23 de noviembre de 2005

Mil Kilómetros tras los Caras. Péndice número 1.

Bueno, pues no se pierdan porque la cosa tiene un apéndice. Mis intenciones al hacer el viaje no sólo eran disfrutar otra vez de Sierra Mágina o ver la nueva Casa de las Caras. Tenía además una Misión (así, con mayúsculas).

Como quizá sepan, el otro día celebramos aquí cerca una fastuosa comida escéptica, en el curso de la cual se sortearon varios adminículos muy útiles para todo detractor que se precie, como una pirámide, un ejemplar de la demanda contra Cavanilles dedicado por el propio Cavanilles... en fin, cositas así.

Uno de los regalos sorpresa era el inevitable chaleco multibolsillos, que fue a parar nada menos que a Manolo "el Más", editor del Teleplastic Inquirer. Pues bien; lo que no se había dicho es que el chaleco había sido previamente cargado de energía telúrica, positrónica, fúngica y paranormal no sólo mediante la pirámide -que a la sazón se llevó Cavanilles-, sino también con su inmersión en un poderoso campo teleplástico:



Pero hay más. Otro de los regalos sorpresa consistía nada menos que en un kit teleplástico, ofrecido al alimón por Lola Cárdenas, que aportó una botellita de aceite de Sierra Mágina, y por un servidor, que puso esto:

Nada menos que una botellita de agua de la fuente que hay frente a la casa de María Gómez, en Bélmez de la Moraleda.



¿Se imaginan qué teleplastias pueden salir con semejante equipo? ¿Eh? ¿Eh?

Pues si no se lo imaginan, no se desesperen, que muy pronto lo sabremos. Porque el kit le tocó nada menos que a la esposa de Paco Máñez. Como lo leen.

Debe ser el destino o algo así ;-)

5 comentarios:

  1. Aunque no tuve la suerte de adjudicarme alguno de los fantásticos objetos sorteados entre los asistentes, al menos me consuela haberlo pasado muy bien, charlar en persona con tantos amigos que solo conocía de Internet , alcanzar el privilegio de cobijarme durante algunos minutillos bajo la sombra protectora de la maravillosa pirámide de misteriosos poderes y, sobre todo, haber tenido en mis manos la botella de agua de Bélmez de la Moraleda. Sentí la arcana presencia de su poder desconocido. Eso si, descubrí que el poder de las varias jarras de cerveza consumidas es aún mayor. :)

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  2. Anónimo11:15

    Hola, soy Manolo_elmás
    Hombre, Yamato, menos mal que lo aclaras rápido. Porque a un servidor, orgulloso propietario del chaleco sorteado, le estaban comenzando a pasar cosas muy raritas con él puesto: teleplastias por doquier, un incremento notable del "chi", dotes adivinatorias (fíjate que nada más ponérmelo intuí que la comilona iba a acabar con carajillo y postre), etc. Claro, los efluvios de Bélmez.... Ahora ya puedo llevarlo tranquilo, que sé que lo que percibo son impregnaciones misteriosas de Sierra Mágina. Menudo descanso, tú...

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  3. Anónimo11:45

    Hombre....¿y no hay fotos de semejante evento?. no estaría mal poner cara a muchos bloggeros que solo se conocen por el nombre.

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  4. Anónimo18:21

    Eres un atrevido,Yam, no te das cuenta lo peligrosa que puede ser la nueva casa, lo mismo que aparece una moneda de la "nada", cualquier día se aparece un yunque y pobre del que pille debajo... Lo mismo que se les mueve una mesa durante 45 minutos, llega a pasar con la sierra circular ,imagínate...la matanza de Texas.
    ¡¡Qué miedo!!

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  5. Anónimo4:19

    Maese Yam: con los años me está usted cogiendo unas pintas a lo Jiménez del Oso que...

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