En estos días en los que parece que a las "medicinas alternativas" les llueven piedras (y lo que se avecina, ya verán, ya), la última noticia por el momento es la decisión de la
Asociación Nacional de Autoridades Regulatorias de Farmacia de Canadá por la que
recuerda a sus afiliados que no deben vender productos farmacéuticos, de "medicina natural" o de homeopatía, que no cuenten con la correspondiente autorización por parte de las autoridades sanitarias.
Es una decisión que, la verdad, uno no sabe si calificar como
ejemplar o simplemente
de Perogrullo: lo mínimo que cabe esperar de un producto vendido en farmacias es que cuente con una autorización administrativa, que acredite no ya su eficacia terapéutica (puesto que, como hemos comentado ya varias veces,
a muchos productos homeopáticos no se les exige que demuestren que sirvan para nada a la hora de autorizar su venta como "medicamentos"), sino algo tan simple y elemental como es su seguridad.
Pero, ejemplar o de Perogrullo, de lo que no cabe ninguna duda es que la decisión es insólita, a la vista de cómo está el mercado. De hecho, tengo la sospecha de que si las
autoridades españolas se decidieran también a cumplir la Ley las farmacias se quedarían medio vacías.
¿Qué? ¿Que soy un exagerado? Vamos a verlo.
Por supuesto, no voy a ponerme a comprobar todos y cada uno de los productos homeopáticos o fitoterapéuticos que se venden en farmacias. Entre otras cosas porque, según una fuente que supongo estará bien informada en este tema, y cito textualmente, "
actualmente hay disponibles más de ocho millones de medicamentos homeopáticos". Y no sé cuántos "naturales" habrá por ahí, pero me imagino que también bastantes.
Así que voy a ocurrir a algo tan simple como un muestreo. Por ejemplo, en la página de la campaña
Homeopatía Sí, que continúa su esforzada recogida de firmas para
intentar impedir que los productos homeopáticos tengan que cumplir la legislación vigente, nos encontramos con que en un lado se muestran los logotipos de doce empresas que la apoyan.
De modo que me voy a limitar a escoger alguno de los productos que comercialicen para ver si están autorizados o no (y, ya puestos, si son o no autorizables, que esa es otra).
Empezaremos por
Weleda, que no tiene nada que ver con las famosas pizarras blancas, sino con una línea de productos cosméticos y otra de nada menos que
medicina antroposófica. Que, para quien no lo sepa, viene a ser como la medicina homeopática, pero echándole aún mas rollo místico.
Pues bien; si echamos mano a su
catálogo en pdf veremos que incluye una larga serie de lo que denomina sin ningún rubor "medicamentos". Cojamos uno al azar:
Complejo 362
Como ven, la cosa se compone de
Argentum metallicum y
Carbo betulae, que podríamos traducir como
plata y
carbón vegetal, respectivamente, si no fuera porque como ambos están diluidos a 30D la traducción más correcta sería
nada y
nada. De hecho, el catálogo comenta en su página 113 que
establecer la equivalencia entre CH10 y D20 es ya un error fundamental. Para las diluciones altas, las equivalencias deben hacerse en función del número de las dinamizaciones efectuadas:
CH9-12 -- D12
CH15 -- D15
CH30 -- D30
También indica en su página 112 que
La dinamización en medio líquido se realiza de forma manual. Además, en el caso de los metales, para su dinamización se tiene en cuenta un calendario astronómico.
Lo cual para los creyentes en la antroposofía supongo que será una garantía de calidad, aunque confieso que a mí, al leerlo, lo único que me ha garantizado es una carcajada.
En fin, a lo que íbamos: ¿está autorizado o no este producto? Pues buena pregunta, porque en
la base de datos Vademecum no aparece ni por "
argentum", ni por
complejo 362". De hecho, ya puestos,
ni siquiera aparece "Weleda" como titular de algún medicamento allí registrado.
Con lo que me ahorro tener que buscar otros productos de este fabricante, claro.
Ahora bien; si estos productos no están autorizados, ¿son al menos autorizables?
Volvamos al Complejo 362 este. Si seguimos mirando la "ficha" que proporciona la propia empresa, nos encontraremos con esto:
Forma farmacéutica.- Ampollas inyectables 1ml, vía subcutánea, caja de 12 unidades
Excipiente.- Solución salina 9/1000
Posología y modo de administración.- Adultos: Inyectar 1 ampolla por vía subcutánea lo más cerca posible de la zona afectada en días alternos e ir espaciando en la medida que ceden los síntomas, hasta 2 inyecciones semanales. En niños utilizar media ampolla.
Contraindicaciones.- En la actualidad no existen datos disponibles que permitan establecer contraindicaciones.
Advertencias y precauciones de uso.- En la actualidad no existen datos disponibles que permitan establecer advertencias y precauciones de uso
.
Con lo cual tenemos que:
- No sería posible legalizar esto como medicamento homeopático sin indicación terapéutica aprobada, entre otras cosas porque este régimen simplificado
se aplica solo a productos cuya forma de administración sea oral o externa.
- Y no sería posible legalizarlo como medicamento homeopático con indicación terapéutica porque, por lo que dice el propio fabricante, no dispone de datos imprescindibles
como las contraindicaciones, reacciones adversas o precauciones de uso.
A lo largo del catálogo surgen otros obstáculos para la legalización de estos productos. Por ejemplo, el Complejo 312 consta de
apis mellifica (o sea, abejitas de miel),
belladonna y
eucalyptus globulus a 2D, es decir, una concentración cien veces mayor de
lo autorizado para los productos sin indicación terapéutica específica (y, si no estoy equivocado, al menos diez veces mayor que la máxima concentración autorizada para los remedios homeopáticos, con o sin indicación terapéutica). En otros casos el grado de dilución llega a ser de un decimal o incluso se mezclan diluciones homeopáticas con extractos de plantas, lo que de nuevo impediría la autorización del producto por otro cauce que no fuera el de
un medicamento de los de verdad.
Así que, de momento, los productos de Weleda se quedarían fuera de los estantes de las farmacias.
Pasemos a otro fabricante.
DHU ibérica se dedica también a esto de la homeopatía, pero un pequeño muestreo de su web también nos pone en un compromiso. La composición de
Passiflora Pentarkan 66, por ejemplo, nos muestra que contiene una mezcla de extractos de plantas y una dilución homeopática de zinc a 6D. Vamos, que de eso de "medicamento homeopático" que dice en su etiqueta, nada de nada.
En cuanto al Vademecum, también en este caso
guarda un respetuoso silencio.
Como
también lo hace con
Munostrim, un producto que por lo visto aumenta las defensas inmunitarias (de nuevo, eso dicen) y en el que de nuevo nos encontramos con
una mezcla de principios activos y diluciones, con la salvedad de que en este caso sus potencias son tan solo D1, D2 y D3, lo cual por sí solo ya le impediría ostentar esa advertencia de "medicamento homeopático" que también tiene en su etiquetado.
Así que DHU también se nos queda fuera de juego.
¿Y qué hay de
Dr. Reckeweg? A ver si lo adivinan. Sí, lo adivinaron: exactamente lo mismo: inyectables, diluciones inferiores a lo permitido, ausencia del Vademecum...
Bueno, vamos a probar con
Heel... Aquí tenemos más suerte:
Traumeel sí que
aparece en Vademecum.es. No los otros tres productos que anuncia en su web (
Lymphomyosot,
Nux vomica-Homaccord y
Berberis-Homaccord), pero teniendo en cuenta que están indicados como tratamiento detoxificador, no creo que tenga demasiada importancia: si el problema es imaginario, ¿qué más da que los remedios tampoco tengan demasiada consistencia real?
Sea como sea, el Traumeel, como decíamos, sí que aparece, y la eficacia de Vademecum.es nos permite incluso acceder a los datos de la autorización de comercialización... que en este caso son como un jarro de agua fría (aunque dinamizada, obviamente).
Según la base de datos
Este medicamento se comercializa de acuerdo a lo establecido en la Disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007.
Disposición que muy resumidamente
nos dice que los productos homeopáticos que ya intentaron colarse al amparo de la Disposición Transitoria Sgunda del Real Decreto 2208/1994 deberán adecuarse a este nuevo Decreto. O dicho de otro modo: que los productos que ya estaban en el mercado antes de 1994 y que intentaron conseguir la autorización de venta en aquella época, ahora deben intentarlo otra vez.
¿Por qué? Pues
porque aún no la tienen.
Comentario este que, por cierto, nos permite despachar de un plumazo a otro de los fabricantes de la lista, nada menos que
Boiron. Recordarán que, a raíz de elegir al Oscillococcinum como uno de mis "
remedios homeopáticos de la semana", descubrí con sorpresa (bueno, en realidad no tanto) que no contaba con la correspondiente licencia de comercialización. Bueno, pues
por lo que dice la propia Boiron, eso mismito sucede con todos y cada uno de sus productos. Reproduzco:
Los medicamentos homeopáticos que comercializamos actualmente se presentaron a registro en 1995 como contemplaba el RD 2208/1994. Al día de hoy todos ellos están pendientes de la evaluación por parte de la Agencia Española del Medicamento, y por tanto sin registro definitivo.
Y, también por tanto,
sin licencia de momento.
En la mismita situación se encuentran los productos que vende
Homeolab, que por lo menos
ha tenido la delicadeza de actualizar un poco su información legal:
Medicamentos acogidos al R.D.2208/1994 de 16 de noviembre. Posteriormente acogidos a la disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007.
Y si quieren seguimos. La web de
Heliosar Spagyrica, por ejemplo, es la mar de maja, y no deja de tener su gracia que se autoproclamen continuadores de la labor de Paracelso, pero sus productos también resultan unos completos desconocidos para Vademecum.es. Como pasa con los de
Ibérica de Homeopatía, SL,
Laboratorios Praxis,
Laboratorios Lehning o
Phyto-ESP, en los cuales, por cierto, también aparecen diluciones inferiores (o, si lo prefieren, concentraciones superiores) a lo permitido para los productos homeopáticos sin indicación terapéutica.
En fin, que si no he echado mal las cuentas, el único que me queda es
Soria Natural, que es el único laboratorio que, siempre según Vademecum.es, cuenta con productos autorizados. Concretamente con
seis, aunque
ninguno de ellos pertenezca a su línea de productos homeopáticos.
De modo que ese es el panorama que he encontrado, simplemente con esas pocas empresas y sin entrar en el aún más ancho y proceloso mundo de los tratamientos "naturales": a la espera de comprobarlo (y, por supuesto, voy a intentar comprobarlo) ni uno solo de sus productos homeopáticos parecen contar con autorización administrativa para su venta.
En algunos casos la culpa, o buena parte de la culpa, es de las autoridades sanitarias, que desde 1994 no se han dignado a conceder las oportunas autorizaciones. Aunque, a la vista de que muchos de los productos que he ido comprobando resultan de difícil o imposible legalización, ni con aquel Decreto ni con el actualmente vigente, mi impresión es más bien que no se atrevieron a denegarlas.
En otros, la verdad, no tengo ni idea: repito que por lo que he podido ver muchos, muchísimos productos no son legalizables, ni siquiera con las generosas condiciones que la legislación establece para los remedios homeopáticos, pero tampoco sé si eso (y la evidente dejadez de la Administración) han llevado a que alguno de los laboratorios ni siquiera se haya molestado en rellenar la solicitud de registro. Ya veremos qué voy averiguando.
Pero, en cualquier caso, vuelvo al principio. ¿Se imaginan la que se armaría si una empresa farmacéutica intentase comercializar un medicamento de los de verdad sin haber obtenido antes la autorización? Supongo que se le echaría todo el mundo encima, y con toda la razón.
Y sin embargo, con los productos homeopáticos y fitoterapéuticos parece que no hay problema. La etiqueta de "naturales" les da una especie de patente de corso que aparentemente tiene su justificación, ya que, al fin y al cabo, muchos de ellos no producen ningún efecto real, ni positivo ni negativo. Pero solo aparentemente: como hemos visto, en otros muchos casos se venden como homeopáticos productos que sí contienen extractos de plantas, o principios activos y hasta metales tóxicos tan poco diluidos que sí que pueden resultar perjudiciales para la salud.
Y aunque en la mayoría de estos "remedios" las fantasías homeopáticas sobre la potenciación se encargan de que los ingredientes activos hayan desaparecido sin dejar el menor rastro, sigue estando presente el problema del control de su correcta elaboración. Con lo cual no quiero decir que tengamos que sospechar nada sobre ninguna de esas empresas, claro, pero es que los controles que la legislación establece para la elaboración de fármacos no se basan en la sospecha de que Pfizer o Bayer nos la vayan a meter doblada, sino en la
precaución necesaria para evitar en Pfizer o Bayer (o Boiron, vaya) cometan un error en la fabricación de un lote, se les cuele una partida de agua contaminada, o tengan cualquier incidencia que luego repercuta en la salud de los consumidores de sus productos. Incidencia entre las cuales también está, claro, la eventualidad de que nos la metan doblada.
De hecho, recordemos que hace algún tiempo comentábamos que
la Agencia Española del Medicamento retiró en su día del mercado tres productos homeopáticos de los
Laboratorios Biótica debido a una alerta acerca de posibles reacciones adversas. Y, ya que estamos, recordemos también que para dicha retirada la Agencia se limitó a acordar la denegación de la autorización que los laboratorios habían solicitado en 1995. Como esto ocurrió en 2008, una simple operación aritmética nos dice que los productos estuvieron en el mercado nada menos que trece años sin contar con autorización administrativa.
En fin, que como ven una medida como la de la Asociación Nacional de Autoridades Regulatorias de Farmacia de Canadá no solo es legalmente impecable, sino absolutamente necesaria, especialmente para proteger a los consumidores de este tipo de productos.
Pero, como ven también, tenía yo razón en mi apreciación: si se aplicase aquí las farmacias se quedarían medio vacías. ¿O no?
Por caridad, ¿alguien sabe de algún "medicamento homeopático" que tenga autorización para venderse como tal?