2 de septiembre de 2011

Mi brindis por el Profesor

"Dejé el panorama de la Jungfrau con profunda pena: nieves eternas sobre una eterna luz de sol, y el Silberhorn recortado sobre un profundo azul: la Silvertine (Celebdil) de mis sueños."
JRR Tolkien, carta de 1967 a su hijo Michael.

Hace cien años, en agosto de 1911, un joven JRR Tolkien viajó a Suiza en compañía de su hermano Hillary, su tía Jane y un grupo de amigos de esta. De aquel viaje saldría un buen número de pasajes y paisajes que más tarde incluyó en "El Hobbit" y "El Señor de los Anillos", y uno de ellos fue precisamente el de las montañas de Moria.

Que son estas:



Y claro, como corresponde a las montañas de Moria, tienen también las pertinentes puertas de entrada a los túneles de Khazad-Dûm. Si se fijan en la foto, en la parte inferior y a la izquierda podrán ver esto:


Se trata de la entrada del túnel del ferrocarril de Jungfraujoch, una línea férrea que permite no ya aproximarse a la montaña, sino de hecho penetrar en ella y llegar casi hasta la cumbre a través de un largo túnel cuya boca se abre en una ladera rocosa.



En 1911, cuando Tolkien visitó Suiza y contempló la vista de la Jungfrau que tanto le impresionó, la perforación del túnel había terminado y la línea operaba hasta la estación de Eismeer, en cuyos amplios salones excavados en la roca de la montaña (¿les suena?) había en aquella época un restaurante. El ferrocarril no llegó hasta la última estación, la de Jungfraujoch, hasta 1912, pero el grandioso proyecto ya había ocupado las primeras páginas de la prensa de toda Europa. Y aunque Tolkien no llegó a subirse en él, su camino por Suiza pasó por el Kleine Scheidegg, el puerto de montaña desde el que se centralizaban los trabajos en la línea. De modo que la inspiración que recibió allí para su creación de la Mina del Enano probablemente no estuvo solo en las nieves sobre la montaña, sino también en lo que hay debajo de ella.

Y aunque hoy en día ya no haya enanos en los túneles de aquel ferrocarril, siempre podemos viajar allí (real o virtualmente), disfrutar de las impresionantes vistas sobre el glaciar Aletsch


Y hasta, por qué no, aprender un poquito sobre la relatividad.

Y, por supuesto, hacer un pequeño brindis por el Profesor.


1 comentario:

  1. wow que lugares tan hermosos esos la verdad... estan buenas la fotos :) gabriel - casas en venta

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