Pero las cosas no son tan sencillas, y detrás de esos titulares de prensa hay más de lo que parece. Vamos a intentar verlo poco a poco.
Para empezar... bueno, para empezar empezaremos por el principio. Las declaraciones de la ministra se produjeron la semana pasada en el Pleno del Senado, y surgieron a consecuencia de una pregunta oral del senador del PNV Iñaki Anasagasti. Esta pregunta:
Que les transcribo aquí, por cortesía del Diario de Sesiones del Senado:
La quiropráctica es la profesión sanitaria que se ocupa del diagnóstico, el tratamiento y la prevención de trastornos mecánicos del sistema neuromusculoesquelético y de los efectos de estos trastornos sobre el funcionamiento del sistema nervioso y la salud en general. Tuvo su origen en Estados Unidos en el año 1895, perfilándose como una ciencia sanitaria de extraordinaria importancia, no compitiendo con ninguna especialidad médica. Actualmente se ha extendido por todo el mundo y en Europa está reconocida y regulada en la legislación de todos los países europeos excepto en Grecia, en Luxemburgo y en España, existiendo en este país más de 200 quiroprácticos, con cientos de miles de pacientes, de los cuales la inmensa mayoría está profundamente satisfecha de los tratamientos efectuados.
Por esta razón, señora ministra, le pregunto si va a regular la profesión de quiropráctico conforme a la definición de la Organización Mundial de la Salud.
Como pueden ver, el señor Anasagasti no se cortó un pelo (lo siento, el chiste estaba a huevo) a la hora de demostrar su erudición sobre la quiropráctica, citando literalmente la definición oficial de la Federación Mundial de Quiropráctica y añadiendo una serie de datos procedentes de otras fuentes igual de imparciales y fidedignas, como la Asociación Española de Quiropráctica. Aunque, eso sí, según el señor Anasagasti la definición procede de la Organización Mundial de la Salud, quizá porque no sepa que la OMS, a su vez, la recogió de la Federación Mundial para plasmarla en su guía de formación e inocuidad de la quiropráctica.
En realidad todo esto no es nada nuevo, y no es que algún quiropráctico haya tomado el pelo específicamente al señor Anasagasti (sí, lo he vuelto a hacer, perdón): se lo han tomado a todo su grupo parlamentario, que el pasado mes de abril presentó una proposición no de ley en ese sentido. La proposición está aún pendiente de tramitación en la Comisión de Sanidad, pero se ve que el señor Anasagasti tenía prisa y quería que la ministra le contestase cuanto antes.
¿Y qué le contestó? Pues esto: