27 de noviembre de 2010

El pleito imposible de ganar

Cuenta Guillermo en La Aldea Irreductible la historia (o quizá chascarrillo) del pleito imposible de perder... y que sin embargo se perdió. Sin embargo, la anécdota, aunque es divertida, tiene su trampa: en realidad lo que había en aquel caso eran dos pleitos, no uno solo.

Y, sin embargo, sí que ha habido al menos un pleito que era imposible de perder. O de ganar. O ambas cosas. O ninguna, según se mire.

El primero de los protagonistas del caso se llamaba (y se sigue llamando, hasta donde yo sé) Robert Lee Brock, aunque es más conocido como "Two Souls Walker", un apodo que hasta suena poético y todo, ¿verdad? La carrera judicial de Brock se inició hace ya unos cuantos años, a consecuencia de un involuntario cambio de domicilio: tras haber sido pescado por la policía cometiendo un robo pasó a residir en la prisión estatal de Virginia, en EE.UU.

Muchas personas, al entrar en la cárcel, deciden dar un cambio radical en su vida. Eso mismo hizo "Two Souls Walker": dejó de ser el azote de las casas ajenas para convertirse en el azote de los tribunales, exigiendo que respetasen sus derechos más elementales. Tal y como relata esta resolución del Tribunal de Apelación, Brock


...presentó veintinueve apelaciones ante este Tribunal solo en 1995-96, haciendo de él uno de los más frecuentes litigantes, si no el que más, en esta demarcación judicial.

Brock tiene una larga historia de apelaciones frívolas, en lo que parece un esfuerzo para minar el sistema legal que le envió a prisión. A lo largo de su hisotira litigiosa, Brock se ha quejado acerca de todos los aspectos de su tratamiento legal y las condiciones de la prisión, incluyendo, entre otros, comida, vestuario, acceso y malas condiciones de la biblioteca jurídica de la prisión, reparto del correo, agua caliente, el incorrecto emplazamiento de un espejo para discapacitados, teléfonos, necesidades de la cantina, suministros de material artístico, estrés mental y el precio del café. Una de las apelaciones anteriores de Brock, interpuesta cuando solo tenía pendientes treinta reclamaciones en varios juzgados, exigía "un millón de dólares por crueldad mental y crueles e inusuales castigos" porque las enfermeras de la prisión dijeron que no cuando Brock les pidió que sus comidas contuvieran "carne extra" o "vitaminas en vez de vegetales". El Tribunal del distrito desestimó este caso por frívolo. Brock respondió interponiendo numerosas demandas adicionales, incluyendo una reclamación contra la víctima del delito por el que fue encarcelado...

El Tribunal sigue relatando que Brock interpuso en su día demandas por terribles violaciones de sus derechos constitucionales, como que


...había sido "alojado con negros" y que "estaba encarcelado a doscientas millas de su familia".

La cosa llegó hasta el extremo de que en otra de sus reclamaciones Brock solicitaba

...entre otras cosas la reconsideración de todas sus demandas previas y el pago de 72.000.000 de dólares como indemnización.

Sin embargo, todo esto cambió en 1995, cuando por lo visto Brock se dio cuenta de que la culpa de sus tribulaciones no era del sistema judicial, sino de su propia conducta. De modo que decidió demandar al otro protagonista de la historia, que es... sí, lo adivinaron: Robert Lee Brock, alias "Two Souls Walker".

Basaba su demanda en que la conducta del demandado (o sea, la suya) había llevado al demandante (a él) a una situación de alcoholismo y delincuencia a consecuencia de la cual el demandante (y demandado) había dado con sus huesos en la cárcel. Por lo cual solicitaba su propia condena al pago de una indemnización de cinco millones de dólares.

Pasta que el demandado, por supuesto, no podía pagar debido a que, al estar en prisión, carecía de ingresos. De modo que el demandante exigía que fuese el Estado de Virginia, como responsable último de esa falta de ingresos, quien se la pagase.

Ingenioso, ¿verdad? De hecho, demasiado ingenioso, como debieron pensar los Tribunales. Que, por supuesto, desestimaron la demanda y la correspondiente apelación.

Así que, en definitiva, el pobre Robert Lee Brock también perdió el pleito... incluso cuando se demandó a sí mismo.


P.S. para curiosos: dado el historial del pájaro, quizá se pregunten ustedes de qué iba el caso en el que el Tribunal de Apelaciones relataba su larga carrera de pleitos.


Pues se trataba simplemente de que Brock demandaba a las autoridades penitenciarias porque, según afirmaba, estaba


..."siendo bien envenenado o bien sometido a un experimento", ya que uno de los ingredientes listados en la etiqueta de la botella de sirope para las tortitas servidas en la prisión es glicol de propileno, que el demandante afirma que se emplea también en desodorantes y anticongelantes.


El Tribunal decidió... bueno, seguro que eso ya lo han adivinado, ¿verdad?



Los antivacunas y su derecho de vida y muerte



Tarde o temprano tenía que ocurrir: los movimientos antivacunas, que poco a poco se han ido introduciendo en nuestro país, ya se hacen notar por las consecuencias de su postura. Por suerte esta vez las autoridades sanitarias han reaccionado a tiempo, y el escándalo de lo sucedido en Granada parece que ha animado a que sectores habitualmente bastante pasivos ante las supercherías científicas (a veces incluso cómplices de ellas) vayan movilizándose y advirtiendo a la sociedad de los peligros de esta moda. Algo es algo.

Por desgracia, en estos tiempos en que los medios de comunicación se han olvidado por completo de la Ley de Okrent, que los movimientos antivacunas salgan a la luz pública implica también que se les ceda espacio en los medios de comunicación para que puedan exponer sus "argumentos".

La mayoría de ellos se basan simplemente en ideas erróneas. Otros, en creencias insostenibles o puras y simples estupideces. Pero, en todos los casos, su última línea de resistencia es la misma: la negativa a la vacunación como expresión de libertad individual. Es lo que, por ejemplo, hemos podido escuchar esta tarde en es.radio, cuando un tal Juan Manuel Marín, que no ha tenido reparos en indentificarse como médico y "colaborador científico" de la "Liga para la libertad de vacunación" (organización que encuentro tan especialmente indeseable que me tendrán que perdonar que no ponga ningún enlace a ella) y que ha defendido varias veces su postura como una especie de ejercicio de un derecho inalienable.

Dejemos de lado el resto de sus argumentos, consistentes en una mezcla amorfa de falacias y embustes, y vayamos con aquello de que a este señor le escandalice que las autoridades sanitarias, previa autorización judicial, hayan tomado

medidas que, bueno, que pueden cuestionar digamos los derechos civiles y constitucionales de las personas que deciden no vacunar, ¿no?

Pues no. Evidentemente eso de la "libertad" es muy importante para ellos (como ha recalcado por detrás una locutora del programa), y que presentan esto como una "decisión personal" (como ha acabado resaltando el presentador, Luis Herrero). Pero dejémonos de ensoñaciones y vayamos a la cruda realidad.

Para empezar, no deberíamos olvidar que estos individuos no defienden su libertad para decidir si se vacunan o no o; lo que ellos reclaman es un supuesto derecho a decidir si vacunan o no a sus hijos. O, dicho de otro modo, si los someten a un procedimiento que ha demostrado de forma irrebatible su eficacia para prevenir enfermedades que pueden ser graves y hasta mortales, o los exponen al riesgo de contraerlas.

Vale, es un derecho. O, mejor dicho, lo fue, porque entraría dentro de las facultades derivadas del ius vitae necisque, el derecho de vida y muerte de los primeros siglos de Roma, que confería al paterfamilias, al cabeza de familia, la facultad de decidir sobre la vida y la muerte de sus hijos. Y es que, para el Derecho Romano arcaico, los hijos eran una más de las propiedades del padre (que de hecho también podía ejercitar el ius vendendi y venderlos) quien podía legítimamente hacer con ellos lo que le diera la real gana.

Pero, por suerte, hoy en día las cosas no son así. Los menores de edad son también sujetos de derechos, y merecen protección incluso ante las decisiones desquiciadas de sus padres. La libertad de los padres les permite decidir si se vacunan o no o, ya puestos, si se hacen o no un piercing, si se cortan una oreja para guardarla en un frasquito como recuerdo, o si se queman a lo bonzo para protestar contra el hecho de que actualmente se considere a los niños como personas y no como meros objetos. Incluso tienen el derecho a educar a sus hijos en el sistema de creencias que deseen, por desquiciadas y peligrosas que sean, como en este caso. Pero lo que ninguna defensa de la libertad individual puede amparar es que los padres tengan derecho a exponer a sus hijos a riesgos perfectamente evitables y que, a veces, pueden resultar mortales.

Pero es que hay más: estos irresponsables no solo pretenden tener el derecho de decidir si ponen en peligro o no la vida de sus hijos, sino que además también creen que pueden hacer lo mismo con el resto de las personas de su entorno. Además de la inmnunización individual, la vacunación tiene un efecto de inmunización de grupo: cuanto mayor sea el porcentaje de personas vacunadas, menor será la posibilidad de que alguien infecte a las no vacunadas. Un ejemplo dramático lo comentamos aquí hace algún tiempo, pero merece la pena repetirlo: la pequeña Dana McCaffery, el bebé de la foto que encabeza esta entrada, murió con tan solo cuatro semanas de edad a consecuencia de la tosferina. La tosferina había sido prácticamente erradicada en Australia, como en el resto de los países desarrollados, pero la creciente presencia de grupos antivacunación hizo que volvieran a aparecer brotes de la enfermedad, y una de las personas que se contagiaron fue la pobre Dana, que aún era muy pequeña para recibir la vacuna.

Hoy los padres de Dana luchan para hacer comprender la irracionalidad y, sobre todo, la irresponsabilidad de los grupos antivacunación. No estaría de más que aquí hiciésemos todos lo mismo, especialmente los medios de comunicación.

Antes de que esos "derechos civiles y constitucionales de las personas que deciden no vacunar" desemboquen en la muerte de una pequeña Dana en nuestro país.


Actualización. Absolutamente imprescindible: Qué atrevida es la ignorancia... sobre las vacunas.

24 de noviembre de 2010

Una de fantasmas

Cuando este blog hace una visita a los fantasmas (o, bueno, cuando los fantasmas visitan este blog, que también sucede) suele hacerlo en un tono muy diferente del de esta entrada, pero seguro que sabrán entender el cambio de registro.

El pasado mes de julio Kurioso lanzó una interesante iniciativa: fotografiar la España fantasma, los lugares públicos de una España cuyas calles iban a estar vacías durante la final del mundial de fútbol de Sudáfrica. No sé si esperaba que aquello tuviera la repercusión que tuvo, pero fuimos muchos los que participamos (reconozco que en mi caso con muy poca fortuna) y contribuimos a crear una imagen absolutamente insólita de nuestro país.

La cosa hubiese podido quedarse ahí. O un poco más allá, si tenemos en cuenta que Kurioso se las arregló para que La Información patrocinase un premio entre los participantes. Pero claro, él no podía dejar las cosas quietas, no, así que siguió moviéndose y ahora tenemos esto:






Se trata, ya lo ven, de un espléndido libro de fotografías que ya está a la venta, y cuyos beneficios irán destinados íntegramente a un proyecto que Save the Children desarrollará en Sudáfrica.

La historia la cuenta mejor que nadie el bueno de Kurioso, que habla de quiénes le han ayudado y menciona también a algunos de los que no han querido hacerlo, los verdaderos fantasmas de esta historia. Lean la entrada, que merece la pena.

Pero luego no le hagan caso: no compren un libro. Es decir, no se limiten a comprar un solo libro. Que las fiestas ya están aquí, todos tenemos compromisos y, vaya, además de una labor solidaria es un regalo estupendo, ¿verdad? Y ustedes, por supuesto, tampoco se van a quedar sin su ejemplar, digo yo...

22 de noviembre de 2010

El ombligo del "Hombre de la Sábana"

"Omphalos", que significa "ombligo" en griego, es el nombre que ha recibido una hipótesis formulada en 1857 por Philip Henry Gosse, un naturalista británico que se empeñó en intentar reconciliar las evidencias acerca de la antigüedad de la Tierra con la doctrina cristiana que situaba la Creación del mundo hace menos de diez mil años.    El mismo lo declaraba ya desde el primer momento, puesto que su libro, titulado precisamente Omphalos, incluía como subtítulo, con juego de palabras incluido, Un intento para desatar el nudo geológico.


Y es que Goose escogió como ejemplo para ilustrar su propuesta precisamente el del omphalos, el ombligo. Concretamente el de Adán y Eva. Según la teología cristiana más rancia, Adán y Eva no tenían ombligo, puesto que, al haber sido directamente creados por Dios en lugar de nacer de una madre mortal como cualquier hijo de vecino, evidentemente no podían mostar esa cicatriz dejada por el cordón umbilical. Y, ojo, al decir "rancia" me refiero a eso, a rancia y trasnochada, lo cual no quiere decir que sea del todo cosa del pasado...

El planteamiento de Goose, en cambio, era que Adán y Eva habían sido creados con ombligo y, del mismo modo, la Tierra y el Universo entero habían sido creados ya con signos de antigüedad, como si llevasen miles de millones de años dando vueltas por ahí.

Aunque a primera vista pueda parecer una solución genial, la hipótesis del omphalos no deja de tener sus consecuencias negativas. Al fin y al cabo, implica considerar a Dios como un gran mentiroso que ha creado una gigantesca farsa cualquiera sabe con qué peregrinos propósitos. Pero como para esto último los teólogos siempre tienen respuestas (aunque solo les satisfagan a ellos), la idea fue rápidamente acogida entre muchos cristianos, que aun hoy en día siguen defendiéndola con todo el morro.

Lo cual nos lleva al famoso Hombre de la Sábana, que es como llaman los creyentes en la Sábana Santa de Turín al personaje dibujado en ella cuando prefieren no reconocer abiertamente que se trataba del mismísimo Jesucristo en carne mortal carne y hueso.

Y es que el otro día, gracias a las alertas de Google, me tropecé nada menos que con esto:


Se trata de la consulta de un atribulado fiel a un experto (por lo visto, un sacerdote), formulada en los términos siguientes:

En la Sabana Santa(en la que creo como auténtica reliquia)las huellas de los clavos están en las muñecas de Nuestro Señor, que es el lugar donde, anatómicamente además, se corresponde con el único lugar posible (asi opinan los expertos)en donde un clavo que la atraviese podrìa aguantar(la muñeca)el peso del cuerpo, por estar los huesecillos del carpo unidos por una poderosa unión ligamentosa, lo cual abunda en el realismo, historicidad y autenticidad de la Síndone. ¿Cómo se explica entonces que en los Santos con los Estigmas de Cristo aparezcan en las palmas de las manos y no en las muñecas?

La pregunta, la verdad, no es nueva. Modestamente, yo mismo la dejaba caer en el primer acto de Tomás y la Sábana Santa, trepidante drama sacro que por cierto prometo terminar cualquier día de estos. Y, la verdad, cuando yo la he planteado la respuesta que he obtenido ha sido bastante típica, pero claramente insuficiente.



El autor de la consulta, sin embargo, formulaba una posible solución:

En su sabiduría infinita,pienso humildemente,la diferencia de posición permite a estos Santos estigmatizados valerse mejor con sus manos y decir Misa.

Que no está mal pensada, la verdad. Lo malo es que, teniendo en cuenta que muchos de esos "Santos" emplean sus estigmas para forrarse a costa de la ingenuidad de los crédulos creyentes, el desplazamiento en la posición de los clavos puede ser un inconveniente: resulta difícil llenarse las manos de dinero si luego se le va a ir cayendo a uno por los agujeros...

El responsable del consultorio, por su parte, reconoce que

Solo que esa misma extrañeza la comparto yo, y no tengo una explicación que darle.

Pese a lo cual, como buen teólogo, pasa a continuación a darle esa explicación que decía que no tenía:

Solo se me ocurre lo de que Dios quiera que se produzca esa expulsión de sangre en un sitio más visible como tengo entendido en el Padre Pio.

Una explicación que contiene un matiz sutil pero importante: el experto habla en este caso solamente de "expulsión de sangre", lo cual permite obviar la cuestión de los agujeros, que en caso de los estigmatizados suelen brillar por su ausencia. El único pero es que esta explicación da pie a que sigamos tirando del hilo y lleguemos a la conclusión de que, a lo mejor, quienes buscan esa mayor visibilidad son los propios estigmatizados, sin necesidad de intervención divina alguna...

Lo cual nos deja... bueno, con la intervención, un poco más abajo, de Andrés Brito, que dice que

Soy el Delegado en Canarias del Centro Español de Sindonología (www.linteum.com). Esta pregunta me la han formulado en varias ocasiones y, si bien no hay una respuesta "oficial", creo poder apuntar una línea de reflexión: los estigmas son un signo MÍSTICO, no anatómico. Por tanto, su función no es motrar CÓMO y DÓNDE claravon a Jesús en la cruz, sino LOS MOTIVOS por los que Jesús permitió este martirio. De haber aparecido en la muñeca no hubieran sido interpretados por los estigmatizados como signos de la Pasión, puesto que ellos desconocían las investigaciones médico-forenses efectuadas sobre la Síndone, y les hubiera generado confusión y no piedad. Dios se adapta a la mentalidad y grado del conocimiento del vidente a la hora de mostrar sus revelaciones, cosa que también aparece en la misma Biblia cuando vemos a los profetas expresando las enseñanzas divinas con las categorías mentales y filosóficas de su entorno y época. Es un ejemplo de la pedagogía de Dios a la hora de comunicarse con Su pueblo. Gracias.

Que es, en fin, una explicación absolutamente maravillosa. En primer lugar por eso de que los estigmas no sirven para "motrar CÓMO y DÓNDE claravon a Jesús en la cruz, sino LOS MOTIVOS por los que Jesús permitió este martirio"; bueno, digo yo que para eso Dios les debería haber dado un cartelito explicativo en lugar de convertirlos en una especie de anuncios ambulantes de una película de cine gore. O haberlos dotado de la suficiente labia como para dar esa explicación, en vez de dejar que sigan diciendo las simplezas de siempre y, encima, vayan por ahí dejándolo todo perdidito de sangre.

Y, sobre todo, porque lo que esgrime este señor es ni más ni menos que una actualización de la hipótesis del omphalos aplicada a los clavos de la crucifixión. Algo así como una hipótesis del piercing umbilical. Lo que viene a decir este experto es que Dios, en lugar de molestarse en sacar de su error a los estigmatizados y a su enfervorizado público, perpetró un auténtico fraude pío. Y ojo, no me refiero a que el Padre Pío sea un fraude (que también), sino a que todo este montaje de los estigmas en las manos sería, siempre según este reputado sindonólogo (con perdón por el oxímoron), un pia fraus, una falsedad perpetrada en nombre de la religión.

Lo cual, desde mi punto de vista, no parece muy de recibo. Aunque, bien mirado, teniendo en cuenta que estamos hablando de la Sábana Santa, a lo mejor eso de intentar explicarla hablando del fraude pío no anda tan desencaminado...

19 de noviembre de 2010

Homeopatía en la Universidad de Sevilla: no todo van a ser malas noticias

Pues eso, que a veces se ve brillar una lucecita en la oscuridad:


El hecho de que Eugenio Manuel Fernández Aguilar vaya a impartir esta charla, dentro del ciclo de Divulgación Matemática para la Química, es ya toda una garantía, y una buena noticia para la ciencia, a la que los responsables (con perdón) de la Universidad de Sevilla parecen empeñados en vapulear de lo lindo.

Pero, además, la noticia también es buena para los creyentes en la homeopatía: este humilde blog está en condiciones de confirmar que Eugenio Manuel se suicidará durante la charla, mediante la ingestión de una sobredosis de un remedio homeopático. Así que, si tienen razón y la homeopatía funciona, se quitarán de encima a un escéptico de talla.

Aunque, a la vista de los precedentes, yo no contaría con ello...

El remedio homeopático de la semana (X): ¡antimateria!

Leí una vez, no recuerdo dónde, que la homeopatía es "la ciencia del Siglo XXI". Lo que sí recuerdo es que la frase me pareció en su día exagerada (aunque hay que reconocer que algo de eso sí que hay), sobre todo teniendo en cuenta que, desde su creación a principios del siglo XIX, la evolución de la homeopatía ha consistido básicamente en modernizar el lenguaje con el que intentan justificar su incompatibilidad con los principios de la química, la física o la biología. Vamos, que donde antes decían que el agua retenía el "espíritu curativo" de la sustancia ahora hablan con todo desparpajo de "resonancia cuántica", "impronta energética" o "microestructuras magnéticas" y se quedan tan panchos.

Pero eso era lo que opinaba antes. Hoy, sin embargo, una noticia me ha hecho comprender que estaba profundamente equivocado, y que la homeopatía, en efecto, está muy por delante de no ya de lo que los homeópatas denominan, poniendo cara de asco mientras lo dicen, "medicina alopática", sino de las ramas más avanzadas de la física de partículas.

La noticia, procedente de la ciencia ortodoxa y oficial (ya saben, la mala) es esta:



Sigue diciendo la noticia (que reproduzco de la sección de Ciencia del diario Público, que para eso fue merecidamente premiada con el Premio Prismas de la Casa de las Ciencias de La Coruña) que

los investigadores del experimento ALPHA describen en Nature cómo lograron producir 38 átomos de antihidrógeno y mantenerlos estables por una décima de segundo antes de que se esfumasen, todo un récord que permitirá estudiarlos por primera vez.

Y que

El material permitirá estudiar cómo se comporta la antimateria y saber si se confirma el actual marco teórico que rige la física de partículas.

Se trata, en fin, de una noticia de vanguardia, que ha copado y seguirá copando los titulares de numerosos medios de comunicación. Porque es lo último de lo último, ¿verdad?

Pues no. La homeopatía, como ciencia pionera y de vanguardia, ya había estado allí antes.

y como prueba, aquí tienen este escalofriante documento al que he tenido acceso después de una ardua investigación de dos segundos en Google:



Sí, pueden volverlo a leer si aún no se lo han creído.



Se trata, en efecto, de la "prueba" (o "prueba patogenética", como suelen denominarla por estos lares) de un remedio homeopático hecho con antimateria.

Me imagino que para ustedes, serviles lacayos de esa ciencia oficial que se empeña en creer en la gravedad, la conservación de la energía o la entropía, despreciando las visiones holísticas, integrales y de cuento de hadas, semejante documento será una bobada, ¿verdad? Pues se equivocan: en realidad es una completa gilipollez. Así que les ahorraré tener que pasar su pupilas cerradas de mente por el texto y les haré un pequeño resumen.

Cuenta Misha Norland, que firma el estudio, que

In the autumn of 1997, while facilitating a clinical workshop in San Diego for North American students of the School of Homœopathy, I was approached by Chris Kurtz, then on our distance learning programme and just completing his PhD at the University of San Diego, offering to bring me a vial containing anti-matter. "You cannot be serious!" I exclaimed. "Quite serious." he retorted, proceeding to edify me. Naturally, I said, "Yes.
[En otoño de 1997, mientras dirigía un taller clínico en San Diego para estudiantes norteamericanos de la Escuela de Homeopatía, habló con migo Chirs Kurtz, que en aquella época estaba en nuestro programa de enseñanza a distancia y completando sus estudios en la Universidad de San Diego, ofreciéndome un frasco que contenía antimateria. "¡No hablas en serio!", exclamé. "Totalmente en serio", contestó, dándome una explicación. Naturalmente, dije que sí].

¿Cuál era esa explicación?, se preguntarán ustedes. Bueno, y yo. Lo único que sabemos es que la antimateria, en forma de positrones, provenía de la desintegración radiactiva del Sodio-22, que es precisamente la fuente de la que los ha obtenido también el CERN. Lo malo es que que recolectar y confinar esos positrones no resulta nada fácil, entre otras razones porque el positronio (un átomo exótico compuesto de un electrón y un positrón) es más bien inestable y efímero.

A no ser que uno sea homeópata, claro. Entonces basta con agarrarlos, meterlos en un frasquito y conservarlos (en lugar fresco y seco y fuera del alcance de los niños, claro) hasta su uso.

Uso que consistió, en este caso, en emplear la energía emitida por su desintegración para "impregnar" un frasquito de etanol, que a continuación fue "potenciado" hasta 30C (ya saben, diluyendo en agua y sacudiendo hasta que no quede ni una molécula del etanol original -14C- y luego diluyendo y sacudiendo más aún). Ah, y luego vertido en unas pildoritas de lactosa y puesto a la venta, no se crean:




Decía la noticia (me refiero a la seria, la del CERN) que los científicos esperan poder estudiar las propiedades de la antimateria. Bueno, serán las físicas, porque Misha Norland ya ha estudiado las curativas, las oníricas y hasta las poéticas. Las sistematizó en este cuadro, pero se pueden resumir en que... Bueno, no sé en qué. Vean, por ejemplo, las sensaciones que contaba la incauta técnico que "potenció" el mejunje:

The Hunter: being hunted. Explosive, Running Scared. Being pursued.
Fear and fascination by death.
Final acceptance of being slaughtered or killed, like a rabbit or a lamb, something innocent. Sacrifice.
Fear, anticipation in pit of stomach. Foreboding.
Heart pathology; breathlessness from irregular, inefficient, or weak heart beat.
Lingering disease. People with repeated strokes or heart attacks, whose life force is withdrawing and they are waiting for the next attack.
Feel like my hands are being tied up and bound, as if I have been kidnapped and am about to go through an ordeal.
Weakness, trembling of the hands, loss of power.
As if I am in a situation where a member of my family has been brutally killed or dismembered...
[El Cazador: siendo cazado. Explosivo. Corriendo aterrorizado. Siendo perseguido.
Miedo y fascinación por la muerte.
Aceptació final de ser descuartizado o matado, como un conejo o un cordero, algo inocente. Sacrificio.
Miedo, anticipación en la boca del estómago. Presentimiento.
Patología del corazón: sin respiración por latidos irregulares, ineficientes o débiles.
Enfermedad persistente. Gente con repetidos infartos o ataques al corazón, cuya fuerza vital se está retirando y que esperan el siguiente ataque.
Siento como si mis manos estuviesen siendo atadas e inmovilizadas, como si hubiera sido secuestrada y estuviese apunto de pasar por un suplicio.
Debilidad, temblor en las manos, pérdida de poder.
Como si estuviera en una situación donde un miembro de mi familia hubiera sido brutalmente asesinado o descuartizado...]

Y eso sin llegar a tomarse las pastillas (que si se las llega a tomar...). De hecho, la prueba estuvo acompañada incluso de fenómenos que casi podríamos llamar paranormales, como nos cuenta Misha en este otro escalofriante relato:

...I played back the recording, finding that as the tape progressed the images began to break up. As a latter prover delved into her sensations of contraction, as if squeezed into impossible denseness accompanied by a sense of having touched pure evil, the video tape image blanked out entirely. Her disembodied voice, however, continued to describe her descent into this darkest of places. I stopped the tape, running forwards, to find that the end, the last provers accounts were technically fine: perfectly clear images. I put in another tape: no problem. I put back the proving tape and rewound it to the position of the blanked out prover: sound without vision.
[...reproduje la grabación de vídeo, descubriendo que conforme avanzaba la cinta las imágenes se iban deteriorando. Mientras una de las sujetos de la prueba describía sus sensaciones de contracción(sic), la imagen del vídeo se oscureció completamente. Su voz incorpórea, sin embargo, continuó describiendo su descenso hasta el más oscuro de los lugares. Paré la cinta y la adelanté, descubriendo que el final (con) los relatos de los últimos sujetos era técnicamente perfecto: imágenes perfectamente claras. Puse otra cinta; ningún problema. Volví a poner la cinta de las pruebas y la rebobiné hasta la posición de la sujeto en negro (sin imagen): sonido sin visión].

¿Avería del aparato? ¿Algún cable mal puesto? ¿Que la cinta hizo esas cosas que hacían de vez en cuando las cintas de vídeo, justo en la parte más interesante de la película? Nada de eso. Como dice Misha,

I marvelled at the phenomenon of the intense psychic field which the recounting of the proving had generated interfering with the electronics or the tape in the camcorder.
[Me maravillé ante el fenómeno del intenso campo psíquico que el relato de la sujeto había generado, interfiriendo con la electrónica o la cinta en el grabador de vídeo].

Así, con un par de narices.

En fin, el relato completo lo tienen ustedes aquí, aquí y aquí. No les hago un resumen sencillamente porque es imposible: cada uno de los sujetos de prueba experimentó sensaciones diferentes, como suele ocurrir. Por ejemplo, mientras uno decía que

Quisiera estar comiendo todo el rato.

Otro confesaba que

No puedo enfrentarme a las comidas, no tengo hambre.

Las sensaciones sombrías de unos se combinaban con el optimismo de otros, había quien se confesaba lleno de energía y deseando hacer ejercicio mientras que otro decía ser incapaz de bajar la escalera sin agarrarse al pasamanos. Y mientras uno decía que

No tengo ningún interés en el sexo.

Otro afirmaba que

Pienso en el sexo todo el día.

No consta, por cierto, si eran o no pareja uno del otro.

En fin, que lo único medianamente coherente que consta en todo el informe es que el remedio es enormemente potente (para qué, es otra cuestión), que de algún modo está "trifurcado" (algunos de los sujetos soñaron con el número tres o con tríos de cosas; otros no, pero bueno) y sobre todo que, según Misha,

The similarities between Positronium and Plutonium are very strong.
[Las similitudes entre el positronio y el plutonio son muy fuertes].

Porque, ¿qué se creían? También tienen su remedio hecho a base de plutonio. Pero esa es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión.

16 de noviembre de 2010

Conmoción en el mundo judicial. Y en el otro (mundo).

Hay cosas que deberían estar prohibidas. Por ejemplo, lanzar el mensaje que envió hoy por twitter Jorge Alcalde. Lean, lean:


Bueno, vamos a matizar: lo que está mal es enviar este tipo de cosas más o menos a la hora del café, cuando existe el riesgo -serio- de pillarle a uno con la boca llena. Pero es que la noticia se las trae. Bastantes horas más tarde ha sido recogida por algún medio -como este, o este otro, o, por supuesto, este-, que nos cuentan de qué va la cosa.

Verán, al parecer esta individua a la que llaman "Princesa del Pueblo" (y, por las pocas veces que la he oído hablar berrear en la tele de mi suegra, pueblerina sí que parece, al menos en la segunda acepción del término) suscita un gran interés entre ciertos ambientes... ¿cuál es el antónimo de "intelectuales"? Pues eso mismo. De modo que hay medios que se pirran por hablar con ella, o de ella, o sobre ella, porque parece que la chica vende bastante (aunque no tanto como algunos pensaban).

Y uno de los que han querido chupar del bote es, al parecer, un... bueno, diz que periodista llamado Diego Arrabal. Pero por lo visto no se lleva muy bien con la muchacha, así que, en vista de que no podía conseguir una entrevista con ella, la hizo... con su difunto padre. Claro, no lo hizo directamente sino a través de una medium, lo cual es algo así como rizar el rizo de la basura mediática. Pero, en cualquier caso, la cosa por lo visto gustó bastante al público (al que, como comprenderán ustedes, en este caso considero poco pertinente llamar "respetable").

Podríamos decir que ante semejante espectáculo Belén Esteban montó en cólera, pero temo que esta expresión sea también poco apropiada al caso. Teniendo en cuenta los protagonistas de la noticia, sería sin duda más adecuado decir que se cabreó como una mona, como demuestra esta solemne declaración que ha formulado, dirigida al tal Diego Arrabal:

Te voy a meter una querella que te vas a cagar

 Y, ya entrando en cuestiones más técnico-jurídicas, sigue diciendo que

Le hemos demandado mi madre, mi hermano mayor, Juan; Paco, que es el mediano y Belén Esteban que es la pequeña.

Para terminar dirigiéndose de nuevo a Diego Arrabal para afearle su conducta:

¡Sinvergüenza! ¡Invoca a tu padre!

Reconozco que, como Jorge Alcalde, yo también ardo en deseos de ver la fundamentación jurídica de la demanda de marras. En circunstancias normales podría esperarse que la... la... (¿la qué? Aquí vendría de perlas decir "la periodista", o "la presentadora", o incluso algo tan cutre como "la tertuliana", pero, ¿qué puñetas hace realmente esta señora aparte de explotar su ordinariez?)... bueno, que la Princesa demandase a Diego Arrabal por intromisión en el derecho al honor, al suyo y al de su difunto padre. La demanda podría prosperar o no, según lo que haya dicho el tal Diego Arrabal, porque el pobre padre, evidentemente, no dijo realmente ni "esta boca era mía". Lo malo es que la propia Belén Esteban ha dicho también que

El día que vaya yo a una médium será en Telecinco y yo no iría ninguna parte a hacer lo mismo que has hecho tú.

Lo cual,  la verdad, debilita bastante su posición: lo que le molesta no es la intromisión en la honorabilidad de su padre, sino que la hayan llevado a cabo en una tele de la competencia y con un... bueno, digamos "periodista" que le cae muy mal. Vamos, que si en vez de la tal Bohemia Hernández la medium hubiese sido Anne Germain, y el escenario Telecinco en vez de Antena 3, por lo visto Belén Esteban no hubiese tenido ni el más mínimo inconveniente en prestarse a la farsa espritista.

Así que, si no va a alegar una intromisión ilegítima en el derecho al honor de su padre fallecido, ¿qué es lo que alegará? ¿Que alguien ha "hablado" con él sin su permiso? ¿Que no ha percibido el correspondiente caché que sí hubiese cobrado en caso de haberse montado la comedia en Telecinco? ¿Que su padre, a través de la medium, ha desvelado hechos de su intimidad sin su permiso?

No lo sé, la verdad. Pero, insisto, yo también me muero de ganas por saberlo.

Y, sobre todo, me muero de ganas por ver la cara del Juez al que corresponda conocer de la demanda cuando se la encuentre sobre su mesa. Eso sí que sería todo un espectáculo.


Nota bene: Hace unos años retaron a un catedrático de Filosofía del Derecho a escribir -y publicar- un artículo sobre fútbol. Lo hizo. Yo hoy me siento exactamente igual: alguien me dijo hace tiempo que no creía que jamás fuera a escribir algo sobre Belén Esteban. Y mira por donde... ;-)

15 de noviembre de 2010

Aplicaciones prácticas de la criptozoología

Vale, es cierto que los escépticos tenemos una actitud... bueno, escéptica acerca de la criptozoología, esa disciplina dedicada a la eterna búsqueda del Yeti, el Bigfoot o el Monstruo del Lago Ness.

Pero quizá debamos replantearnos esta idea. Según un escalofriante documento al que ha tenido acceso este humilde blog, la criptozoología no solo parece haber obtenido resultados, sino que incluso estos han traspasado la barrera de las descripciones teóricas para entrar de lleno en los últimos avances tecnológicos.

Vean, vean:


¿Cómo? ¿Que aún no lo han visto? Venga, les amplío el detalle:


Ya ven: los esforzados criptozoólogos no solo han conseguido descubrir la existencia de los dragones, sino que han logrado desvelar los secretos de su forma de volar. Bueno, al menos del de las dragones.

Claro que también puede ser que el redactor de la propaganda del cacharrito se haya dejado llevar un poco por el entusiasmo. Pero, en fin, eso también les pasa a los criptozoólogos, ¿no? ;-)

14 de noviembre de 2010

Por la libertad de expresión en Inglaterra. Y en el resto del mundo.

Por Simon L. Singh.

Esta semana se cumple el primer aniversario del informe Free Speech is Not For Sale, que puso de relieve la naturaleza opresiva de la Ley inglesa sobre el libelo. En pocas palabras, la Ley es extremadamente hostil hacia los escritores, mientras que resulta irracionalmente complaciente hacia las corporaciones e individuos poderosos que desean silenciar a sus críticos.

La Ley inglesa sobre el libelo es particularmente peligrosa para los autores de bitácoras, que generalmente no cuentan con el respaldo de empresas editoriales, y que pueden acabar siendo demandados en Londres independientemente de dónde haya sido publicada su entrada. Internet permite a los blogueros alcanzar una audiencia mundial, pero también permite que los Tribunales de Londres tengan un alcance mundial.

Pueden leer más acerca de la peculiar y enormemente injusta naturaleza de la Ley inglesa sobre el libelo en la página web de la Libel Reform Campaign. Como podrán comprobar, esta campaña no pretende la derogación de la ley, sino una reforma que la haga más justa y que permita que los escritores tengan una posibilidad razonable de expresar su opinión y defenderla.

La buena noticia es que el Gobierno británico se ha comprometido a elaborar un borrador de reforma de la Ley, pero es esencial que los autores de bitácoras y sus lectores envíen una señal clara a los políticos para que cumplan esta promesa. Pueden hacerlo uniéndose a mí y a las más de cincuenta mil personas que también han firmado la petición en http://www.libelreform.org/sign.

Recuerden que pueden firmar la petición sea cual sea su nacionalidad o el lugar en el que viva. De hecho, la presencia de firmantes de otros países recuerda a los políticos británicos que esta Ley está desfasada con respecto a las del resto del mundo libre.

Si ya ha firmado la petición, anime a sus amigos, familiares y colegas para que también lo hagan. Más aún, si tiene una bitácora puede unirse a centenares de otros blogueros publicando esta entrada en su página. Existe una posibilidad real de que los autores de bitácoras puedan ayudar a cambiar la Ley sobre libelo más censora de todo el mundo democráctico.

Debemos alzar la voz para defender la libertad de expresión. Por favor, firmen la petición para la reforma de la Ley inglesa sobre el libelo en http://www.libelreform.org/sign.

Por si las dudas


Nota: La imagen ha sido creada por Mauricio-José Schwarz. Pero yo también la firmo.

Y aprovecho para invitar a todos a unirse al grupo de Facebook en apoyo al profesor Fernando Cuartero.

8 de noviembre de 2010

Carta al Rector de la Universidad de Zaragoza

Excelentísimo y magnífico señor rector:

El motivo de la presente es para ofrecerle mis servicios como director de la nueva Cátedra de Homeopatía que recientemente se ha puesto en marcha en su Universidad.

Reconozco que en los últimos años la Universidad de Zaragoza ha llevado a cabo una gran labor en favor de la introducción de la homeopatía en el ámbito académico, más meritoria aún teniendo en cuenta que en el resto del mundo la tendencia es justamente la contraria, es decir, el abandono de la enseñanza oficial y hasta la financiación pública de las terapias inútiles y sin fundamento. En cambio, su Universidad ofrece dos títulos propios sobre homeopatía, mantiene incluso una página web dedicada a esta pseudoterapia bajo el título "prescribo homeopatía", y acaba de celebrar una jornada de gran repercusión mediática y esas cosas.

Sin embargo, le supongo enterado de que la reciente creación de la Cátedra de Homeopatía no ha tenido tan buena acogida, ni mucho menos, habiendo motivado incluso la aparición de un manifiesto contra la introducción de las pseudociencias en las Universidades que en este momento ha sido suscrito ya por más de cinco mil personas, además de una reacción sumamente negativa en ambientes científicos y divulgativos.

El viernes pasado tuve ocasión de escuchar la intervención del director de la Cátedra, el profesor Lanuza, en el programa "La ventana", de la Cadena Ser, y he llegado a la conclusión de que la causa de estas reacciones negativas se debe en buena parte a que quizá no sea la persona más indicada para desempeñar este puesto.

Verá. Para empezar, y tras la correspondiente presentación, preguntaron al Sr. Lanuza si la Cátedra ha sido financiada por alguna marca de homeopatía. Esta fue su respuesta:

Sí, sí, sí. De hecho, de hecho, yo creo que todo este revuelo a lo mejor ha podido aparecer por el término "Cátedra". El término "Cátedra" es un término no sé si acertado o desacertado que las Universidades españolas utilizamos cuando queremos crear un convenio entre una empresa y una Universidad. Entonces, en la Universidad de Zaragoza hay... esta es la Cátedra número treinta y dos, hay otras cátedras con otros laboratorios farmacéuticos, con bancos, con otras entidades... y esta es una Cátedra empresa-Universidad. El término "Cátedra" podríamos sustituirlo por "convenio" perfectamente. Quiere decir que no es la Cátedra con el Catedrático, con sus profesores titulares, etcétera, ¿eh? de hecho yo, evidentemente, no soy catedrático, ¿eh? Cátedra aquí sería, bueno, pues un reconocimiento institucional a una relación entre la Univesidad y una empresa, pero podríamos traducirlo por "convenio". Quiero decir que no va una formación detrás ni que se vaya a impartir cátedra ni sentar cátedra.

Como comprenderá, estas declaraciones son un craso error. Quiero decir que es evidente que lo que ha ocurrido aquí es que los Laboratorios Boiron se han comprado una Cátedra en la Universidad, pero el profesor Lanuza no tendría que haberlo reconocido públicamente. Tenga en cuenta que, tratándose de una relación comercial, es inevitable preguntarse qué han intercambiado cada una de las partes, y la única conclusión posible es que la Universidad de Zaragoza ha vendido parte del prestigio que le confiere el hecho de ser eso, nada menos que una Universidad, a cambio de una determinada cantidad de dinero. Lamentablemente, esto de vender fama y honorabilidad a cambio de un plato de lentejas no está socialmente muy bien visto. Con esta operación, más que una institución seria, la Universidad de Zaragoza da la impresión de ser como uno de esos famosos que prestan su imagen pública para vender cualquier producto milagro a cambio de unas perrillas, y aunque probablemente los tiros anden por ahí, esto no deja de ser un desastre desde el punto de vista de las relaciones públicas.

Pero, además, si la primera impresión que puede sacar cualquier oyente de todo esto es mala, la segunda es aún peor. Según el profesor Lanuza el objetivo fundamental del chanchullo acuerdo es investigar qué hay de cierto en eso de la homeopatía. Como dijo más tarde,

yo lo único que digo es que hay que evaluarlos, hay que estudiarlos, porque están por ley y yo como farmacólogo tengo que estudiarlos, porque me lo exige... soy funcionario y me lo exige mi Estado y...

Pero, la verdad, que la Universidad vaya a hacerlo con la financiación de un fabricante de remedios homeopáticos no es algo que huela precisamente a rosas. A mí, que soy de educación más bien clásica, lo que me viene a la cabeza tras lo del plato de lentejas es aquello de poner a la zorra a cuidar de las gallinas.

En lugar de meterse en este lío, lo que debería haber hecho el profesor Lanuza es afirmar, con toda rotundidad, que los Laboratorios Boiron son en realidad una institución benéfica y altruista que ríete tú de Médicos Sin Fronteras, la Cruz Roja Internacional y Amnistía Internacional, todos juntos y metidos en un saco. Así, con todo el morro. Al fin y al cabo, eso es lo que parecen creer quienes acusan a los críticos de la homeopatía de estar a sueldo de las multinacionales farmacéuticas, olvidándose de que Boiron, Heel y compañía son... pues eso, multinacionales farmacéuticas. Y en cuanto al resto del público, teniendo en cuenta el desconocimiento general sobre lo que es realmente la homeopatía (que, en su caso, le invito a paliar visitando esta página), probablemente también habrá mucha gente que se lo crea, igual que se creen que la homeopatía es "natural", "milenaria", "holística" o, simplemente, que es efectiva.

Este desparpajo le faltó también al profesor Lanuza cuando, preguntado por el manifiesto al que aludía al principio de la carta, dijo que

Sí, sí, estoy realmente sorprendido, más que nada porque... por eso, porque es una realidad social. La homeopatía... también hay sesenta y dos mil firmas a favor de la homeopatía en una página web en España, y eso no se ha recogido en ningún sitio ni en los medios de comunicación. 

Comprenderá usted, señor Rector, que lo de que la homeopatía sea una realidad social no es un argumento para crear una Cátedra, acuerdo o lo que sea con respaldo universitario. También son una realidad social la astrología, el tarot, la creencia en la comunicación con el Más Allá o la quiromancia y no se enseñan en las Universidades (bueno, salvo en la de Lleida).

Mejor encaminado andaba el profesor Lanuza en lo de las firmas a favor de la homeopatía, sobre todo porque poca gente sabrá que, en realidad, la campaña de recogida de firmas no es "a favor de la homeopatía", a pesar de su denominación, sino a favor de que las industrias homeopáticas no tengan que pagar tasas, a pesar de que el Ministerio pensaba cobrárselas en un importe bastante más bajo que las correspondientes a los fabricantes de medicamentos de verdad.

A eso es precisamente a lo que me refería cuando hablaba de mentir con todo el morro, práctica por lo demás perfectamente ortodoxa dentro del mundillo homeopático. Sin embargo, el profesor Lanuza vuelve a meter la pata cuando prosigue diciendo que

Pero... pero bueno, sí, es sorprendente, es sorprendente aunque es esperable, ¿eh?, porque, digamos, que cuando se es estudioso de este tema, de este tema como de los otros de la farmacología, pero concretamente en este tema se conoce que hay detractores y que hay personas a favor... Es normal, ¿eh? en ciencia ocurre eso, ¿eh? No todo el mundo... Gracias a Dios la ciencia avanza así.

Porque el problema, como debería saber el profesor Lanuza, es que la ciencia ha avanzado y ha dejado ya atrás la homeopatía, más o menos en el mismo sitio en que quedaron la hipótesis del flogisto, la del equilibrio de los humores, el geocentrismo o los estudios sobre las consecuencias hidrológicas del Diluvio Universal. Dentro de la comunidad científica, hoy por hoy, las únicas "personas a favor" de la homeopatía son la escasa minoría que viven de ella... ante lo cual, y recordando que la Cátedra, o chanchullo, o lo que sea que va a dirigir el profesor Lanuza está financiada por un laboratorio homeopático, lo mejor será que corramos un tupido velo.

Velo que también debería haber corrido el profesor Lanuza cuando dijo aquello de que

Yo no soy homeópata, yo me dedico a estudiar los medicamentos. Existen unos medicamentos, regulados por la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, como todos los medicamentos, ¿eh?, que son los medicamentos homeopáticos.

Y, más tarde, que

¡No, no, no, no, perdone! Los medicamentos homeopáticos solo se venden en farmacias. A ver, solo los pueden recetar médicos, de hecho la Organización Médica Colegial lo ha reconocido como "acto médico", y... y... para qué, para evitar el intrusismo, solo lo pueden recetar médicos, odontólogos o veterinarios por ley, y solo lo pueden prescri... lo pueden... eeeh... dispensar farmacéuticos.

Porque, claro, se arriesgaba a que alguno de los oyentes echase un vistazo a la legislación vigente y descubriera... pues que no.

Para empezar, es cierto que los productos homeopáticos pueden ser reconocidos como medicamentos conforme a la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento. De hecho, conforme a nuestra legislación pueden serlo de dos maneras:

- Por el mismo procedimiento que los medicamentos de verdad.

- Por un procedimiento especial simplificado.

¿Cuál es la diferencia entre ambos? Pues, básicamente, que el procedimiento simplificado permite autorizarlos sin necesidad de demostrar su efectividad. Y repito por si no ha quedado claro: si bien nuestra legislación exige que, antes de aprobar la venta como medicamento de un producto, el fabricante proporcione pruebas de su efectividad, establece como única excepción la de los productos homeopáticos, que pueden ser vendidos como medicamentos sin necesidad de demostrar que sirvan realmente para algo. Se trata de una excepción chocante, desde luego, pero no exclusiva de nuestro país: la impone la normativa europea, en cuya redacción se cedió a las presiones de los fabricantes de productos homeopáticos. El motivo de que estos fabricantes lucharan a brazo partido para poder vender sus productos sin tener que demostrar que tengan efectividad alguna es algo que dejo a su imaginación.

A pesar de lo cual, y de nuevo es algo que el profesor Lanuza debería conocer, en España no se ha aprobado ni un solo producto homeopático para su venta como medicamento. Ni siquiera los del laboratorio que ha comprado la Cátedra. De modo que cuando dijo que los potingues homeopáticos

Los dispensan los farmacéuticos con un consejo farmacéutico detrás, por eso el interés de los farmacéuticos en formarse en homeopatía también. Porque ellos están vendiendo algo, igual que aconsejan sobre el resto de medicamentos tienen que aconsejar sobre los medicamentos homeopáticos, que por ley los tienen que vender, y su función es aconsejar.

Debería haber tenido en cuenta que, también "por ley", los farmacéuticos (y los médicos, y él mismo) lo que tendrían que hacer es abstenerse de dispensar, recetar o recomendar productos ilegales.

Claro, con estas cosas no es de extrañar que durante el programa llamase un oyente (Guillermo) y llegase a decir que

Si el señor Lanuza es farmacólogo, que ya uno lo empieza a dudar, sabe que todo lo que ha estudiado dice exactamente lo contrario de la homeopatía, exactamente lo contrario. No puedo entender... salvo por el dinero, claro, una vez que tenemos el dinero y el patrocinio de un laboratorio farmacéutico ya me lo creo todo.

De hecho, el oyente insistió en que los productos homeopáticos

no tienen ningún efecto secundario porque tampoco tienen ningún efecto primario. No tienen efecto en absoluto.

A lo que el profesor Lanuza solo acertó a replicar algo así como que

Yo, yo, mire, me dedico a estudiarlos y no me atrevería a decir las af.. y como las hace usted, las afirmaciones que hace usted.

Cosa que, en vista de lo que comentaba el oyente sobre el dinero y el patrocinio, no resulta extraño en absoluto.

De lo expuesto hasta ahora se deduce que el profesor Lanuza, a pesar de su currículo (sí, ya, dice que no es homeópata pero dirige los cursos de homeopatía de la Universidad y ahora esta cátedra) no parece la persona idónea para desempeñar el puesto desde el punto de vista de las relaciones públicas. Pero es que tampoco parece serlo en cuanto a su preparación homeopática. A preguntas de Juan José Millás sobre la diferencia entre un medicamento normal y un producto homeopático, el profesor Lanuza dijo que

Pues la diferencia básica es la cantidad de medicamento. Como bien decía mi compañero el medicamento homeopático se basa en la ultradilución, al final hay cantidades insignifican... muy pequeñas, muy pequeñas.

Una afirmación que puede ser aceptable en boca de... no sé, un comercial de Boiron, por ejemplo, pero en ningún modo en la de todo un profesor de farmacología. Como sabe cualquier estudiante de química elemental, la materia no puede dividirse infinitamente: en una cantidad determinada de sustancia hay una cierta cantidad de moléculas, de modo que si la diluimos una y otra vez llegará un momento en que, sencillamente, no quedará ni una sola molécula de la sustancia original. En una dilución homeopática de "potencia" 23D o 13C no habrá ya ni rastro de principio activo, y se trata de grados bastante modestos para la práctica habitual de la homeopatía, en lo que lo más corriente es encontrar productos diluidos a 30C o incluso más.

En definitiva: no es que la homeopatía emplee "cantidades insignifican... muy pequeñas, muy pequeñas". Es que lo único que emplea es agua. Y, es más: la mayoría de las veces, ni eso.

En cualquier caso, el motivo de esta carta no es detenernos a considerar si es normal que un profesor de farmacología parezca ignorar la legislación vigente, se deje guiar por la popularidad social en lugar de la evidencia científica, o aparente desconocer quién era el señor Avogadro.

Como le decía, mi intención es ofrecerle mis servicios como director de la Cátedra, para lo cual poseo unas cualificaciones que creo inmejorables. Para empezar, como habrá visto, me desenvuelvo con más soltura en la disciplina que parece ser la especialidad del profesor Lanuza, aunque reconozco que no es ninguna proeza: incluso Guillermo, el oyente que llamó al programa, demostró desde el principio un conocimiento de la homeopatía mucho más profundo que el del profesor, al calificar al fundador de la disciplina, Samuel Hahnemann, como "soplagaitas". Pero es que, además, he obtenido nada menos que tres títulos, tres, que acreditan mi sólida formación en la materia:





Se trata, además, de títulos expedidos nada menos que por Laboratorios Boiron, la misma empresa que patrocina la Cátedra, así que no me cabe la menor duda de que los reconocerá usted como plenamente válidos. Máxime ahora, que la propia Boiron ha eliminado la posibilidad de obtenerlos desde España, sin duda para pasar a otorgarlos a través de su Cátedra recién comprada.

Por otro lado, puedo presumir de que no soy solo experto en homeopatía: también soy un gran usuario de la misma. Y el hecho de que la haya ingerido de una sola vez en vez de poco a poco creo que es un mérito adicional, ya que me permite encontrarme en una posición inmejorable para estudiar los efectos adversos que pudieran tener estos productos, tanto en mi persona como en otros casos de los que he sido testigo. Le prometo que lo haré tan pronto como se presenten.

Por otra parte, como usted probablemente sabrá, en el fondo esto de la homeopatía consiste básicamente en palabrería, y en ese aspecto, gracias a mi amiga Alice Sheppard, también he recibido una formación amplia y sólida que pondré al servicio de la Cátedra. De hecho, en el fondo se trata de dejar de meterme con unas empresas farmacéuticas (las homeopáticas) para hacerlo con las otras (las científicas), cosa por lo demás no demasiado difícil teniendo en cuenta que también tienen trapos sucios para dar y regalar. Además, reconozco que les tengo bastante manía, dado que llevo un montón de años siendo acusado de estar a su servicio y a cambio no he recibido no ya mi correspondiente cheque, es que ni siquiera me han mandado ni una mísera aspirina de regalo.

Y, por último, debo indicar con toda modestia que poseo un amplio conocimiento de los desarrollos más vanguardistas de la homeopatía, alguno de los cuales reconozco que no estoy dispuesto a probar, desde luego, pero que en todo caso creo que nos proporcionan una valiosísima lección sobre el ser humano, su capacidad de curarse a sí mismo y, sobre todo, su capacidad de tomarse el pelo a sí mismo y a los demás. Que es, de nuevo, de lo que se trata, ¿verdad?

En definitiva, como puede ver reúno méritos más que sobrados para obtener el puesto, y no le quepa duda de que bajo mi dirección la Cátedra de Homeopatía en particular, y la Universidad de Zaragoza en general, permanecerán con todos los honores en el lugar que realmente se merecen. O sea, este.

Suyo affmo. y ss., etc...

7 de noviembre de 2010

Otra vez el congreso "Ciencia y espíritu"

¿Se acuerdan del Congreso Ciencia y Espíritu del año pasado? Ya saben, aquel en el que los asistentes, con animado espíritu, daban de patadas a la ciencia. Sí, ese mismo.

Bueno, pues la edición de este año será... mejor que se lo cuente Confusio, que lo hace muy bien.

6 de noviembre de 2010

Elige tu terapia alternativa


(Pulse sobre la imagen para verla en tamaño original)


Traducido con autorización de Crispian Jago

4 de noviembre de 2010

Vulgares estafadores

ANTECEDENTES DE HECHO


PRIMERO.- Hace cosa de un año, como contaba Magonia, la Universidad de Castilla-La Mancha se dejaba colar un gol por toda la escuadra, cediendo sus instalaciones para la realización de un seminario parapsicológico. El modus operandi de los organizadores fue de lo más típico: solicitaron el uso del local, pagaron las tasas correspondientes, y a continuación, aprovechando que habían conseguido montar su numerito en la Universidad, colocaron el logotipo universitario en sus carteles y presumieron a los cuatro vientos de que la UCLM colaboraba con el montaje, dando la apariencia de tener una legitimidad académica que, evidentemente, ni merecían ni habían obtenido. De hecho, la protesta de varios profesores consiguió que al menos desapareciera el logotipo de Universidad de la cartelería del espectáculo circense, aunque no fue suficiente como para que los responsables académicos recapacitaran y evitasen que la institución se enfangara.

Uno de los profesores que más destacaron en aquella protesta fue Fernando Cuartero, catedrático de la Universidad que no dudó en señalar que

Este tipo de vulgares estafadores, por el módico pago de unas tasas, obtienen, mediante una mala práctica, un pretendido amparo académico que es completamente falso.


SEGUNDO.- A raíz de aquello uno de los organizadores, Rafael Campillo, decidió querellarse contra Fernando Cuartero por la supuesta comisión de un delito de injurias y calumnias contra él, exigiendo la condena del catedrático y el abono de una indemnización de seis mil euros. El Juzgado, sin embargo, consideró los hechos como constitutivos, como mucho, de una falta.

Y tras el correspondiente juicio, la Magistrada-Juez del Juzgado de Instrucción número Uno de Albacete dictó la correspondiente Sentencia, que pueden consultar en pdf aquí por cortesía de Magonia.



FUNDAMENTOS DE DERECHO


PRIMERO.- A pesar de que la carta de Fernando Cuartero era mucho más extensa, la querella se centra en la frase acerca de los vulgares estafadores. La Magistrada considera dicha frase constitutiva de una falta de injurias básicamente por considerar que (transcribo):

Si leemos la totalidad del escrito, observamos que dichas expresiones son innecesarias para manifestar su desacuerdo con el acto, así como para comunicar al vicerrector que él no estaba de acuerdo con el mismo y las razones. Dichas razones y su opinión sobre el evento, hubieran llegado a su receptor igualmente si estas expresiones no se hubieran vertido, eran innecesarias para la crítica del seminario, excediendo de ese animus criticandi. De la misma manera que no eran necesarias para poner de relieve que la parapsicología no es una ciencia (...). Además, si examinamos gramaticalmente la frase "vulgares estafadores" es una frase injuriosa, por cuanto según el diccionario de la Real Academia vulgares significa "que es impropio de personas cultas o educadas" y estafadores "persona que estafa", estafar "pedir o sacar dinero o cosas de valor con artificios y engaños, y con ánimo de no pagar (...)"

(...) para oponerse a que la Universidad permitiera su realización en sus instalaciones, no había que decir que los organizadores eran "vulgares estafadores", esta expresión es innecesaria para demostrar que la parapsicología no es ciencia, podemos decir que es una pseudociencia, que era inveraz en tanto que no se puede demostrar y no científico (sic), pero al proferir la expresión de "estafador" se está excediendo de la crítica al evento para pasar a menoscabar la fama y el honor de quien organizase el mismo. Siendo indiferente que el denunciado conociese o no al denunciante, lo cierto es que él fue quien realizó la petición en la Universidad para celebrar el evento, y quien, por tanto, se sintió aludido y ofendido ante las expresiones del denunciado.

SEGUNDO.- La Magistrada considera, en primer lugar, que la expresión "vulgares estafadores" es innecesaria. Uno de los aspectos que la Jurisprudencia contempla a la hora de decidir si una expresión es o no injuriosa es precisamente ese, si formaba parte de la crítica o era algo más, un insulto del que se podría haber prescindido.

Y aquí es donde la Magistrada, en mi opinión, comete su primer error.

La frase original lo explicaba con toda corrección. Recordemos que Fernando Cuartero no se limitaba a llamar a los organizadores "vulgares estafadores", sino que explicaba por qué los consideraba como tales: porque

por el módico pago de unas tasas, obtienen, mediante una mala práctica, un pretendido amparo académico que es completamente falso.

Como dice la propia Magistrada,

(...) según el diccionario de la Real Academia vulgares significa "que es impropio de personas cultas o educadas" y estafadores "persona que estafa", estafar "pedir o sacar dinero o cosas de valor con artificios y engaños, y con ánimo de no pagar (...)"

Y, desde luego, parece claro que la conducta que describe Fernando Cuartero es un claro artificio o engaño mediante el cual sus autores obtienen algo de valor (la apariencia de legitimidad que adquieren al presumir de que la Universidad colaboraba con el montaje). Cosa que, por otra parte, no parece muy propia de personas educadas.


TERCERO.- La Magistrada, sin embargo, parece no haberse dado cuenta de este dato, sino que ha considerado que la expresión de "vulgares estafadores" se refería a la actividad que practican los organizadores del evento. Actividad que califica como "parapsicología", ante lo cual, por cierto, deberían ser los parapsicólogos los primeros que protestasen. La (triste) realidad es que el acto contaba incluso con una actuación mediúmnica a cargo de Marylin Rossner o la retransmisión del programa "Espacio en Blanco", con el que Radio Nacional demuestra que la basura mediática no es patrimonio exclusivo de las emisoras privadas. Vamos, que el espectáculo consistió fundamentalmente en la promoción de la creencia en los poderes ocultos de los médium, los contactos con el Más Allá y demás parafernalia esotérica.

Actividades sobre las cuales nuestra Justicia (con perdón) tiene también algo que decir. Como hemos comentado otras veces (por ejemplo aquí), para el Tribunal Supremo

Se considera que no existe estafa cuando el sujeto pasivo acude a médium, magos, poseedores de poderes ocultos, echadoras de cartas o de buenaventura o falsos adivinos, cuyas actividades no puedan considerarse como generadoras de un engaño socialmente admisible que origine o sean la base para una respuesta penal. 

Conviene aclarar que el Tribunal Supremo se refiere a que estos hechos no pueden considerarse como estafas en el sentido jurídico-penal del término. Pero no dejan por ello de ser engaños. De hecho, el Tribunal sigue diciendo que

En estos casos se considera que el engaño es tan burdo e inadmisible que resulta inidóneo para erigirse en el fundamento de un delito de estafa.

Así que volvamos al Diccionario de la RAE que maneja la Magistrada. Según la Jurisprudencia del Supremo, como hemos visto, estos hechos no constituyen delito de estafa, por lo que habría que desechar la segunda definición del término. Pero se trata, dice también el Supremo, de engaños, a los que por lo tanto sí podríamos calificar como "estafas" conforme a la primera definición del Diccionario. Solo que burdas. Vulgares, vamos.

En fin, que para el Tribunal Supremo estas actividades son, ejem, vulgares estafas.

De modo que, aunque la frasecita de marras no se hubiese referido al engaño concreto del que hablábamos antes, sino al timo, más abstracto aunque no menos real, que supone la promoción de estas supercherías (como parece creer la Magistrada), calificar a quienes lo llevan a cabo como vulgares estafadores sería algo absolutamente impecable. ¿O no?


CUARTO.- Hay aún otra consideración. Si bien según la Magistrada

(...) al proferir la expresión de "estafador" se está excediendo de la crítica al evento para pasar a menoscabar la fama y el honor de quien organizase el mismo. Siendo indiferente que el denunciado conociese o no al denunciante, lo cierto es que él fue quien realizó la petición en la Universidad para celebrar el evento, y quien, por tanto, se sintió aludido y ofendido ante las expresiones del denunciado.

Lo cierto es que el elemento subjetivo es en este caso de vital importancia. La tipificación penal de las injurias y calumnias busca proteger a las personas que sufran un ataque a su honor (entendido como imagen pública), pero para ello es imprescindible que la identidad de esas sea o bien conocida o, por lo menos, fácilmente identificable.

Y en este caso la cosa no está tan clara. La información sobre los organizadores del Seminario del año pasado no está disponible en la web, pero para la edición de este año se nos dice que la organización corre a cargo de una Asociación llamada "Rosa de los Vientos":


Por otra parte, según me comentan la factura emitida por la Universidad por el alquiler del paraninfo estaba a nombre de una empresa llamada Cineproad.

Quien no aparece, ni en uno ni en otro caso, es el querellante, Rafael Campillo Carreño. Que en su querella sí se identifica a sí mismo como organizador del evento, pero que, de serlo, se oculta tras esas asociaciones y empresas.

En esas circunstancias, francamente, se me hace difícil encontrar la conexión entre el ánimo de injuriar a alguien (que la Magistrada considera probado) y el hecho de que ese alguien sea, como suele decirse, conocido en su casa a las horas de comer, pero desde luego no por Fernando Cuartero, por el vicerrector al que dirigió su carta, o por la inmensa mayoría de quienes la pudieron leer tras su difusión en internet.


FALLO


En vista de lo cual la Magistrada dicta su fallo (no solo porque se llame así, sino también porque tiene toda la pinta de ser eso, un fallo).

Fallo que consiste en condenar a Fernando Cuartero a la desorbitada pena de... doce días de multa. Un total de doscientos cuatro euros que, como dicen los amigos de Amazings, lo mismo bien valen darse el gustazo.

Todo ello con la expresa reserva de acciones civiles. Es decir, que el querellante, a la vista del cariz que iba tomando la cosa (solicitaban una condena por delito y una indemnización de seis mil euros, y la Magistrada lo calificó como una simple falta, de modo que el precio del honor lesionado probablemente acabaría resultando bastante más bajo), decidió guardarse su reclamación de indemnización para otra ocasión. Si es que comete la imprudencia de lanzarse a ello.


VOTO PARTICULAR


Dicho todo lo cual conviene fijarse en un aspecto del caso que hemos tocado un poco de refilón: esto de los organizadores. Según parece, la organización de cara al público la lleva una asociación, de cara a los pagos la lleva una empresa, y en realidad (según propia confesión) la hace un señor. Todo ello en un seminario cuyos beneficios, nos aseguran, van a parar a causas benéficas, pero que en cualquier caso suponen mover una crecida cantidad de dinero.

Que, además, está sujeta a ciertas obligaciones. Si, por ejemplo, la asociación "Rosa de los vientos" es la organizadora del acto, y teniendo en cuenta que hay que pagar inscripción y que la misma no está reservada exclusivamente a sus socios, se supone (vamos, las leyes fiscales suponen) que la asociación debe de estar dada de alta en el censo del Impuesto de Actividades Económicas, declarar e ingresar a Hacienda el IVA de esas entradas y realizar la correspondiente declaración del Impuesto de Sociedades. Si la factura del paraninfo, como me han dicho, se emitió a nombre de una sociedad, esta empresa tendrá a su vez que justificar su relación con el acto, y no podrá desgravar el IVA de la factura ni contabilizarla como un gasto deducible salvo que mantenga algún tipo de relación comercial con la asociación "Rosa de los vientos", en cuyo caso también habrá tenido que emitir la correspondiente factura a dicha asociación. Y si todo ello, en realidad, lo organizó un señor por su cuenta, debería a su vez haberse dado de alta en el IVA y el IAE, así como en la Tesorería General de la Seguridad Social.

En cualquier caso, en el balance que la organización publicó tras el evento se hace constar que los beneficios fueron destinados íntegramente a dos organizaciones benéficas, lo cual está muy bien, pero no aparece ni la más mínima mención al cumplimiento de las obligaciones fiscales de los organizadores.

De modo que quizá para la Magistrada el organizador (¿en la sombra?) no merecía ser calificado como vulgar estafador. Pero a lo mejor el Ministerio de Hacienda opina otra cosa...



CODA


Dicho lo cual creo que no hará falta que aclare cuál es mi opinión sobre la Sentencia. Solo diré que, aun teniendo en cuenta que se trata de una cuestión muy compleja y en la que cada Juez y cada Sala de Audiencia tiene una opinión distinta, Fernando Cuartero hará ha hecho muy bien en recurrirla.

Pero no va a ser lo único. De momento les invito a unirse al grupo de apoyo al profesor Fernando Cuartero que se ha creado en Facebook, y que difundan en lo posible lo que ha ocurrido.

¡Ah!, y que permanezcan atentos a sus pantallas. Esta historia no ha hecho más que empezar, y creo que a los vendedores de misterios no les va a gustar nada cómo se va a ir desarrollando. Pero nada de nada.