28 de diciembre de 2008

El notición

Como ya he comentado alguna vez, desde hace unos meses hago (junto a otro compañero de Círculo Escéptico, Nacho Ayala) un programa semanal de radio dedicado a destripar los misterios misteriosos. Lo cual tiene sus inconvenientes: después de preparar y realizar el programa queda poco que decir en el blog, y ese es uno de los motivos por los que esto está tan tranquilito últimamente.

Claro que lo del programa tiene también sus ventajas, y quizá la más importante sea que de ese modo puede uno acceder a noticias que de otra manera no recibiría tan rápidamente o, por lo menos, no tan "de primera mano". De modo que, para compensarles por mi silencio de estas últimas semanas, y aprovechando que esta semana (por motivos técnicos, no por las fiestas) no hemos tenido programa, voy a ofrecerles en primicia exclusiva (¡tachaaaaan!) una noticia del mundillo paranormal que seguro que dará que hablar en las próximas fechas. Y como la cosa se merece un gran titular, aquí lo tienen:


Las Caras de Bélmez, en peligro.

La Ley de Memoria Histórica obliga a retirar la teleplastia de Franco.

La medida podría llegar a afectar también a la cara más conocida, la denominada "la Pava", ya que según un estudio científico dirigido por Iker Jiménez se trata del rostro de un combatiente del bando franquista en la Guerra Civil.


¿Sorprendidos? No es para menos, desde luego. La noticia es tan impactante que para tratarla adecuadamente en nuestro programa hemos realizado una entrevista nada menos que a Javier Cavanilles. Por si alguien no lo conoce, recordaremos que Javier Cavanilles, periodista del diario El Mundo, ha contribuido como pocos a la divulgación del fenómeno de las caras de Belmez. Sus artículos dieron a conocer públicamente el importante papel de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) en el estudio científico de las caras, y de hecho tuvieron tanta repercusión que el Ayuntamiento de Bélmez les dedicó un pleno extraordinario. Vamos, que es toda una autoridad en la materia.

Próximamente facilitaré desde esta misma bitácora un enlace para poder escuchar el programa o una grabación de la entrevista. Mientras tanto les dejo que reflexionen sobre la noticia. Y aprovecho, claro, para desarles un feliz día de los Inocentes ;-)

P.S.: Felicitación que es especial para mi hermano Jaime y mi buena amiga Lola Cárdenas, que fueron a nacer precisamente el día de los Inocentes. ¿Casualidad? ¡No, serendipia! ;-)


17 de noviembre de 2008

Cuento


El gatito Indy se fue a buscar a la niña, pero la niña no estaba porque se había caído de la cama.
Puede que no les parezca gran cosa como cuento. A mí sí. Y a mi hija Alicia, la niña del cuento, la autora del relato a sus dos años y medio recién cumplidos, también.


16 de noviembre de 2008

Crónicas de Almaty

Quizá a los más cultos les suene que Almaty era hasta hace diez años la capital de Kazakistán, y todavía es la principal ciudad del país. Los aficionados a la exploración del espacio puede que la conozcan como ciudad próxima al cosmódromo de Baikonur, y seguro que los más preocupados por la salud en el mundo recordarán que allí se firmó la Declaración de Alma-Ata, porque así, Alma-Ata, se llamaba Almaty hasta 1993.

Eso, para unos pocos. Para la inmensa mayoría de nosotros Almaty no significa nada, o todo lo más es el nombre exótico de una ciudad lejana y fría.

Pero para mi hermano Jaime es nada menos que su hogar durante los próximos meses, como nos irá contando en sus Crónicas de Almaty. Échenle un vistazo, por curiosidad de saber cómo es aquello y cómo se vive allí, o simplemente para hacerle una visita virtual, que seguro que lo agradecerá.

14 de octubre de 2008

Prada y los molinos de viento

Porque ves allí amigo Sancho Pança, donde se descubren treynta, o pocos mas desaforados Gigantes con quien pienso hazer batalla, y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos começaremos a enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios, quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

Que Gigantes, dixo Sancho Pança?

Aquellos que alli ves, respondio su amo, de los braços largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

Mire vuestra merced, respondio Sancho, que aquellos que alli se parecen no son Gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen braços, son las aspas, que bolteadas del viento, hazen andar la piedra del molino.



Hace unos días, como contaban Luis Alfonso Gámez o Mauricio-José Schwarz, Juan Manuel de Prada demostró ser un alumno aplicado de las tesis del "Diseño Inteligente", esa corriente creacionista que, disfrazada con bata de laboratorio, intenta hacer pasar por ciencia lo que no es otra cosa que pura y simple fe. Y con el término "aplicado" no me refiero a que sea brillante o especialmente lúcido; simplemente digo que sigue con toda fidelidad el sistema de argumentación de los que día a día se ganan a pulso el adjetivo de "IDiots".

Como muestra nuevamente esta semana, en un artículo titulado "Incrédulos". Así, cuando dice que

por mucho acopio de información que uno recopilara, nunca podría explicarse por qué el hombre de las cavernas se puso un día a pintar; tampoco podría, por cierto, entender por qué, al salir de las cavernas, se puso de rodillas y empezó a adorar a Dios.


está acudiendo de nuevo al "argumento" creacionista por excelencia: atrincherar a Dios en la ignorancia. Es decir, que como (táchese lo que no proceda)

no hay explicación científica,
o la hay pero él no lo sabe,
o la hay pero no la comprende, no le gusta o no la acepta,
o aun conociéndola y comprendiéndola, afirma que no la hay

acerca de la aparición de las primeras manifestaciones artísticas y religiosas, pues hay que atribuirlas a algún tipo de acción divina.

Se trata de una falacia, por supuesto. Generalmente se la catalogaría como una llamada a la ignorancia, aunque de un modo menos formal la podríamos calificar como "ignorantio elenchi": lo que sucede es que la premisa (el desconocimiento de la causa de algo) no tiene absolutamente nada que ver con el resultado (que la causa en cuestión sea la acción de un "diseñador inteligente", en este caso). Aunque fuera cierto que no sabemos la causa de la aparición de las primeras manifestaciones artísticas o creencias religiosas (y no es cierto, algo sí que sabemos -gracias por el vídeo, Manolo-), eso sólo significa exactamente eso mismo, es decir, que lo ignoramos, no que por ello tengamos que atribuirlo a una acción divina, a la intervención evangelizadora de los extraterrestres del Cinturón de Orión, a una partícula de inspiración impactando en el cerebro de algún primitivo homo sapiens (y homo neanderthalensis, no lo olvidemos) o, en fin, a cualquier otra cosa que se nos ocurra. La ignorancia no es motivo para aceptar, ni siquiera como posibilidad, cualquier explicación, incluyendo las improbables o disparatadas, y lo único que implica es, insisto, sencillamente que no lo sabemos

O quizá habría que decir "que no lo sabemos aún", que es lo que convierte el "argumento" que emplea Prada en algo incluso contraproducente para lo que intenta defender, porque si algo caracteriza a la ciencia es precisamente que va reduciendo esas pequeñas parcelitas de ignorancia o desconocimiento en las que los creacionistas quieren colocar a Dios. Por emplear otro ejemplo IDiota, se ha sostenido que el flagelo bacteriano es uno de esos ejemplos de "complejidad irreductible" que la ciencia no puede explicar y en los que, por lo tanto, se apreciaría la huella indubitada del creador divino. Lo cual pudo ser cierto en su momento, pero desde luego ya no lo es, por mucho que siga habiendo creacionistas que repitan como loritos la misma historia. ¿Se ha reducido Dios cuando la ciencia le ha arrebatado esa parcelita? ¿Se reducirá más cuando se le arrebate otra? Y, teniendo esto en cuenta, ¿no parece razonable suponer que, si se empeñan en mantener como "pruebas" de la existencia de Dios los hechos que la ciencia aún no ha explicado, tan pronto como se encuentre esa explicación naturalista su Diseñador Inteligente puede sufrir el mismo desprestigio que padeció Thor como Dios del Trueno cuando se descubrió la causa de este fenómeno natural?

Para no olvidar, finalmente, otro dato: es cierto que aún hay fenómenos cuyo mecanismo evolutivo desconocemos, "huecos" en la evolución, por así decirlo. Pero en el resto de los casos sí que vamos conociendo esos mecanismos, y son coherentes con la Teoría de la Evolución, de modo que por una elemental aplicación del principio de parsimonia lo más razonable es esperar que la explicación a esos "misterios" sea también coherente con la evolución. Del mismo modo que si tenemos un puzzle con algunos agujeros lo que podemos esperar es que los rellenen otras piezas del puzzle, puestos a hacer de la ignorancia una bandera lo lógico es aceptar que la respuesta a esos interrogantes también cuadrará con la Teoría de la Evolución.

Pero bueno, estas falacias ya las han explicado mucho mejor que yo. Las que comete Prada, en las entradas de Magonia o El retorno de los charlatanes que enlazábamos al principio, y las del Creacionismo y el "Diseño Inteligente" en general en textos tan imprescindibles como el libro de Ernesto Carmena El creacionismo, ¡vaya timo!.

A lo que íbamos hoy es a la "defensa" que hace Prada de sí mismo y sus creencias en su nuevo artículo. Prada no es tonto, o al menos no lo tengo como tal, y por tanto quizá sabe que su argumentación en favor del "Diseño Inteligente" es tan sólida y defendible como un castillo de cartulina, y probablemente es por eso por lo que ahora ha optado por una línea de defensa mucho más cómoda y, en apariencia, mucho más sostenible: el ataque.

Y digo "en apariencia" porque se queda en eso, en apariencia. Y es que dice Prada que

Vivimos una época extraña. El hombre de nuestro tiempo lee, por ejemplo, el pasaje evangélico de la multiplicación de los panes y los peces y sonríe con suficiencia; pero a continuación coge sus ahorrillos y los pone en manos de un agente de bolsa que le ha prometido devolvérselos en unos pocos meses convertidos en una suma fastuosa. Para refutar el milagro del Evangelio, el hombre de nuestro tiempo argumentará empleando las leyes de la ciencia empírica; para aceptar que sus ahorrillos le depararán una fortuna, recurrirá a abstrusas leyes bursátiles de dudoso cumplimiento. Lo cual nos confirma que los incrédulos suelen ser, precisamente, las personas que más denodadamente creen en aquellas cosas que el sentido común juzga increíbles. 

O que

El mismo incrédulo que se burla de la existencia de un cielo donde los justos se están quietecitos, contemplando el rostro de Dios, cree a pies juntillas en la existencia de espectros viajeros que acuden a la llamada de un espiritista.


¿Qué les parece? Desde la "ignoratio elenchi" nuestro amigo Prada se ha pasado con armas y bagajes al empleo del hombre de paja, acometiendo con fiereza contra unos "incrédulos" de pacotilla. Porque "incrédulos" así, por supuesto, existen, y ya decía Chesterton (a quien cita Prada, haciéndole un flaco favor) aquello de que "cuando los hombres ya no creen en Dios no es que no crean en nada, es que se lo creen todo". Pero generalmente esos creyentes en espectros son precisamente los que más dispuestos están a aceptar cualquier explicación mágica, maravillosa, misteriosa o paranormal, y a huir como de la peste de esa misma "ciencia empírica" que tanto yuyu le da al pobre Prada. Atacando a esos "incrédulos" Prada no está atacando a los científicos, sino a sus propios compañeros de trinchera.

Se acerca más quizá a la verdad cuando dice que

El mismo incrédulo que se carcajea de los enfermos que se confían a la intercesión de un santo está convencido de que vivirá más de cien años, gracias a no sé qué avances de la ingeniería genética que hasta la fecha sólo se han verificado en el ámbito especulativo.


Pero en este caso pisa terreno resbaladizo. Ya se encargó Mauricio José Schwarz de llamar la atención sobre el detalle de las gafas que luce Prada en su rostro, gafas que no debe haber obtenido mediante invocaciones a Santa Lucía, sino que funcionan gracias a no sé qué avances de la óptica sin los cuales, seguramente, vería menos que un gato de escayola. Y aunque ignoro por completo su historial médico, me atrevería a decir que, como buena parte de las personas de su generación (que así a ojo es también la mía) está vivo no por los resultados prácticos de sus oraciones a los santos, sino gracias a esa misma ciencia materialista de la que tanto abomina, y que probablemente le proporcionó inmunidad contra la polio, la viruela y la tuberculosis, le evitó más de una infección bacteriana a base de administrarle antibióticos, y posiblemente hasta le haya salvado de alguna que otra enfermedad que habría sido mortal en otros tiempos más lejanos, o dejada al simple cuidado y encomienda de las oraciones a los santos. Es más, puestos a apostar estoy seguro de que llegado el caso de que ese ámbito especulativo del que habla se convirtiese en realidad no le haría ascos a vivir cien años aprovechándose de los avances científicos en lugar de confiar su longevidad a los buenos oficios del santo patrón de los longevos, sea quien sea. Santo patrón que, por cierto, seguramente llevará muerto un montón de tiempo; ¿se burlaba Prada de que alguien crea que los espectros acuden a la llamada de los espiritistas, y acepta sin embargo que algunos de ellos acudan en auxilio de un cristiano devoto? ¿No atenta un poquito eso contra el sentido común?

Y eso que, ya que estamos, tampoco el sentido común es muy buena guía, por mucho que Prada lo llame en su auxilio en el párrafo que citábamos más arriba. Si hacemos caso al sentido común, desde luego La Tierra es plana, los programas de televisión los hace gente pequeñita que vive dentro de los televisores (algo seguramente más aceptable para Prada que cualquier explicación relacionada con la despreciable ciencia materialista), y si usted está leyendo esto es porque he ido hasta su casa para escribirlo sobre la pantalla de su ordenador. Ciertamente, el sentido común también nos dice que las similitudes y el patrimonio genético que el ser humano comparte con otros animales indica la procedencia de antepasados comunes, que cuanto mayor sea esta coincidencia más próximo será el parentesco, y que, en vista de que biológicamente los seres vivos -incluyéndonos a nosotros- estamos compuestos de una larga serie de soluciones de compromiso que van desde lo brillante hasta lo decididamente chapucero, más que de un diseñador inteligente parecemos proceder del ingenio de Pepe Gotera y Otilio.

Y, en fin, el sentido común nos dice también que una persona culta, leída e inteligente como aparenta ser Prada es ya mayorcito como para escribir estas cosas.

Como vemos, las conclusiones que nos proporciona el sentido común pueden ser en algunos casos escandalosamente erróneas, en otras totalmente acertadas y en otras -bueno, en otra- más o menos dudosas. Así que no tiene mucho sentido que Prada lo invoque de nuevo cuando dice que

Hace algunas semanas publiqué en estas mismas páginas un artículo titulado Creacionismo en el que me atrevía a afirmar –¡oh, réprobo!– que la ciencia nunca podrá refutar la intervención divina en el origen del hombre; y que, en cambio, el mero sentido común nos enseña que ciertos misterios que rodean dicho origen no son explicables a la mera luz de las teorías evolutivas.


Porque precisamente el sentido común a lo que nos lleva, como decíamos antes, es a suponer más que razonablemente que si "las teorías evolutivas" han sabido explicar perfectamente el resto de esos "ciertos misterios", los que quedan probablemente tendrán también una explicación evolutiva y perfectamente natural.

Que no tiene que ver con "refutar la intervención divina en el origen del hombre". La ciencia, como Prada debería saber, no se ocupa de esas cosas. La ciencia nos proporciona una explicación de cómo son las cosas. Su por qué, o incluso el hecho de si hay un por qué, son una cuestión de fe ajena al conocimiento científico.

Salvo que la fe se ponga en el camino de ese conocimiento científico, claro. Porque si Prada y los restantes creacionistas siguen empeñados en mostrar esos "ciertos misterios" que aún permanecen como tales como "pruebas" de esa "intervención divina en el origen del hombre", se pueden encontrar en la misma situación en la que se vio Don Quijote cuando acometió contra aquellos gigantes: la dura realidad se impondrá, y conforme el conocimiento científico vaya desentrañando esos misterios conseguirán precisamente eso que ahora niegan, que la ciencia vaya refutando esa intervención divina tal y como ellos la presentan. 

Porque, cachis, lo de los gigantes era muy bonito, pero mira por donde quien tenía razón era Sancho Panza. Justito, justito, como Darwin.


P.S.: En realidad quería haber ilustrado esta entrada con algún vídeo de youtube en el que se pudiera escuchar el "Canta in prato" de Vivaldi, que no tiene nada que ver con el tema, pero que suena parecido a la "cantada de Prada" y además, qué narices, me gusta mucho. Pero no lo he encontrado, así que les dejo con el Quijote, que también me gusta mucho. Y que, para qué negarlo, prefiero con creces a lo poquito que he leído del Prada novelista. 

7 de octubre de 2008

Curso de ética monárquica (con un guiño a Juanjo de la Iglesia)

Supongo que recordarán ustedes aquel divertido "curso de ética periodística" del Caiga quien caiga. Del antiguo Caiga quien caiga, claro; nada que ver con eso que perpetran ahora bajo el mismo nombre. En el "curso de ética periodística", Juanjo de la Iglesia analizaba con detalle la redacción de titulares y noticias de prensa, exponiendo qué deberían haber dicho y qué decían en realidad.

Hoy me he acordado de aquello al leer esta noticia, aunque en rigor quienes suspenden en ética no son los periodistas, sino el príncipe Carlos de Inglaterra y su corte de ecologistas furibundos. 



Por si quieren ahorrarse la lectura (aunque es cortita) la noticia dice que

Carlos culpa a los transgénicos de los suicidios en la India

El endeudamiento resultante del cultivo de transgénicos y la falta de los resultados esperados han llevado a algunos agricultores indios al suicidio, según el príncipe de Gales.

En una intervención a favor de los métodos agrícolas tradicionales, de la que informa 'The Daily Telegraph', el heredero del trono británico dijo que esos agricultores indios se quitan la vida al endeudarse por esa causa.

En su discurso, transmitido por vídeo al grupo ecologista indio Navdanya, Carlos de Inglaterra se mostró a favor de restablecer el equilibrio necesario para la supervivencia humana en el planeta.

El príncipe de Gales se refirió al "número horrible de suicidios de pequeños agricultores en la India debidos parcialmente al fracaso de las variedades de cosechas transgénicas".

Hasta aquí bien. Bueno, bien no, la noticia es sobrecogedora. Pero al menos es coherente. Pero si seguimos con el párrafo siguiente nos enteramos de que...



Aunque los suicidios se produjeron antes de la introducción de las cosechas transgénicas en ese país, algunos ecologistas creen que los agricultores se vieron forzados a comprar las nuevas semillas, que no sólo son más caras, sino que además no produjeron cosechas significativas.
Sí, han leído bien: "los suicidios se produjeron antes de la introducción de las cosechas transgénicas en este país". A pesar de lo cual el príncipe Carlos no duda ni un momento en atribuirlos a la maléfica influencia de los transgénicos esos del demonio...

¿Suspenso en ética, decía? Y en la lógica más elemental, digo yo.

22 de septiembre de 2008

Investigación e "imbestigación"

Una de las cosas que nos echan en cara a los escépticos es que usamos un lenguaje insultante, demasiado subido de tono. Lo cual no es cierto; de hecho, a veces hasta nos quedamos cortos.

Veamos, por ejemplo, el término "imbestigación". Realmente no lo inventó ningún escéptico militante, sino el crítico de televisión Fernando de Felipe, como recogió en su día Luis Alfonso Gámez al hablar de la historieta del "cosmonauta fantasma" que se tragó cruda Iker Jiménez.

Fernando de Felipe lo definía como investigación imbécil, y aunque la palabra quizá no sea demasiado aplicable al caso del cosmonauta fantasma (porque fantasmas sí que hubo, pero investigación, realmente, no se tomaron siquiera la molestia de hacerla), es difícil moverse por el mundillo de lo paranormal sin tropezarse a cada paso con alguna que otra "imbestigación".

El penúltimo ejemplo (por ahora) es el de los círculos de Lanzarote, como cuenta en su blog Ricardo Campo. Ricardo hace un excelente resumen de la jugada, y especialmente del llamativo hecho de que el "imbestigador" afirme que su investigación comenzó hace un año y que

la investigación de este asunto no ha hecho sino empezar y aún quedan muchas incógnitas que despejar.


Investigación, dice. Pues no. Investigación, de las de verdad, ha sido la del periodista Héctor Fajardo, que tardó exactamente dos días, dos, en descubrir lo que realmente son esos círculos.

Lo de Jaime Rubio Rosales, en cambio, es un ejemplo de "imbestigación". Un ejemplo "de libro", y nunca mejor dicho teniendo en cuenta que, como él mismo dice, cuenta también la movida en su libro "Canarias Esotérica". Veamos algunos datos que Ricardo Campo, por un elogiable sentimiento de piedad, no quiso dar en su blog.

Uno de ellos es el de la extensión. Jaime Rubio nos dice en el artículo que

Se trataba de unos enormes círculos hechos en la lava volcánica, unos 18 o 20, que ocupan unos 50kms. cuadrados de terreno nítido.


En el blog "Zonaoscuratv7", que por lo visto también reivindica el mismo autor, dice que

EL CASO ES QUE OCUPAN UNOS 50 KMS. DE DIÁMETRO


Hombre, alguien debería explicar a este señor que no son lo mismo 50 Km2 que 50 Km de diámetro, al menos en la geometría normal (en la paranormal ya es otra cosa). Pero es que encima los dichosos círculos ni tienen esa superficie ni ese diámetro. Una visita al Sigpac arroja unos resultados bastante considerables, sí, pero también bastante más modestos: los 20 círculos se encuentran en un área de algo menos de 50 hectáreas. Que son 500.000 m2, vale, pero que como sabe cualquiera que haya prestado un poquito de atención a las clases sobre el Sistema Internacional de Unidades (o a las de matemáticas, claro) suponen la centésima parte de 50 Km2.

Por lo demás, las mediciones (e incluso la simple contemplación del conjunto) permiten apreciar algunos otros datos curiosos. Si para Jaime Rubio

estamos ante un misterio comparable al de las pistas de Nazca, en Perú.


Para cualquier otro resulta evidente que el conjunto se integra con una red de viales, y que sus dimensiones recurren muy sospechosamente al uso del Sistema Internacional de Unidades, en lugar del atlante, el marciano o vaya usted a saber cuál.


Ver mapa más grande

O bueno, para casi cualquier otro. Según "Zonaoscuratv7" (uf, prueben a decirlo seguido y sin respirar) el fenómeno no sólo ha llamado la atención de Jaime Rubio, sino que

LO QU SÍ SABEMOS ES QUE YA SE HAN INTERESADO POR ELLOS LA NASA, GOOGLE EARTH Y EL GOBIERNO BRITÁNICO.


Acojonante, vamos.

O no. El Gobierno Británico, la verdad, no sabemos qué vela lleva en este entierro. Por lo que decía Jaime Rubio en su artículo, quien le puso sobre la pista de los círculos fue un "investigador británico", pero de ahí a pensar que Gordon Brown se va a olvidar de la crisis financiera, la crisis económica o la crisis en su propio partido para ocuparse del enigma del misterio de los círculos misteriosos y enigmáticos de Lanzarote parece que hay un buen trecho. Vamos, casi tanto como el que va de 500.000 a 50.000.000 de m2, ¿no?

Lo de la NASA... bueno, mencionar a la NASA viste muchísimo. Vean si no el caso de la Sábana Santa de Turín, investigada por la NASA sin que la NASA lo supiera. La agencia espacial norteamericana, por supuesto, ha fotografiado los círculos, igual que ha fotografiado cada centímetro cuadrado del planeta para diversas investigaciones científicas, vigilancia del cambio climático, elaboración de mapas y modelos digitales del terreno, e incluso simplemente para proporcionar entretenimiento. Lo que no ha hecho es interesarse específicamente por los círculos, porque bastante trabajo tiene ya con la ciencia (o el entretenimiento) de verdad.

Y lo de Google Earth... bueno, aparte de la obviedad de que los círculos de Lanzarote (como el resto de la superficie terrestre, salvo las zonas censuradas) figura en los archivos de Google Earth, el único interés que parece haberse mostrado en relación con la herramienta de Google es un pequeño cruce de mensajes en un foro que se saldó con la conclusión de que posiblemente se tratara de los restos de una instalación de riego por aspersión. Una conclusión, por cierto, que también a mí se me pasó por la cabeza cuando Héctor nos comentó el caso en la lista de correo de los socios de Círculo Escéptico. De hecho, una breve búsqueda en Google Maps permite observar formaciones mucho más complejas, grandes y espectaculares que las de Lanzarote. Por ejemplo, en este círculo


Ver mapa más grande

cabe cómodamente todo el complejo de Lanzarote. Y sin necesidad de buscar antiguas civilizaciones ni nada por el estilo.

Esa era, como digo, mi conclusión inicial. Tras la brillante investigación de Héctor Fajardo, por supuesto, acepto la suya, y más después de haber visto más de una "urbanización fantasma" que hasta su desarrollo resultaba, vista desde el aire, tan intrigrante como la de Lanzarote. Pero, en cualquier caso, como es lógico estoy dispuesto a revisar esta opinión a la vista de los nuevos datos que aparezcan...

...que es, por último, otro de los "pecados" que hacen que lo de Jaime Rubio sea eso, una auténtica y genuina "imbestigación": hace caso omiso de cualquier dato o información que contradiga su hipótesis inicial. Porque cuando dice en su artículo que

El tema urbanístico está descartado por ser ésta una zona protegida y alejada de la costa. ¿Son las bases para un enorme campo de golf? Descartado también porque ahí ni hay agua ni proyecto alguno al respecto al estar prohibido por ley.


No sólo nos dice que jamás ha visto una edificación construida ilegalmente, o que no concibe que las calificaciones del suelo puedan variar con el tiempo y que quizá lo que ahora es suelo rústico no lo haya sido siempre.

Lo que nos dice, al menos a quienes conocemos un poco del caso, es que con este artículo fechado el 16 de septiembre está descartanto intencionadamente, sin molestarse siquiera en comprobarla o al menos citarla, la información que Héctor Fajardo le proporcionó el 12, cuando le comunicó lo que había descubierto sobre la verdadera naturaleza de los círculos misteriosos.

Y es que esa es la clave de todo buen "imbestigador": no dejar que la realidad te estropee un buen misterio. ¿Verdad?

16 de septiembre de 2008

Se le apareció la Virgen (II)

es mi voluntad que me edifiquen en este lugar un templo y casa de oración donde mis devotos me ofrezcan sus votos y dones, y que este lugar sea tenido por santo, en el cual obrará Dios milagros y hará muchas misericordias

En el fabuloso mundo de lo paranormal es habitual que los vendedores de misterios nos digan que alguien es tonto. Bueno, sí, también es habitual que nos tomen por tontos, y vista la cantidad de público que tienen no les falta algo de razón. Pero me refiero a otra cosa.

Recordemos, por ejemplo, el caso de las Caras de Bélmez. Entre otros "argumentos" de diverso pelaje, los magufos aseguran que una prueba de que el fenómeno es genuino es que María Gómez no sabía hacer ni la O con un canuto, y que, vamos, era demasiado tonta como para idear todo ese montaje. Vale, no lo dicen exactamente con esas palabras, pero se les entiende muy bien. La misma excusa suele emplearse para avalar la fiabilidad de algunos testigos de avistamientos de ovnis, o de quienes aseguran haber visto fantasmas...

...o de los protagonistas de las apariciones marianas, claro. 

Vean por ejemplo el caso de Amparo Cuevas, la mujer que asegura que vio aparecerse ante ella nada menos que a la Virgen María en un prado de El Escorial. Unas apariciones que se iniciaron en junio de 1981 (ya ha llovido) y que duraron hasta el año 2002, cuando según las malas lenguas recibió un discreto (y evidentemente insuficiente) toque de atención desde el Arzobispado. 

Amparo Cuevas era de un origen muy humilde. Como dice la lujosa propaganda que sus acólitos reparten a los visitantes de Prado Nuevo, la vidente

nació en una aldea de Albacete llamada Pesebre. Criada con suma pobreza, sacrificio y duro trabajo, desde niña, sin saber rezar, ha invocado filialmente a la Santísima Virgen.
Esta pobre mujer... Bueno, ya no es pobre, pero ustedes me entienden. Esta pobre mujer, nos dicen, no sólo era de origen humilde, sino casi analfabeta. Vamos, no llegan a decir que es tonta del bote (ha demostrado no serlo), pero sí que de ninguna manera podría haberse inventado todo ese montaje acerca de la aparición de la Virgen sobre un fresno diciéndole mensajes como este:



Soy la Virgen Dolorosa. Quiero que se construya en este lugar una capilla en honor a mi nombre. Que se venga a meditar de cuaquier parte del mundo la Pasión de mi Hijo, que está completamente olvidada. Si hacen lo que yo digo, habrá curaciones. 

¿Cómo? ¿Que me he repetido?

No, no. Este mensaje no es el mismo del principio de la entrada. Sólo es tremendamente similar. Léanlo de nuevo:

es mi voluntad que me edifiquen en este lugar un templo y casa de oración donde mis devotos me ofrezcan sus votos y dones, y que este lugar sea tenido por santo, en el cual obrará Dios milagros y hará muchas misericordias

Vale, la estructura es la misma. El mensaje, su significado, también. Incluso las circunstancias en que supuestamente se transmitió: la Virgen también se apareció sobre un árbol a una persona de humildísimo origen.

Sólo que esta persona, un pastor llamado Francisco Álvarez, vio a la Virgen unos añitos antes, en el año 1222. Ah, y subida en una encina, no un fresno.


Y, por supuesto, muy muy lejos de El Escorial. Lejísimos. El Santuario de Nuestra Señora de Cortes se encuentra en Peñascosa, al Sur de la Provincia de Albacete. Lo pueden ver ustedes en este mapa, justo en la marca azul.


¿Cómo? ¿Que hay dos marcas? ¡Ah, sí, es verdad! Bueno, se lo aclaro: el Santuario está señalado con la marca situada a la izquierda del mapa.

La marca de la derecha señala una pequeña pedanía de Peñascosa, situada a unos diez kilómetros del Santuario por carretera. Una minúscula aldea llamada Pesebre. Sí, justamente la misma donde nació Amparo Cuevas.

Y, ahora que lo pienso, quizá sea verdad que no inventó esas apariciones marianas y esos mensajes, que tanto recuerdan a los que todos los niños de Pesebre escuchan año tras año en la Romería de la Virgen de Cortes...

15 de septiembre de 2008

Humorismo callejero


(Y nunca mejor dicho)


24 de agosto de 2008

Nuevas novedades novedosas sobre el Santo Cáliz de Valencia. O algo así.

Año tras año, Douglas Morrison acudía a las convenciones anuales que celebran los partidarios/creyentes en la fusión fría. Y año tras año, Morrison pedía a los demás asistentes que le preparasen una taza de te. Morrison murió en 2001, sin haberse tomado su taza de te, y aún la está esperando también Bob Park, quien tomó su testigo y aunque no se toma la molestia en ir a perder tiempo en las convenciones, todos los años recuerda a los asistentes que aún tienen pendiente no ya conseguir una producción energética que sea capaz de desbancar a los métodos tradicionales de generación eléctrica, sino incluso algo tan sencillo como lograr calentar el agua necesaria para preparar una taza de te.

Algo parecido ocurre con otra pseudociencia, la llamada "sindonología", es decir, el estudio aparentemente científico de la Sábana Santa de Turín. Año tras año, los sindonólogos celebran sus congresos y sus simposium en los que anuncian importantísimas novedades, y año tras año esas novedades resultan ser las mismas de siempre. Que, en el fondo, son ninguna. Pero eso no impide que al año siguiente vuelvan a la carga, con un nuevo congreso en el que se revelan las mismas asombrosas -y desacreditadas- noticias de ultimísima hora de tooodos los años.

Así que, siguiendo esa tradición, el pasado 20 de agosto la Agencia Europa Press difundió la noticia de que "una investigadora americana defiende la autenticidad del Santo Grial". Una noticia que se apresuraron a recoger muchos medios valencianos y nacionales, y que anticipa la presentación, el próximo mes de noviembre, del libro "San Lorenzo y el Santo Grial. Historia del Santo Cáliz de Valencia", escrito por Janice Bennet.

Una señora que, entre otras cosas, es miembro (¿miembra, señora Ministra?) del Centro Español de Sindonología. ¿Lo recuerdan? El que mencionábamos un par de párrafos más arriba, hablando de los congresos en los que se repiten una y otra vez las mismas noticias de última hora...

Así que retrocedamos un poco. Concretamente hasta el año 2000. La editorial Ignatius Press data de unos años antes, de 1978, pero ya desde su principio (y desde su propio nombre, elegido en honor a San Ignacio de Loyola) dejó clarísimo que su finalidad es la publicación y difusión de obras de la más estricta ortodoxia católica. Y en ese año 2000 fue cuando Ignatius Press publicó por vez primera una obra titulada, ejem, St. Laurence & The Holy Grail. Escrita por, ejem, Janice Bennet. Es decir, ese novedosísimo libro que será presentado en el no menos novedosísimo congreso que el próximo noviembre expondrá la tesis de que el Santo Grial de Valencia es, en efecto, el mismo Santo Grial que Jesucristo empleó en la Última Cena.

Una tesis también, por supuesto, novedosísima. Si echan ustedes un vistazo al programa del congreso verán que una de las ponencias se dedicará a repasar -y confirmar, faltaría más, que por algo el congreso lo organiza la Universidad Pontificia- el estudio arqueológico de D. Antonio Beltrán, 50 años después. Y es que ya hace la friolera de medio siglo que D. Antonio efectuó su famoso estudio. Que no es que sea gran cosa: el señor Beltrán se limitó a decir que la forma y materiales de la copa permiten suponer que procede de Oriente Próximo y data de entre los siglos I a.C. y IV d.C. Pero, en fin, Jerusalén y el episodio de la Última Cena se sitúan en ese amplísimo ámbito geográfico y temporal, así que la autenticidad del Cáliz entraría dentro de lo posible. Suponiendo, claro, que el congreso aporte alguna evidencia sólida que avale el estudio de D. Antonio, porque por ahora no la hay.

Y por otro lado tampoco es que se pueda ir mucho más allá. A pesar de los esfuerzos del congreso, lo cierto e impepinable es que las primeras noticias históricamente verificables acerca del Santo Cáliz de Valencia datan de 1134, concretamente de un inventario que lo sitúa en el Monasterio de San Juan de la Peña. A partir de ahí sí hay varias referencias, como el famoso testamento del rey aragonés Martín el Humano, pero los -supuestos- documentos anteriores que avalarían su autenticidad (procedentes del Siglo VI) sólo los conocemos a través de una sospechosísima copia datada en el Siglo XVI ó XVII. De hecho, si bien la "historia" del Grial valenciano asegura que San Lorenzo lo envió a España en el año 262 procedente de Roma, donde habría sido utilizado por los primeros Papas en sus misas, resulta más que sorprendente que no haya la más mínima mención de este supuesto uso en los escritos tempranos de la Iglesia.

Todo esto, dirán ustedes, a salvo de las asombrosas novedades que nos aporte el novísimo libro de Janice Bennet, ¿verdad? Pues no. Cedamos la palabra a la propia señora Bennet, que en una entrevista que concedió a "Ignatius Insight" (boletín de la editorial Ignatius Press) contaba que

IgnatiusInsight.com: What is the central story and purpose of your book, St. Laurence and the Holy Grail? How did you go about writing it?

Bennett: I think I described writing the book as working on a jigsaw puzzle, but I hope it doesn't come across that way. I translated the books written in Spanish by many of the priests who have been involved with the custody of the relic over the years, as well as the sixteenth-century Spanish translation of St. Donato's Latin manuscript.


En definitiva, que ni la propia señora Bennet contaba nada nuevo en el año 2000, y probablemente tampoco lo hagan ni ella ni los restantes congresistas el próximo mes de noviembre. La historia, en el sentido más riguroso del término, del Santo Cáliz de Valencia sigue comenzando en el Siglo XII, una época muy parecida a aquella en la que apareció el objeto de "estudio" de los sindonólogos, la Sábana Santa de Turín, y en la que por toda Europa afloraron reliquias que iban desde lo plausible hasta lo palmariamente absurdo. Y es cierto que, al igual que pasa con la Sábana Santa, existe un medio para salir un poco de dudas: el Cáliz valenciano está tallado en ágata, y un estudio adecuado podría ayudar a determinar la procedencia de la piedra y su época de tallado. Pero claro, este tipo de estudios los carga el diablo, y más en este caso: si lo pensamos con detenimiento, si el resultado indicase que la copa es de la época y la zona geográfica de Jesucristo sólo serviría para confirmar que existe la posibilidad (y nada más que la posibilidad) de que sea auténtico, mientras que un resultado que la colocase en otra época y en otro lugar podría refutar totalmente su autenticidad. La propietaria del Cáliz (la Archidiócesis de Valencia, colaboradora del congreso) tendría por tanto muy poco que ganar y mucho que perder con la prueba, así que es poco probable que se llegue a realizar públicamente.

En todo caso, el próximo mes de noviembre saldremos de dudas. Pero me da en la nariz que los resultados del congreso van a ir en la misma línea que los de la Sociedad Española de Sindonología o, ya puestos, los de la fusión fría. Y que Bob Park o el fantasma de Douglas Morrison (porque ya saben ustedes que la sindonología es capaz de resucitar a los muertos, como ocurrió con Willard Libby) van a seguir sin poder tomarse su taza de te con agua calentada mediante fusión fría y servido en la mismísima copa que usó Jesucristo en la Última Cena. Creer en el Santo Cáliz, como en la fusión fría (o en la autenticidad de la Sábana Santa) va a seguir siendo una cuestión de fe, por mucho que la vistan de ciencia y presuman de congresos "científicos".

Y sin novedad en el frente, claro.


P.S.: Para ser precisos, yo tampoco les cuento ninguna novedad. Salvo la noticia de la presentación del "nuevo" libro de Janice Bennet o la celebración del congreso de noviembre, confieso que todo esto lo conté ya en mi programa de radio hace unos meses. Incluyendo una mención al libro de la señora Bennet, claro.

P.P.S.: Y sí, tengo un programa de radio. Ya les contaré, ya...

23 de agosto de 2008

El accidente de Barajas

Hace unos cuantos años, Dolores Vázquez fue condenada por un jurado popular como autora del asesinato de la joven Rocío Vanninkhof. Seguro que lo recuerdan. Pero aquel juicio acabó siendo anulado por el Tribunal Superior de Justicia que consideró, con toda la razón, que el veredicto del jurado carecía de motivación. Y es que, aunque la sentencia del Tribunal Superior de Justicia no quiso decirlo claramente, se había producido lo que todos los que seguíamos aquel caso nos temíamos: que el jurado se limitó a poner por escrito un veredicto que ya había sido dictado, pronunciado y casi ejecutado por los medios de comunicación, que desde el principio insistieron en presentar a Dolores Vázquez como culpable del asesinato más allá de cualquier asomo de duda.

Y aquí es donde enlazamos con la actualidad, y concretamente con el terrible accidente de Barajas del pasado 20 de agosto. El hecho de que el avión sufriese una avería que obligó a retrasar el despegue ha disparado las especulaciones sobre la posibilidad de que el accidente se debiera precisamente a esa misma avería, que no habría sido adecuadamente reparada por el personal de mantenimiento. Especulaciones convenientemente alimentadas por algunos medios, que no han tardado ni un minuto en señalar la delicada situación económica de Spanair, dando a entender implícita o explícitamente que la compañía presionaba a sus empleados para que los aviones despeguaran a toda costa, aun averiados, y que probablemente esos problemas económicos afectarían también al mantenimiento de los aparatos. Algunos medios han llegado incluso a extremos de irresponsabilidad casi increíbles: un programa de televisión, de cuyo nombre prefiero no acordarme, difundió a los cuatro vientos las declaraciones de un joven que aseguraba que su padre -pasajero del vuelo- le había contado que el piloto se había negado a despegar con ese avión, pero que la compañía le había obligado a hacerlo. Al final resultaba que los SMS que la víctima había llegado a enviar no decían nada de eso, pero así lo había interpretado el chico y, lo que es muchísimo peor, así lo habían repetido una y otra vez los asistentes al programa, los tipicos "expertos en todo" que lo mismo te hablan de la nariz de Letizia (es sólo una corrección del tabique nasal, ya saben, nada de cirugía estética, que la realeza está por encima de esas vanidades mundanas) que de los entresijos técnicos de los motores a reacción. De hecho, hablan de los motores y de los demás aspectos del accidente más que de otra cosa: agosto suele ser un mes de "sequía informativa", así que los medios más sensacionalistas no sólo están ávidos de carnaza, sino que tienen huecos de sobra para seguir contando con pelos, señales y todo el morbo posible los detalles de lo que ocurrió, de lo que suponen que ocurrió, y hasta de lo que saben que probablemente no ocurrió pero resulta lo suficientemente llamativo como para contarlo.

Al cóctel de sensacionalismo informativo podemos añadir otros ingredientes. Por un lado está la actuación de la compañía, poco presentable a la hora de facilitar los datos de identidad de los pasajeros o atender debidamente a sus familiares. Por otro, como señala con acierto Avengers, está la cuestión de la prisa, las presiones de todo tipo para que la investigación sea lo más rápida posible. Pensando con frialdad lo que todo el mundo debería pedir es que sea rigurosa y completa, tarde lo que tarde, pero algunos medios y algunos políticos no dudan en subirse al carro de la conmoción social y meter toda la prisa posible para conocer ya mismo lo que pasó.

Y encima hay otro factor de fondo: nos hemos ido acostumbrando a que todo tiene que tener una causa humana. Siempre tiene que haber un responsable. Parece que no nos demos cuenta de que nuestra tecnología no es infalible, de que la fatalidad existe, y de que un accidente de este tipo puede deberse a errores o negligencias humanas, por supuesto, pero también puede haber ocurrido simplemente porque, como dice la frase anglosajona, "shit happens".

En definitiva, a estas alturas no sabemos lo que pasó, y probablemente tardermos algún tiempo en saberlo. Pero creo que habría que pedir a los medios que tuviesen un mínimo respeto por las labores de los técnicos y esperasen antes de afirmar, aunque sea de forma indirecta, que la causa del accidente fue una negligencia por parte de Spanair. Quizá lo fuese, pero quizá no, y quien debe determinarlo son los investigadores de Aviación Civil, no la prensa sensacionalista.

Tras la anulación del juicio, Dolores Vázquez salió de la cárcel en la que había pasado diecisiete largos meses, pero la opinión pública y los medios siguieron considerándola culpable hasta que las fuerzas de seguridad dieron con el verdadero autor del asesinato de Rocío Vanninkhof, Tony King. Y aun hoy hay quien no acepta el resultado de la investigación.

Y si seguimos por el mismo camino en el caso del accidente de Barajas, es muy posible que acabemos igual: con una culpable sentenciada ya por la opinión pública y con el riesgo de que las conclusiones de la investigación técnica, si no coinciden con ese veredicto popular y mediático, sean rechazadas con el argumento conspiranoico de que con ellas se nos intenta ocultar la verdad.

Y para todos los que de vez en cuando tomamos un avión (incluso, probablemente, alguna vez hayamos tomado ese mismo avión) resultaría preferible saber lo que ocurrió, en lugar de conformarnos con la historia truculenta que nos gustaría creer que hubiese ocurrido.


P.S.: Cuatro días ya, y aún no he visto a ninguno de esos adivinos, videntes y demás sinvergüenzas explicar por qué no fueron capaces de predecir semejante catástrofe. Será que están de vacaciones...


P.P.S.: Sólo cuatro días. Quizá sea poco tiempo para que Iker, Bruno y demás sinvergüenzas hagan un reportaje acerca de los fantasmas de las víctimas del accidente. Pero ya lo harán, ya...

18 de julio de 2008

Detrás de un gran hombre...

Vale, vale, reconozco que a estas alturas puede parecer un topicazo machista. Más aún: reconozco que hoy en día es un topicazo machista.

Pero no deberíamos olvidar que no hace tantos años que más de la mitad de la Humanidad estaba sometida a la otra mitad, como vino a decir Isaac Asimov. De hecho así sique ocurriendo aún en buena parte del planeta, por mucho que nos empeñemos en hacer el memo -eso sí, un memo de lo más políticamente correcto-.

Y aunque la Inglaterra de los años treinta seguía estando muy por encima de la barbarie que por lo visto respetamos profundísimamente y a la que contra toda evidencia llamamos "civilización", lo cierto es que en aquel lugar y en aquella época era cierto que detrás de cada gran hombre había una gran mujer.

A veces con el rodillo de amasar en la mano, literal o por lo menos metafóricamente.

Viene esto a cuento de que acabo de volver de una interesante mesa redonda en la que ha participado Adam Tolkien. Como a Adam no le hace ninguna gracia que le fotografíen, en lugar de las mías les coloco un enlace a esta noticia por si tienen la curiosidad de ver su aspecto. Y no se dejen engañar por su aspecto. Adam no ha heredado de su abuelo, J.R.R. Tolkien, ni su habilidad literaria ni su pasión filológica, pero sí una porción sustanciosa de sus derechos. Y sus orejas.

Y también una participación en la gestión y control de la Tolkien Estate.

De modo que quizá a alguien que no esté interesado en Tolkien le puede parecer que una charla de su nieto resultará bastante sosa, pero para cualquier "tolkienófilo" es una buena oportunidad de obtener de primera mano noticias sobre las actividades literarias de la Tolkien Estate y hasta alguna primicia sobre futuras publicaciones.

Y también, por supuesto, para conocer un poco más sobre la vida de J.R.R. Tolkien. En este caso más bien "de segunda mano", porque Adam tenía cuatro años cuando falleció su abuelo, pero no por eso deja de ser su nieto y por tanto tiene acceso a los recuerdos familiares de su padre y sus tíos, documentos, fotos...

Y ahí es donde iba yo. Cualquier aficionado a Tolkien sabe que detrás del escritor y filólogo había una mujer, Edith. Una mujer que, desde luego, fue muy influyente en su vida y obra, hasta el punto de que en la tumba que ambos comparten en el Wolvercote Cemetery, por deseo expreso del propio Tolkien, aparecen grabados sus nombres y los de Beren y Luthien, los personajes de "El Silmarillion" con los que quiso identificarse a sí y a su gran amor.

Lo que no sabíamos, aunque podíamos haberlo imaginado, es que buena parte de esa obra debe a Edith Tolkien no sólo su inspiración, sino incluso su propia existencia.

Tal y como relató Adam, su abuelo no es que fuera un juerguista, pero francamente prefería pasar las veladas charlando con sus amigos en el "Eagle and Child", el "Lamb and Flag" o algún otro pub de Oxford, o en la espaciosa habitación de C.S. Lewis en el Magdalen College. Hasta aquí el dato era conocido. Lo que no era tan conocido -aunque cualquiera podría haberlo supuesto- es que si Tolkien no se pasaba todas las noches de charla con sus amigotes era porque Edith no le dejaba salir. Así que Tolkien, que era tan trasnochador como poco madrugador, aprovechaba aquellas noches en casa para perfeccionar el quenya y el sindarin, imaginar las historias que, más o menos completas, acabarían formando "El Silmarillion", y redactando "El Hobbit", la obra que le abrió las puertas de la fama como narrador de ficción.

Así que, tolkienófilos de todo el mundo, ya lo sabéis. Detrás del gran Tolkien estaba Edith. Y fue su insistencia en evitar que Tolkien se pasara las noches de blanco en blanco y los días de turbio en turbio la que hizo posible que viera la luz la obra literaria de el profesor.

28 de junio de 2008

¿El gafe?

Bueno, una cosa hay que reconocer: el hombre tiene fama de gafe. Como ellos mismos recuerdan, hasta ahora no ha asistido a ningún acontecimiento deportivo importante en el cual la selección española o su equipo, el F.C. Barcelona, no hayan perdido. Y en cuanto a su eficacia como jettatore político, me imagino que Barack Obama estará a estas alturas rogando (no sé si a través de Jeremiah Wright) para que deje de apoyarle, teniendo en cuenta lo que pasó con Ségolène Royal, Walter Veltroni o, peor aún, John Kerry.

En fin, que hoy la nota divertida de los noticiarios la ha dado la web Zapatero no vayas, dedicada precisamente a eso, a pedir a Zapatero que no acuda a la final de la Eurocopa que disputarán España y Alemania el domingo que viene.

La web (ahora transformada en blog, como ya veremos) ofrece además una encuesta en la cual, nada sorprendentemente, arrasan los partidarios de que Zapatero se quede en su casa, Sonsoles se lo lleve al cine (como dice uno de los comentarios), adelante un par de horas su viaje oficial a Dinamarca o, en fin, haga lo que le dé la gana excepto presentarse en el estadio.

Y hasta aquí la nota humorística. Ahora vamos a ponernos serios. Empezando por una confesión: yo también he votado para que no vaya.

¿Que si a estas alturas creo en gafes? Evidentemente no. La idea de que una persona pueda esparcir mala suerte a su alrededor es por supuesto absurda, por más que opinen lo contrario los cada vez más numerosos afectados por la crisis, digo, el período de dificultades objetivas que estamos empezando a atravesar. Ni Zapatero, ni nadie, es gafe, y pretender que no acuda a la final de la Eurocopa por miedo a que impregne de mala suerte a la Selección es simplemente una bobada.

Pero en lo que sí creo es en las profecías autocumplidas. Los jugadores de fútbol, evidentemente, son tan vulnerables a la superstición como cualquier otro (incluso más, si nos fijamos en la cantidad de medallitas y amuletos que portan, las manías de llevar la camiseta por fuera o los calcetines del revés porque les da suerte, o las mil y una veces que se persignan al entrar al campo). Y claro, si están convencidos de que hay un poderosísimo gafe sentado en el palco, es muy posible que se desmoralicen y el domingo acabe cumpliéndose aquel viejo dicho de que el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y ganan los alemanes.

Y yo, qué quieren que les diga, preferiría que el domingo gane la Selección española. Aunque sólo sea para poder contarle a mis nietecitos lo de aquel año que no sólo pasamos de cuartos, sino que ganamos la final...


P.S.: Les decía más arriba que la web Zapatero no vayas se ha convertido en un blog, según dicen porque han sufrido "un boicot informático que ha provocado la desaparición de la página". La verdad es que no sé lo que ha ocurrido realmente, pero teniendo en cuenta que en alguna ocasión anterior el Presidente del Gobierno ha dado muestras de tomarse bastante mal eso de que se metan con él, aunque sea de una manera simpática o divertida, no me extrañaría que hubiese algo de cierto en la queja de los autores de la web.

Claro, el problema es que todos sabemos que Zapatero tiene mucho "talante", pero quizá no habíamos caído en el detalle de que el talante puede ser bueno o malo y, por lo visto, en estos casos lo que muestra es bastante mal talante. Quizá sería conveniente que alguien de su entorno le contase que la libertad de expresión incluye la tolerancia hacia aquellas opiniones que no nos gusten, y que su único límite debe ser el respeto a las leyes y los derechos de los demás. O que le explicase que el sentido del humor debe empezar por la capacidad de reírse de uno mismo.

Y, a ser posible, que se lo explique el domingo cuando vaya a tomar el avión para Viena. A ver si hay suerte y con la charla se le va el santo al cielo y pierde el vuelo...

25 de junio de 2008

Otra perla jurisprudencial

No he podido evitarlo: me he echado a reír a carcajadas. A lo mejor he exagerado, pero bueno, eso júzguenlo ustedes mismos.

Andaba yo buscando jurisprudencia para un asunto, cuando me he topado con un caso curioso. Los acusados eran dos señores bastante anónimos, pero la parte acusadora era mucho más conocida, nada menos que el Real Madrid Club de Fútbol. Al parecer los acusados comercializaban una serie de productos que, en opinión del Real Madrid y del Ministerio Fiscal, infringían los derechos de propiedad industrial del Club, dado que reproducían sin la debida autorización la marca madridista. El Juzgado de los Penal no estuvo de acuerdo y absolvió a los acusados, y aunque el Real Madrid recurrió ante la Audiencia Provincial de Alicante, ésta confirmó la sentencia absolutoria. Dice (y dice bien) la Audiencia Provincial que el artículo 274 del Código Penal

reclama que la reproducción, imitación, modificación o utilización ilícita del producto original, se realice mediante un signo distintivo idéntico o confundible con el original; expresión que introduce un componente delimitador del tipo de imitación que trasciende a la esfera penal, dejando al margen de la esfera punitiva aquellas otras en que por las características del producto, su configuración, naturaleza u objeto del plagio, no se produzca ese confusionismo entre el original y la copia o imitación.


Vamos, que para considerar que un producto es una falsificación es preciso que sea lo suficientemente parecido al original como para generar confusión.

Cosa que en este caso no ocurre porque, como dice también la Audiencia (la negrita, como la carcajada, es mía)

Y es evidente que en el presente caso, no hay la suficiente similitud entre los productos comercializados registralmente por la entidad querellante con los comercializados por los denunciados, como pregona el Ministro Fiscal en su informe de contestación al recurso que resolvemos, por las significativas diferencias que los distinguen, entre las que adquiere especial relevancia la presentación del producto imitado con colores azul granas, propios del equipo deportivo con el que presenta mayor rivalidad el de la querellante, que utiliza, como es lógico, sus colores identificativos, el blanco, para identificar sus productos. Sin que nadie que medianamente conozca el mundillo futbolístico osaría confundir un objeto con esos colores con algo perteneciente al Real Madrid.


En fin... La Sentencia completa, por si tienen curiosidad, aquí.

20 de junio de 2008

Aguas (dinamizadas) turbulentas II



Decía yo hace unos días... bueno, sí, ya sé que últimamente no paro de citarme a mí mismo y que eso está muy feo y tal. Tomenlo simplemente como una forma de entrar en antecedentes. Así que decía yo hace unos días que me daba la impresión de que el sector de la homeopatía anda de los nervios por

el miedo, parece que esta vez fundado, a que las autoridades sanitarias hagan cumplir una legislación que, aunque resulta escandalosamente permisiva para los "medicamentos" homeopáticos, a esta gente sigue pareciéndoles demasiado estricta.

Una impresión que viene de antiguo, pero que se debía sólo a las reacciones de los homeópatas (encabezados por su industria, claro) frente a los últimos cambios legislativos. Y dado que estos cambios en el caso de la homeopatía son casi inexistentes, puesto que la "nueva" normativa reproduce exactamente la anteriormente vigente, la única explicación que yo encontraba a la histeria colectiva del sector era esa, el pánico a que esta vez les obliguen a cumplir la ley.

¿Llevaba yo razón? No lo sé, y aún es pronto para saberlo. Pero de momento parece que empiezan a aparecer negros nubarrones sobre las aguas dinamizadas, otrora plácidas, de la homeopatía (frase cursilísima, pero así justifico la foto del principio. Maja, ¿verdad?).

Me explico. El pasado día 10 de junio, el Boletín Oficial del Estado nos dió una sorpresa. Bueno, el BOE suele traernos sorpresas, y casi siempre poco agradables, pero en esta ocasión la sorpresa fue más, ejem, sorprendente. Por lo insólito. La sorpresa o, mejor dicho, las sorpresas, porque fueron tres, consistieron en la denegación de autorización como medicamentos de los productos homeopáticos "Tejido Adiposo+Triac solución inyectable", "Circulación Linfatismo, solución inyectable" y "Glándula Mamaria CPTO., solución inyectable", comercializados hasta ahora por Laboratorios Biótica.

Si tienen ustedes curiosidad pueden leer los anuncios oficiales aquí, aquí y aquí. Pero nosotros, fieles a nuestra vocación divulgativa y conscientes de que los textos son, para qué vamos a negarlo, un auténtico coñazo, vamos a intentar hacer un resumen de las jugadas más interesantes.

El "partido" empieza, pásmense, el 30 de mayo de 1995. Como hemos comentado ya en alguna ocasión, el ya derogado Decreto 2208/1994 establecía en su Disposición Transitoria segunda que los potingues homeopáticos vendidos como medicamentos a la entrada en vigor del Decreto podían seguir siendo comercializados siempre y cuando se remitiera al Ministerio de Sanidad, en el plazo de seis meses, la documentación necesaria para su autorización y registro. La idea era conceder provisionalmente una "prórroga" de la comercialización mientras el Ministerio tramitaba el expediente de autorización, así que aquel lejano día de mayo de 1995 el representante de los Laboratorios Biótica envió al Ministerio los papeles...

...y nunca más se supo hasta el 22 de diciembre de 2006, cuando el Centro Andaluz de Farmacovigilancia envió a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AGEMED) una alerta acerca de posibles reacciones adversas graves relacionadas con el uso de esos tres productos. A raíz de aquello la AGEMED retiró cautelarmente del mercado los potingues en cuestión e inició una serie de trámites, entre ellos la revisión de la documentación aportada por el laboratorio. El acuerdo de revisar la solicitud, pásmense, lleva fecha de 17 de mayo de 2007, casi doce años después de que el laboratorio la presentase.

Y a partir de ese momento se suceden los requerimientos al laboratorio para que complete la documentación y los escritos de éste negándose, alegando que el Decreto 2208/1994 está ya derogado (cosa que es cierta, pero como también es cierto que el Decreto estaba en vigor en el momento en que el laboratorio presentó la solicitud, es esa la norma que había que aplicar). Hasta que finalmente, y en vista de que la documentación originalmente aportada era insuficiente, la AGEMED ha decidido denegar la autorización. Trece años después de que el laboratorio la pidiera.

Hasta aquí la historia. Ahora las moralejas.

La primera es bastante obvia: los productos han estado en el mercado durante más de trece años con una licencia provisional, sin que nadie en el Ministerio se molestase siquiera en comprobar si la documentación aportada era suficiente para que esa licencia provisional se convirtiera en definitiva. Que no lo era, por cierto, y eso se lo puedo decir yo que ni soy técnico, ni trabajo en el Ministerio, ni tengo siquiera acceso al expediente administrativo, pero que al menos sé leer: el Decreto de 1994 (y el actualmente vigente, de 2007) establecen un sistema simplificado de registro de medicamentos homeopáticos que permite autorizar, sin necesidad de que acrediten su efectividad, aquellos que reúnan una serie de características. Entre estas características se encuentra la de que su vía de administración sea oral o externa, y resulta que los productos en cuestión, tal y como indica la web del laboratorio, son inyectables. Y en cuanto al otro procedimiento, el de los productos con indicación terapéutica aprobada, resulta que exige que el fabricante acredite su eficacia terapéutica, pero como no me consta que Laboratorios Biótica reclamase en su día el millón de dólares de James Randi o, ya puestos, que esté reclamando las diez mil libras esterlinas que ofrecen Edzard Ernst y Simon Singh a quien pueda demostrar que la homeopatía funciona realmente, imagino que habrán intentado acogerse al procedimiento simplificado.

Pero tan doloroso como los trece años de clandestinidad impune (no se me ocurre otra expresión, la verdad) de los que ha gozado el fabricante de estos mejunjes es el hecho de que la retirada del mercado se haya producido a raíz de una alerta por posibles reacciones adversas. ¿Hay que esperar a que se produzca alguna reacción de este tipo para que la Administración se digne a revisar unos expedientes que obran en su poder desde hace más de una década? Ignoro si las reacciones adversas se han producido realmente y qué gravedad han podido tener, pero de ser así, ¿quién se hará responsable, el laboratorio que al fin y al cabo presentó los papeles en su momento, o la maquinaria administrativa que no ha sido capaz de echarles siquiera un vistazo hasta que el daño no se ha producido? Los productos homeopáticos, por definición, difícilmente pueden causar reacciones o daños graves (por las mismas razones por las que no producen efectos terapéuticos), pero no es imposible si se emplean como sustitutos de medicamentos de verdad, o el paciente es alérgico al excipiente empleado. O a algún principio activo, si tenemos en cuenta que algunos de estos "medicamentos" mezclan productos homeopáticos con extractos de plantas o similares; es una práctica ilegal (no lo permiten ni el Decreto antiguo ni el actual) pero, como todo lo relacionado con este mercado, tolerada por la inactividad de la Administración. Y, por tanto, mantener esos productos en el mercado sin preocuparse siquiera de echar un vistazo a sus expedientes para comprobar si cumplen los generosos requisitos que establecen los Decretos es una temeridad.

Porque ahí está la otra moraleja: esto ha pasado con tres productos, pero en el mercado hay cientos o miles que con toda probabilidad se encuentran en una situación similar, es decir, sin que nadie se haya tomado la molestia de revisar la documentación aportada en 1994/95. Y no estamos hablando de cualquier cosa, sino de medicamentos. Vale, no son medicamentos en el sentido científico del término, pero sí en el legal y, sobre todo, comercial, lo que implica que quienes los adquieren y utilizan creen que realmente están recibiendo un tratamiento para sus dolencias. Y si ya es bastante poco presentable que, con la ley en la mano, en realidad lo que están usando son unos productos que no han acreditado que realmente tengan ningún efecto terapéutico, lo que no es en absoluto de recibo es que nadie haya revisado esas autorizaciones "provisionalmente prorrogadas" desde hace más de trece años para comprobar que, si bien es verdad que no curan, al menos que no hagan daño.

Porque el procedimiento simplificado de registro permite que se vendan como medicamentos una serie de productos que no acrediten su efectividad "a cambio" de establecer unos requisitos que garantizan que por lo menos son inocuos. Su carácter estrictamente homeopático garantiza la ausencia de sustancias activas, o al menos que estén presente en cantidades tan reducidas que se pueda razonablemente esperar que no van a producir ningún efecto adverso (ni beneficioso, claro, exactamente por la misma razón). Su forma de administración, exclusivamente por vías oral o externa, también parece que evita los riesgos de otras modalidades. Y, por último, no deben tener indicación terapéutica, es decir, no deben prometer que curan nada, algo bastante lógico si tenemos en cuenta que tampoco se les exige que demuestre que lo hacen.

Un sistema, en fin, bastante coherente aunque en mi opinión muy poco presentable dado que se trata de medicamentos, o en el caso de la homeopatía, de preparados que se venden con el marchamo de "medicamentos". Pero es lo que hay (y, por cierto, que nadie piense que es un invento español: la cosa viene de la Unión Europea, me temo).

Y ya que es lo que hay, lo mínimo que podemos exigir es que se cumpla. Y aunque no sé si las tres retiradas del mercado publicadas en el BOE y el ambiente de pánico que reina en el sector son síntoma de que el Ministerio, a partir de ahora, va a empezar a aplicar la ley, sí que tengo clara una cosa: que debería hacerlo.

Duna


Hola, Duna. Bienvenida a casa.


10 de junio de 2008

Se le apareció la Virgen

Se suele decir que a alguien "se le apareció la Virgen" cuando tiene un golpe inesperado de suerte, un "milagro" que le salva de algún apuro. No sé si Amparo Cuevas pasaba por un apuro en 1980, pero lo que sí está claro es que "se le apareció la Virgen": el patrimonio del tinglado montado a raíz de las supuestas apariciones marianas de El Escorial suma nada menos que ciento sesenta y dos (sí, ciento sesenta y dos) inmuebles e ingentes cantidades de dinero amablemente "donadas" por los acólitos, además del trabajo "voluntario" de muchas personas víctimas del montaje sectario.

Hace unos días la Asociación de Víctimas de las Supuestas Apariciones de El Escorial consiguió que el Juzgado de Instrucción número Cuatro de San Lorenzo de El Escorial admitiera a trámite una querella contra la vidente y otras trece personas, acusadas de delitos de estafa, asociación ilícita, detención ilegal y coacciones. Hoy se ha producido la declaración como imputada de Amparo Cuevas, cuya explicación acerca de los hechos es, como no podría ser de otra forma, que no retiene a nadie contra su voluntad, que todo lo que ha recibido lo ha sido por donaciones voluntarias y absolutamente libres, y que nunca ha engañado a nadie. Vamos, que "se le apareció la Virgen".

Ya hablamos aquí en su día acerca de las dificultades para conseguir que los responsables de este tipo de chiringuitos (aunque en este caso la palabra se quede corta) acaben siendo condenados por estafa. Y ya veremos qué ocurre con los otros delitos, porque aunque en algún caso la querella parece estar sólidamente respaldada, el hecho de que esta mujer lleve cerca de veintiocho años con su montaje sin que nadie la haya molestado dice muy poco en favor de nuestro sistema de protección a las víctimas de estos engaños. Esa es, precisamente, la razón principal por la que desde Círculo Escéptico hemos puesto en marcha la campaña por el control del mercado esotérico.

Pero por supuesto seguiremos con mucho interés el caso, y ojalá se resuelva favorablemente para las víctimas. Y en cuanto a la tal Amparo Cuevas... bueno, si quiere que se le siga "apareciendo la Virgen", vale.

Pero que la vea a través de unas rejas.


Nota: sí, ya sé que en el enlace a la página de la Asociación de Víctimas se habla de ciento treinta y dos propiedades, y yo hablo de ciento sesenta y dos. Pero no es un error.

9 de junio de 2008

Gracias, amigos de "El Correo"

El escepticismo, en pocas palabras, consiste en no aceptar de forma acrítica las afirmaciones, opiniones e ideas, sino someterlas al escrutinio de la razón. Y pocas cosas puede haber más contrarias a la razón y al pensamiento escéptico que pretender imponer las ideas con balas y bombas.

Ayer el diario El Correo sufrió un atentado de ETA. El último (ojalá no hubiera que añadir "por ahora") de una larga cadena de crímenes, con más de mil asesinatos e incontables heridos, familias destrozadas y personas que han tenido que esconderse ante la amenaza de la banda terrorista y de sus cómplices, y el desdén de los miserables cuya única reacción es y ha sido siempre la de mirar para otro lado.

ETA lleva ya más de cuarenta años matando, y probablemente siga haciéndolo mientras haya quienes pretendan sacar tajada del terrorismo, o quienes piensen que se puede dialogar con unos fanáticos que sólo saben hablar a tiros y a bombazos. Pero lo que ETA no ha conseguido es derrotar a la sociedad, y nunca lo conseguirá gracias a personas como los periodistas y los trabajadores de El Correo. Ellos, con su defensa de la libertad de expresión en pleno epicentro del terrorismo etarra, junto con los miembros de las fuerzas de seguridad, persiguiendo y deteniendo a esos delincuentes, y los muchos, muchísimos ciudadanos públicos o anónimos que les hacen frente desde sus concejalías, desde su puesto de trabajo o simplemente con su actitud de firmeza ante el miedo, son la garantía de que al final venceremos a esa escoria.

Y gracias a ellos seguiremos intentando defender nuestras ideas y analizar las ajenas mediante el razonamiento y el pensamiento crítico, sin pretender imponerlas con las bombas y, siguiendo su ejemplo, sin ceder ante el miedo de que otros pretendan imponernos las suyas por la fuerza.

Por eso, amigos de El Correo, no os voy a dar ánimos, que sé que no los necesitáis. Simplemente os doy las gracias.

31 de mayo de 2008

Tres piezas de jurisprudencia menor (y 3)

A lo mejor, leyendo las entradas anteriores sobre Pedro Amorós y el cazafantasmas cazado, piensan ustedes que "la cagaron", ¿no?

Pues no. Cagarla, lo que se dice cagarla, fue lo que hizo otro señor. Lean el recurso y la correspondiente Sentencia de la Audiencia Provincial de Gerona.

Y disculpen el lenguaje, pero creo que esta vez estaba más que justificado, ¿verdad?

Tres piezas de jurisprudencia menor (2)

Y si decíamos ayer que Pedro Amorós, aun habiendo perdido su recurso, al menos se ahorró que la Audiencia Provincial de Alicante volviera a exponer públicamente los detalles del caso, lo cierto es que no todo el mundo tiene esa suerte. Miren lo que le pasó a...

Pero bueno, antes habrá que ponerse en antecedentes. Si tienen ustedes la bondad de acompañarme a mi vieja página web, dirigirse al Circo y acceder a los Fenómenos Para Anormales podrán echar un vistazo a la extraordinaria fauna que pasó por un plató de Canal 9 un lejano día de 2002. Bien, pues concéntrense ustedes en este curioso personaje que por un módico precio accedió a "limpiar" de una casa un temible espíritu burlón, y que dio lugar a nuestro segunda pieza de "jurisprudencia menor", la de


El cazador cazado

¿Han leído ya mi crónica? Pues no es nada: en realidad, lo que cuento es un pálido reflejo de lo que allí ocurrió, así que dejemos que lo exponga con más claridad la Audiencia Provincial de Valencia, que se vio obligada a dictar sentencia en apelación del juicio que este individuo había perdido en primera instancia contra Televisión Autonómica Valenciana SA y Canal Mundo Producciones Audiovisuales. Dice la Sentencia de marras en su Fundamento de Derecho Segundo que

dos reporteros comparecieron al despacho profesional de actor D. Carlos Francisco , a quien, según sus testificales, habían seleccionado según las denuncias de consumidores a la AVACU, para realizar por cuenta de la codemandada Canal Mundo y sin más intervención de la otra codemandada Canal 9 que proporcionarle el plató de TV y la presentadora, un reportaje de investigación denominado "Investigación TV" bajo el epígrafe "Mundos del más allá"en el que se incluían varios reportajes grabados con cámara oculta sobre pseudociencias .Con este fin, los reporteros llevaron a dicho despacho una foto trucada para dar crédito a las inveraces presencias extrañas en su casa con ruidos, aperturas de cajones, desorden...de las que informaron al actor y que, éste tras identificarse como parapsicólogo desde hace más de 20 años y previo cobro de 20 euros por echarles las cartas del "Tarot", corroboró describiendo que había un "diablillo cojonudo" y que para expulsarlo, previo pago de 300 euros, se desplazaría a tal domicilio en el cual, preparado al efecto con aspecto de desorden, también advirtió la presencia y tras verificar un ritual de rezos, velas e incienso manifestó no estar seguro haber eliminado y que, para ello, con otro pago, haría un seguimiento desde aquel, negociando al fin de la visita ya en el vehículo en el que se habían desplazado, el reparto de beneficios al 50% si contaban el caso en la TV. Iniciada la tertulia de expertos en esta materia en el plató luego de emitirse la referida grabación, incluida la intervención de otro profesional dedicado también a la limpieza de espíritus y, según dijo con parecidas técnicas al actor pero dudando de éste, aquéllos expresaron su opinión en la que las únicas referencias personales que se hicieron del mismo , en el contexto de advertir e informar al público de lo engañoso de algunas de estas prácticas a cambio de dinero, fueron las de definirle "especial cazafantasmas, cantamañanas y deprimente y digno de estudio psiquiátrico".


Claro, la consecuencia de esto fue que el demandante consideraba que se había ridiculizado a su persona, causándole una depresión además de una considerable merma de clientela. Aunque sobre esto último el Juez de primera instancia decía, y la Audiencia Provincial repite que

tal no sucede por razón de la difusión de esta información cierta, sino precisamente por razón de la realización de las conductas de que se trata, y respecto de las que el proceder periodístico es mero enunciador o narrador, pero no creador de las mismas.


Y es que, como concluye la Audiencia Provincial,

Ni la citada información ni expresiones vulneran los citados derechos al honor intimidad y propia imagen ya que, en relación con la primera, la objetividad, veracidad y neutralidad negadas en el recurso concurren y además, el interés público y social de la información prevalece sobre los aquéllos .En efecto, el propio actor se califica como experto parapsicólogo y, de hecho, sus prácticas para limpiar espíritus son similares a las que en el programa expuso otro compañero con lo que, con la información, se trata de dar una visión no de su forma de actuar si no en general de los fraudes que en este tema se producen aprovechando, al cobijo de unos supuestos poderes o conocimientos paranormales, situaciones difíciles de personas que, necesitan creer o creen, que puede haber una última y alternativa solución a sus problemas, sin que su peculiar personalidad se estime relevante, ni como criterio de selección, además, obtenido de la AVACU, ni para dar mayor audiencia a la emisión pues, de todos es conocido que es habitual que esta peculiaridad concurra en quienes se dedican a estas prácticas y en éstas en sí. En este contexto de advertencia informativa, también concurre la veracidad y neutralidad de la misma información en la medida que la simulación de los reporteros queda desvirtuada por la que luego, asumiéndola, hace el mismo demandante dando realidad al los "espíritus" inventados por los primeros en los términos que son más conocidos públicamente como manifestaciones de los mismos (ruidos, movimientos de objetos...etc) y no con un ánimo de provocar una actividad forzada ni ridícula de aquel que, se limita, a usar las prácticas (velas, azufre, rezos...) que otro experto, como se ha dicho, también dice utilizar. El que esta simulación comenzara en el lugar en que se desarrolla esta actividad profesional y la emisión de todo lo grabado, con intervención de los periodistas, fuera precisamente de lo que ocurrió primero en él y luego en la supuesta casa de éstos , abunda más en lo dicho y en la no precisión en este caso de la autorización de quien fue objeto de esa grabación, al igual que el que no se disimularan sus rasgos físicos en ésta no resulta irrelevante en este contexto informativo si no que, por el contrario, la relevancia es obvia precisamente para advertir a la sociedad de estas irregulares prácticas.


De este rapapolvo, publicado con pelos y señales en los anales de la "jurisprudencia menor", es de lo que se ha librado Pedro Amorós. Y de lo que se libró, por cierto, el "otro experto" al que alude la Sentencia. Y es que si vuelven ustedes a los Fenómenos Para Anormales y miran un poquito más abajo se encontrarán con que la intervención de ese "otro experto" duró hasta que una de sus clientas llamó al programa para explicar con todo lujo de detalles -especialmente fuera de antena- la naturaleza exacta de la "limpieza" a la que sometió a su local y, sobre todo, a su bolsillo. Por suerte (para él) tuvo la ocurrencia de no interponer ninguna demanda contra el programa, gracias a lo cual se libró de que, como su compañero, pasase de presentarse como cazafantasmas a ser retratado en los repertorios jurisprudenciales como fantasma cazado.