TERCERO.
Que nos explica que el 28 de noviembre de 2004 "El Mundo" publicaba sendos artículos de Cavanilles titulados "El consistorio y un cazafantasmas alicantino falsificaron las nuevas Caras de Bélmez" y "Los caras de Bélmez se defienden". El primero de ellos se encuentra en la edición web del periódico, pero el segundo no. Sin embargo, quien quiera leerlo puede encontrar los dos artículos juntos en la web de Editorial Bitácora.
En estos artículos, dice la demanda,
su autor, Don Javier Canavilles, vierte una serie de manifestaciones completamente discordantes con la realidad objetiva y cargadas de contenido insultante en la persona del demandante. El escritor codemandado se despacha a gusto en toda la extensión de los textos divulgados, tanto en la trayectoria del agraviado respecto al ejercicio de los menesteres de la entidad que preside, cuanto en la manipulación de las manifestaciones realizadas por las fuentes citadas. Así, Don Javier Canavilles tilda de impostor al actor, altera las declaraciones de terceros y genera al lector la creencia de que Don Pedro Amorós Sogorb engaña para obtener contrapartidas económicas.
¿Es cierto eso? ¿Tan malísimo ha sido Cavanilles? Probablemente la mejor forma de determinar si la cosa es para tanto sea analizar los artículos en cuestión. Y como la demanda no nos aclara cuáles son esas
manifestaciones completamente discordantes con la realidad objetiva y cargadas de contenido insultante
intentaremos deducirlas nosotros.
La primera de ellas puede ser eso de llamar al pobre Amorós "cazafantasmas". Un insulto terrible, vamos: seguro que por decir eso a Cavanilles los Reyes Magos le habrán traído carbón estas Navidades.
Claro que no sólo a Cavanilles. Una búsqueda en Google de las palabras "Amorós" y "cazafantasmas" nos da más de 476 entradas. Y aunque muchas de ellas sean repeticiones del artículo original o aparezcan sólo porque la web contiene ambos términos pero no los relaciona, lo cierto es que algunas son francamente curiosas. Pero la mejor de todas no aparece en Google: se trata de la web del programa "Entre dos mundos", dirigido por Manuel Capella, vicepresidente de la SEIP (bueno, de la AEIP). No, no busquen la página principal web porque curiosamente ha desaparecido. Lo que pasa es que como para eliminar una web no basta con cambiar el "home", sus contenidos siguen estando ahí. Y entre ellos el apartado "nuestras fotos", en el que aparece, cómo no, una fotografía de Pedro Amorós con el siguiente pie:
"El Presi" y su inseparable pipa... siempre a la caza de ..... pasa el ratón
Pues eso, eso, pasen ustedes el ratón por la fotito.
En fin, se supone que si en una web que se encuentra (o encontraba) bajo la responsabilidad del vicepresidente de la SEIP, aparece una foto de su presidente en la que se le atribuye la condición de "cazafantasmas", la expresión no será tan injuriosa. Más bien parece una muestra de ese cariño y aprecio que día a día se gana Amorós entre sus colaboradores, ¿no?
O sea, que esa no vale.
¿Más cosas? Quizá. Ya en el cuerpo del artículo, Cavanilles llama también "autobautizado investigador" a Amorós. Pero es que eso responde fielmente a la realidad, o al menos eso es lo que decía la demanda en el Hecho Segundo, ¿recuerdan? Sí, cuando decía que el estudio de la parapsicología no está avalado por ninguna titulación oficial. De lo cual se deduce que Amorós no tiene ningún título oficial de parapsicólogo (vamos, que tampoco tiene título oficial de parapsicólogo, si ustedes me entienden) y, por tanto, lo de "investigador" es porque se lo dice él. O sea, que tampoco hay insulto alguno. Otra que no vale.
En el artículo se menciona también el falso currículum de Amorós, pero francamente la expresión tampoco me parece insultante. Es más, lo que me parece es, sencillamente, inevitable. Se trata de su currículum, y es más falso que un euro de madera, ¿no? Luego, ¿cómo querían que lo llamara? ¿"Currículum excesivamente optimista"? ¿"Currículum un tanto infladillo"? Llamar falso a ese currículum es como llamar azul al cielo, verde a las hojas de los árboles, o falsas a las Caras de... bueno, a algunas Caras falsas que hay por ahí. O sea, que de insultante nada.
¿Qué más términos tenemos? Bueno, dice la demanda que
Don Javier Canavilles tilda de impostor al actor
pero la verdad es que la palabra no aparece por ninguna parte de los artículos. Y aunque quizá el contenido del artículo pueda sugerir al lector que, en efecto, Amorós es un impostor, de nuevo estamos ante una consecuencia totalmente inevitable: ¿cómo impedir que, a la vista de la información que aparece en el artículo, haya algún lector despistado que se quede con la impresión de que Cavanilles ha dicho que Amorós es un impostor? Si alguien como el autor de la demanda ha caído en este error, ¿qué se podría esperar de alguien que mirase al presidente de la SEIP con menos benevolencia que la que cabría suponerle a su letrado?
Pero la realidad es que no, Cavanilles no "tilda de impostor" a Amorós. En todo caso, se trataría de una conclusión de los lectores, pero nada más.
Y en cuanto a lo de "los caras de Bélmez"... pues la verdad es que, en vista de la información que se contiene en los artículos, resulta difícil imaginar otra forma de referirse a ellos...
Dice también la demanda que Cavanilles
altera las declaraciones de terceros
¿Es eso cierto? Pues va a ser que tampoco. "Terceros" que hayan hecho declaraciones, en este caso, serían tan sólo Paco Máñez y la alcaldesa de Bélmez. Y lo cierto es que Máñez ha confirmado repetidamente lo que se le atribuye en la entrevista, y que la alcaldesa también ha confirmado que dijo lo que allí se dice que dijo.
Por último, según la demanda, Cavanilles
genera al lector la creencia de que Don Pedro Amorós Sogorb engaña para obtener contrapartidas económicas
¿Y eso, es cierto? Pues tampoco, me parece a mí. La única mención al bolsillo de Amorós se refiere a que en la SEIP
un pomposo «Comité Internacional de Investigación» decide quién puede ingresar como miembro (previo pago de 30 euros)
Pero resulta que esa afirmación sólo puede entenderla como referida a Amorós quien sepa que, en efecto, tal y como consta en la web de la SEIP esa pasta hay que ingresársela no a la asociación, sino a Amorós en persona. Por lo demás, las otras menciones que podrían traerse a colación (que la SEIP fuera a encargarse de la gestión del "Centro de Interpretación de las Caras", que la asociación organice falsos cursos universitarios por internet, o que el propio Amorós haya escrito un libro sobre psicofonías) no dejan de ser hechos objetivos y fácilmente contrastables. De hecho, cualquiera que investigue un poco sobre la forma de actuar de la SEIP y de su presidente puede llegar a la conclusión de que si hay alguien que
genera al lector la creencia de que Don Pedro Amorós Sogorb engaña para obtener contrapartidas económicases precisamente... el propio Pedro Amorós.
¿Qué nos queda? Pues, la verdad, poca cosa. Lo único a lo que podríamos agarrarnos es de nuevo a lo que dice el título del artículo: que el Ayuntamiento y los cazafantasmas falsificaron las nuevas Caras. Y, ciertamente, el hecho de que uno abra un periódico y se tope con ese titular puede resultar un poco fuerte.
Lo malo es que, a la vista de la información contenida en los artículos (y, sobre todo, si uno se toma la molestia de contrastarla), quizá después de todo no sea "un poco fuerte". Es más: podría llegar uno a pensar que el titular es "un poco flojo" ;-)