8 de agosto de 2007

"Enigmapedia",un proyecto para el escepticismo en español

¿Qué le hace falta al escepticismo en español? Una mayor presencia en Internet para tenerla también en el mundo real. Es lo que pensamos algunos. Es cierto que en los últimos años las webs escépticas han aumentado en número y calidad; pero también lo es que no hay ninguna que sirva de guía para quien quiera información fiable sobre cualquier presunto misterio o divulgador de lo paranormal. El universo pseudocientífico es tan amplio que resulta imposible cubrirlo todo y estar a la última, como demuestra el hecho de que, a pesar del creciente número de bitácoras críticas, aún haya que recurrir a fuentes en otros idiomas para algunos asuntos, a pesar de ser el español un idioma hablado por más de 400 millones de personas.

Para cubrir ese hueco nace hoy el proyecto Enigmapedia, una iniciativa del Círculo Escéptico abierta a la participación de asociaciones y particulares de todo el mundo de habla hispana. El objetivo es crear una enciclopedia en línea que sirva de referencia al pensamiento crítico iberoamericano y, por extensión, a todo aquel que necesite información fiable sobre los llamados fenómenos paranormales. Así, llegará un momento en el que cualquier periodista o interesado encontrará en esa web la información necesaria para separar el trigo de la paja, la verdad de las mentiras sobre las que se levantan las pseudociencias y hacen carrera sus impulsores.

Enigmapedia -el nombre es provisional- está todavía en mantillas y su éxito dependerá, en gran medida, de que los escépticos iberoamericanos quieran aunar fuerzas y trabajar juntos en el proyecto. Habrá un reducido grupo de editores, que serán los que en realidad se encarguen del día a día, pero se va a necesitar de todo: ancho de banda, artículos, programadores, autores, documentación. Imagínense lo que puede ser sumar de una forma ordenada y coherente gran parte de la información escéptica que hay hoy en día en Internet. Y lo que puede suponer para el avance del pensamiento crítico que una enciclopedia escéptica sea lo priemro que aparezca en Google cuando uno escriba triángulo de las Bermudas, ovnis, acupuntura, Charles Fort...

Aunque el Círculo Escéptico va mandar en las próximas semanas las pertinentes invitaciones a organizaciones y particulares, si usted no quiere esperar, escriba a circulo@circuloesceptico.org .

7 de agosto de 2007

La Justicia, JJ Benítez y Forrest Gump

Una de las frases memorables de la película Forrest Gump es aquella según la cual "tonto es el que hace tonterías". Una frase que ha calado hondo porque en realidad no sólo lo pensaba la madre de Forrest Gump, sino todo el mundo: quien hace tonterías es evidentemente tonto, igual que quien miente es un mentiroso, quien tergiversa las cosas es un tergiversador, y así sucesivamente.

Y resulta que no es así.

A veces las cosas simples, incluso aquellas tan simples como esos silogismos a lo Forrest Gump, se vuelven mucho más complicadas cuando pasan por el tamiz de la Administración de Justicia, y más o menos eso es lo que ha ocurrido con la sentencia que ha condenado a Luis Alfonso Gámez a indemnizar a J. J. Benítez por haber vulnerado el derecho al honor del ufólogo.

El propio Luis Alfonso lo cuenta estupendamente aquí o aquí, y en ese sentido poco hay que añadir: los artículos de "Magonia" referentes al "investigador" navarro consisten básicamente en explicaciones detalladas -y perfectamente justificadas- sobre cómo Benítez contaba otra vez el cuento de las Piedras de Ica, realizaba afirmaciones descabelladas acerca de la desaparecida civilización de la Isla de Pascua o narraba la más que desacreditada historieta de los supuestos contactos extraterrestres de los dogones. La sentencia considera que Luis Alfonso empleó expresiones lesivas contra el derecho al honor de Benítez cuando explicó que "Planeta Encantado" llegaba a embrollar las cosas hasta el punto de hablarnos de que Jesús se sentó en el Coliseo romano décadas antes de que el edificio fuera construido, o que existió -que existió realmente, no sólo en la imaginación de Benítez- una relación comercial entre Europa y América antes del descubrimiento del Nuevo Mundo. Luis Alfonso contó cómo Benítez sigue defendiendo contra toda evidencia la autenticidad de la Sábana Santa de Turín o la avanzada tecnología del Arca de la Alianza. Y Luis Alfonso mostró públicamente la marca del platero que manufacturó el anillo al que Benítez atribuye un origen extraterrestre.

Luis Alfonso exponía -y demostraba- que sólo manipulando las evidencias puede afirmarse, como hace Benítez, que los bereberes tuvieron contacto con extraterrestres, o que las pirámides egipcias fueron obra de seres procedentes de Orión. Y Luis Alfonso, en fin, contaba que las historias de Benítez sobre ruinas lunares no sólo carecen de base alguna, sino que las "pruebas" que presentó Benítez son más falsas que un euro de cartón.

Hasta ahí la historia tiene poco de extraordinario. El Dossier Planeta Encantado de Magonia desmontaba con rigor los cuentos que contaba Benítez en su serie, pero su nivel de crítica no iba mucho más allá de la que se podía ver incluso en ambientes magufos, donde la serie pseudodocumental contribuyó a terminar de hundir el prestigio del ufólogo incluso entre los más crédulos. En este sentido fueron especialmente devastadores los efectos del episodio "Mirlo Rojo", en la que se mostraban al público como "imágenes inéditas" una simple animación digital.



Aquello cayó como un jarro de agua fría sobre los admiradores que aún conservaba Benítez, que entendieron -igual que Luis Alfonso, igual que todo el mundo- que Benítez había presentado la recreación informática insinuando que se trataba de imágenes reales que mostraba por primera vez al público. Buen ejemplo de ello es la reacción de alguien tan denodadamente crédulo como Paco Padrón, en cuya web aún puede leerse a propósito de "Mirlo Rojo" que

Y ahora viene la parte más compleja de la emisión de aquel capítulo titulado “Mirlo Rojo” y, especialmente, las “imágenes inéditas” de la filmación censurada sobre las ruinas lunares. Muchos creyeron que eran reales. Otros, no; especialmente los que están familiarizados con la informática, con la recreación digital de imágenes. Este periodista fue asaetado con llamadas o correos electrónicos. Todos querían saber si aquella filmación era real o una simulación informática. Al parecer, el propio Juan José Benítez, a través de su hijo, Iván, ha manifestado que, efectivamente, se tratan de imágenes recreadas, basadas en la auténtica película que él conserva. Ahora soy yo el que pregunta: ¿Por qué no se emitió la película original? ¿Por qué no se advirtió que, efectivamente, se trataba de una especie de montaje digital? Estas mismas preguntas se las he efectuado al propio Juan José. De momento no he obtenido respuestas a las mismas. Que conste que no dudo que mi amigo Benítez tenga esa cinta original. Pienso que algún motivo –que desconozco en la actualidad- tendrá para no difundir tales secuencias entregadas, en su momento, por el citado “Mirlo Rojo”. Siempre he defendido a Juan José. Conozco, desde hace más de veinticinco años, su sinceridad, honradez y entrega hacia estos temas. Insisto: a lo mejor, en su momento, dará respuesta a estos molestos interrogantes. Estamos deseando ver esos catorce minutos de imágenes reales. Estimo que es la mejor manera de descubrir si nos están engañando, si nos ocultan hechos tan importantes como esos secretos lunares.


Algún tiempo más tarde el propio Padrón añadía que

Ya cerrado este artículo, recibo, por correo electrónico, la siguiente contestación de Juan José Benítez: -“Querido Paco: Por razones de índole personal no he contestado a nadie sobre lo que me preguntas. Por tratarse de ti, te diré lo siguiente: la información de “Mirlo Rojo” es correcta. Fue contrastada durante años. Estoy seguro que “Mirlo Rojo” dijo la verdad. Otra cuestión es lo que dicen y escriben los intoxicadores de siempre. La película existe. La información es correcta. Como te decía, por razones, personales o de seguridad personal, no puedo hacer más declaraciones, de momento.”


Padrón no hacía ningún comentario, ni siquiera para resaltar lo absurdo de que Benítez asegure que no puede "hacer más declaraciones, de momento" por razones "de seguridad personal": si la historieta de Benítez tuviese alguna verosimilitud, el hecho de haberla contado sería más que suficiente para poner en entredicho su "seguridad personal", y mostrar la verdadera filmación no añadiría nada a ese riesgo, pero al menos le permitiría salvar algo de su prestigio, tan maltrecho ya (maltrecho por la labor de los detractores pagados por los servicios de inteligencia, claro).

En fin, que todo indica que Padrón se murió -o abandonó este plano dimensional, como prefieran- sin ver ni la supuesta filmación original, ni tampoco una explicación medianamente convincente por parte de Benítez. Y no es el único, ni mucho menos, de modo que no es raro que incluso buena parte del maguferío hispano (con la siempre refrescante excepción de Bruno Cardeñosa) haya aplicado también el silogismo de Forrest Gump. Ya saben: si Benítez mostró pruebas falsas para apoyar su historia sobre las ruinas lunares, o tergiversó la interpretación de los frescos de Tassili, o nos coló como extraterrestre un anillo de lo más terrestre, es que...

Y es este "es que..." el que motiva la condena de Luis Alfonso Gámez. La sentencia, sin duda, habrá provocado oleadas de placer entre los seguidores de Benítez (y también, por supuesto, entre quienes sin serlo han hecho del enfrentamiento con los escépticos una cuestión personal en la que todo vale), pero una lectura del fallo muestra que el Juez del Juzgado de Primera Instancia número Cinco de Getxo no considera que Luis Alfonso falte en modo alguno a la verdad al explicar los montajes de Benítez. No le desautoriza en lo más mínimo, hasta el punto de que ni siquiera ha ordenado la retirada o no difusión de los textos. El Juez se limita a decir que algunas de las expresiones empleadas por Luis Alfonso lesionan el derecho al honor de Benítez, pero simplemente por el carácter objetivamente vejatorio de esas expresiones.

Vamos, que según la decisión judicial la madre de Forrest Gump puede explicar con pelos y señales cuáles son esas tonterías, pero no exponer la conclusión de que quien las hace es tonto. Eso ya es lesivo para el derecho al honor del... del que hace tonterías, vaya.

Otro día hablaremos con más detalle de esa Sentencia cuyo sentido no compartimos, pero contra la que no vamos a armar contra ella una pataleta de colegial; intentaremos exponer por qué se ha equivocado el Juez empleando criterios jurídicos no paranormales (pero tranquilos, los paranormales también los comentaremos).

Pero ahora nos quedaremos con Forrest Gump. Con la otra frase memorable de la película (es que en realidad sólo se me ocurren dos).

A raíz de la condena a Luis Alfonso se ha producido un curioso fenómeno que seguramente no previó Benítez cuando tuvo la ocurrencia de publicar la sentencia en su página. Como cuenta el propio Luis Alfonso, no sólo está recibiendo numerosas muestras de solidaridad, sino también apoyos activos que permiten y permitirán (porque muy pronto habrá interesantes novedades, ya lo verán) dar a conocer más ampliamente la calidad de las "investigaciones" del propio Benítez y de muchos de sus colegas. "Magonia" bate récords de visitas, el dossier sobre "Planeta Encantado" ha alcanzado una difusión impensable y, en fin, la sentencia no ha acallado las críticas a los métodos de Benítez, sino que ha permitido difundirlas más y mejor.

Y lo que queda. Si a Forrest Gump le decían aquello de

¡Corre, Forrest, corre!


Probablemente Benítez, al ver los efectos de la caja de Pandora que él mismo ha abierto, haya pensado algo por el estilo...

El Círculo Escéptico y la sentencia sobre Luis Alfonso Gámez

El pasado 12 de junio de 2007 el Juzgado de Primera Instancia número Cinco de Getxo dictó Sentencia en la que, considerando que nuestro compañero Luis Alfonso Gámez, mediante diversos artículos publicados en su blog Magonia, había vulnerado el derecho al honor de Juan José Benítez, le condenaba a indemnizar al ufólogo en la cantidad de seis mil euros.

JJ Benítez había exigido una indemnización de ochenta mil euros, así como la retirada de los textos de Magonia que hicieran referencia a su persona, la publicación de la Sentencia en el diario El Correo y la condena en costas de nuestro compañero. La Sentencia, en cambio, recoge tan sólo una mínima parte de sus pretensiones, hasta el punto de que la indemnización ni siquiera cubre las costas y gastos procesales de Benítez. Por otra parte, la Sentencia no cuestiona en ningún momento la veracidad de lo que expone Luis Alfonso Gámez, sino tan sólo la utilización de algunas expresiones que considera injuriosas hacia Benítez y que ya habían sido retiradas de los textos hace un año.

No nos encontramos, por tanto, ante una victoria de los crédulos frente a los escépticos, como algunos han querido presentarla, ni tan siquiera una reivindicación de Benítez ante unas críticas que por otra parte también recibió y sigue recibiendo incluso desde las filas de los propagandistas de lo normal, aunque el corporativismo del "mundo del misterio" las mantenga en un discreto segundo plano. Se trata simplemente de la apreciación por parte del Juez de que determinadas expresiones atentan contra la honorabilidad de Benítez. Una apreciación que desde el Círculo Escéptico no compartimos, pero que por supuesto respetamos como debe respetarse cualquier otra resolución judicial, nos guste o no.

Nuestra asociación, por tanto, no va a protagonizar ninguna de esas pataletas que hemos podido ver entre los vendedores de misterios cuando alguna decisión judicial no les ha sido favorable. Sin embargo, queremos hacer pública nuestra solidaridad y nuestro apoyo hacia nuestro compañero Luis Alfonso Gámez, y al mismo tiempo agradecer en su nombre las muestras de cariño hacia su persona y su labor que hemos recibido a raíz de este incidente. Y a todos aquellos amigos que han ofrecido su colaboración, incluso económica, para ayudar a nuestro compañero, les proponemos su participación en una nueva iniciativa. Como decíamos, la Sentencia no cuestiona el contenido de los artículos de Luis Alfonso, sólo la utilización de una expresiones que para el Juez resultaban injuriosas, pero que ya fueron retiradas el año pasado. De hecho, ni siquiera se ha ordenado la retirada de los artículos, que siguen disponibles en Magonia y cuya publicación en su forma actual es, evidentemente, totalmente lícita.

Por lo tanto, invitamos a todos los que quieran mostrar su solidaridad hacia Luis Alfonso Gámez a publicar o difundir los artículos que ha dedicado a la obra de Juan José Benítez, que pueden encontrarse en las siguientes direcciones de internet:

- Los vendedores de misterios, en la revista 'Rolling Stone': http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2007/06/22/los_vendedores_de_misterios_en_la_revist.

- Del plagio de Troya al montaje lunar: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2005/12/01/del_plagio_de_troya_al_montaje_lunar.

- La marca terrícola del anillo marciano de Benítez: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2005/01/29/la_marca_terricola_del_anillo_marciano_d.

- Creyentes en todo, escépticos de nada: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/08/09/creyentes_en_todo_escepticos_de_nada.

- El 'Planeta encantado' de Benítez vuelve a TVE: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/07/07/el_planeta_encantado_de_benitez_vuelve_a.

- Silencio encantado: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/02/20/silencio_encantado.

- El momento estelar de 'Planeta encantado': cuando Benítez sentó a Jesús en el Coliseo: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/02/05/el_momento_estelar_de_planeta_encantado o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=15.

- "Los enigmas no deben ser desvelados", concluye Benítez en 'Planeta encantado': http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/01/19/los_enigmas_no_deben_ser_desvelados_conc o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=14.

- Un estudio de animación vasco creó la base lunar de 'Planeta encantado' por encargo de Benítez: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/01/15/un_estudio_de_animacion_vasco_creo_la_ba o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=13.

- Un inexistente espía de la CIA reveló a Benítez el hallazgo de una base extraterrestre en la Luna: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/01/12/un_inexistente_espia_de_la_cia_revelo_a o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=12.

- Benítez confunde Prehistoria con Historia y niega la escritura al Egipto de los faraones: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/01/05/benitez_confunde_prehistoria_con_histori o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=11.

- A 'Planeta encantado' se le funden los plomos: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/12/22/a_planeta_encantado_se_le_funden_los_plo o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=10.

- Seres del espacio "dieron el primer aliento civilizador" a los bereberes: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/12/15/seres_del_espacio_dieron_el_primer_alien o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=9.

- "Mis detractores son agentes de los servicios de inteligencia", dice Benítez: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/12/14/mis_detractores_son_agentes_de_los_servi.

- 'IOI': un anillo para engañarlos a todos y llenar de extraterrestres la Prehistoria: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/12/08/ioi_un_anillo_para_enganarlos_a_todos_y o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=8.

- Los escépticos españoles se movilizan contra el 'Planeta encantado' de Benítez: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/12/04/los_escepticos_espanoles_se_movilizan_co.

- Juan José Benítez, en busca del Arca perdida: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/11/24/juan_jose_benitez_en_busca_del_arca_perd o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=7.

- La sábana santa: cuando tres laboratorios desmontan el invento de los vendedores de misterios: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/11/17/la_sabana_santa_cuando_tres_laboratorios o bien .

- Colón fue el último en llegar a América: o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=5.

- Jesús de Nazaret estuvo sentado en la grada del Coliseo romano antes de que se construyera: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/11/03/jesus_de_nazaret_estuvo_sentado_en_la_gr o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=4.

- Los hombres-peces de Sirio viajan en carros de supermercado interestelares: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/10/20/los_hombres_peces_de_sirio_viajan_en_car o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=3.

- Las estatuas de la isla de Pascua se trasladaron hasta sus altares volando: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/10/13/las_estatuas_de_la_isla_de_pascua_se_tra o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=2.

- El legado de los Picapiedra: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/10/07/el_legado_de_los_picapiedra.

- Juan José Benítez desentierra piedras grabadas en Ica treinta años después: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/10/06/juan_jose_benitez_desentierra_piedras_gr o bien http://www.circuloesceptico.org/Documentos/critica-pseudociencia-medios/planeta-encantado.php?cap=1.

- Benítez, el 11-S y los pseudoescépticos argentinos: http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2003/09/20/benitez_el_11_s_y_los_pseudoescepticos_a.

Benítez contra Gámez: historia de una condena

Por Luis Alfonso Gámez, publicado originalmente en Magonia.

Creía que decir que hay pruebas de que el hombre convivió con los dinosaurios era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que afirmar que un poder mágico permitió transportar las estatuas de la isla de Pascua hasta su ubicación definitiva era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que sostener que el pueblo dogon tuvo en el pasado contacto con extraterrestres era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que sentar a Jesús en el Coliseo romano años antes de que el edificio existiera era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que asegurar que hay pruebas de que existía comercio entre Europa y América antes de 1492 era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que mantener que la sábana santa prueba la resurrección de Jesús de Nazaret era ignorar los resultados de los más avanzados estudios científicos y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que hablar de la ficticia Arca de la Alianza como de un arma de destrucción masiva era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que presentar un anillo con marca de platero como obra de extraterrestres era tergiversar la realidad y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que decir que seres de otro mundo dieron el aliento civilizador al pueblo bereber era tergiversar la Historia, mentir y minusvalorar la inteligencia de ese grupo humano, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.


Creía que afirmar que seres de Orion levantaron las pirámides de Egipto y que los egipcios de hace 4.500 años vivían en la Prehistoria y desconocían la escritura era tergiversar la Historia, mentir y minusvalorar la inteligencia de ese grupo humano, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.

Creía que sostener que los astronautas del Apollo 11 encontraron ruinas extraterrestres en la Luna y presentar en un programa de televisión como prueba una recreación informática como si fuera una filmación real era tergiversar la Historia, mentir e intentar engañar al público. Estaba confundido.

Creía que era lógico calificar de sandeces las anteriores afirmaciones extraordinarias y considerar el producto audiovisual resultante
una bazofia. Estaba confundido.

Creía que tergiversar era “dar una interpretación forzada o errónea a palabras o acontecimientos”, tal como sostiene el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (RAE). Estaba confundido.

Creía que mentir era “decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa” y “falsificar una cosa”, tal como sostiene el Diccionario de la RAE. Estaba confundido.

Creía que engañar era “dar a la mentira la apariencia de verdad” o "inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas", tal como sostiene el Diccionario de la RAE. Estaba confundido.

Creía que, si alguien se gana la vida con afirmaciones como las de los once primeros párrafos de esta anotación, podía deducirse de ello que “su negocio se basa en la mentira, el engaño y la tergiversación”. Esta confundido.

Creía que responder con ironía a los ataques en un periódico de alguien implicado en la producción del programa de televisión aludido en los once primeros párrafos era mi derecho, aunque el implicado fuera hijo del máximo responsable del espacio. Estaba confundido.




La sentencia

El juez Jairo Ávarez-Uria Franco, del Juzgado de Primera Instancia Nº 5 de Getxo, ha concluido que decir lo anteriormente expuesto sobre el programa Planeta encantado -del que están extraídas las sorprendentes afirmaciones de los primeros once párrafos y del vídeo- y su director, el ufólogo y novelista Juan José Benítez, así como responder a un ataque público de su hijo, uno de los miembros del equipo de la serie, debe “considerarse como una intromisión ilegítima del derecho al honor de D. Juan José Benítez porque constituyen expresiones injuriosas que más bien parecen una mera exteriorización de rencillas o sentimientos personales de animadversión que juicios de valor, crítica científica u opiniones con la finalidad de contribuir a la formación de una opinión pública libre y responsable”. La sentencia me condena a indemnizar al autor navarro con 6.000 euros, “en concepto de daños morales”,por haber vulnerado su derecho al honor.

El magistrado considera que expresiones como que “su negocio (el de Benítez) se basa en la mentira, el engaño y la tergiversación: en lo que ha hecho Benítez en Planeta encantado”, que “descubrir los sucios manejos de un destacado miembro del club del misterio pone en entredicho a todos” y que “Benítez había engañado al público” con la emisión del montaje sobre el primer alunizaje; que preguntarse “¿Qué piensa de esta bazofia de 8 millones de euros el comité de sabios al que iba a recurrir Rodríguez Zapatero para regenerar TVE?”; que sostener que “que no se sepa algo no da carta blanca para decir sandeces, que es lo que hace el reportero de lo paranormal al hablar de los extraterrestres como origen del conocimiento para hacer estas piedras” (las bolas de piedra de Costa Rica) y las referencias a su hijo, “en cuanto inciden en su vida privada” (la de Benítez), exceden de los límites aceptables del derecho a la libertad de expresión de su autor y que afectan o pueden afectar muy negativamente, sobre todo si se prolongan en el tiempo y en un medio de comunicación de gran difusión, como es el caso, a la dignidad del Sr. Benítez, fama, buen nombre, prestigio y credibilidad profesional”. Entre las expresiones que considera insultos, el juez incluye “apelativos tales como que Juan José Benítez es un estafador” y “un iluminado”, lo que es un error porque lo que yo escribí en diciembre de 2003 es que programas como Planeta encantado “demuestran lo fácil que es que cualquier iluminado o estafador engañe a la población, y la necesidad de una comunidad científica comprometida, que no se recluya en su torre de marfil”.


Un año de litigio

El pleito entre Benítez y el autor de estas líneas comenzó el 5 de junio de 2006 cuando María Luisa Castelo García, abogada del escritor, exigió en un burofax a El Correo la “retirada inmediata de todos los textos en los que se lesione el honor de D. Juan José Benítez, incluidos en el blog Magonia, de la autoría de D. Luis Alfonso Gámez”. La representante legal del ufólogo incluía en el documento las expresiones sobre las que se ha pronunciado el magistrado Ávarez-Uria Franco, además de referirse a “la grave acusación de plagio (de Caballo de Troya), que podría por sí sola constituir un delito de calumnias, al imputar a J.J. Benítez la comisión de un delito de defraudación de derechos de propiedad intelectual, con unas larguísimas e infundadas alegaciones bajo el título ‘Del plagio de Troya al montaje lunar’”. Además, la abogada del demandante decía que “es tal la inquina (inexplicable para nosotros, por cierto) del autor Sr. Gámez, que llega incluso a arremeter contra Iván Benítez, hijo de nuestro cliente, diciendo que “ha hecho tímidas manifestaciones a través de intermediarios, el más patético de los cuales ha sido Iván Benítez”.

Nada más ser informado del requerimiento legal, retiré las expresiones indicadas en el burofax, no por considerarlas injuriosas, sino con el ánimo de zanjar el asunto amistosamente. Así, eliminé las expresiones: “Su palabra hace tiempo que no vale nada”; “Claro que, de montajes, Benítez sabe un rato”; “Benítez había engañado al público”; “Su negocio se basa en la mentira, el engaño y la tergiversación”; “Descubrir los sucios manejos de un destacado miembro del club del misterio…”; “…no duda en disfrazar de auténtico un documento descaradamente falso”; “El fabulador navarro vuelve a incurrir en ese racismo tan del gusto de los amantes de la arqueología fantástica”; “Planeta encantado (demuestra) que la necedad está hondamente arraigada en nuestra especie”; y “Juan José Benítez falsea la situación histórica”. Se suprimieron en señal de buena voluntad.

Sorprendentemente, la abogada de Benítez aseguró en otro burofax, el 26 de junio de 2006, que no se habían eliminado “las expresiones difamatorias”, aunque acompañaba el documento de un acta notarial en la que, sin embargo, quedaba demostrado que esos textos habían sido borrados.


¿Un ataque a la familia de Benítez?

Antes de la vista, demostré documentalmente que no ha habido en ningún momento un ataque personal hacia Iván Benítez, fotógrafo, hijo de Juan José Benítez y miembro del equipo de Planeta encantado. Iván Benítez publicó, el 20 de febrero de 2004 en el Diario de Noticias, la carta que seguidamente transcribo:

‘Planeta Encantado 2’

Planeta encantado, la serie presentada por Juan José Benítez las noches de los domingos en Televisión Española, ha cumplido su objetivo, a pesar de la hora de emisión. El capítulo Mirlo Rojo superó los dos millones de espectadores y Escribamos de nuevo la Historia llegó a 1.600.000. Nunca antes, en la franja horaria de las doce de la noche TVE 1 había pulverizado con tanta contundencia los índices de audiencia. Las cartas de agradecimiento se han amontonado todas las semanas en las redacciones de las revistas especializadas en
televisión pidiendo la segunda parte de Planeta encantado.

Las cifras han hecho que J.J. Benítez se ponga a trabajar de nuevo; mientras otros realizan sus investigaciones acomodados en sus butacas, Planeta encantado 2 ya se ha diseñado para que usted, el que ha hecho posible este éxito, descubra una vez más este bello Planeta encantado. Los siguientes capítulos nos dirigirán hacia Asia, todo un continente por descubrir.

No lo van a poder impedir los trescientos seudocientíficos que con la bata y zapatillas de casa dedican su tiempo a investigar inmersos entre juegos caseros de una radio pública. Por cierto, en este programa sí se maneja dinero público. A esto se dedican nuestros astrofísicos y científicos. Lo peor de todo es que juzgan Planeta encantado sin sentarse a verlo. Qué casualidad que todos estos individuos intentan intoxicar en forma de arrebato infantil lo que la audiencia ya ha premiado cada domingo. Desde aquí les invito a que se sienten algún domingo y reflexionen. De esta manera, Javier Armentia, Gómez [por Gámez] y Toharia, entre otros, podrían sacar sus propias conclusiones, sin decir siempre lo mismo y encima de forma equivocada.

Si son tan escrupulosos con la verdad ¿por qué intoxican diciendo que Planeta encantado ha sido financiado con el dinero público de Televisión Española? Hablan de que la serie ha costado 8 millones de euros y de que si Jesucristo consiguió sentarse en el Coliseo romano... Como decía antes, arrebatos infantiles que no se ajustan a la verdad. Les recomiendo que se vean el capítulo donde aseveran tales tonterías, quizá se den cuenta de que no hay que concentrarse mucho para entender el castellano. En primer lugar, el costo de Planeta encantado fue financiado por la Editorial Planeta y no se superó las 500 millones de las antiguas pesetas. Más de 300 personas han escrito un manifiesto contra RTVE. Tan sólo 300 personas. Me entra la risa. Dos millones de personas decidieron el domingo pasado silenciarlos. Para que a uno le respeten, hay que investigar, salir a la calle, contrastar las informaciones. A esto se le llama trabajo de campo. Y la gente lo sabe. Desde aquí animo a estos 300 investigadores de salón a que hagan una serie desmintiéndolo todo. Para ello, hay que subir al Tassili o adentrarse en los duros desiertos de Libia y entrar en la selva de Costa Rica... Imposible para ellos, no tienen la capacidad necesaria.

Iván Benítez Forniés
Periodista y miembro del equipo de Planeta encantado


Publiqué en Magonia la respuesta a esa carta de Iván Benítez dentro del artículo titulado ‘Silencio encantado’. Decía:

El mutismo más comprensible ha sido el del autor de Caballo de Troya.Más de un mes después de la emisión de las falsas imágenes lunares, sigue sin decir ni pío. Ha hecho tímidas manifestaciones a través de intermediarios, el más patético de los cuales ha sido Iván Benítez, fotógrafo, miembro del equipo de Planeta encantado e hijo
del ufólogo. El joven dirigió una carta al Diario de Noticias en la que esgrimía el éxito de audiencia del programa contra las críticas -"miles de millones de moscas no pueden estar equivocadas; coma mierda", dice el saber popular- y acusaba a quienes hemos sacado a la luz los disparates propalados por su progenitor de no haber visto el programa y escribir de oídas. "Lo peor de todo es que juzgan
Planeta encantado sin sentarse a verlo. Qué casualidad que todos estos individuos intentan intoxicar en forma de arrebato infantil lo que la audiencia ya ha premiado cada domingo. Desde aquí les invito a que se sienten algún domingo y reflexionen. De esta manera, Javier Armentia, Gómez y Toharia, entre otros, podrían sacar sus propias conclusiones, sin decir siempre lo mismo y encima de forma equivocada". Iván Benítez no ha debido de leer ninguno de los textos publicados en Magonia horas después del estreno de cada capítulo de la serie.

Más grave resulta, no obstante, que a Benítez no le crea ni su hijo. "Si son tan escrupulosos con la verdad, ¿por qué intoxican diciendo que Planeta encantado ha sido financiado con el dinero público de Televisión Española? Hablan de que la serie ha costado 8 millones de euros y de que si Jesucristo consiguió sentarse en el Coliseo romano... Como decía antes, arrebatos infantiles que no se ajustan a la verdad. Les recomiendo que se vean el capítulo donde aseveran tales tonterías, quizá se den cuenta de que no hay que concentrarse mucho para entender el castellano. En primer lugar, el costo de Planeta encantado fue financiado por la Editorial Planeta y no se superó los 500 millones de las antiguas pesetas", escribe el joven en Diario de Noticias. Da la impresión de que quien no ha visto la serie ni lee la web de su padre es él. "Nadie imagina hoy a Jesús de Nazaret caminando o sentado en las gradas de este formidable Coliseo romano. Sin embargo, así fue. Durante su estancia en la Roma del emperador Tiberio, el Maestro disfrutó también de los juegos y de la belleza de la capital del Imperio", sentencia el director de la serie en el episodio titulado El mensaje enterrado. Quien quiera comprobar que la transcripción es literal, puede escuchar las palabras en boca del novelista. Respecto al coste de Planeta encantado, Juan José Benítez deja claro en su web que ha contado "con un presupuesto superior a los ocho millones de dólares" y aquí siempre hemos dicho que es una serie producida por DeAPlaneta, compañía que vendió a TVE los derechos de la primera emisión por una cantidad que el ente público no ha querido desvelar.



Es decir, la cita de Iván Benítez no era una muestra de "inquina", sino que formaba parte de mi contestación a las críticas que el hijo de Juan José Benítez publicó en un periódico, en las que erraba tanto en lo que se refiere al costo de la serie como a una de las afirmaciones hechas por su padre. Es en ese contexto en el que hay que leer ironías como “Más grave resulta, no obstante, que a Benítez no le crea ni su hijo”, que hace referencia a que fue el propio Benítez quien aseguró que la producción costó 8 millones y que Jesús se sentó en el Coliseo, afirmaciones ambas que su hijo no considera ciertas y achaca a invenciones de los críticos, incluido el autor de estas líneas.




El montaje lunar y el plagio de ‘Caballo de Troya’

Argumenté en mi respuesta a las acusaciones de Benítez que el montaje lunar al que se refiere el artículo ‘Del montaje lunar al plagio de Troya’ corresponde a la presentación en el duodécimo episodio de Planeta encantado de unas imágenes creadas en un estudio de efectos espaciales como si se tratara de escenas rodadas en la Luna en julio de 1969. En ellas -rotuladas como Imágenes inéditas e incluidas en un CD que presenté como prueba-, se ve a dos astronautas explorando unas ruinas en el satélite terrestre; según Benítez, serían los tripulantes del Apollo 11. Esas escenas han llevado a la confusión a mucha gente, como puede comprobarse  en YouTube donde están colgadas como prueba de la existencia de edificios alienígenas en la Luna, al no advertirse en ningún momento de que son una recreación y presentarse como si fueran auténticas.

Durante la promoción de uno de sus libros, en septiembre de 2005, Benítez se pronunció por primera vez sobre el asunto: “En esas imágenes, si no recuerdo mal, se decía Imágenes inéditas. ¿Qué significa eso? Imágenes que no se han editado, que no se han publicado, que no son conocidas. Al final de documental venían los créditos, y estaba toda la gente que había participado en la grabación. Lo que a la gente le llama la atención y le preocupa es si ese documental era o no verdad”. Y advertía ante la falta de la palabra recreación: “Y soy muy dueño de poner lo que considere oportuno, sin faltar a la verdad. Lo que han hecho algunas personas es coger el rábano por las hojas, porque el fondo de esa historia era muy distinto”.

Como puede comprobar cualquiera -explicó mi abogado al juez-, otras recreaciones incluidas en Planeta encantado no incluyen en ningún momento el rótulo de Imágenes inéditas, que se reserva en televisión para imágenes que nunca han sido emitidas. Así, en el segundo episodio de Planeta encantado, titulado La isla del fin del mundo, Benítez incluye, sin ningún tipo de rotulación, la recreación de una estatua de Pascua levitando desde la cantera en la que es tallada hasta el altar. Esas imágenes tampoco se habían visto nunca antes, pero no llevan el rótulo de Imágenes inéditas.

El escándalo de la emisión de esos minutos de grabación como si fuera real se tradujo en textos críticos hasta de seguidores de Benítez, y, entre otros, en un artículo del periodista Álex Fernández Muerza publicado en el diario El Paísel 12 de febrero de 2004. El mismo autor publicó un artículo sobre el asunto en la web Cybereuskadi y una ampliación en el portal de ciencia Divulcat, textos de los que también adjunté copias al juzgado. ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico dice, en un comunicado que puede leerse en su web, y que también incluí entre la documentación, que, “si hasta ahora podría haberse disculpado la emisión de un programa de este tipo apelando a la libertad de expresión o a que tan solo expone las opiniones de sus responsables, la inclusión en Mirlo rojo de una filmación presentada como real pero que tan sólo es una representación o dramatización excede esos límites. La emisión de una obra de ficción como si fuese real, con ánimo de avalar con pruebas esas opiniones no está amparada por la libertad de expresión: se trata ni más ni menos que de un engaño al espectador”.

El primero de los tres reportajes de 'Interviú'.hspace="10" vspace="10">

Expliqué y documenté, asimismo, que la “grave acusación de plagio” de la que se hablaba en el burofax del 5 de junio y en otros puntos de la demanda no había sido hecha en ningún momento por mí -no he podido leer más que las primeras páginas de la serie Caballo de Troya porque me aburre mortalmente-, sino que me había limitado a recoger y hacerme eco del contenido de tres amplios reportajes que en su día publicó la revista Interviu, de un libro editado en España y dedicado en exclusiva a ese asunto, y de una página de otra obra del prestigioso divulgador científico Martin
Gardner
. Adjunté fotocopias de los tres reportajes de Interviu, titulados Caballo de Troya es un plagio’ (25 de noviembre de 1987), ‘El autor de Caballo de Troya fusiló también dos obras editadas en España’ (13 de enero de 1988) y ‘
Fernando Lara: ‘Ya sabíamos que había transcrito literalmente páginas de Urantia'
(3 de febrero de 1988). En el último de ellos, el fallecido Fernando Lara, directivo de Editorial Planeta, reconoce que el novelista había copiado páginas enteras del Libro de Urantia en varias entregas de Caballo de Troya y en La rebelión de Lucifer, y que en la editorial lo sabían.

Además, aporté una copia del libro El secreto de Urantia (Ni caballos ni troyanos), de Antonio Ribera y Jesús Beorlegui (Ediciones Obelisco, 1988), y de la obra Urantia. ¿Revelación divina o negocio editorial?, de Martin Gardner (Tikal Ediciones, 1995). En sus libros, Ribera, Beorlegui y Gardner acusan a Benítez de plagio. La documentación desmontaba la afirmación de la
representante de Benítez de que yo acusaba de plagio al escritor “a través de menciones supuestamente atribuidas a terceras personas”, dado que las citas contenidas en el artículo en cuestión son copia fiel de lo dicho por los autores citados.


Retirada de todos los textos sobre Benítez

La demanda final de Benítez, presentada el 9 de octubre de 2006 contra el autor de estas líneas y El Correo Digital solicitaba al juzgado que:

1. Declare que las codemandadas ha vulnerado el derecho al honor de Juan José Benítez mediante diversas manifestaciones injuriosas escritas por Don Luis Alfonso Gámez Domínguez y mantenidas en la red por El Correo Digital.

2. Condene a las demandadas a la retirada de los textos referidos a Juan José Benítez (negrita mía) de la página web de El Correo Digital.

3. Condene a las demandadas a abstenerse en lo por venido de publicar nuevamente los textos retirados.

4. Condene a las demandadas al pago solidario a mi mandante de indemnización en concepto de daños morales por la cantidad resultante de aplicar las reglas expuestas en el Hecho Séptimo, con sus intereses desde la fecha de la sentencia.

5. Condene a las demandadas a la publicación a su costa de la sentencia en la edición impresa de El Correo o en aquel otro medio que, con su mejor criterio, disponga Su Señoría.

6. Condene a las demandadas solidariamente al pago de las costas.


La vista se celebró el 7 de junio pasado y declararon como testigos Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona y director ejecutivo de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, y Julio Arrieta, historiador y periodista. La abogada de Benítez intentó en varias ocasiones presentar las obras de su representado como ficción, supongo que porque así no cabe hablar de engaño, tergiversación de la realidad ni nada parecido. Al final, elevó el mínimo de 50.000 euros que pedía en la demanda original hasta 80.000, en consonancia, según ella, con la audiencia de esta bitácora.

La sentencia, publicada el 2 de julio con fecha de 12 de junio, sólo estima en parte las exigencias de los puntos 1 y 5 de la demanda, condenándome al pago de 6.000 euros. El juez ha desestimado las pretensiones de la acusación contra los textos de Magonia sobre el supuesto plagio de Caballo de Troya y la película de animación presentada como si hubiera sido filmada en la Luna, así como las referidas a la publicación de la sentencia y las costas. El magistrado ha rechazado también la retirada de todos los artículos sobre Benítez que exigía la acusación y que, desde el principio, me pareció que era el objetivo último de la demanda.

Por consejo de mi abogado, he decidido no recurrir el fallo, a pesar de considerarlo desacertado. Pero lo mismo que hago caso a mi médico cuando se trata de asuntos de salud, hago caso a mi abogado cuando se trata de la materia que a él compete. Tuve conocimiento de la sentencia después de publicarse el 30 de junio en la web de Juan José Benítez, de lo que me enteré a través de una llamada telefónica mientras estaba en una reunión fuera de España y sin conexión a Internet. Días después, comprobé que el periodista sigue dando muestras de su habitual rigor al presentarme en su web como “colaborador de El Correo Español - El Pueblo Vasco” cuando desde hace más de tres lustros soy periodista de plantilla del diario El Correo, cuyo apoyo en este pleito ha sido total antes, durante y después del juicio.


Agradecimientos

Desde la publicación de la sentencia, he recibido múltiples muestras de solidaridad que no quiero pasar por alto. Han sido muchos quienes desde dentro y fuera del escepticismo organizado, desde dentro y fuera de España, amigos y no tanto, me han mostrado su apoyo mucho más allá de lo debido. A todos ellos, gracias. Las dos organizaciones escépticas españolas, ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico y el Círculo Escéptico -que ha hecho público hace unos días un comunicado al respecto-, me nformaron inmediatamente de su intención de respaldarme en todo lo que pudieran y hasta quisieron abrir sendas cuentas corrientes para hacer frente a la indemnización, extremo que les pedí que olvidaran porque no hay necesidad. Lo que sí me gustaría es que tanto esas dos organizaciones como los particulares que me han mostrado su apoyo se pusieran manos a la obra y, entre todos, creáramos pronto las herramientas y los medios en Internet y en el mundo real para que no haya disparate pseudocientífico sin respuesta ni vendedor de misterios que quede impune, y el discurso crítico tenga cada vez más peso y llegue a más gente.

Quiero agradecer, en especial, su actuación como testigos a Javier Armentia -quien se ha pronunciado en su bitácora sobre la sentencia- y Julio Arrieta, que pasaron por el siempre molesto trance de ser interrogados en un juzgado y no pidieron nada a cambio, sino al contrario. Y, por último, quiero dar las gracias a todos los que supieron de esta historia mucho antes de que saliera a la luz y respetaron mi deseo de no hacerla pública hasta que se dictara sentencia. Personalmente, me comprometí hace nueve meses a no decir nada hasta que hubiera sentencia firme, fuera ésta en el sentido que fuera,y entonces explicarlo todo con el mayor detalle posible, como acabo de hacer.

Por último, quiero dar las gracias a mis compañeros y jefes del diario El Correo, desde 1991 mi casa profesional, porque siempre han creído en mí y han respetado mi libertad de expresión. Nada cambiará en Magonia ni en mi modo de actuar a raíz de un fallo judicial que, como es lógico, acato, pero considero erróneo.

21 de julio de 2007

El secuestro de "El Jueves" y la libertad de expresión

Todos los días los Boletines Oficiales nos obsequian con un buen puñado de leyes nuevas. Una auténtica lluvia de normas europeas, nacionales o autonómicas que, en la mayoría de los casos, resultan perfectamente prescindibles, porque su razón de ser es fundamentalmente el que se note: que se note que hacemos algo con lo de la violencia que sufren las mujeres (aunque no solucionemos el problema), que se note que somos diferentes y nuestro Derecho tiene que ser diferente (aunque en el fondo sea idéntico que el de la Comunidad Autónoma de al lado), que se note que nos ganamos el sueldo en la comisión parlamentaria de turno (aunque la nueva ley no suponga ni la más mínima mejora con respecto a la anterior)...

Y frente a esta diarrea legislativa se encuentra la realidad, que se empeña en seguir su propio curso. De modo que constantemente surgen nuevas realidades sociales que desbordan las normas vigentes, sin que los legisladores, empeñados en exhibir cantidad de nuevas normas, sean capaces de buscar por una vez su calidad y adaptarse a esas nuevas circunstancias.

Eso es más o menos lo que estaba yo pensando esta mañana, al hilo del lanzamiento a bombo y platillo del secretísimo Harry Potter and the Deathly Hallows, ese que sólo estará disponible a partir de esta media noche y que, desde hace unos días, permite contemplar por Internet imágenes como esta:



(Y aclaro: evidentemente no es la única; el autor de la foto no sólo se procuró un ejemplar antes de tiempo -el día 15, según los metadatos de la foto-, sino que tuvo la paciencia de fotografiar el libro entero y subirlo a la red).

Pero miren por donde, resulta que la realidad también me ha atropellado a mí y me ha puesto un ejemplo mejor. Como a estas alturas resulta notorio, el Juez Juan del Olmo ha ordenado el secuestro de la última edición de la revista El Jueves. El Juez actúa a solicitud de la Fiscalía General del Estado, que considera que la ilustración central de la portada de El Jueves es constitutiva de un delito de injurias contra la Corona.

Personalmente considero -y evidentemente no soy ni mucho menos el único- que la interpretación gubernamental es excesiva, y que la ilustración no incurre en semejante delito. Y también considero -y tampoco soy el único, ni mucho menos- que resulta anacrónico que el Código Penal "de la Democracia", como tan rimbombantemente se viene bautizando al texto redactado a principios de los años 90 bajo la dirección de Juan Alberto Belloch, otorgue semejante trato de privilegio no ya a la Monarquía como institución, sino a las personas que la integran.

Todo esto daría para otra entrada. Y dará, porque seguiremos hablando de la libertad de expresión en próximos días en relación con este y otros temas. Pero a lo que íbamos: la orden del Juez del Olmo -que probablemente se verá ampliada en las próximas horas- pretendía evidentemente retirar de la circulación pública la dichosa ilustración. Lo cual podría haber funcionado hace doce años, cuando se aprobó el Código Penal, pero no ahora. En este mundo de Internet, lo único que consiguen este tipo de medidas es justamente lo contrario: la tirada de El Jueves, que es relativamente modesta, se ha visto repentinamente multiplicada por el hecho de que prácticamente todos los medios de comunicación españoles y buena parte de los medios extranjeros se han hecho eco de la noticia... reproduciendo la portada. A los que hay que añadir los centenares o quizá miles de blogs que, para informar sobre el tema, por solidaridad con la revista o, como es mi caso, por las dos cosas, reproducen la portada. Que tienen ustedes aquí, para su solaz y disfrute. O para ni solazarse ni disfrutarla, pero, al menos, para poder juzgarla por sí mismos sin que lo decida el Ministerio de Justicia por ustedes:



El Jueves podría haber llegado a unos pocos cientos de miles de lectores, y eso contando con quienes no compran la revista pero se topan con su portada al llegar al kiosco. Pero ahora, gracias al celo profesional de la Fiscalía General del Estado y del Juez del Olmo, probablemente sean decenas de millones las personas que puedan contemplar la ilustración.

De modo que, como decíamos, aquí tienen ustedes a la realidad atropellando al legislador. O, si lo prefieren, el secuestro de publicaciones puesto al servicio de la libertad de expresión. No será el último caso, ya verán...

11 de junio de 2007

Antología del terror electromagnético (2)

A propósito de esto. Y de esto, o de esto...

(Cortesía de Jesus and Mo. Devuélvales el favor visitándoles; merece la pena).

8 de junio de 2007

Innovando el caciquismo

Lo cuento como me lo han contado. En concreto, dos fuentes independientes, además de alguna otra mención que he encontrado en Internet; quizá no baste para dar la historia como confirmada, pero si además tenemos en cuenta lo que se sabe del personaje creo que la podemos calificar como más que probable.

Ocurrió tras las inundaciones que el pasado 23 de mayo afectaron a diversas poblaciones de Castilla-La Mancha y Andalucía. Y fue en uno de estos pueblos donde, a las pocas horas de la catástrofe, el protagonista de la historia (a la sazón el alcalde) se recorrió las viviendas más dañadas repartiendo una ayuda de mil euros por familia, "para los gastos más urgentes".

Un gesto de generosidad que, por supuesto, tuvo su premio: el día 27 el alcalde resultó reelegido por amplia mayoría.

Y, una vez reelegido en su cargo, el buen hombre volvió a recorrer las zonas afectadas. Sólo que esta vez no venía a repartir dinero, sino a recogerlo: casa por casa, explicó a las familias que aquella ayuda que dió justo antes de las elecciones era sólo un préstamo. Y que, por supuesto, tenían que devolvérselo.

Siempre había oído historias acerca de la compra de votos. Pero es la primera vez que me entero de alguien que ni siquiera los compra: sólo los alquila.

4 de junio de 2007

Antología del terror electromagnético

Si algún día se escribiera una antología de los relatos que buscan meternos miedo con eso de los campos electromagnéticos... bueno, no, no creo que los artículos que firmaba ayer Solange Vázquez en El Correo ocupen un lugar destacado. Pero no será por falta de intención, vamos.

Y es que miedo, lo que se dice miedo, no consiguen meter mucho, pero lo intentan, vaya. Y con ganas.

Y si no fíjense ustedes en el título del primero de ellos: "Fugitivos de las ondas", nada menos. Titular que sirve de presentación a la historia de varios enfermos de la llamada "hipersensibilidad electromagnética", dolencia que les ataca cuando se encuentran en presencia de luces fluorescentes, hornos microondas, líneas de alta tensión y, por supuesto (¿cómo iba a faltar el Coco Malo a la cita?) teléfonos móviles.

En honor a la verdad, Solange Vázquez nos recuerda en su artículo que la cosa no está del todo clara. En concreto dice que

[La OMS destaca que]«la mayoría» de los estudios no ha alcanzado la evidencia científica de que los 'hipersensibles' reaccionen al ser expuestos a ondas. «Yo no tengo ninguna duda de que los síntomas son reales, pero no parecen relacionados con los campos electromagnéticos. Nadie sabe qué demostrarán futuras investigaciones», declaró a este periódico el profesor Anders Ahlbom, del Instituto Karolinska sueco, institución que participa en la elección de los Nobel de Medicina. Por su parte, Joseba Zubia, catedrático de Comunicaciones Ópticas de la Universidad del País Vasco, cree que «la gente se sugestiona» y atribuye su enfermedad «al miedo» que desde siempre ha generado la irrupción de nuevas tecnologías.


La pena es que a continuación eche por tierra esa precaución para contarnos que

Otros expertos, en cambio, sostienen que hay personas especialmente sensibles a los campos electromagnéticos -formados por radiaciones de la telefonía móvil, el Wi-Fi y las líneas de alta tensión, así como las emisiones de aparatos y electrodomésticos- que se han convertido en auténticas 'antenas humanas' y sufren los efectos de las ondas. Ni siquiera a nivel geográfico existe el mínimo atisbo de consenso: mientras que en España aún no se ha reconocido legalmente esta dolencia, en países como Suecia, Suiza, Italia, Rusia, China, Nueva Zelanda y Bélgica han legislado medidas preventivas. Así, la electrosensibilidad está reconocida en Suecia como enfermedad orgánica incapacitante
.

De hecho, para el doctor Fernández Sola, citado también en el artículo, la explicación de que sólo unas pocas personas padezcan esta enfermedad se encuentra en que

«(...) no todo el mundo aguanta igual las cosas -matiza Fernández Solá-. El número de campos electromagnéticos ha aumentado mucho en los últimos años, lo que ha propiciado que aparezcan casos de hipersensibilidad, cuyos síntomas son parecidos al resto de las alergias: irritaciones cutáneas, de garganta, de piel, problemas respiratorios, náuseas, vómitos, diarrea Y, en ocasiones, migrañas, insomnio, incluso fibromialgia y fenómenos neurológicos más graves. Por ejemplo, hay afectados que pasan por debajo de una línea de alta tensión y se desorientan totalmente».


En definitiva, se trata de una enfermedad real y con unos terribles efectos que los afectados -cuyos testimonios ocupan la mayor parte del artículo- y diversos expertos -citados en este y los otros escritos de Solange Vázquez, como veremos- se encargan de atribuir con poco margen para la duda a los campos electromagnéticos.

Lo cual, a la vista de los datos que existen sobre la enfermedad, no es cierto.

Vamos por partes. La hipersensibilidad a los campos electromagnéticos existe, ciertamente, como enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Sus síntomas son, como dice la propia OMS, bastante inespecíficos, aunque por lo general quienes la padecen hablan de fatiga y estrés, dolores de cabeza, comezón en la piel, pérdidas de memoria o insomnio. Y en los casos considerados severos, sin duda puede hacer la vida imposible a las personas que la padecen. De modo que hasta ahí el artículo de Solange Vázquez va bien.

Sólo hasta ahí, porque lo curioso de esta enfermedad es que todo indica que no la causan los campos electromagnéticos.

Se han realizado ya unos cuantos estudios clínicos sobre la enfermedad. Algunos bastante importantes, con varios centenares de pacientes. En algunos se ha sometido a los pacientes a campos electromagnéticos sin que ellos lo supieran, para comprobar si experimentaban un empeoramiento de sus síntomas. En otros se ha procedido al revés: se les ha hecho creer que se les estaba sometiendo a un campo electromagnético "de pega" (por ejemplo, mediante un teléfono móvil simulado), para ver qué pasaba. Y los resultados son demoledores: los teléfonos móviles de pacotilla hacen que los enfermos empeoren notablemente, mientras que los campos electromagnéticos reales, pero emitidos sin que lo sepan los pacientes, no producen absolutamente ningún efecto. Sólo en algunos, muy pocos casos se ha podido determinar una causa real, aunque sin relación con los campos electromagnéticos: al parecer a algunas personas el parpadeo de los tubos fluorescentes o las bombillas de corriente alterna puede llegar a causarles dolores de cabeza. Pero en la mayoría de las ocasiones la enfermedad es real, sí, pero sus causas son pura y simplemente psicosomáticas.

O dicho de otro modo: lo que causa la hipersensibilidad electromagnética no son los campos electromagnéticos, sino el miedo a los campos electromagnéticos.

Miedo fomentado por artículos como los de Solange Vázquez, que en otra de sus columnas (la titulada "Mejor con construcción sostenible" vuelve a asustarnos con la relación entre la lipoatrofia circular, una enfermedad benigna detectada a numerosos trabajadores de grandes empresas (curiosamente, las más afectadas son catalanas: Gas Natural y La Caixa) y que la periodista relaciona sin dudarlo con el llamado "síndrome del edificio enfermo". Dice esta mujer que

El concepto de construcción sostenible, que propone la creación de edificios ecológicos, hechos con materiales reciclados y que protejan en la medida de lo posible a sus habitantes, empieza a ganar peso. Tomas de tierra adecuadamente instaladas y el uso de materiales aislantes y ligeros, por ejemplo, pueden hacer que una persona aquejada de electrosensibilidad sienta síntomas menos acusados. (...)

Es lo que ocurrió a principios de año en la sede de Gas Natural de Barcelona, un flamante edificio recién estrenado que tuvo que ser desalojado temporalmente porque 150 empleados, casi todas mujeres, enfermaron de lipoatrofia semicircular, una extraña dolencia que se manifiesta con una pérdida de tejido graso en la zona superior de los muslos. Esta patología, cuyas causas no están claras, parece estar relacionada con las cargas electrostáticas intensificadas por un mobiliario de materiales inadecuados y por un índice de humedad incorrecto.

Este es el caso de 'edificio enfermo' más llamativo que se ha dado en España en los últimos tiempos, un fenómeno que sobre todo se detecta en construcciones modernas y en lugares donde hay gran cantidad de artefactos tecnológicos, como las sedes de radio y televisión (...).


Tan terrorífico como lo de la hipersensibilidad... y tan erróneo. La lipoatrofia semicircular, de nuevo, es también una enfermedad real. Pero si bien sus causas aún no han sido identificadas con toda seguridad, todo apunta a que su relación con los campos electromagnéticos sólo existe en la imaginación de personas como Solange Vázquez y otros escritores de cuentos de terror. Según parece, la causa más probable de esta enfermedad son microtraumas, pequeños golpes contra el mobiliario. El hecho de que se dé sobre todo en mujeres que trabajan en oficinas obedece a la combinación de factores como el uso de minifaldas y la altura estratégica a la que están colocados los cantos de los escritorios. Y bueno, yo reconozco que ante este panorama prefiero con mucho que se adopten medidas preventivas respecto a los escritorios y no con relación a las minifaldas, pero en todo caso la solución parece ir por ahí, en lugar de ponerse a contratar a algún experto en limpiar la oficina de los malos espíritus... digo, de los malvados campos electromagnéticos.

Experto como el que cita Solange Vázquez en su tercer artículo, "«La electropolución es la plaga del siglo XXI»", que consiste en una entrevista a Carlos M. Requejo, a quien presenta como

uno los pocos expertos en domoterapia -disciplina que estudia los edificios 'enfermos'- que hay en España


Carlos Requejo es responsable de la empresa JCC Gabinete de Asesoría y proyectos de calidad ambiental S.L., nombre larguísimo que abrevian denominándose simplemente "Domótica". Empresa que en su página web nos ofrece asesoría sobre los males de la contaminación electromagnética, la bioconstrucción, la calidad ambiental o la domobiótica, disciplina cuyo carácter científico podemos evaluar si tenemos en cuenta que entre otros aspectos incluye el asesoramiento sobre Feng-shui o geobiología. Vamos, que sólo le falta vender camas piramidales para copar todo el mercado magufo-doméstico.

Así que, en esa línea, Carlos Requejo nos informa cumplidamente de que

Existe algún riesgo con todos los aparatos electrodomésticos, pero, generalmente, son los emisores de microondas digitales, usados en telecomunicaciones, como el teléfono móvil GSM, el inalámbrico tipo DECT, y las redes inalábricas, como Wi-Fi y 'Wi-Max', que en contra de los derechos constitucionales invaden nuestro cuerpo, nuestro cerebro ¿Y la intimidad inviolable del domicilio privado!

Advirtiéndonos además que no nos confiemos: aunque aún no hayamos desarrollado los síntomas de la temible hipersensibilidad electromagnética,

Todos somos sensibles al electromagnetismo en mayor o menor grado, sólo que los casos diagnosticados como electrosensibles son la avanzadilla y muestran síntomas agudos a corto plazo. Pero, si la exposición a estos campos se hace crónica y habitual, acabaremos todos desarrollando síntomas. Por eso se dice que la electropolución es la plaga del siglo XXI.


En fin, ¿ven como no les engañaba cuando calificaba estos artículos como relatos de terror? Un terror irracional, basado en la ignorancia, pero terror, al fin y al cabo. Y tan grave que, en una especie de bucle, puede llegar a producir esa enfermedad real sobre la que supuestamente nos está advirtiendo, y cuya causa son artículos de este tipo.

En fin, como se pueden imaginar, desde el Círculo Escéptico ya hemos enviado una carta al periódico protestando por este ejemplo de mala información periodística, y por supuesto invitamos a quien lo desee a enviar la suya. Al fin y al cabo, en este caso no nos encontramos solamente ante la típica magufada periodística, la habitual historieta sobre Nessie o el Yeti, sino ante algo mucho más grave: la irresponsabilidad que supone fomentar un miedo que puede hacer que las personas más susceptibles lleguen a enfermar... de miedo.

9 de mayo de 2007

Errare caninum est



Esto es un Pinscher. La fotografía proviene del Pinscher Club, donde también se explican las características del estandar de la raza. Como el dato de que, dependiendo de la variedad, su altura a la cruz oscila entre los 25-30 cm del Pinscher miniatura o el Alpenpinscher y los 45-50 cm de los Pinscher alemanes (como el de la foto). El peso puede ir desde los 4 a 6 Kg de los miniatura y Alpenpinscher hasta los 13 a 18 Kg de los Pinscher alemanes.



Esto es un San Bernardo. Se llama Brandy, nombre que usualmente se pronuncia como "Brandy, suelta", "Brandy, las plantas no", "Brandy, no muerdas eso" y otras variedades por el estilo. Claro que eso se debe a que aún es chiquitín: de adulto pasará a llamarse "Brandy, yo estaba sentado ahí", "Brandy, ya eres muy mayor para subirte en mis rodillas", "Brandy, esa es mi cama" o "Brandy, no te doy más porque ya has comido mucho y el postre era mío y no me vas a dejar ni probarlo".

De adulto, según el estandar, tendrá una altura a la cruz de entre 70 y 90 cm, si bien este último límite es teórico: el propio estandar afirma que "los perros que sobrepasen la altura máxima no se devaluarán si su aspecto general es armónico y su movimiento es correcto". Rondará los ochenta o noventa kilos de peso, dependiendo entre otras cosas de cuánto me deje comer de mi postre. Y, en fin, se parecerá tan poco a un Pinscher que parece difícil confundirlos, ¿verdad?

O eso creía yo, que siempre tiendo a menospreciar la capacidad de los organismos burocráticos... ;-)



30 de abril de 2007

Y el premio es para... ¡la Agencia Efe!

Como era de suponer, los escépticos andábamos esperando a ver cuál sería el primer medio de comunicación que hablase del signo zodiacal de la nueva Infanta.

Y como era de esperar, la Agencia Efe es la primera que ha mencionado la bobada, tal y como cuenta Luis Alfonso Gámez en "Magonia".

Luis Alfonso propone también que Efe someta a algunos de sus periodistas a un interesante experimento. Muy bien. Yo, por mi parte, les recomiendo también que acudan a la lección magistral que impartirá Inés Rodríguez Hidalgo dentro de la edición de este año del Curso sobre Ciencia y Pseudociencias de la Universidad de La Laguna.

Recomendaciones que yo hago con muchísimo cariño, y seguro que Luis Alfonso también. Y que hago con muchísimo escepticismo, visto que no es la primera vez que Efe nos obsequia con bobadas sobre la astrología. Ni será la última, tampoco.

De modo que, como quizá los experimentos y cursillos sean poco, les adjunto también la enjundiosa aportación que hizo a la astrología el gran Jaume Perich.


Y por supuesto no hace falta que les diga que en la viñeta central lo de "yo soy muy ordenado porque soy Piscis" puede sustuirse por cosas como que "la infanta será muy amante de las artes plásticas porque es Tauro". O similares: el resultado, la tercera viñeta, no varía en absoluto.

29 de abril de 2007

Antroposofía y salud

Hace unos días dediqué una entrada a un curioso manifiesto que alertaba acerca del peligro que, según sus promotores, corre la homeopatía a causa del Proyecto de Decreto regulador de la autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos. Para los promotores del manifiesto, el Decreto supondría la práctica desaparición de la homeopatía, puesto que obligaría a que los productos homeopáticos se sometiesen a una serie de requisitos -especialmente la acreditación de su efectividad- que en su opinión son imposibles de cumplir. Para mí, más bien se trata del miedo a que la Administración farmacéutica deje de hacer la vista gorda ante la impunidad con la que estos productos se venden actualmente como medicamentos, sin molestarse en cumplir los requisitos legales que, de hecho, son los mismos que prevé el Proyecto de Decreto; de hecho, el Proyecto reproduce la normativa actualmente vigente al pie de la letra.

La entrada ha dado lugar a un comentario (me temo que anónimo) al que me parece interesante replicar, pero por su extensión creo que es mejor hacerlo mediante una nueva entrada. Así que allá vamos.

Dice el comentario que

Lo primero que he de reconocer es la envidia que te profeso por tener tanto tiempo libre para poder tener un blog donde compartir tus reflexiones; ojala, yo lo tuviera ... Lamentablemente yo no tengo tanto tiempo como para poder contestar pormenorizadamente a tus comentario, pero por lo menos quisiera comentar algunas aspectos.


La precisión del anónimo comentarista acerca de su falta de tiempo libre es muy oportuna: sirve de justificación para la falta de argumentación que se observa en todo su comentario. Sin embargo, le animo a que intente sustraerse de esas tareas cotidianas que tanto le agobian e intente aportar al debate algo más enjundioso de lo que nos coloca. Por ejemplo, me dice que

Empleas la palabra superchería varias veces para definir a la antroposfía, considerándola un engaño y dices que no debería quedar impune su práctica con lo que elevas a delito su práctica. Las razones que esgrimes para ello son su nula efectividad.


Lo cual no es cierto. Como he dicho en más de una ocasión, el hecho de que este tipo de prácticas sean científicamente insostenibles o incluso éticamente reprobables no las convierte en delito. El mismo Tribunal Supremo ha venido a decir lo mismo en el caso que comentábamos no hace mucho. De hecho, este tipo de prácticas -y, más concretamente, las pseudoterapias antroposóficas- no tienen por qué constituir siquiera un ilícito civil. Los pacientes de este tipo de tratamientos no contratan un resultado, sino una actividad, y si no ha mediado ningún engaño el hecho de que su efectividad resulte nula no los convierte no ya en delictivos, sino ni siquiera en ilegales.

Sí que es cierto, por otro lado, que creo que sería conveniente que nuestro Ordenamiento Jurídico tipificara como delito el abuso de la credulidad y superstición. Pero ni siquiera en este caso estaría "esgrimiendo" la nula efectividad de las pseudoterapias, sino sólo el engaño que podría suponer su difusión entre un público mal informado.

Sigue diciendo nuestro anónimo comentarista que

He estado tentado de responder palabra por palabra lo que comentas, pero creo que no merece la pena hablarte de estudio como el “Parsifal” que acreditan a la medicina antroposófica como efectiva, más barata y mucho mejor para la prevención que la medicina alopática.


Y es una pena que no me hable de ese estudio, porque resulta que no dice tal cosa. El estudio se limita a concluir (cito de la referencia en Publimed) que "ciertas características del estilo de vida antroposófico, como el uso restrictivo de antibióticos y antipiréticos, están asociados con una reducción del riesgo de enfermedades alérgicas en niños". Lo cual no supone ni que la medicina antroposófica sea "efectiva", ni que resulte "más barata", ni que haya que considerarla "mucho mejor para la prevención" que ninguna otra. Simplemente que para reducir el riesgo de alergias en los niños probablemente haya que abusar menos de los antibióticos y antipiréticos, conclusión que seguro que hasta el más recalcitrante médico "alopático" suscribiría.

El comentario sigue diciendo que

Me supongo que no te llama la atención que sean los pacientes los que reclaman su derecho a poder contar con estas medicinas en España, como lo hacen en otros países de la Unión Europea. Para ti y tu mente estrecha es mucho más fácil calificarlos de piraos que quieren llenarse los bolsillos, no sé de que...


Pues no, ni me llama la atención ni los califico así. Cito lo que yo mismo decía en la entrada que comenta:

todo el mundo es libre de someterse a un tratamiento médico o bien confiar en el curanderismo pseudomédico que le dé la real gana, incluyendo la homeopatía o su variante más pintoresca, la "medicina antroposófica". O incluso no someterse a ningún tratamiento, que bien mirado viene a ser lo mismo que tomar potingues homeopáticos, pero al menos sale mucho más barato.


Lo decía y lo repito: todo el mundo es libre de someterse al tratamiento médico, pseudomédico, místico o imaginario que quiera. Y eso incluye el derecho de todo el mundo a tratarse con pseudomedicamentos homeopáticos, como nunca he negado.

El comentarista anónimo añade que

Afortunadamente vivimos en un país que permite tu libertad para decir lo que tu quieras calificando incluso de chamanes a médicos; la medicina antroposófica está únicamente practicada por médicos colegiados que luego de haber cursado su licenciatura amplían sus estudios varios años más en medicina antroposófica. Yo y los demás piraos de anthrosana nos limitamos a solicitar esta misma libertad para poder seguir curándonos con medicamentos de reconocido prestigio y financiados por el sistema público de sanidad en otros países tan lejanos al chamanismo como son Alemania, Suiza, Holanda, etc.


Y... Ahí está la cuestión, ¿no? En lo de "financiados por el sistema público de sanidad".

Pero me temo que ahí no puedo estar de acuerdo. Si bien todos los ciudadanos son libres de elegir el tratamiento, verdadero o ficticio, al que quieren someterse, el Estado no goza de esa libertad, ni mucho menos. Como dice la propia Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, la función del Estado es

impulsar el uso racional de los medicamentos y en el que el objetivo central sea que todos los ciudadanos sigan teniendo acceso al medicamento que necesiten, cuando y donde lo necesiten, en condiciones de efectividad y seguridad.


Ni más, ni menos. No menos, porque el Estado tiene la obligación constitucional de proteger la salud de los ciudadanos, y esa protección incluye evidentemente la necesidad de definir qué se debe entender por medicamento y qué no lo es.

Y no más, porque el Estado no pasa de ahí. En ese Decreto que al parecer os molesta tanto el Estado no obliga a usar esos medicamentos; simplemente define qué condiciones deben reunir los productos que deban considerarse como tales, pero a partir de ahí cada cual es libre de usarlos o no.

Y esa libertad no queda coartada por el hecho de que el Estado no financie los productos supuestamente terapéuticos que no reúnan las condiciones necesarias para considerarlos como medicamentos (en el caso que nos ocupa, una condición tan elemental como el hecho de que se acredite que de verdad curan algo). La libertad que tenemos para someternos a pseudotratamientos sin validez científica no implica que el Estado, cuyos recursos son forzosamente limitados, tenga que financiarnos nuestras supersticiones y caprichos.

El comentarista sigue diciendo que

Comentar aquí la falacia de los ensayos clínicos y el nuevo dogma de la Medicina Basada en la Evidencia, muro con el que la Industria Farmacéutica está arrinconando a los principios activos válidos pero que no disponen de suficiente de cantidad de dinero para realizar ensayos clínicos, porque no se pueden patentar, me parece estéril.


Lo cual me parece curiosísimo, porque es el propio comentarista quien unos párrafos más arriba esgrimía el informe del Grupo Parsifal, que según sus propias palabras acredita "a la medicina antroposófica como efectiva, más barata y mucho mejor para la prevención que la medicina alopática". Amigo mío, ¿no estará usted incurriendo en ese dogma de la Medicina Basada en la Evidencia?

Por otro lado, eso de que los "principios activos válidos" (¿no se referirá más bien a sus fabricantes?) "no disponen de suficiente cantidad de dinero para realizar ensayos clínicos", ¿no resulta un poco falaz si tenemos en cuenta lo que sabemos sobre la situación financiera de la industria del pseudomedicamento homeopático?

En fin, que termina nuestro anónimo comunicante con una de esas frases para la historia, a saber, que

La grandeza de cualquier ciencia se puede medir siempre con la fiereza que emplean las mentes más estrechas para impedir que progrese lo que ellas no pueden comprender.


Y no es así. Más bien la grandeza de cualquier ciencia se puede medir por los resultados que obtiene a pesar de quienes se empeñan en sustituirla por viejas o nuevas supersticiones.

Y en ese sentido, la medicina "alopática" es la responsable de la calidad y espectativa de vida de la que disfrutamos. De hecho es incluso la responsable de que gocemos de la suficiente buena salud como para resistir el hecho de someternos a pseudotratamientos como los que preconiza la antoposofía.

No lo olvide, anónimo.

No lo olvidemos.