Estamos en la Semana de la Quiropráctica. Así que hablemos de ella.
Contábamos hace algún tiempo que los estudios científicos demuestran que la efectividad de la quiropráctica es prácticamente ninguna. De hecho, ni siquiera los propios quiroprácticos han podido encontrar ningún estudio riguroso que demuestre que la quiropráctica sirva para otra cosa que no sea aliviar el dolor lumbar y, quizá, la migraña, dolencias que en cualquier caso mejoran con cualquier masaje sin necesidad de acudir a conceptos como el "complejo de subluxación vertebral". Algo que, a pesar de ser un pilar básico de la doctrina de la quiropráctica, los propios quiroprácticos están teniendo que reconocer a regañadientes que sencillamente no existe. En su día lo hizo, como contábamos, el British Chiropractic Council, y ahora también parece que lo está haciendo (aunque de tapadillo) nada menos que el Council of Chiropractic Education USA. Teniendo en cuenta que la quiropráctica se basa en la creencia de que todas las dolencias son causadas por esas "subluxaciones", y en consecuencia en el poder curativo de su corrección mediante la "manipulación quiropráctica", evidentemente si aquellas no existen estas tampoco tienen ninguna razón de ser, ¿verdad?
Pero en aquella entrada comentábamos también que
si en la mayoría de las pseudoterapias el principal peligro es que un enfermo no siga o incluso abandone un tratamiento médico real, la manipulación quiropráctica y la parafernalia que la rodea sí que pueden resultar peligrosas. Lo veremos otro día.
Así que vamos a inaugurar esta Semana de la Quiropráctica (o "Semana Q", como la llaman) dando un repaso a esos peligros.
El primero es bastante obvio para todo el que haya visitado alguna vez a un quiropráctico. El (recordemos, inexistente) "complejo de subluxación vertebral" es un supuesto mal alineamiento de las vértebras, y la mejor forma de verlo (teniendo en cuenta que solo los quiroprácticos son capaces de verlo) es mediante una radiografía.
Ahora bien; como resulta sobradamente sabido, la exposición a los rayos X siempre supone un cierto riesgo, motivo por el cual en la práctica médica, digamos, "normal" se procura limitarla a lo estrictamente necesario. Una radiografía no incrementa excesivamente el riesgo de padecer cáncer, pero generalmente se realiza solo cuando los beneficios superan claramente ese pequeño riesgo. Pero el tratamiento quiropráctico suele requerir la realización no de una, sino de varias radiografías, tanto para la "diagnosis" como para comprobar la "evolución" del "tratamiento" (pdf). Si tenemos en cuenta que, como decíamos, la evidencia muestra que la quiropráctica no tiene efectos terapéuticos que justifiquen esta reiterada exposición a los rayos X, calculen ustedes mismos si merece la pena someterse a una práctica de riesgo, por pequeño que sea, para nada.
Otro peligro de la quiropráctica y, en general, de todas las pseudoterapias, es que los pacientes no acudan a un tratamiento médico real. Se trata de un riesgo bajo, en parte porque la quiropráctica suele emplearse para dolencias de escasa importancia o incluso para realizarse chequeos rutinarios, y en parte porque los quiroprácticos, por suerte, no suelen llegar a extremos como desaconsejar a sus pacientes seguir un tratamiento médico que podría haber salvado su vida o proponerles que, en vez de vacunarse, se "protejan" con alguno de sus remedios ficticios. De hecho, los quiroprácticos suelen hacer mucho hincapié en su capacidad para "tratar" problemas como los cólicos de los bebés, el asma o la enuresis infantiles, o los dolores crónicos de espalda y cuello, que o bien desaparecen con el crecimiento o bien tienen una evolución cíclica (lo que les asegura una notable tasa de "éxito"), pero que en todo caso no suelen ser sintomáticos de enfermedades graves.
Sin embargo, hay un tercer factor de riesgo que desde hace poco está empezando a tomarse en serio, porque realmente es muy, muy preocupante: el peligro de sufrir lesiones a causa de la manipulación quiropráctica.
En este interesante artículo de Richard P. Di Fabio se analizan los riesgos de la manipulación cervical en general. Como puede verse en este gráfico
la cosa no es como para tomársela a broma: entre los peligros que encontró el Dr. Di Fabio están el de sufrir una disección arterial, lesiones cerebrales, trombosis... Y, por otra parte, como nos muestra este otro gráfico
en la inmensa mayoría de los casos estas lesiones, muchas de ellas mortales, fueron producidas por quiroprácticos. Estos resultados han sido confirmados por los que encontró Edzard Ernst en este otro estudio, dedicado expresamente a estudiar los casos de muerte tras recibir tratamiento quiropráctico.
Si bien, como hace notar el propio Dr. Ernst, probablemente haya muchos más que los ya conocidos. El problema es que la manipulación quiropráctica, a base de movimientos rápidos y bruscos de las vértebras, puede llegar a dañar las arterias cerebrales. En los casos más extremos el quiropráctico llega a seccionar completamente alguna de las arterias, pero la mayoría de las veces el proceso del llamado "chiropractic stroke" es mucho más sutil. Lo podemos ver en este vídeo:
En definitiva, el daño producido en el interior de la arteria a causa de la manipulación quiropráctica provoca la formación de un trombo que, al desprenderse, da lugar a un accidente cerebrovascular. Sin embargo, como el trombo puede tardar días o incluso semanas en desprenderse es muy probable que nadie llegue a asociarlo con la sesión de quiropráctica. En la actualidad hay varios estudios encaminados a intentar comprobar si la incidencia de infartos cerebrales es mayor entre los pacientes que se someten a quiropráctica que entre el resto de la población, pero aún no hay resultados concluyentes.
En cualquier caso cada vez se van conociendo más casos de este tipo, de modo que el problema empieza poco a poco a asomar en los medios, entre otras razones por la creciente interposición de demandas judiciales por parte de las víctimas. Y aunque los quiroprácticos se resisten con uñas y dientes incluso a algo tan elemental como informar de este riesgo a sus pacientes, las compañías de seguros están empezando ya a retirar la manipulación quiropráctica de sus coberturas, para evitarse males mayores.
Pero todo ello, claro, fuera de nuestras fronteras. Aquí nos quedamos con la repetición acrítica y bobalicona de lo del Día de la Quiropráctica.
Día que, como decíamos al principio, en realidad es una semana. Así que me permitirán ustedes que hablemos más del tema estos días. ¿Quién sabe?, quizá hasta nos llevemos alguna sorpresa agradable y todo...
Notas:
- Supongo que los lectores del blog se habrán dado cuenta de que la frase inicial es un homenaje a aquel famoso artículo de Simon Singh que dio lugar a su épica batalla judicial frente a la British Chiropractic Association. El Dr. Singh recordaba en aquel artículo que él mismo había escrito junto a Edzard Ernst el libro Trick or Treatment, dedicado a evaluar las evidencias científicas que respaldan (o, más bien, no respaldan) todo tipo de terapias alternativas.
Pues bien; tal y como anunció el otro día Simon Singh, ha puesto a la venta un pequeño número de ejemplares firmados. Los pueden encontrar a través de ebay.
- Esto de la semana de la quiropráctica es una excelente excusa para publicar información rigurosa sobre ella. ¿Verdad? Sí, pueden tomarlo como una invitación/provocación/reto ;-)
Estupendo artículo, como siempre.
ResponderEliminarY para los lectores que se pregunten... ¿Y qué diferencia hay entre la quiropráctica, y eso que me hace mi fisio en el cuello? Bueno, aquí tienen una revisión de Cochrane con las diferencias entre la movilización y la manipulación:
http://www.update-software.com/BCP/BCPGetDocument.asp?SessionID=%20903889&DocumentID=CD004249
Y ojo, hablamos de manipulaciones sobre una base biomecánica y fisiológica seria, no las chorradas de "bloqueos energéticos" y tonterías por el estilo.
Es larga, pero les dejará claro por qué su fisioterapeuta seguramente decidirá no manipularle tras un accidente de tráfico, y escogerá una movilización diferente.
Saludos.
Que payasos y ladrones los quiropracticos..!! y lo peor es que son burros, no piensan, parecen de una secta, (bueno.., creo que el billete los hace actuar asi)
ResponderEliminarNo se olviden de seguir este enlace: http://charlatanes.blogspot.com/2005/01/palmer-la-quiroprctica-y-sus-vctimas.html
ResponderEliminarYa que tu tambien tienes un blog antiquiropráctica en el que no se puede comentar, te animo a que leas los comentarios que he escrito en este blog ;) espero que tu también seas tan buen científico crítico como el señor Fernando Frias (abogado y esceptico).
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