29 de junio de 2011

Meditación Trascendental con freno y marcha atrás

Hay que reconocer que una noticia así hubiese merecido sin duda titulares como estos:



De hecho, hasta sería comprensible que la noticia la haya recogido algún que otro Colegio Oficial, como el Colegio Profesional de Enfermería de León, tal y como contaba en Twitter Patricia Rubio y como recoge ella misma en Rincón Enfermero.

Sería, sería... si la noticia fuese cierta.

Vayamos por partes. Según la noticia, este resultado se derivaría de un estudio publicado este mismo lunes nada menos que por Archives of Internal Medicine, una prestigiosa revista médica norteamericana. Revista que tiene la buena costumbre de publicar en internet resúmenes y hasta artículos completos de cada número, así que un servidor no ha tenido otra ocurrencia que irse a mirar el índice del número de esta semana, índice en el que el estudio... bueno, brilla por su absoluta ausencia, como pueden comprobar ustedes mismos. El estudio no aparece tampoco en el número anterior, ni en el anterior a ese, ni, en fin, en ningún otro.

¿Qué es lo que ha pasado? ¿No existe el estudio?

Bueno, sí que existe. De hecho, existe desde hace ya un par de añitos. Lo que ocurre es que la revista ha decidido no publicarlo por causas no muy claras. Según cuenta Erika Check en el blog de noticias de Nature, los editores anunciaron la retirada del artículo doce minutos (sí, doce minutos) antes de su publicación en la edición digital. Según los editores

Tomamos esta decisión para proporcionar tiempo para la revisión y el análisis estadístico de datos adicionales no incluidos en el artículo original que los autores proporcionaron menos de veinticuatro horas antes de la publicación.

El aviso llegó demasiado tarde para algunos medios y en particular para The Telegraph, que llegó a publicar un artículo sobre esta historia que, si bien ya ha desaparecido de la edición digital (sustituido por otro parecido, eso sí), sirvió para que la inefable Europa Press lo fusilara literalmente y lo distribuyese a los medios. Medios y agencia que, por supuesto, ni se han dignado sacar la patita que metieron ni probablemente lo hagan nunca, ¿verdad?

Pero bueno, esta es la parte anecdótica. Lo importante, evidentemente, es si el estudio es realmente sólido y fiable.

Cuestión bastante difícil de discernir. Para empezar, no sabemos cuáles habrán sido esos datos adicionales que han remitido los autores, tan importantes como para que Archives of Internal Medicine parase las máquinas (en sentido figurado, claro) y suspendiese la publicación. Pero el artículo, como hemos comentado, lleva rodando por ahí desde el año 2009, y ha habido quien ha tenido la oportunidad de echarle un vistazo. Entre ellos nada menos que Larry Husten, que cuenta que

Vamos a ser claros: incluso si los datos de este estudio resultan ser completamente fiables (algo que ya no podemos dar por seguro), los resultados son como mucho generadores de hipótesis, y no nos dicen absolutamente nada acerca de la validez real de la Meditación Trascendental (MT). Solo doscientas personas fueron aleatorizadas en el estudio, pero la mayoría de los estudios con objetivos clínicos "duros" requieren miles de pacientes. Un examen superficial del artículo levanta banderas rojas de todo tipo. He aquí otros motivos de preocupación:
  • Aunque el análisis habla de 201 pacientes, el estudio contó con 451 pacientes elegibles y 213 aleatorizados.
  • De los 105 pacientes destinados a la MT, 19 ni siquiera la recibieron.
  • 12 pacientes -6 en cada grupo- fueron aleatorizados pero excluidos porque no reunían los criterios de inclusión del ensayo.
  • 41 pacientes -20 en el grupo de MT, 21 en el grupo de control- desaparecieron del seguimiento.
Pero mi preocupación principal es el análisis del objetivo primario, que era la combinación de mortalidad por cualquier causa, por infarto de miocardio o por acidente cerebrovascular. Esto ocurrió en 17 pacientes del grupo de MT frente a 23 del grupo de control, una diferencia que según los autores adquiere significación (p=0,03) tras ajustar las diferencias de edad, sexo y uso de fármacos reductores del nivel de lípidos entre los grupos. Sin embargo, no había diferencias significativas entre los grupos en ninguno de esos factores. Peor aún, hay diferencias muy significativas en parámetros como educación (11,3 años en el grupo de MT frente a 9,9 años en el grupo de control, p=0,003) y en la escala de depresión del CES (13,8 frente a 17,7) sobre las cuales los autores no hacen ningún ajuste, aunque en ambos casos la diferencia parece favorecer al grupo de MT. En otras palabras, y empleando el viejo dicho, torturaron los datos hasta que consiguieron hacerlos hablar.


Vamos, que los resultados se obtuvieron tras ajustar unos parámetros que no había que ajustar y, sobre todo, olvidando otros (uno de ellos tan grave como el grado de depresión que presentaban los pacientes) que sí que lo necesitaban. Habrá que ver qué dicen esos nuevos datos que los autores han enviado tan precipitadamente, pero de momento la cosa pinta muy mal.

Tan mal que Husten ni siquiera ha creído necesario comentar otro motivo de preocupación: de los tres autores, dos pertenecen a la Maharishi University of Management, uno de los muchos negocios (como por ejemplo este, este, este o este otro) que montó en su día "Maharishi Manesh Yogui" para explotar, precisamente, el filón de la moda de la Meditación Trascendental. Y, por cierto, si quieren saber quién era realmente ese tipo (o el por qué de las comillas), Mauricio-José Schwarz se lo explica muy bien aquí

Un negocio que en este caso es redondo, teniendo en cuenta que la Maharishi University of Management ha estado recibiendo durante varios años subvenciones millonarias por parte del National Center for Complementary and Alternative Medicine para realizar este tipo de investigaciones. Vamos, que la publicidad de sus tratamientos, sus cursos y sus atrapabobos no es que les salga gratis, es que les supone ingresar un pastón en dinero público.

Y todo para presentar un estudio más que dudoso y forzar su retirada en el último momento. Pero eso, y lo que de verdad haya detrás del estudio cuando finalmente se publique (si es que llega a publicarse) quedará en unos pocos blogs y medios serios. Para los demás, como para los vendedores de pseudoterapias, lo que siempre quedará serán esos grandes titulares en letras bien gordas. ¿Verdad?


17 de junio de 2011

¿Volará agitando las alas?

Si echan un vistazo a La lista de la vergüenza comprobarán que la inmensa mayoría de las pseudociencias que se cuelan en las Universidades inciden en el campo de la salud. La razón es muy simple: una "teoría de la gravedad alternativa", por ejemplo, es fácil de desmentir por el sencillo procedimiento de saltar desde el balcón a ver quién tiene razón, Newton o el iluminado de turno; en cambio, la percepción del "éxito" o no de una terapia depende de tantos factores que pueden llevar a engaño que cualquiera puede crear su propia pseudomedicina (y hasta su propia pseudociencia) con la seguridad de que va a colar, por estrafalaria que sea.

Esta situación lleva a la paradoja de que muchos venden esas pseudoterapias basadas en creencias mágicas haciendo uso de la más alta tecnología, aunque sea de coña. Pero lo que no es tan habitual es lo contrario, que nos vendan alta tecnología aprovechándose de la creencia en bobadas pseudocientíficas.

Bueno, pues ahora tenemos un ejemplo. Según una nota de prensa, la compañía Airbus ha presentado su idea de cómo será la cabina de sus aviones en el año 2050. Muy bonita, por cierto:


Y dotada de todos los servicios. Lean, lean lo que dice la nota (las negritas son mías):

Las nuevas zonas personalizadas sustituyen el tradicional sistema de configuración en clases para ofrecer una nueva experiencia de volar “a medida”. En la “zona revitalizante” el pasajero se puede relajar y reponer en un ambiente enriquecido con vitaminas y antioxidantes, y beneficiarse de la cromoterapia, aromaterapia o acupuntura mientras disfrutan de una visión panorámica del mundo que les rodea.

En fin, cabe suponer que si los expertos en mercadotecnia de Airbus proponen estas cosas es porque tendrán sus razones para pensar que en 2050 seguirá habiendo mucha gente que crea en esas bobadas. Pero, ya puestos, creo que por coherencia deberían dar un pasito más y construir el avión no con los conocimientos que les brinden la física, la química, la aerodinámica o la tecnología de materiales, sino con las correspondientes teorías alternativas. Por ejemplo, ¿por qué no decir que despegará gracias a los poderes de levitación de un grupo de monjes tibetanos encerrados en la bodega? ¿O que el piloto se comunicará con los controladores mediante mensajes telepáticos? ¿O que el avión jamás podrá estrellarse gracias a los benéficos efectos de la supresión de la fila 13?

Y que mantendrá el vuelo agitando las alas. Que es lo más "natural", ¿verdad?

La enfermedad de "lo natural"

Desde un punto de vista estrictamente etimológico, naturopatía es una palabra mestiza (de padre griego y madre romana, o viceversa) que viene a significar algo así como "enfermedad natural". Y lo cierto es que en nuestros días mucha gente padece una especie de "enfermedad de lo natural", que les lleva a creer a pies juntillas que todo lo que lleve esa etiqueta (la de natural, lo sea realmente o no) es bueno, mientras que lo artificial es malo a rabiar.

Será difícil que alguno de esos naturópatas (que, otra vez con la etimología en la mano, serían quienes padecen la enfermedad de lo natural) lea Los productos naturales, ¡vaya timo!, escrito por JM Mulet y publicado por la Editorial Laetoli, pero buena falta les haría. A lo largo de siete capítulos JM Mulet desmonta no solo los mitos que rodean a la "medicina natural" (batiburrillo de pseudoterapias de las que muchas no son naturales, y ninguna es realmente medicina), sino también la "alimentación natural", la llamada "agricultura ecológica" y el miedo a los transgénicos, el timo de los "hogares naturales" y hasta los equívocos y medias verdades con los que muchas veces se nos vende la "energía natural". Y lo hace siguiendo su estilo: con humor (a veces incluso sarcástico) pero con rigor, con datos contrastables y respaldados por los resultados científicos. Y sin cortarse un pelo: si hay que decir que el único efecto demostrado del bífidus es multiplicar el precio del yogur lo dice, si hay que contar que los sistemas de producción de energía eólica o solar sólo son "limpios" y "baratos" porque no se tienen en cuenta el efecto contaminante de su fabricación e instalación ni la gran cantidad de subvenciones y primas que reciben, lo cuenta, y si tiene que recordar que la agricultura "ecológica" está detrás de la mayoría de los casos de intoxicaciones y contaminaciones bacterianas por alimentos que se producen en Europa, pues también lo recuerda.

En realidad, Los productos naturales, ¡vaya timo! es, más que una cura, una vacuna contra la enfermedad de "lo natural". Cualquier persona que viva en nuestra sociedad está acostumbrada a escuchar lo bueno que es lo "ecológico", lo mala que es "la química" y lo trementamente terroríficos que son los productos transgénicos. Así que no está de más que alguien le recuerde que la mayoría de esas cosas que llevan la etiqueta de "ecológico" y "natural" realmente no lo son, que nuestro nivel de vida (y en muchos casos el hecho de estar vivos para disfrutar de él) se deben en buena parte a los logros de la ciencia y la tecnología, y que de cara al futuro la solución más segura y eficiente para encarar problemas como la escasez de alimentos o de combustibles es la biotecnología.

Las plantas que cuidan amorosamente de nuestra salud solo existen en los cuentos de hadas, las vacas que retozan alegremente por los pastos resultan sencillamente insostenibles desde un punto de vista ecológico, y confiar nuestra salud a las "terapias naturales" es lo mismo que no hacer nada, pero mucho más caro. Es bueno que alguien nos lo recuerde de vez en cuando. Y si encima lo hacen con buen estilo, buenos datos y buen humor, ¿qué más podemos pedir?

12 de junio de 2011

¡Denuncie o cállese!


Parece que estos días se ha desatado entre el maguferío una competición para ver quién se pone más chulo. Si en mayo tuvimos el caso de las amenazas de demanda contra Submundo Mental, y hace un par de días fue Enchufa2 quien tuvo que sufrirlas por parte de un supuesto vidente que ni siquiera fue capaz de adivinar lo que iba a provocar con ello, ahora parece que le toca el turno a Criando cuervos. La causa está en esta más que correctísima entrada en la que se critica la irresponsabilidad con la que un blog supuestamente dedicado a la farmacia (y que en realidad parece destinado más bien a fomentar la credulidad de su clientela, como podrán comprobar si tienen el estómago suficiente para visitarlo) recomendaba nada menos que esto:



Y no crean que hablaban de tomar oscillococcinum para evitar el resfriado, o excrementum caninum (sí, es exactamente eso que están pensando) como preventivo de las gastroenteritis infecciosas. La infame entrada de Blog de Farmacia recomienda la homeopatía para prevenir, agárrense fuerte, el ántrax, la malaria, la disentería, la poliomielitis, la viruela, el tifus, el cólera...

En fin, un prodigio de la irresponsabilidad que podría hasta entrar de lleno en el terreno de lo criminal si el responsable del blog fuese un farmacéutico, cosa que Rubén, el autor de la entrada de Criando cuervos, ponía en duda basándose en los escasos datos que pudo encontrar sobre la propiedad de Blog de Farmacia y, sobre todo, en la dificultad de creer que todo un profesional de la farmacia llegue al extremo de recomendar el uso de simples placebos contra enfermedades que pueden llegar a ser mortales.

Bueno, pues ahora parece que el propietario de Blog de Farmacia ha dado señales de vida. Y no precisamente para pedir perdón o para rectificar. Ni siquiera para recomendar a sus lectores que además de tomar las píldoras de azúcar milagrosa se vacunen, algo que no deja de ser miserable (al fin y al cabo seguiría intentando venderles remedios absolutamente inútiles), pero que al menos se limitaría a jugar con su bolsillo y no con su salud. No, nada de eso:


No hagan caso de lo de la revelación de datos privados. Se trata simplemente de que Rubén hizo públicos en la entrada estos datos, que como ven ya son públicos y cuya única revelación es que Blog de Farmacia tampoco se preocupa demasiado de cumplir lo que establece la Ley de Servicios de la Sociedad de Información. Y en cuanto a la "difamación"... bueno, también pueden olvidarse, como explica muy bien Abogado Amigo en esta entrada.

Lo que no conviene olvidar (y parece que este y los demás justicieros de pacotilla sí que lo han hecho) es que, como suele decirse, no hay que apuntar con un arma si uno no está realmente dispuesto a usarla.


Vamos a dejar de lado la cuestión de las injurias y calumnias y acercarnos a otra parte del Código Penal. El artículo 171 dice en su apartado primero que

Las amenazas de un mal que no constituya delito serán castigadas con pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a 24 meses, atendidas la gravedad y circunstancia del hecho, cuando la amenaza fuere condicional y la condición no consistiere en una conducta debida. Si el culpable hubiere conseguido su propósito se le impondrá la pena en su mitad superior.

Amenazar a alguien con formular contra él una querella o una demanda cuando reallmente no hay ninguna intención de hacerlo, sino que únicamente se pretende meter miedo, es por tanto un delito. Delito al que se le pueden añadir otros, como las injurias y calumnias en las que pueda incurrir el tipo que formula la amenaza o, como parece que ha ocurrido en el inefable caso de Sandro Rey, el envío de un mensaje haciéndose pasar por abogado.

Y aunque, de momento, parece que ninguno de los que han recibido este tipo de amenazas tiene intención de acudir al Juzgado, no estaría de más que quienes sientan la tentación de asustar a sus críticos tengan esto en cuenta. Intentar usar el miedo para suplir la falta de argumentos tiene también su riesgo, así que, como diría James Randi, en un caso así ¡denuncie o cállese!

9 de junio de 2011

Su vidente le aconseja acudir al homeópata

(Entrada publicada por Almudena en el blog Enchufa2)





Esta es la transcripción de un fragmento de vídeo visto este miércoles en el Intermedio. En ella, una mujer (presumiblemente anciana) llama al programa nocturno del vidente Sandro Rey de La Sexta, para preguntar por la salud de su nieta. Se produce entonces la siguiente conversación:

—Hola, buenas noches.
—Hola buenas noches.
—¿En qué le puedo ayudar señora?
—Pues quería saber por la salud de una nieta.
—La salud de su nieta… hombre, aquí lo que más salen son alergias e insuficiencias respiratorias. ¿Cómo se llama usted?
—Yo soy Leo.
—Pues lo que veo más es cansancio físico o psíquico, o sea, “farta” de oxígeno, alguna alergia, algún problema en las vías respiratorias, las fosas nasales, faringe, bronquitis… eso es lo que yo le veo a esta nena. Pero no le veo nada malo, es pasajero, o sea…
—No, no, no… la niña no tiene eso eh, nada de eso.
—Bueno, eso es lo que yo estoy viendo.
—No, no, no, no.
—¿Qué tiene la niña?
—La niña tiene una enfermedad que le llaman Crohn, el Crohn. Y alergia no tiene ninguna.
—Sí… bueno, piense que… pero piense que esa enfermedad le crea una insuficiencia respiratoria. Eso no lo digo yo, lo dicen los doctores de…
—De momento no la tiene.
—Bueno, esa enfermedad, normalmente, los doctores de este país lo saben, crea a medida que va pasando el tiempo una insuficiencia respiratoria y las defensas al estar muy débiles también crean alergias, alergias internas-externas, o sea… Esa es la enfermedad que usted dice que tiene esa nena. Pues muy bien, pero deriva, deriva… o sea, lo que yo digo estoy diciendo es deriva. Y ella, aunque ahora no lo tenga no quiere decir que no lo vaya a tener pero yo, a la nena, lo que sí le recomiendo es que la pongáis en manos de un buen homeópata.

Es decir, que el tipo le diagnostica a la nena alergia, insuficiencias respiratorias, cansancio físico, cansancio psíquico, falta de oxígeno, problemas en las fosas nasales, la faringe, bronquitis… todo ello pasajero. Y cuando la nena resulta tener una enfermedad crónica intestinal este señor insiste en que ha acertado ¡y le recomienda acudir al homeópata! Desde luego, el que no se consuela es porque no quiere. Por no hablar de su total desconocimiento de la enfermedad de Crohn o las alergias (más le vadría tener un buen acceso a Google y dejar de darle vueltas a la dichosa bolita). Quizás su único acierto (pura poesía) haya sido afiliarse tan oportunamente con esos timadores reconocidos. Habría que incluir una advertencia de este tipo en los medicamentos homeopáticos:



Es de chiste y tendría muchísima gracia si no fuese tan real. Hay gente, especialmente la más vulnerable, que confía verdaderamente en estos estafadores. Y lo malo no es que necesiten una palabra de consuelo y alguien se la proporcione. Supongo que alguien que llama a un programa así tiene una pregunta que no sale de su cabeza y sólo desea darle solución de forma positiva (si recibiese una mala noticia, la preocupación no se disiparía y eso lo saben bien los videntes timadores). Lo malo es cuando este consuelo pretende sustituir al consejo oportuno de un experto, suplantar al médico, cuando se atreve a dar diagnósticos y a sugerir tratamientos. Entonces pone en verdadero riesgo la salud de quien confía en él, a veces más que en su propio médico.

¿No se podrían prohibir este tipo de conductas? ¿denunciar al estafador por negligente en casos parecidos? Sería tan sencillo como obligarles a dar una respuesta estándar cuando se trate de temas médicos. Podría incluso estar grabada, una voz en off que resonaría en el plató automáticamente ante la llamada oportuna: “Las autoridades sanitarias advierten que este intrigante no está autorizado a estafarle en temas relacionados con su salud. Si busca consejo, hable con su médico”. A fin de cuentas, no creo que las cajetillas de tabaco sean mucho más perjudiciales que estos señores.

7 de junio de 2011

Porque yo sí soy padre

Si yo fuera padre, una entrada imprescindible de Sonicando.

1 de junio de 2011

El Barcelona College of Chiropractic: aclaremos las cosas

Uno, que también tiene su vanidad, siempre se alegra de que le citen, y más cuando lo hace un blog de la categoría de ebm-first, dedicado concienzudamente a contar


Las referencias (porque son dos) están en esta pequeña entrada acerca del Barcelona College of Chiropractic, que venía a decir más o menos esto:


El Barcelona College of Chiropractic aceptado como candidato por el ECCE.

"Es un importante logro para la escuela e igualmente importante para la profesión quiropráctica, porque el principal objetivo de la profesión es garantizar la calidad de la educación secundaria quiropráctica en relación con una serie de parámetros educativos. El Barcelona College of Chiropractic (BCC) es un instituto de enseñanza quiropráctica afiliado a una Universidad Pública, y está registrado en el Departamento de Justicia del Gobierno catalán a través de una fundación no lucrativa". Øystein Ogre, Presidente de la Unión Europea de Quiroprácticos (18 de noviembre de 2010).

NOTA: El Barcelona College of Chiropractic no está reconocido por el Ministerio español de Educación y Universidades y actualmente está siendo investigado por realizar afirmaciones engañosas sobre su (falsa) condición universitaria. Más aún, la otra "universidad" quiropráctica en España, el CEU Escorial-María Cristina, parece no contar con autorización para la enseñanza de la quiropráctica.