16 de noviembre de 2010

Conmoción en el mundo judicial. Y en el otro (mundo).

Hay cosas que deberían estar prohibidas. Por ejemplo, lanzar el mensaje que envió hoy por twitter Jorge Alcalde. Lean, lean:


Bueno, vamos a matizar: lo que está mal es enviar este tipo de cosas más o menos a la hora del café, cuando existe el riesgo -serio- de pillarle a uno con la boca llena. Pero es que la noticia se las trae. Bastantes horas más tarde ha sido recogida por algún medio -como este, o este otro, o, por supuesto, este-, que nos cuentan de qué va la cosa.

Verán, al parecer esta individua a la que llaman "Princesa del Pueblo" (y, por las pocas veces que la he oído hablar berrear en la tele de mi suegra, pueblerina sí que parece, al menos en la segunda acepción del término) suscita un gran interés entre ciertos ambientes... ¿cuál es el antónimo de "intelectuales"? Pues eso mismo. De modo que hay medios que se pirran por hablar con ella, o de ella, o sobre ella, porque parece que la chica vende bastante (aunque no tanto como algunos pensaban).

Y uno de los que han querido chupar del bote es, al parecer, un... bueno, diz que periodista llamado Diego Arrabal. Pero por lo visto no se lleva muy bien con la muchacha, así que, en vista de que no podía conseguir una entrevista con ella, la hizo... con su difunto padre. Claro, no lo hizo directamente sino a través de una medium, lo cual es algo así como rizar el rizo de la basura mediática. Pero, en cualquier caso, la cosa por lo visto gustó bastante al público (al que, como comprenderán ustedes, en este caso considero poco pertinente llamar "respetable").

Podríamos decir que ante semejante espectáculo Belén Esteban montó en cólera, pero temo que esta expresión sea también poco apropiada al caso. Teniendo en cuenta los protagonistas de la noticia, sería sin duda más adecuado decir que se cabreó como una mona, como demuestra esta solemne declaración que ha formulado, dirigida al tal Diego Arrabal:

Te voy a meter una querella que te vas a cagar

 Y, ya entrando en cuestiones más técnico-jurídicas, sigue diciendo que

Le hemos demandado mi madre, mi hermano mayor, Juan; Paco, que es el mediano y Belén Esteban que es la pequeña.

Para terminar dirigiéndose de nuevo a Diego Arrabal para afearle su conducta:

¡Sinvergüenza! ¡Invoca a tu padre!

Reconozco que, como Jorge Alcalde, yo también ardo en deseos de ver la fundamentación jurídica de la demanda de marras. En circunstancias normales podría esperarse que la... la... (¿la qué? Aquí vendría de perlas decir "la periodista", o "la presentadora", o incluso algo tan cutre como "la tertuliana", pero, ¿qué puñetas hace realmente esta señora aparte de explotar su ordinariez?)... bueno, que la Princesa demandase a Diego Arrabal por intromisión en el derecho al honor, al suyo y al de su difunto padre. La demanda podría prosperar o no, según lo que haya dicho el tal Diego Arrabal, porque el pobre padre, evidentemente, no dijo realmente ni "esta boca era mía". Lo malo es que la propia Belén Esteban ha dicho también que

El día que vaya yo a una médium será en Telecinco y yo no iría ninguna parte a hacer lo mismo que has hecho tú.

Lo cual,  la verdad, debilita bastante su posición: lo que le molesta no es la intromisión en la honorabilidad de su padre, sino que la hayan llevado a cabo en una tele de la competencia y con un... bueno, digamos "periodista" que le cae muy mal. Vamos, que si en vez de la tal Bohemia Hernández la medium hubiese sido Anne Germain, y el escenario Telecinco en vez de Antena 3, por lo visto Belén Esteban no hubiese tenido ni el más mínimo inconveniente en prestarse a la farsa espritista.

Así que, si no va a alegar una intromisión ilegítima en el derecho al honor de su padre fallecido, ¿qué es lo que alegará? ¿Que alguien ha "hablado" con él sin su permiso? ¿Que no ha percibido el correspondiente caché que sí hubiese cobrado en caso de haberse montado la comedia en Telecinco? ¿Que su padre, a través de la medium, ha desvelado hechos de su intimidad sin su permiso?

No lo sé, la verdad. Pero, insisto, yo también me muero de ganas por saberlo.

Y, sobre todo, me muero de ganas por ver la cara del Juez al que corresponda conocer de la demanda cuando se la encuentre sobre su mesa. Eso sí que sería todo un espectáculo.


Nota bene: Hace unos años retaron a un catedrático de Filosofía del Derecho a escribir -y publicar- un artículo sobre fútbol. Lo hizo. Yo hoy me siento exactamente igual: alguien me dijo hace tiempo que no creía que jamás fuera a escribir algo sobre Belén Esteban. Y mira por donde... ;-)

9 comentarios:

  1. ¿Y el juez no puede empurar a ambos por saturar una ya exhausta justicia con gilipolleces de semejante calibre?.

    ResponderEliminar
  2. Lo mejor será cuando llamen a declarar al padre de Belén Esteban...

    ResponderEliminar
  3. Lo que va a ocurrir es que en menos de nada la cadena en la que ¿trabaja? esa ¿señora? montará un progrma especial con su ¿medium? propia. Allí se verá a la susodicha ¿hablando? con su padre y este le dirá algo asi como: "No te preocupes hija mia, solo le conté mentiras. Las cosas de verdad me las guardaba para este especial. Con los royaltis vamos medias".

    ResponderEliminar
  4. El juez podría dictaminar que el espiritismo es una vulgar estafa y no ha lugar. Sería magnífico.

    ResponderEliminar
  5. Yo soy de la opinión que Belen Esteban no existe, es un personaje creado por una empresa para vender. Y como tal cualquier suceso será explotado hasta la nausea. Y en ese sentido tomo la noticia como una vuelta de tuerca más para seguir saliendo en determinados programas, luego si ganan o pierden el juicio a ellos les importa poco porque el éxito lo miden en puntos de share y beneficio en forma de anuncios.

    ResponderEliminar
  6. El surrealismo no tiene límites :D :D

    Y uno que pensaba que ya lo había visto todo, lo peor de todo es que seguramente esto aumenta la audiencia y fama de esta gente...

    ResponderEliminar
  7. Me compadezco del pobre juez que tenga que juzgar esto.

    Saludoss.

    ResponderEliminar
  8. Bueno, a Mi Mesa Cojea lo lincharon mediáticamente en el Reino Unido por entrevistar a Maddie.

    La gente es que no tiene correa.

    ResponderEliminar
  9. Deberían el gobierno, indultar al pío Juez Calamita, porque este es un caso en el que sin la ayuda de Dios, difícilmente se va a poder dictaminar ningún fallo.
    El exjuez ha demostrado sobradamente tener tal fe en nuestro señor, que se me antoja imposible que el altísimo no rompa su agenda, y concentre toda la atención en este peliagudo asunto.

    ResponderEliminar