también de temática bélica, que podríamos titular algo así como "¡A las barricadas!", y que viene a decir lo siguiente:

Hola a Tod@s:

Me parece que ya es hora de poner definitivamente, las cosas en claro respecto a esa gentuza que se apropia indebidamente del término "escéptico", pero que no tiene mejor que hacer que empeñarse en negar y entorpecer el avance de la actividad y el pensamiento científico, cuando no son investigadores de nada, ni poseen autoridad de Consejo Científico, ni de organismo público ni de policía. ¿O se instauran como una neoinquisición?.
El hecho de estar unidos en una burda causa común, tener algunos titulillos académicos y tener personería jurídica, no les da ninguna autoridad para hablar de lo que no conocen. Eso es justamente lo que hacen los necios, a un paso de la imbecilidad, pero estos (Charlatanes y ARPíos) además, cometen un delito contra las personas.

Quienes trabajamos -lucrativamente o no- en las cuestiones que estos falsos escépticos denostan, tenemos dos alternativas pero necesariamente debemos optar por una. No sirven las cosas "a medias".

Alternativa "A": Los ignoramos rotunda y absolutamente, no permitiéndolos entrar en nuestros foros ni haciéndonos eco de sus burradas. Ello obligaría a hacer moderados los foros y por más que digan que es "antidemocrático", vale el ejemplo de nuestras propias casas, donde podemos hacer tertulias, fiestas y reuniones, pero nadie dejaría que cualquiera de la calle -invitado o no-entre, haga y diga lo que se le de la gana. Ninguno de nosotros se mete en esos foros de falsos escépticos, donde jamás extraeremos nada nuevo ni útil, ni les impedimos que se revuelquen en sus propias lacras intelectualoides.

Alternativa "B": Emprendemos una Guerra a los Falsos Escépticos, con actividad mediante todos los foros y páginas web, creación de blogs, etc., redactando cada uno lo que considere conveniente. Si se elige esta opción, aparte de lo dicho podemos elaborar un manifiesto que me comprometo a redactar y luego lo corregimos y/o mejoramos entre todos, para su posterior firma (en papel impreso) por todos los
interesados.

Dicho manifiesto puede constituirse en un material de peso para pararles los pies en el terreno jurídico a esa pandilla de DELINCUENTES, cuyo delito preferido es calumniar, infamar y agredir el buen nombre y reputación de las personas que trabajamos en cosas que sus subnormales inteligencias no pueden alcanzar. Aprovecho para denunciarlos públicamente, puesto que tengo sobradas razones, incluso para entablar demanda judicial, que no descarto iniciar oportunamente. Mientras, pueden enviarme sus comentarios a mi correo, para seleccionarlos y agregarlos a http://verdaderosescepticos.blogspot.com/

Por mi parte, la opción "B" de Guerra a los Escépticos sería la más adecuada, tanto por el hecho de que cometen un verdadero delito, según el Código Penal de casi todos los países, produciendo perjuicio económico y moral a quienes hemos hecho de nuestras convicciones una forma de vida arriesgándolo todo, pero peor aún, produciendo un brutal entorpecimiento del avance científico, tal como en su momento lo hiciera la Inquisición. Pero cualquiera de las opciones que elijamos, por mayoría de votación entre foros, con resultados a constatar por cada moderador, estaría bien. El caso es no dejar que estos delincuentes sigan entorpeciendo a la Ciencia de verdad.
Propongo el plazo de una semana para que cada foro haga sus votaciones. No vale votar en más de un foro, ya que no es una compulsa política ni para fortalecer una posición u otra, sino para tener una estadística -no vinculante- de cuál es la idea de la mayoría.
Luego seríamos los moderadores de cada foro quienes votaríamos concretamente por una de ambas opciones, pero para ello necesitamos la colaboración de todos, tanto en la opinión como en apoyar luego lo que se decida, manteniendo en todo caso una defensiva en los blogs (más factibles de ser vistos en la web), pero si se elige "A", debería cortarse de una vez el eco del asunto en los foros, a fin de evitar las molestias de estos "sabelotodo".

Por favor difundir por todos los foros y contactos.

Un Abrazo Fraterno
Gabriel


¿Qué les parece? Un tipo que dice semejantes cosas acusa a los escépticos de "calumniar, infamar y agredir el buen nombre" suyo y de sus colegas. Un tipo que afirma que la molécula de agua tiene una estructura piramidal, que las pirámides generan un campo que concentra los neutrinos y que, en fin, dice cosas como estas se proclama en su blog "verdadero escéptico", y llama "falsos escépticos" a quienes ponemos en tela de juicio semejantes paparruchas. Un tipo que se proclama a sí mismo "Guerrero de la Luz" y que se despide diciendo que "Os he expuesto abiertamente mi Alma en estas palabras, a fin de que me llaméis 'Camarada'. ¡Sieg Heil!" se permite dar lecciones sobre los límites de la libertad de expresión. Un tipo, en fin, que vende camas con una pirámide encima diciendo que curan el reúma, ralentizan el envejecimiento, evitan las infecciones, combaten el estrés, tienen efectos "desinflamatorios" (sic) y hasta te arreglan los esguinces en un pispas (además de afilar cuchillas de afeitar, claro), habla de delitos y de ilegalidades. Vamos, que lo único que no es para partirse de risa es lo de que los escépticos causamos perjuicio económico a quienes trabajan -lucrativamente o no, o más bien sí, digo yo- en el circo de lo paranormal. Porque ahí seguro que habla absolutamente en serio.

En fin, un fino humorista, ¿verdad? Y si encima tenemos en cuenta que es cantante con amplia experiencia en bodas y comuniones, y toca la guitarra... Pues eso, que tiemblen Les Luthiers.

¡Ah! Y, por favor, si tienen oportunidad de votar la propuesta de este hombre, háganlo por la opción "B". No es por corporativismo: es que seguro que así la cosa se pone aún más divertida.