No sólo es importante difundir unidades de conocimiento. Más importante es transmitir modos críticos de pensar, que se puedan incorporar en la vida cotidiana. Con ello nos jugamos mucho. No sólo un uso adecuado del dinero público sino también una contribución a la difusión de un pensamiento racional, del que esta sociedad está muy necesitada.
Advertencia ésta última, por cierto, bastante más atinada que la apreciación que hace el Tribunal Supremo según la cual, teniendo en cuenta
el grado de conocimiento medio de una sociedad que, como sucede en el caso presente, vive ya en el siglo XXI
resulta que
El ciudadano medio de nuestra sociedad, tiene un nivel de información sobre estas enfermedades y sus características, que difícilmente puede alegar confianza racional en poderes paranormales.
Decíamos en aquella entrada que lo que difícilmente se puede alegar es que el ciudadano medio tenga el suficiente grado de conocimiento y aptitud para desconfiar de los engaños paranormales, teniendo en cuenta que por todas partes nos encontramos con libros, artículos de prensa y programas de radio y televisión en los que se nos vende la creencia en lo paranormal. Y, en el mismo sentido, el artículo de Antonio García-Valdecasas y Juan E. Iglesias cuenta que la revista Agenda Viva, editada por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente publica en su número de diciembre de 2006 una entrevista en la que Rupert Sheldrake cuenta esas cosas tan disparatadas que cuenta últimamente.
Lo cual sería poco objetable si no fuera porque la revista se edita y distribuye gratuitamente gracias al apoyo económico del Ministerio de Educación y Ciencia, las Comunidades de Madrid y Castilla-León, la Red de Parques Naturales y otros organismos públicos. Es decir: con dinero público. De modo que, como dicen los autores,
La revista es libre de entrevistar y escribir de lo que quiera, pero no debería difundir pensamiento mágico e irraciona y presentarlo como ciencia, con fondos públicos. Y las instituciones financiadoras deberían tener en cuenta lo que se hace con el dinero de los contribuyentes.
La verdad es que es difícil decirlo más clarito, y si no fuera porque viene la firma de los autores hubiese creído que el artículo había sido escrito por algún miembro del Círculo Escéptico. Pero, en todo caso, sobra decir que estoy de acuerdo con ellos y que les felicito cordialmente.
Y que les acompaño en el sentimiento.
Me explico. Según nos cuenta Televisión Española,
El misterio y lo paranormal regresan este martes, 13 de marzo, a TVE, de la mano del mentalista Anthony Blake en una serie de programas titulados, simplemente, “Blake”.
Sigue diciendo la nota que
El interés creciente por “lo paranormal”, por “lo mágico”, por aquellos fenómenos que aún en este inicio del siglo XXI siguen sin tener respuesta es el punto de partida de este nuevo espacio para la noche de los martes en La Primera.
La verdad, no vi el programa, así que no puedo juzgar si de verdad cumplió su objetivo de satisfacer el interés creciente por "lo paranormal". Estaré atento la semana que viene.
Pero, caramba, si es así... ¿Qué quieren que les diga? Ya es discutible que las cadenas privadas vendan carnaza supersticiosa, teniendo en cuenta que la Ley define la televisión como un "servicio público esencial". Pero bueno, se trata de emisoras privadas. Pero RTVE es de titularidad pública, y se financia a través de los Presupuestos Generales del Estado, por lo que no debería fomentarse desde ella la superstición. No con dinero público.
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